CONTRAFUEGO || Salinas Pliego, ¡a pagar!

Date:

Aurelio Ramos Méndez

En mes y medio, con la entrada en funciones de una nueva Suprema Corte de Justicia, los mexicanos quizá podamos empezar a ver el derrumbe del imperio económico y mediático de Ricardo Salinas Pliego, quien a querer o no deberá pagarle al Estado 74 mil millones de pesos por impuestos e intereses acumulados durante tres lustros.

Tan descomunal monto, inconcebible para el hombre de la calle, representa un golpe demoledor para un potentado cuya causa de vida ha sido la acumulación de dinero bienhabido o del otro, pues se quedará con el ego abollado, como en la más horrorosa pesadilla, fuera del club de megáricos.

En dólares el adeudo asciende a la friolera de 4 mil millones. Poco más de la mitad de la fortuna que –infladita para fanfarronear y apantallar al respetable o negociar indemnización si procede– este magnate de proverbial atrevimiento y desvergüenza dice tener.

Fortuna forjada mediante la ilegal utilización para beneficio particular –masiva publicidad de las empresas de Grupo Salinas– de la concesión de un servicio televisivo propiedad de todos los mexicanos.

El jueves pasado, mientras fuera de sí profería insultos soeces, machistas y discriminatorios en contra de tres periodistas mujeres y pretendía tomarle la medida a la presidenta Sheinbaum, al concesionario de TV Azteca se le apareció el cachudo.

En declaraciones al periodista Rolando Ramos, de El Economista, el inminente nuevo presidente de la Corte, el oaxaqueño Hugo Aguilar Ortiz, les ofreció a los empresarios plena seguridad jurídica para sus inversiones.

A renglón seguido, sin embargo, silbando bajito pa no espantar, deslizó advertencias que calzaron perfecto en la situación de Salinas Pliego:

“Si se cumple con la normatividad (los empresarios) van a tener certeza jurídica, vamos a hacer los pronunciamientos que sean necesarios para que estas inversiones continúen. Hay que reconocer que en el esquema actual de organización y de vida de la sociedad mexicana ellos juegan un papel importante en la economía de México y van a estar aseguradas las inversiones”.

Si, en cambio, hubiera violaciones a la norma, si –por ejemplo– no se cumplieran las reglas ambientales, no habría forma de sostener tal compromiso de certeza, dijo, y recalcó:

“Si hay negocios, contratos, convenios, concesiones, autorizaciones que da el gobierno, que cumplen con la ley, no veo bajo qué argumento podamos anular, obstaculizar o impedir esas inversiones”.

Pero –prosiguió el mixteco que a partir del primero de septiembre encabezará el Poder Judicial– “si hay un aprovechamiento de la concesión sin cumplir los requisitos legales, sin cumplir el derecho social…”. 

Más claro no canta un gallo. Malas noticias para el empresario televisivo que ni con calzador encaja en la clasificación de concesionarios y causantes cumplidores pergeñada por Aguilar Ortiz.

Y la pila de amparos, descaradas leguleyadas interpuestas para dilatar litigios a la espera de ministros… condescendientes, digamos, no será resuelta –¡lástima Margarito!– por la muy amiguera Corte cuyos integrantes ya están más cerca del zaguán que de la sala.

Les corresponderá a los nuevos ministros –prueba del ácido– acometer con celeridad el añoso pleito. Desatar la pita del empolvado expediente, darle a éste veloz lectura, escuchar alegatos, allegarse la información que requieran e intimar luego al Tío Richie, a lo Laura Bozo: ¡Que pase el desgraciado!

Intuye el concesionario de TV Azteca que, ahora sí, está con el santo de espaldas. No se explica de otro modo el que haya azuzado a sus periodistas de bolsillo, el estentóreo Javier Alatorre por delante, para desempeñarse de escuderos.

Ni que la exdiputada y exsenadora Ninfa Salinas haya tenido que salir en apoyo a su padre, así lo haya hecho de modo tan desatinado que resultó salpicada por la coprolalia de su progenitor.

A los gritos, Alatorre dijo que la televisora del Ajusco no ataca al gobierno sino que se concreta a informar sobre la realidad, en especial la atroz violencia desatada por los traficantes de drogas.

Curiosa ética la de este empleado de TV Azteca, tan presto hoy para informar de la barbarie del narco y tan tardo para develar la censura expresa que sobre la fallida guerra antinarco rigió en esa televisora en tiempos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. 

Dígalo si no Adriana Delgado, colaboradora de Salinas Pliego encargada entonces de exigirles de manera explícita a comentaristas, reporteros, conductores y hasta comediantes, abstenerse de mencionar siquiera el desangre nacional causado por aquella guerra absurda y contraproducente, cuyas consecuencias todavía sufre nuestro país.

Por lo que atañe a la presidenta del Consejo Directivo de Fundación Azteca, Ninfa Salinas, habla bien de ella el que haya asumido la misión imposible de defender aun con mentiras a su padre.

Como Rosita en la tira cómica Educando a Papá, que durante medio siglo narró las peripecias de un archimillonario súbito renuente a abandonar sus guarradas de rastacuero, la exlegisladora no intentó civilizar a Ricardo Benjamín. Simplemente dio la cara por él, quizá con vergüenza ajena.

“En México se está perdiendo el derecho a disentir, el derecho a cuestionar y en general la libertad de expresión”, escribió en X, respaldando sin restricciones la boca de basurero de su progenitor.

Con insolencia suprema y lenguaje soez, que deplorablemente impactó en su hija, Salinas Pliego insultó hasta donde quiso a Sabina Berman, Denise Dresser y Vannesa Romero, quienes tuvieron el arrojo de criticarlo con pertinencia y corrección, en uso de su libertad de expresión.

