Antonio Gutiérrez
Los pueblos y comunidades indígenas de México han elegido y posicionado a Hugo Aguilar Ortiz como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Para algunos se trata de una noticia escalofriante que presagia acontecimientos terribles; y para otros, muy asombrosos. Lo cierto es que aún no se sabe. Pero cómo intrigan especialmente noticias como ésta, porque desafían la inteligencia y ponen a temblar nuestras certezas.
El hecho sacudió a todos por igual. A los medios informativos nacionales y extranjeros y a las redes sociales, a los sectores más informados y al público en general, incluso, a sus electores.
Generaciones de hombres y mujeres durante quinientos años hemos llorado de tristeza por la indiferencia, y “ahora estamos llorando de alegría”, dijo una mujer indígena en las redes.
Pero quizá lo más asombroso y escalofriante de esta noticia, es que no nos habíamos preguntado: ¿cómo votan los pueblos indígenas de México? ¿Por qué eligieron a Hugo Aguilar Ortiz?
Toda una cadena de hechos, podrían ayudarnos a descifrar el entuerto.
Quienes testificamos los recorridos de Hugo Aguilar por diversas regiones de México, con motivo de la realización de los foros sobre la Reforma Indígena, así como las asambleas comunitarias con las que él habla casi a diario, no me dejaran mentir.
Si Hugo Aguilar Ortiz va a posicionar la cosmovisión indígena en la Corte, se debe a que, entre los nueve nuevos integrantes del máximo tribunal, él es quien se autoadscribe como indígena, pero no sólo eso, habla simultáneamente las leguas, española y mixteca, y puede obsequiarnos, en ambas leguas, el testimonio vivo de los modos de vivir, de sentir, de pensar, de elegir y de juzgar, de los pueblos indígenas de México.
Ése es el mérito y la singularidad del indígena mixteco de 52 años que conoce la realidad íntima de los pueblos. No en balde fue el titular de la Dirección de Sistemas Normativos Indígenas del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca, donde coordinó el Catálogo de Municipios que eligen autoridades por sistemas normativos internos, durante el periodo 2016 y 2018.
No en balde, Hugo Aguilar Ortiz y un grupo de defensores de las causas indígenas, impulsaron desde la sociedad civil, la iniciativa de Ley que redactó en el año 2014 el entonces diputado Ericel Gómez Nucamendi, para dar pie a la creación de la Sala de Justicia Indígena de Oaxaca. En la actualidad los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas ejercen sus derechos desde ese tribunal especializado.
Pero, además, para entonces Hugo Aguilar ya se ejercitaba en la elaboración de leyes mexicanas. En 1999 formó parte del cuerpo asesor que redactó la propuesta de reforma constitucional sobre derechos indígenas que el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) le entregó a la Comisión de Concordia y Pacificación, la famosa COCOPA, que se formó en 1995 como instancia del Poder Legislativo.
Las propuestas redactadas por el cuerpo asesor del EZLN sirvieron de base para la reforma al artículo 2° constitucional aprobada parcialmente en el año de 2001.
Simultáneamente, el indígena originario de San Agustín Tlacopepec, Oaxaca, fue también representante y asesor de más de 25 pueblos y comunidades indígenas de la entidad (1999-2010).
Y tal vez por eso, en el año 2011 fue nombrado subsecretario de derechos indígenas en la Secretaría de Asuntos Indígenas del Gobierno de Oaxaca, durante la administración del ex gobernador Gabino Cué.
El sólido trabajo y la congruencia en el hacer y el decir, propiciaron que en año 2018 el gobierno federal se fijara en él, y que lo nombrara Coordinador General de Derechos Indígenas del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, INPI.
Hasta donde sabemos, no existe evidencia documental de que algún ministro de la Corte mexicana, de hoy o de épocas pasadas, tenga tal cercanía y una comunicación tan fluida con los pueblos indígenas de México.
Los pueblos que se rigen por usos y costumbres querían tener un representante que hiciera escuchar su voz desde la tribuna del más alto tribunal del país. Por eso, ellos sí votaron con claridad y eligieron, por mayoría, a uno de los suyos.
El problema ahora es que, a partir del 1 de junio de 2025, será casi imposible encontrar un momento en que las redes sociales o los medios de comunicación no hablen del Ministro Presidente de la Suprema Corte de la Nación, Hugo Aguilar Ortiz.
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