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Verificación y CO2

Carlos R. Aguilar Jiménez

Para el establishment o statu quo cualquier idea en contra de lo establecido es, si trata de política, traición; si es contra religiones, herejía y, si es contra teorías científicas de difícil comprobación por experimentación, como la meteorología, hipótesis de aficionados, como ocurre con el calentamiento global que inició el fin de la última Era Glacial hace 12 mil años, y que ahora es bandera de ecologistas o ambientalistas y, especialmente fuente de ganancias por extorsión para el gobierno que  culpa del CO2 a vehículos para extorsionar a sus dueños obligándolos a verificar sus motores, requisito que se puede evitar ajustando la inyección electrónica para que baje el rendimiento, pase la verificación y luego regresarlo a rendimiento normal.

No existe duda que el CO2 produce efecto invernadero, deja pasar toda la radiación electromagnética del sol pero detiene la infrarroja, elevando la temperatura, no obstante no es asunto de décadas el efecto para que sea perceptible y demostrable, no se pueden hacer experimentos ni valen todas las predicciones que algunos dicen son verdades, en ciencia no existe la “verdad”, únicamente los hechos, así que, es cuestión de siglos para saber quién tiene razón y es impredecible lo que resulte, que, en principio es mejor que el mundo se caliente y no que se enfríe.

Si fuéramos rumbo a la siguiente glaciación sería mas terrible que el calentamiento, porque el calor es vida, exuberancia, abundancia, plenitud. El frio es muerte, El calentamiento es real, señala Freeman Dyson en su libro “El científico rebelde”, causando que las zonas frías sean mas calientes, y no tanto que las zonas cálidas sean más calientes. Expresar este calentamiento local dando la media global es un procedimiento equívoco, ya que dicha media global es solo una fracción de grado.

Asimismo, los cambios locales en la pluviosidad suelen ser más importantes que los cambios de temperatura, pues los efectos bilógicos de CO2 se ponen de manifiesto en el rápido crecimiento de plantas y, en la proporción entre raíces y brotes, y estos efectos que son benéficos producen a su vez incrementos en las comunidades de microbios, insectos y animales que dependen de los vegetales, porque las plantas con más CO2 en el aire crecen más o menos en proporción a la raíz cuadrada de la cantidad de CO2, lo que significa que un incremento de este gas tendría como resultado un incremento positivo en las reservas alimentarias del mundo, como se ha demostrado en experimentos realizados en invernaderos donde se incrementa la cantidad de C02.

Como sea, lo cierto es que desde hace 12 mil años, el planeta se calienta y eso es bueno para las plantas y la vida en general y es también magnífico, pero injustificado pretexto, para que el gobierno justifique, dizque ecológicamente, su extorsión, abuso y atraco con la verificación vehicular, que no sirve para nada, igual que el “un día sin auto”, excepto para que tengan más dinero los políticos. 

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista. 

CONTRAFUEGO || ¡Totalitarismo, cárcel para todos!

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Aurelio Ramos Méndez

Si por milagroso designio el recién fallecido dueño del periódico Excelsior, Olegario Vázquez Raña, se hallase sólo en estado de catalepsia e intentase salir de su ataúd, se volvería a meter aterrorizado ante la sola perspectiva de obtener el contrato para construir y administrar las cárceles para albergar un potencial de ¡60 millones de mexicanos!

Sería, desde luego, un compromiso incumplible que a cualquiera le infundiría pavor, dada la cifra –producto de la frondosa imaginación del escritor Héctor Aguilar Camín— de candidatos a sanción judicial, económica o penal, eventuales víctimas de “la batida contra la libertad de expresión que baja del gobierno en México”.

Según el chetumaleño ideólogo de la derecha más recalcitrante, los casos de censura y amenazas de censura se están propagando, ahora con dos estrategias oficiales novedosas; una, “abusar de la ley para callar al crítico” y otra “imponer penas a ciudadanos que se expresan en las redes sociales”.

Advierte que la vía del silenciamiento no se dirige sólo a los críticos profesionales, los periodistas, sino a los ciudadanos en general. Y que mientras la primera estrategia entraña un proceder dictatorial, la segunda, dirigida a los ciudadanos, “es una vía totalitaria: oprime a todos”. 

O sea, la libertad de expresión de 99 millones de mexicanos –los inscritos en el padrón electoral– está en serio peligro.

La semana pasada la prensa militante en la oposición arreció sus ataques al gobierno federal con el embuste del gravísimo peligro que corre la libertad de expresión, a partir de polémicos casos judiciales y de modificaciones legislativas dañinas no sólo para el periodismo sino para los ciudadanos comunes. 

Decenas de voces se sumaron al coro cuyos líderes, como si pedaleasen sobre una bicicleta tándem, operan con asombrosa coordinación.

De hecho, en su artículo sobre este asunto en Milenio, Aguilar Camín bordó en torno a la paráfrasis de un lema del gobierno, forjada por Jesús Silva Herzog Márquez, virulento antagonista de la 4T que escribió en Reforma: “Por el bien de todos, cállense la boca”.

A decir del también colaborador de Latinus, Silva Herzog, los críticos ahora corren el riesgo de ser denunciados penalmente, acusados de violencia de género o de propalar odio, y terminar en la cárcel.

“(…) ¡ay de quien se atreva a criticar al poder, de quien suelte la burla de los gobernantes, quien denuncie sus tropelías y abusos!”, se dolió el columnista, y añadió:

“No se trata, hay que advertirlo, solamente de una amenaza a los profesionales del periodismo, a los medios de comunicación. Se pretende eliminar el derecho democrático de reírnos de quienes nos gobiernan. Criticar al poder se ha convertido en atrevimiento de altísimo riesgo”.

