Ismael Ortiz Romero Cuevas
“¡Tuyo para siempre! ¡Tu Danny, tu John!” así despedía ayer al mediodía el fabuloso John Travolta a la gran Olivia Newton-John, cuando se dio a conocer su deceso y con quien protagonizara la icónica película de 1978, “Vaselina”. Y sí, la noticia cimbró a la industria del espectáculo mundial, pues la legendaria artista había tenido una carrera de casi cuatro décadas y ha sido inspiración para un sinnúmero de artistas, quienes veían en ella un símbolo de belleza, elegancia y estilo.
La triste noticia la dio a conocer ayer su esposo, el magnate John Easterling, en la cuenta oficial de Facebook de la cantante y actriz, donde mencionaba que había partido de este mundo en su rancho ubicado al sur de California en los Estados Unidos, en paz y rodeada de su familia que siempre la llenó de amor. Y aunque no se especificó la causa del deceso, se sabía que desde hacía 30 años, que la cantante lidiaba una dura batalla contra el cáncer que le fue detectado por primera vez en 1992 en una mama. A partir de ese momento, ella se convirtió en activista y portavoz de diferentes causas que buscaban la cura de la enfermedad y aunque en esa ocasión, venció la dolencia, esta regresaría en dos ocasiones más. Por ello, Newton-John se encontraba retirada desde hacía cinco años, pues su último diagnóstico de cáncer lo presentó en 2016, y del que se supo, lo tenía alojado en la columna vertebral y sí, aún con eso se presentó con gran éxito en el Festival de Viña del Mar en 2017, donde el público de la Quinta Vergara la ovacionó emocionadamente y gozó de su amplio repertorio musical. Por lo anterior, se presume que el cáncer fue la causa de su deceso.
Su activismo y participación en el tema de la prevención del cáncer y su apoyo a asociaciones y fundaciones que buscaban la detección oportuna, convirtieron a Newton-John en un icono no solo del pop, sino en una inspiración para muchas mujeres, que veían en ella un ejemplo de fortaleza y lucha, de salir triunfante y seguir adelante pese a las dificultades vividas. Su experiencia en 1992, la llevó a crear el álbum “Gaia: One Woman’s Journey”, donde participó escribiendo todas las canciones que hablaban justamente del empoderamiento y lucha femenina para salir de dificultades. Posterior a su segundo diagnóstico de esta enfermedad, en 2005, publicó “Stronger Than Before” un disco cuyas ganancias fueron donadas en su totalidad a investigaciones para hallar una cura para el cáncer.
Y por ello, Olivia fue mucho más que un ídolo pop, fue una mujer excepcional que inspiró a otros artistas a dar lo mejor de sí al público. Uno de sus grandes éxitos fue justamente el tema de 1981, llamado “Physical” que se contenía en el álbum del mismo nombre y que alcanzó el primer puesto del Billboard Hot 100 ese año y que el año pasado, tuvo una reedición especial que conmemoraba el aniversario número cuarenta del disco, además de que la canción tomó notoriedad entre el público más joven, al ser utilizado como inspiración de los temas “Physical” de Dua Lipa y “Prisioner” de Miley Cyrus, por lo que Olivia tuvo presencia importante con la nueva generación de gustosos de la música.
Más recordada por su papel de Sandy en la película musical “Vaselina”, Olivia Newton-John es una artista que pasará a la historia no solo por su belleza y talento que demostró en varios filmes y discos, sino también por buscar un bien para la humanidad, pues seguramente su lucha contra el cáncer y su activismo para buscar la cura, no serán en vano.
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