A Berman le correspondió la peor parte de la inmundicia expelida por el despreciable ricachón. Resulta indelicado reproducir el lenguaje penitenciario con que la ofendió, pero es insoslayable hacerlo para entender la catadura del bocón y constatar que dinero y buena educación no marinan.

“Oye perra do-Berman y qué tienes que decir del asesinato de estas 3 niñas que murieron abrazadas y ejecutadas. ¿Es culpa de Calderón? Estoy esperando tu columna sobre el gobierno y su cruel indiferencia, me etiquetas cuando la escribas hdtrpm cara de Ozzy Osbourne versión lencha”.

No tuvo Berman que afanarse para responderle con altura a la hija del autor de esa oda:

“Hoy es un DELITO insultar, humillar y descalificar REITERADAMENTE en los medios digitales. @NinfaSalinas. Tu padre @RicardoBSalinas lo ha cometido reiteradamente y durante AÑOS con varias mujeres”, escribió en X.

Mal no le fue a Ninfa con Berman, pero sí con los internautas. Uno de ellos le preguntó si en la mesa, a la hora de la comida, su padre suele decirle “alcánzame el pan, hdtrpm”, o si reserva la brutal abreviatura para algún otro miembro de tan linda familia. Enigma. El interrogante se quedó flotando en la nube.

Está claro, la irritabilidad del concesionario de TV Azteca denota que ya siente a la justicia respirándole en la nuca.

BRASAS

Un periodista a quien dada su propensión a “volar” la información su director lo motejó “el jumbo de los reporteros”, llamó de manera tácita e irresponsable, a no sólo acosar –escrachar– sino agredir físicamente al médico Hugo López Gatell.

En una columna que tituló “Baje del avión al Doctor Muerte”, dijo que quien fue Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud durante la pandemia está a punto de tomar el avión a Ginebra, pero “no debe hacerlo”.

De modo textual, escribió:

“Hugo López-Gatell, que enfrenta acusaciones penales en México por el manejo de la pandemia de Covid-19, está a punto de tomar el avión que lo lleve a Ginebra. La presidenta Claudia Sheinbaum le inventó un puesto y lo enviará como enlace de la representación de México en los organismos técnicos de las Naciones Unidas, ante la Organización Mundial de la Salud. No debe hacerlo”.

¿Cómo está eso de ‘baje del avión’ porque viajar a Ginebra López Gatell ‘no debe hacerlo?

Estamos ante un llamado abierto a las audiencias del aludido columnista. Procede por ello preguntar de qué manera él espera que alguien “baje del avión” al exfuncionario, y si hay forma de hacerlo sin tocarlo, levantarlo en vilo o a empellones.

No nos dejemos engañar. Los ataques no son al ahora representante de México ante la OMS, sino al gobierno federal todo. 

Y detrás están los desplazados tiburones, proveedores y contratistas del sector salud, entre quienes destacan Roberto Madrazo Pintado y su pandilla, y empresarios periodísticos.

Un infame coro mediático se ha encargado de hacerle a López Gatell, injustamente, peor fama que a Caín. 

Se le acusa de haber atendido con negligencia o corrupción la epidemia de covid19, inédito problema global respecto del cual nadie en el mundo, ni siquiera en los países más desarrollados, tenía ni la menor idea de cómo enfrentarlo.

A partir de suposiciones, el columnista le atribuyó al exsubsecretario todo un catálogo de delitos, en especial decesos “probablemente” por “sabotaje”, al abstenerse de autorizar importaciones de vacunas.

En la ruin campaña la cosa ha sido de manual. Se sesga la información y luego se editorializa sobre la versión distorsionada, y el aparato que hace eco se encarga de propalar la infamia, hasta darle carta de naturalización.

¿Pruebas al canto? Así ocurrió con la declaración de López Gatell respecto a que el Presidente de la República no era agente de contagio, o que lo era tanto como cualesquiera de quienes lo acompañaba a sus giras.

“La fuerza del presidente es moral, no es una fuerza de contagio, en términos de una persona, un individuo que pudiera contagiar a otros”, dijo el funcionario. Cantera de insumos para la calumnia.

En los medios se volvió estupidez. “El Presidente no contagia, es una fuerza moral”.

Nadie disoció el aspecto estrictamente técnico de que López Obrador contagiaba o no como cualquier ser humano portador o no del virus, por una parte, y por otra el pleno derecho de que alguien considere a su jefe una fuerza moral, un líder político gigantesco, un héroe invencible, un rock star o un dios.

Algo así como que el columnista de marras haya considerado verdaderas deidades a sus patrones de turno, de Carlos Ahumada a Emilio Azcárraga y Juan Francisco Ealy Ortiz, digamos…

RESCOLDOS

En manos de la altamente negociable justicia gringa, Ovidio Guzmán ya empezó a decir vía su abogado lo que el Tío Sam quiere escuchar. Empezó con la babosada de que la Presidenta Sheinbaum es brazo del Mayo Zambada. Y seguirá con embustes para propiciar el incesante intervencionismo, so pretexto del narcotráfico. Allá quien quiera tomar sus dichos como la verdad revelada…

aurelio.contrafuego@gmail.com

————————————————————–

Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista. 

Share post:

spot_img

Popular

More like this
Related

Extorsión por derecho de aire

Carlos R. Aguilar Jiménez El gobierno federal luego del fracaso...

DICEN QUE… || Los jóvenes no se interesan por nada

Juan Carlos Salamanca Dicen que los jóvenes no se interesan...

CONTRAFUEGO || Programas sociales y cine terror

Aurelio Ramos Méndez En el colmo de la desesperación pero...

Verificación y CO2

Carlos R. Aguilar Jiménez Para el establishment o statu quo...