Afirmó que “la mujer de palacio” –así alude Silva a la jefa del Estado– insiste en que vivimos en el país más democrático del mundo y celebra que en México no hay censura.

Pero, “mientras lo dice, invita al comisario de la inteligencia financiera para que ataque públicamente a sus críticos, las fiscalías abren investigaciones a los periodistas y los jueces se apresuran a condenar a reporteros y medios”.

Convengamos sólo por conversar, que así ocurre. ¿Está en aptitud este portentoso analista de precisarle a su audiencia a cuál comunicador, empresario periodístico, anunciante, directivo, concesionario, político o funcionario público financiador de medios le han ocurrido semejantes represalias? 

Al glosar a Silva, Aguilar Camín adhirió a sus argumentos y concluyó que la venganza totalitaria, con sanción aun de cárcel, se cierne sobre todos, todos los mexicanos. 

De los 99 millones de empadronados, vale detallar, deben ser descontados los 36 millones de sufragantes por la presidenta Sheinbaum, morenistas, petistas y verdes. Con lo cual queda un guarismo aterrador: ¡64 millones de potenciales reos!

En este saco va la totalidad de adversarios de la 4T. Lo mismo quienes votaron por el PRI, PAN y PRD, que quienes lo hicieron por MC, los que anularon su voto o eligieron a no registrados, y hasta quienes prefirieron darse vuelta en la cama y seguir durmiendo en vez de acudir a votar. La vía totalitaria oprime a todos.

Llevado al extremo, el temor obliga a pensar en las crujías necesarias para confinar a tanto inocente que podría ser sancionado, encarcelado, por la malvada 4T. Y es aquí donde se levanta la figura de Vázquez Raña y la fundada suposición de que preferiría seguir en su féretro.

El propietario de Excelsior combinó su condición de empresario periodístico con la de constructor y administrador de penales gubernamentales, entre muchos negocios.

En tiempos de Felipe Calderón y el PRIAN, cuando la corrupción estaba en buenas manos, junto con otros empresarios obtuvo de manera directa, sin licitación, vía Genaro García Luna, contratos por cerca de ¡270 mil millones de pesos! para administrar por más de veinte años nueve reclusorios.

Al también dueño del Hospital Ángeles le correspondió la administración de los Centros Federales de Readaptación Social de Michoacán y Durango.

En los nueve ceferesos el promedio de gasto por interno fue de ¡3,500 pesos diarios!, si bien en el de Oaxaca, asignado al cuñado de Carlos Salinas de Gortari, Jerónimo Gerard Rivero, el gasto per cápita se fijó en 3, 297 pesos diarios.

Basta imaginar la montaña de dinero que implicaría la construcción y administración de tales cepos para comprender el espanto que causaría el asumir semejante compromiso. En esta hipótesis quizá lo mejor sería cercar parte del territorio nacional para encerrar ahí a los desafectos del régimen…

A pedalear en tándem con el embuste de la libertad de expresión en riesgo se sumaron Héctor de Mauleón, Leo Zuckerman, Gabriela Warkentin y muchos más…

Destacó, sin embargo, la voz de Salvador García Soto, quien –según sus propios dichos—otra vez fue víctima de represalias desde el poder, ahora en El Heraldo de México. Antes lo había sido en Radio Fórmula y TV Azteca, con sus programas La Chuleta y el Empujón.

Los propietarios del diario parte de Grupo Andrade, corporación proveedora de vehículos por millares y por montos de varios miles de millones de pesos a la 4T, lo despidieron de su noticiario radiofónico “con argumentos de comercialización”.

El periodista, no obstante, públicamente les expresó a sus empleadores agradecimiento y reconocimiento por el respeto que tuvieron por su trabajo, aunque deslizó una acusación que merece precisión de su parte y aclaración de los vendedores de autos y empresarios periodísticos.

“Entiendo, porque algo he aprendido en el tiempo que llevo en esta profesión, que las empresas tienen intereses y que esos intereses en muchos casos tienen que ver con el gobierno con el que tratan de evitar problemas”.

¿Es este el caso? ¿Resintieron los socios de Grupo Andrade presiones de la Presidencia u otras instancias del gobierno?

Y, ya que estamos, ¿Grupo Andrade ha usado a manera de chantaje las virulentas y sesgadas críticas de sus conductores de radio y tv para forzar adquisiciones archimillonarias de vehículos por el gobierno?

Los empresarios que a la vez son  grandes editores –los de El Heraldo y todos los demás—están ante el deber de abandonar la pretensión de sortear el vendaval callados y agachaditos.

De dejar el mutismo y hacer uso de su libertad de expresión para ayudar a despejar la atmósfera enrarecida por no pocos de los medios que ellos sostienen. 

BRASAS

Victoria pírrica o la chambonada del siglo. Algo así fue lo que protagonizó Estados Unidos con el bombardeo a instalaciones nucleares de Irán.

Los búnkeres atacados con más de 200 toneladas de bombas –Fordo, Isfahan y Natanz– no guardaban armas nucleares, y ni siquiera uranio suficientemente enriquecido, a más de 60 por ciento, para producirlas.

Si en aquellos sitios hubo tales armas, éstas fueron oportunamente escondidas en otros lugares, sin que el Tío Sam se percatase de dónde quedó la bolita.

El patente fracaso gringo, que ahora se intenta disfrazar a punta de propaganda, no impidió que, fiel a su talante patrañudo, Donald Trump iniciara la celebración antes de que terminara el partido. 

Con escalofriante autoritarismo desmintió a media docena de altos funcionarios de su gobierno que le advirtieron que Irán no tenía artefactos nucleares, y afirmó con necedad de beodo que aquellas instalaciones fueron enteramente destruidas.

Haciendo el paseíllo por el estadio y vía el representante republicano Buddy Carter y otros lambiscones, reclamó para sí el Premio Nobel de la Paz. ¡Como si el fallido lance bélico pudiese ocultar la barbarie de su gobierno!

Por ejemplo, la persecución de migrantes como animales, la deportación de familias completas, la separación de niños de sus padres, el bloqueo de universidades a estudiantes extranjeros… 

Y la denegación de entrada a EU a nacionales de tres decenas de países, el terrorismo comercial a punta de arancelazos, el firme respaldo a la agresión sionista a Palestina al costo de decenas de miles de vidas humanas, gran parte de niños.

En la guerra desatada por Trump contra Irán, con Israel como títere, no hubo ganadores, pero unos perdieron más que otros.

Israel ya no es el temible Israel, ahora asusta a muy pocos. La guerra se libró en su territorio –en la capital, Tel Aviv– no en tierras lejanas; el Domo de Hierro no resultó hermético, sino un frágil colador que permitió una lluvia de misiles iraníes, y Netanyahu… bueno, seamos misericordiosos…

El mundo entero pudo ver con pena ajena el trato no desconsiderado sino humillante, deshonroso, que el aspirante a Nobel –¡qué desfachatez!– le dispensó al abyecto ejecutor de la Operación León Ascendente contra la nación persa.

El principal perdedor, sin embargo, fue Estados Unidos con su operación Martillo de Medianoche, que tan sólo en Fordo descargó doce bombas de 15 toneladas cada una; en total de 180 toneladas de material explosivo. Y 30 toneladas más sobre Isfahan, amén de centenares de misiles en Natanz.

Bombas, cabe decir, trasladadas en enormes mantarrayas aéreas, los nueve aviones B-2, que sólo EU tiene, cuyo valor ronda los 2 mil 100 millones de dólares cada uno. Casi 20 mil millones de dólares en el aire… para que el uranio del mal no apareciera por ninguna parte. 

Está por verse si Trump, tan proclive a cobrar en dinero contante y sonante el apoyo estadunidense en seguridad y desarrollo a otras naciones, acabará exigiéndole resarcimiento a Netanyahu. 

Porque, en ese caso, al pobre monigote judío no le alcanzará la vida para pagarle a su padrino desalmado.

RESCOLDOS

“Mis pleitos son por dinero, a mi no me están sacando pruebas de estar coludido con el narcotráfico”. Esto escribió en X el inefable Ricardo Salinas Pliego para golpear a Morena. Usó su libertad de expresión para mentir descaradamente. Desde hace 32 años ha sido señalado de nexos con traficantes de drogas, vía Raúl Salinas de Gortari. En 1998 el hermano incómodo de Carlos Salinas fue acusado de narco por el gobierno de Suiza. Cinco años antes, en 1993, el narco Raúl Salinas le prestó a Ricardo Salinas –así nomás, por puro crédito a la palabra– 29.7 millones de dólares para adquirir Imevisión, hoy TV Azteca.

aurelio.contrafuego@gmail.com

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista. 

EL LABERINTO DE LA JUSTICIA || Hugo Aguilar Ortiz y la justicia mexicana desde la intimidad indígena

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Antonio Gutiérrez

¿De verdad quieren los partidos y los grupos políticos enemistarse con los pueblos indígenas de México?

La pregunta no es menor, y viene a cuento porque Hugo Aguilar Ortiz —ex Coordinador General de Derechos Indígenas del INPI y hoy Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación— a todas luces, encarna la intimidad profunda de los pueblos indígenas de Oaxaca, su tierra natal. Intimidad que, lejos de ser un caso aislado, refleja también la de otros pueblos originarios de México.

Esa intimidad se manifestó con fuerza y sorprendió a muchos hace apenas unos días, cuando los pueblos indígenas, afromexicanos, y las ciudadanas y ciudadanos orgullosos de su origen salieron a votar de forma mayoritaria para nombrarlo como su representante ante el máximo tribunal de la nación.

El diccionario define “intimidad” como el espacio espiritual más profundo y reservado de una persona o de un grupo, especialmente de una familia. 

Pero en el contexto actual, de dimes y diretes sobre la elección de jueces, ministros y magistrados, esta definición sólo nos sirve como destello de luz que aún no alcanza a desplegar todo su esplendor para ver la cruda realidad que han experimentado, Hugo Aguilar y sus electores para llegar donde ahora están.

Incluidos, desde luego, quienes dudaron y no votaron, ya sea porque no se han sacudido los estereotipos occidentales sobre la inferioridad del indio, o porque siguen siendo presa de añejos prejuicios que, como niguas, se han enquistado en medio mundo, (sobre todo de los pueblos conquistados) al grado que, dichos contenidos producen picazón y úlceras graves en la piel y duelen hasta el alma; y que por eso les resulta imposible pensar que los pueblos indígenas han conservado leyes orales y costumbres que les permiten sistemas de gobierno estables.  

En fin, volviendo al punto, la definición de intimidad, decíamos, que lejos de aclararnos todo lo que Hugo Aguilar representa para los pueblos indígenas, sólo nos sirve como una leve linternita y nos deja una sensación helada y una inquietud creciente que pone la piel de gallina: ¿qué tanto sabemos realmente de esa intimidad indígena que hoy se presenta firme en el corazón del poder judicial?

Hugo Aguilar ha repetido que tomó la decisión de participar porque vio “una oportunidad histórica para los pueblos indígenas”; y al parecer, sino no se equivocó, se debe a que primero habló con los pueblos y entró en sintonía con ellos; hablaron, a veces en español, a veces en mixteco, en zapoteco, en náhuatl, en mixe, y así sucesivamente. 

De modo que él y los pueblos vieron en su candidatura no sólo una vía para ejercer su derecho al voto, sino que también vieron la posibilidad de llevar su palabra y su visión de justicia a un espacio históricamente ajeno a ellos, como lo ha sido por cientos de años la Suprema Corte de Justicia Nación; pero, ya no más. 

Es costumbre de los pueblos indígenas de México reunirse en asamblea para nombrar autoridades, hablar, dialogar, escuchar, convivir, confirmar, y luego, elegir; y en la elección reciente, lo mismo hicieron, porque al enterarse de la candidatura de Hugo Aguilar percibieron la oportunidad de entrar en sintonía con él, y porque no sólo lo conocen, sino que, además, lo identifican como integrante de su misma gente que puede interactuar incluso con los teóricos de la conquista y del derecho occidental que también él ha estudiado.   

Por eso, a diferencia de sus pares, la llegada de Hugo Aguilar como presidente de la Corte, se explica aparte. 

Él no sólo se auto adscribe como indígena, sino que, además, porta con naturalidad y sencillez la vestimenta que contiene los signos y significados que recrean vestigios de las culturas milenarias de México. 

Conoce las instituciones de los pueblos, las formas de organización comunitaria, las normas orales y escritas, los sistemas de cargos, las instituciones de impartición de justicia; y los rituales indígenas. En las redes sociales abundan testimonios de los actos rituales que las comunidades del país le dispensaron a Hugo Aguilar durante su apresurada y acotada campaña, de escasos dos meses. Un día, el ahora Ministro, podría compartirnos los motivos de los contenidos íntimos que le transmitieron las mujeres indígenas que le hicieron las limpias.

No sólo habla español y mixteco; sino que, cuando no habla alguna de las 68 lenguas que se hablan en México, lejos emitir una opinión anticipada y sin información suficiente, se hace acompañar de un traductor. 

De modo que no acostumbra renunciar a la identidad para darse a entender, y tampoco acostumbra elogiar o descalificar para ser aceptado o para ocupar un cargo. Aguilar Ortiz no adoptó poses para ser candidato, simplemente actuó como siempre lo ha hecho. 

De modo que lejos de repetir irreflexivamente opiniones largamente expresadas y oídas, siguiendo la lógica de los buenos abogados, procura siempre emitir juicios fundados y razonados. De ahí la convicción de sus palabras para atraer voluntades. 

Como ciudadano de a pie, como litigante y también como servidor público, Aguilar Ortiz encarna esa intimidad porque siempre ha caminado a la par de los pueblos indígenas, quienes lo eligieron y ahora le exigen que los represente para ejercer suderecho a estar presentes —con voz propia— en el centro mismo de la justicia mexicana.

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista. 

Basura espacial

Carlos R. Aguilar Jiménez                                 

Prefiero escribir: ¿quién sabe con qué intención?, porque parece que ahora si expreso lo que pienso podría meterme en problemas, así que, ante el anuncio oficial que el gobierno de México demandará a la empresas Space X de Elon Musk por la basura espacial que desde la atmosfera se precipita en el mar frente a Tamaulipas, lo cierto es que, si bien o mal, según las perspectivas y proporciones, todo lo que sea parte de una nave espacial, desde el Sputnik I con el que inicio la era espacial, los Apolo, Transbordadores y hasta las últimas naves de Jeff Bezos y Elon Musk, incluidas las de la Agencia Espacial Europea, rusas, chinas, japonesas y la India, no son basura, son fragmentos importantes, valiosos, históricos que, ojala en Oaxaca y todo el mundo, en cualquier escuela, en algún museo o incluso en mi propia casa, tuviéramos un fragmento.

Tener un fragmento de cualquier cosa que venga del espacio exterior, un meteorito, un rayo cristalizado, una caja negra, una pieza del Espíritu de San Luis, un fragmento del Escuadrón 20, sería un privilegio para quien sepa apreciar y valorar, como las naves espaciales recuperadas que se encuentran en el Museo Smithsoniano de Nueva York o en el Sapace Center de Houston, piezas que, cualquier coleccionista o conocedor, jamás nunca consideraría basura, incluso una tabla de los aviones de los hermanos Wright o de un avión derivado durante la II Guerra Mundial, por lo que considerar basura espacial a estos fragmentos es… mejor me abstengo de mi opinión y únicamente describo.

Si las piezas y fragmentos de las naves espacial, admitiendo fueran basura, que lo son para ciertas personas, la cantidad que representa su masa o volumen, en proporción a, por ejemplo, la basura, detritus y desechos que tiran al mar los barcos cruceros atiborrados de turistas, los derrames de drenajes y petróleo o los miles de toneladas de bazofia que a diario producen en Tampico, lo que viene del espacio es nada, porque en general son objetos huecos, tanques de propergoles vacíos de grosor mínimo, pero de aleaciones costosas, no son de lámina galvanizada ni plástico de tinaco, son materiales especiales y espaciales que en México no existe tecnología ni fabrica alguna que los fabrique, así que, basura no son, aunque puede ser para algunos, como unos fósiles del Cámbrico que tengo y que alguien me dijo que eran piedras del diablo, impresiones demoniacas para desacreditar el Genesis bíblico, basura.

En síntesis, la carencia de cultura científica, el desconocimiento de que todo lo que es parte de la astronáutica, navegación espacial, investigación científica o exploración del mundo y universo, como tener un fragmento del Beagle donde Viajo Darwin, el Endeavor del Capitán Cook, la Trinidad de Magallanes o incluso un fragmento del Titanic, o del Challenger, no son basura, pero, obviamente, todo depende de la perspectiva, contexto o interés ideológico de cada quien, en quizá, disociación cognitiva.  

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Abusos y malas costumbres

Carlos R. Aguilar Jiménez

La mayoría de municipios de Oaxaca, sustentando sus gobiernos pueblerinos o de aldeas y caseríos en el sistema de “abusos y malas costumbres”, pretextando acuerdos de asamblea ejidal o comunal, segregan, discriminan y excluyen a quienes, no obstante paguen impuestos y extorsiones como cooperaciones “voluntarias” para la fiesta religiosa del santo del que lleva el nombre el pueblo, celebración del barrio, tequio o lo que se les ocurra, en contra de todas las tendencias mundiales de inclusión, integración y no al racismo o segregación, consideran avecindados o intrusos a quienes les vendieron un terreno en esos pueblos, permitieron construcción de casas y ya habitadas las convierten en fuente de extorsión y despojo, violando leyes estatales, federales y acuerdos mundiales, sin rendir cuentas, entregar recibos y violando derechos humanos o de libre circulación.

El primer ejemplo de extorsión y abuso sustentando en abusos y malas costumbres, es San Felipe del Agua, donde por acuerdos de comuneros, únicamente los racistas indígenas que se dicen dueños del Parque Estatal de San Felipe, impiden el paso de personas a los cerros, de la misma forma que Calpulalpan e Ixtepeji, donde hasta por llevar mascotas cobran y, ahora Tlalixtac, quienes cobran por intentar caminar en el Sendero de Juárez pagado y construido por el gobierno federal, incluidos los pasos peatonales violando el artículo 11 de la Constitución, que permite a cualquier mexicano entrar, salir, viajar y cambiar de residencia dentro del país sin necesidad de permisos especiales, salvoconductos o pasaportes..

Abusos y malas costumbres es la forma correcta como se debe clasificar su forma de mandar, que incluye obligar a sus propios habitantes a desempeñar trabajos sin recibir estipendio alguno por su desempeño, igual que esclavos y, como además las aldeas no producen nada, ni generan riqueza o abundancias por no existir propiedad privada de terrenos, se aprovechan de cualquier atractivo interesante, ya sea natural o artificial para extorsionar a quien se pueda o sumisamente pague.

Así como los pueblerinos y aldeanos cobran hasta por entrar a sus feos pueblos, como el de Tierra Colorada, recíprocamente debiera cobrarse a los pueblerinos de San Felipe del Agua y otras aldeas por entrar a la ciudad de Oaxaca, por venir a disfrutar de los atractivos de la ciudad. Eso sería justo; si los aldeanos cobran por circular, entrar o salir de senderos, montañas o ríos nacionales, cobrarles por entrar a la ciudad sería correcto, porque no son de aquí, son intrusos, avecindados que se indignan porque a sus paisanos los discriminan en Estados Unidos y lo mismo hacen a los mexicanos que quieren entrar a sus pueblos y aldeas a disfrutar de la naturaleza que es de todos, excepto si eres racista pueblerino educado para ser abusivo, arbitrario, excluyente y racista indígena.

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista. 

DICEN QUE… || Tú solo no haces la diferencia

Juan Carlos Salamanca 

Dicen que tú solo no haces la diferencia.

¿Que para qué te esfuerzas?.

Que nada cambia, que no vale la pena.

¡Pero no es cierto!

Es verdad que las cosas no cambian de golpe, pero cambian porque alguien empieza, con que alguien se atreva, cuando alguien dice: “esto no puede seguir así”… y pese a todo, actúa.

¿Y sabes qué? 

Muchas veces ese alguien eres tú.

Eres tú el que decide hablar cuando todos callan, el que recoge la basura que otros tiran, el que escucha, el que abraza, el que insiste y persiste. (No te desanimes si te llaman necio o terco) 

Concluyo. 

Una sola persona no lo hace todo…

Pero una sola persona puede moverlo todo.

Dicen que…  tú solo no haces la diferencia, Pero tú… justamente tú, puedes ser el principio de algo mejor.

Hazlo. Inténtalo. Comienza.

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista.

En Oaxaca, lo que falta es gobierno, decía Rodolfo Morales, y al parecer sigue teniendo razón

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  • Primera parte

Renato Galicia Miguel 

Estuve en San Antonio Eloxochitlán, sierra mazateca, en 1986, y se siente la neta saberse en el poblado donde nació un anarquista del voltaje de Ricardo Flores Magón.

Medio recuerdo que unos políticos priistas dizque le realizaron un homenaje con algún acto horrendo en donde está una escultura.

Ahora que veo en Tik Tok (https://is.gd/alB4fk) un video donde denuncian la violencia, represión y corruptelas políticas que padece esa población, pienso que hacen falta un chingo de Flores Magón en este país para meterlo en cintura de una buena vez.

Googleo más sobre el caso y caigo en la cuenta que lleva ya un buen rato el conflicto, diez años dicen en el video,  sin que meta mano gobierno alguno, incluyendo al morenista actual.

Luego me acuerdo que cuando fui a San Pedro el Alto, Zimatlán de Álvarez, supe que traían un broncón por una reserva ecológica, y después viene a mi memoria una entrevista de 2006 por demás ríspida con uno de esos funcionarios mafiosos en la que discutimos porque él le llamaba eufemísticamente “conflictos agrarios” a lo que yo denominaba “conflictos sociales y políticos”, que en ese tiempo eran como 300 en toda la entidad.

Eso sí es Oaxaca, pienso, el estado de los conflictos no sólo irresueltos, sino incentivados para manipular la situación y perpetuar las condiciones históricas de explotación, desigual, injusticia, a fin de que los grupos hegemónicos de siempre continúen manteniendo el control, el poder, la riqueza.

Eso sí es Oaxaca, insisto, y no el de “marca” y “moda” del exgobernador Alejandro Murat y su continuación con el “disney” del remedo que está significando Salomón Jara, ese Oaxaca por el que gastan tanto varo para publicitarlo y promoverlo para el beneficio de las élites económicas y políticas de toda la vida.

Al mismo tiempo,  me entero que este 2025 se cumplen 100 años del natalicio del artista Rodolfo Morales (8 de mayo de 1925-30 de enero de 2001), de Ocotlán de Morelos —para algunos Ocotlán de Morales—, y reviso una vieja entrevista que le hice y que fue publicada en la sección cultural de ‘El Financiero’ el 27 de agosto de 1998 con la cabeza “Para mí, la crítica es el tiempo “.

Y oh ‘surprise’,  resulta que para este artista Oaxaca también era, es, el de la injusticia, la desigualdad, la violencia, los conflictos por problemas como el racismo, tan eternamente vigente .

Nada más por eso, reciclemos la plática con Rodolfo Morales.

***

El artista mexicano Rodolfo Morales y el francés Jean Paul Chambas iniciaron los trabajos —éste en un taller de la Ciudad de México y aquél directamente  en el sitio correspondiente— de los  murales que estarán ubicados en la estación del metro Bellas Artes. 

Después del acto protocolario platicamos con el maestro oaxaqueño. El inicio de la obra de Rodolfo Morales en la estación Bellas Artes, cuyo trabajo paulatino podrá ser observado por los 36 mil usuarios que diariamente circulan por ahí, sólo sirvió como pretexto, la plática derivó por temas incluso  inesperados.

CONTRA EL RACISMO 

Dice el artista: en Ocotlán de Morelos, lugar de mi nacimiento, hay cosas que han cambiado bastante y otras que no. A mí lo que más me alarma es el crecimiento demográfico y que el gobierno no presente ninguna iniciativa para contener esa casi plaga que ya es el ser humano. En mi poblado no se han perdido en gran cantidad las tradiciones culturales, pero el progreso sí las ha variado en cierta medida. Espero que la cultura detenga un poco la explosión demográfica y la violencia en Oaxaca.

Existe también mucho racismo. En la capital ya no se nota tanto, pero en los pueblos sí. Es el mismo problema que tienen en Chiapas o Perú o Ecuador.

—¿Cómo se manifiesta ese racismo del que habla?

—El año pasado hubo un problema. La lideresa del mercado de Ocotlán expulsó a 110 comerciantes, los cuales toda su vida habían estado en él, nada más porque eran indígenas. De antaño, ese grupo conocido como tonineros, porque son del pueblo de San Antonino, no se ha llevado con la gente de Ocotlán, que es mestiza, pero resulta que los habitantes de San Antonino son mucho más positivos. Como todos los indígenas son personas muy trabajadoras y respetuosas. Yo he luchado porque se les haga justicia, he sufrido hasta amenazas de muerte de grupos racistas, los cuales tienen ciertas ideas medio hitlerianas, pues todavía están pensando en la pureza de la raza. Inclusive se valen de los partidos políticos, a veces son del PRI, otras del PRD y algunas más del PAN. 

—Esto de algún modo sería reflejo de lo que sucede en muchos lugares de Oaxaca.

—Yo creo que sí. Y pienso que lo que falta es gobierno.

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista.

CONTRAFUEGO || Prensa, ¿el último baluarte?

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Aurelio Ramos Méndez

A casi siete años de ejercer una crítica abiertamente parcial, injusta, obcecada, acerba y hasta insultante sobre dos gobiernos federales con mucho pueblo atrás, gran parte de la prensa está hoy alarmada, con las luces de alerta encendidas, convencida de que se halla en fase final la instauración de un régimen autoritario.

Convencida también de que los derechos y las libertades civiles, en particular la de expresión, están seriamente amenazados, y que ella misma –último dique de heroica resistencia– está en la mira de la presidenta Sheinbaum.

Se afianza para sostener semejante desmesura en un ejercicio legislativo democrático en Puebla, que incide sobre el derecho de expresión, la sanción en Campeche a un periodista acusado de incitar al odio contra la gobernadora, y un fallo constitucionalmente inatacable del tribunal electoral, sancionatorio contra una ciudadana por violencia de género.

Y, también –faltaba más– en su vocación de oposicionismo gratuito, sistemático, irreductible y ya sin pudor.

Vale reafirmar, a riesgo de parecer disco rayado, que el ejercicio del periodismo se hace a la luz del día y está a la vista de todo el mundo, por lo que resulta imposible ocultar fobias y filias, o evitar que un periodista muestre las costuras y se le noten sus intenciones.

Basta un mínimo interés personal o colectivo de las audiencias para constatar la veracidad o falsedad de los hechos sociales reflejados por la prensa. Y, por consiguiente, el fundamento y la razón o sinrazón de las opiniones que estos desencadenan.

Con evidencias sobre la mesa es factible sostener que en el actual gobierno ni en el precedente se ha observado ni el más leve impulso de coartar la libertad de expresión.

Es así, pese a que desde la otra orilla se afirma, sin la menor prueba al canto, que el gobierno presiona a periodistas y dueños, concesionarios y directivos de medios para torcer a su favor líneas editoriales. En más de seis años no ha sido aportado ni un solo caso.

Se vio a lo largo de la administración anterior, eso sí, una constante y socialmente muy útil exhibición pública de grandes medios cuyos propietarios participaban con ventajas de una amplia gama de negocios con el Estado, ajenos al periodismo.

No hablamos de la modesta iguala, el embute o el ínfimo “chayote” que solía circular entre los comunicadores rasos y que era algo así como quedarse con el vuelto de las tortillas. 

Hablamos de un genuino saqueo del Estado, negocios archimillonarios comparables con la extorsión, a muy alta escala, de un cartel de la delincuencia organizada; todo un sistema que abarcaba desde la maquinación del robo de los fondos públicos hasta la garantía de impunidad, e involucraba a mucha gente de los ámbitos público y privado.

Los mexicanos del común supimos así que un editor obtuvo un crédito gubernamental por ¡cien millones de dólares!, que a poco estuvo de ser a fondo perdido. 

Que un escritor de polendas confeccionaba una revista de tiraje modesto pero copiosa publicidad oficial, cuya edición entera era adquirida por los sucesivos gobiernos a partir de Carlos Salinas, a quien, además, le eran suplicados “apapachos” y regios pagos anticipados. 

Que otros muchos comunicadores obtuvieron contratos de publicidad escandalosamente altos e injustificables, y que varios empresarios periodísticos recibieron contratos para la construcción, a precios infladísimos, de cárceles, hospitales, carreteras y diversas obras públicas.

En ningún caso los datos ventilados desde la Presidencia, con nombres y apellidos, fueron desmentidos por alguno de los balconeados. 

Si alguna reclamación cabe en este pestilente asunto es la amnistía con que, a final de cuentas, el presidente López Obrador favoreció a los corruptazos de marca mayor parapetados en la prensa, la radio y la televisión.

En modo alguno esta reclamación significa exigir la aplicación a rajatabla de la ley, aun en las condiciones más absurdas, como enviar al corralón un automóvil con todo y el bebé adentro porque la mamá se pasó un alto. 

Es apenas exigir que los más grandes corruptos reciban la sanción legal que merecen, así como los roedores del tamaño de un canguro deben recibir una poderosa rociada de pesticida.

Dura de desencorvar y desde su atalaya ética, esta porción mayoritaria de la prensa está echando ahora todo el tasajo a la parrilla. Aspira a consumar la misión imposible –carece por completo de credibilidad– de convencer a la sociedad de que el autoritarismo ya no acecha, sino que se ha instalado por completo.

En el lance participa lo más granado de esa cofradía periodística. De Aguilar Camín y Loret de Mola a Joaquín, Marín y Ciro, pasando por Riva Palacio y Denise Dresser, y su respectiva fauna de acompañamiento. 

Y –¡cómo no!–, un racimo de organizaciones defensoras de la libertad de expresión… de sus correligionarios.

Es para descostillarse de risa el ver en tal cuadrilla a periodistas que llevan toda una vida posando de defensores de la libertad de expresión, desde trincheras precariamente calificadas para ello. 

A menos que validemos a líderes de opinión como alguno que por ahí boga aquejado de agudo erostratismo, ese síndrome que induce a la búsqueda de fama a toda costa, aun mediante la comisión de actos despreciables, destructivos y hasta delictivos. Calumniar, agraviar, propalar mentiras, darles cómplice protección mediática a mafiosos como García Luna, por ejemplo…

En su dilatada trayectoria profesional el escribano en cuestión ha puesto su pluma al servicio de medios controlados por Gabriel Alarcón –Don Gato y su pandilla, lo llamaban sus allegados– Mario Vázquez Raña, Carlos Salinas –mandamás en la extinta Notimex–, Carlos Ahumada, Juan Francisco Ealy Ortiz, Manuel Arroyo… Tal es su deslumbrante currículum.

En Puebla, el Congreso local aprobó –mediante un trámite enteramente democrático y con apego a la normatividad– una reforma al Código Penal que sanciona con tres años de prisión el “ciberasedio”, a partir de una definición que no les gusta a los antagonistas del gobierno estatal.

Periodistas y medios poblanos consideran la modificación –“Ley Censura”, ha sido bautizada– instrumento para perseguir la crítica y silenciar voces disidentes del oficialismo, porque tipifica como delito el insultar, injuriar o vejar con insistencia a través de medios digitales.

Y en Campeche el periodista Jorge Luis González fue vinculado a proceso y sancionado por incitar –según la resolución– al odio contra la gobernadora Layda Sansores. 

El proceso cumplió todos los requisitos de ley, por más que el fallo beneficie a una mandataria campeona de la mendacidad.

En efecto, Layda Sansores exhibirá en el pecho el sambenito de irredenta mentirosa mientras el priista Alito Moreno –sobre quien ella derramó cubetadas de agua sucia, sin consecuencia jurídica alguna—pasee por el mundo su impunidad.

Imposible concluir con honradez intelectual, a partir de estos hechos, que el autoritarismo ahora se enseñorea en nuestro país.

¡Seriedad, caramba!

BRASAS

Hace dos mil 500 años Esquilo nos enseñó que “la verdad es la primera víctima de la guerra”. Por estos días se han encargado de demostrarlo el desquiciado Donald Trump y su pelele Benjamín Netanyahu.

En el inicio de las andanadas de misiles de Israel sobre Irán, el pasado viernes 13, el presidente gringo se deslindó de la agresión del modo más contundente: 

“Estados Unidos no tuvo nada que ver con el ataque a Irán de esta noche”, dijo, sólo para días después mostrar que su palabra tiene el valor del papel picado.

Su marioneta se encargó de despojarlo de la hoja de parra. Aseguró que la operación militar se realizó “con el claro apoyo del presidente de Estados Unidos”.

Se cuidó Netanyahu de exhibir al mandatario estadunidense como el verdadero cruzado contra Irán, algo que el propio Trump develaría con el paso de los días, a medida que acentuaba su actitud matonesca contra esa nación asiática.

En su peligrosa insania Trump abandonó la junta del G-7, les exigió a los ayatolas rendirse sin condiciones, instó a los habitantes de Teherán dejar su ciudad, supuesto blanco de inminentes bombazos, y aseguró que –literalmente– tenía en la mira al líder supremo iraní, Alí Jamenei.

También desmintió de modo tiránico e inapelable a los servicios de inteligencia y miembros de su propio gobierno que niegan que Irán tenga o esté fabricando armas nucleares, pretexto de la agresión sionista.

El gringo rabioso que en campaña ofreció jamás involucrar a su país en una guerra está metido de lleno en la conflagración. Irán guerrea contra EU, no contra el patiño Netanyahu. A cuatro manos, le han torcido el pescuezo a la verdad.

El miércoles 18, mientras Trump se arrogaba de hecho la iniciativa y ejecución del ataque a la nación persa, su palafrenero israelí sostenía la farsa de independencia y autonomía.

Pero el gringo energúmeno dijo que él le había dado a la República Islámica un plazo de 60 días para negociar un acuerdo nuclear, mas al no haber respuesta, el día 61 Israel inició bombardeos contra instalaciones de enriquecimiento de uranio en territorio iraní.

O sea, Israel como un Gólem de EU, un homúnculo capaz de perseguir a sus enemigos hasta la derrota y la aniquilación, con la finalidad de mantener el control en aquella parte del mundo.

El monigote Netanyahu, no obstante, aun fingía autodeterminación y hasta le expresó gratitud al titiritero por su apoyo en la intercepción, mediante el supuestamente impenetrable y hermético “domo de hierro” –frágil pichancha, en realidad– de misiles iraníes:

“Le agradezco que esté a nuestro lado y le agradezco el apoyo que Estados Unidos nos brinda en la defensa del cielo israelí”.

Trump empero acabó por arrebatarle el control de la situación a su calanchín y abrió un peligroso compás de dos semanas para decidir el  rumbo de la guerra.

Tratándose de un pirado y contumaz falsario, el mundo –y con éste México, naturalmente– tiembla ante la incertidumbre.

RESCOLDOS

“Si México, digamos, disparara misiles a Estados Unidos, sería decapitado en unos cuatro segundos”. Esta insolencia inspirada por la estupidez fue proferida por Eric Frederick Trump, dignísimo hijo del abominable presidente gringo. Lo dijo en una entrevista, haciendo una comparación asaz extralógica con lo que sucede entre Israel e Irán. Algo así como parangonar “si EU, digamos, fuese China, Erick Frederick, Donald y su perentela toda, más el delicadito Cristopher Landau y los miembros de su gobierno, estarían lamiéndole el calzado o muertos de miedo.

aurelio.contrafuego@gmail.com

Infonavit informa sobre el cierre temporal de sus Centros de Servicio en Huatulco y Salina Cruz

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Como medida precautoria ante el paso del huracán Erick y con la finalidad de salvaguardar la seguridad de sus trabajadores y derechohabientes, el INFONAVIT informa sobre el cierre temporal de sus Centros de Servicio (CESI) en Huatulco y Salina Cruz, hasta nuevo aviso.

Las oficinas que permanecerán cerradas temporalmente se encuentran ubicadas en: 

• CESI Huatulco: Calle Carrizal, número 603, sector H, colonia La Crucecita, municipio de Santa María Huatulco.

• CESI Salina Cruz: Carretera Transístmica Salina Cruz–Tehuantepec, kilómetro 6.1, colonia Aviación, municipio de Salina Cruz.

Las personas que requieran hacer algún trámite o consultar información pueden ingresar a la página infonavit.org.mx o a Mi Cuenta INFONAVIT en micuenta.infonavit.org.mx. También pueden comunicarse al Infonatel al 800 008 3900, para recibir asesoría. 

Algunos de los trámites que pueden realizar en línea son:

• Consultar el saldo de un crédito.

• Checar la precalificación para un financiamiento.

• Revisar si un crédito fue congelado.

Los Centros de Servicio INFONAVIT ubicados en la capital del estado, y los municipios de Tuxtepec y Juchitán, continuarán brindando servicio en su horario habitual de 8:30 am a 2:00 pm. 

El INFONAVIT reitera su compromiso con la seguridad de las personas derechohabientes.

Infonavit llama a aplicar seguro de daños ante el paso de la tormenta tropical Erick

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Contar con un crédito del INFONAVIT también significa tener respaldo ante fenómenos naturales que afecten tu vivienda.

El INFONAVIT llama a las personas de la región de la costa del estado de Oaxaca, que tengan un crédito hipotecario vigente, cuyas casas fueron afectadas por la tormenta tropical Erick, a hacer válida la cobertura del Seguro de Daños con la que cuenta su financiamiento. 

Para hacer uso del seguro es necesario estar al corriente en los pagos a la fecha del siniestro. En caso contrario, se puede firmar un convenio para regularizarse. Además, deberán asistir de lunes a viernes, de 8:30 a 14:30 horas, a algunos de los Centros de Servicio INFONAVIT (CESI), ubicados en: 

● Huatulco: Carrizal Sector H #603, colonia La Crucecita.

● Juchitán: Calle 2 de abril, Esquina Álvaro Obregón, colonia Segunda Sección.

● Oaxaca: Mártires de Tacubaya #400 (Edificio Canteras) colonia Santa María Ixcotel.

● Salina Cruz: Km. 6.1 carretera Transístmica Salina Cruz-Tehuantepec, colonia Aviación.

● Tuxtepec: Boulevard Benito Juárez #795, esquina prolongación Jesús Carranza local 41 y 42, Multiplaza Tuxtepec, Fraccionamiento Los Ángeles.

Es importante recordar que las y los acreditados afectados cuentan con dos años a partir de la fecha del incidente para dar aviso del daño. 

Además de las afectaciones causadas por lluvias e inundaciones, el Seguro de Daños protege el patrimonio de los trabajadores ante sismos, ciclones, huracanes, vientos tempestuosos, caída de árboles, granizo o nieve, incendio, erupción volcánica, explosión o desplazamiento súbito de terreno. 

Para mayor información las y los acreditados pueden llamar a Infonatel (800 008 3900) o ingresar a la página: https://bit.ly/SEGDAÑO