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Diálogo vecinal en Oaxaca de Juárez impulsa la prosperidad compartida y la inclusión social

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Oaxaca de Juárez, Oax. 11 de septiembre de 2024.- En un ambiente de participación ciudadana y compromiso por la transformación de nuestra capital, se llevó a cabo con éxito el tercer Diálogo Vecinal enfocado en el tema de Prosperidad Compartida. El evento, encabezado por el Presidente municipal electo de Oaxaca de Juárez, Ray Chagoya, tuvo lugar en la galera del corralón de la central de abasto, reuniendo a vecinas, vecinos comerciantes de la zona y representantes de las cámaras empresariales.

Durante el foro, se abordaron diversos puntos clave para promover la prosperidad compartida, como el fomento a la economía vecinal, la autoconstrucción comunitaria, la creación de negocios solidarios, el estímulo al empleo de calidad y el impulso a los mercados locales. Estas iniciativas buscan fortalecer la economía local, promover la inclusión social y contribuir al desarrollo sostenible del municipio de Oaxaca de Juárez.

“Vamos a revisar el reglamento de comercios, que no ha sido reformado desde 1984. También quiero reiterar que las y los regidores, junto conmigo, daremos seguimiento a esta participación. Tengan la certeza de que trabajaremos por ustedes, quienes están aquí, en la Central de Abastos, el corazón comercial de Oaxaca de Juárez”, dijo.

Además, estuvieron presentes Fabián Medinilla Director de la Facultad de Economía de la UABJO, Andrei Rivera, Coordinador General de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), Alejandro Luis Cruz Macías, Empresario y Consultor de Negocios, junto a síndicos y regidores electos, enriqueciendo el intercambio de ideas y propuestas para la construcción de una Oaxaca más próspera y equitativa.

Es importante destacar que estos Diálogos Vecinales tienen como propósito principal garantizar la participación inclusiva y activa de la comunidad de Oaxaca de Juárez en la elaboración del Plan Municipal de Desarrollo para el período 2025-2027. A través de la integración de visiones y necesidades de los vecinos, junto con sectores público, privado y expertos, se busca impulsar un desarrollo equitativo y sostenible en la capital oaxaqueña.

Ray Chagoya continúa invitando a todos los ciudadanos a sumarse a estos importantes Diálogos, donde todas las voces serán escuchadas y tomadas en cuenta. Cada sesión representa una oportunidad para construir juntos una comunidad más próspera, inclusiva y resiliente en Oaxaca de Juárez.

Para mantenerse informado sobre los próximos Diálogos Vecinales, fechas, ubicaciones y temas a tratar, se invita a acceder a la página web oficial: www.raychagoya.com y seguir las redes sociales @RayChagoya. ¡Únete y participa en la transformación de nuestra ciudad!

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En busca de la Padaung

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  • Texto y fotos: 

Omar Rodríguez

Mae Hong Son, Tailandia.- Me encontraba en la pequeña ciudad de Pai, Tailandia, planeando mi siguiente destino uno de los principales de mi viaje. Aventurarme hacia el corazón de las montañas de Mae Hong Son. Mi destino: las mujeres Padaung, también conocidas como las “mujeres jirafa”, famosas por sus largos cuellos adornados con anillos de bronce. Estas mujeres, originarias de Myanmar, son refugiadas que han encontrado asilo en la jungla tailandesa tras huir de la violencia en su país. La historia que llevan en sus cuellos es una de resistencia y adaptación, y yo estaba decidido a capturarla con mi cámara.

Pertenecientes a la etnia Karenni o Kayah, uno de los numerosos grupos étnicos que habitan en Birmania. Este pueblo ha mantenido durante siglos su tradición cultural, en la que las mujeres empiezan a usar los anillos desde la infancia, aumentando progresivamente el número de estos con los años. Aunque hay diversas leyendas sobre el origen de esta práctica, algunas sugieren que los anillos protegen a las mujeres de ataques de tigres o las vuelven menos atractivas para los traficantes de esclavos.

Renté una moto, una pequeña Honda que, a primera vista, no parecía diseñada para el trayecto épico que me esperaba. Pero poco me importó y con la cámara al cuello y un mapa de papel como mi única guía, me dejé llevar por la intuición y las indicaciones de los locales. Al no contar con tecnología, subestimé la distancia y emprendí el viaje con poca gasolina para las siete horas de camino que me separaban de mi objetivo.

Al avanzar por las sinuosas carreteras montañosas, el paisaje se volvía cada vez más impresionante, pero también me enfrentaba a un problema inminente: la gasolina se agotaba. El estrés crecía con cada kilómetro recorrido, y el asfalto seguía extendiéndose sin señales de gasolineras. Finalmente, tras descender de las alturas, llegué a un pequeño poblado donde los habitantes me ofrecieron una solución: combustible en botellas de refresco. En ese momento, la amabilidad de los locales fue mi salvación, y con ese rudimentario abastecimiento, retomé mi travesía.

El camino, aunque lleno de belleza, no carecía de peligros. Las curvas cerradas y los conductores imprudentes ponían a prueba mi habilidad al volante. Autobuses rebasaban a toda velocidad por la derecha, y mi pequeña motoneta parecía frágil ante semejante locura. Sin embargo, seguí adelante, impulsado por la adrenalina y la promesa de encontrar a las mujeres Padaung.

Tras cinco horas, el sol comenzaba a desaparecer, y con él, mi calma. A medida que la oscuridad caía sobre las montañas, la ansiedad se apoderaba de mí. Al llegar a Mae Hong Son, todavía estaba lejos de mi destino final, llegué a un punto en el que mi mapa ya no servía de mucho, afortunadamente unos ancianos tomando “el fresco” en su pórtico me guiaron amablemente con indicaciones claras después de gritarles “¡Long necks!” “¡Long necks!”

Me adentré en la jungla, donde el asfalto cedía el paso a caminos de tierra. Un letrero en el camino me advertía sobre un cruce de elefantes, un recordatorio más de la majestuosidad del entorno en el que me encontraba.

Los riachuelos se interponían en mi camino, y aunque los primeros los crucé sin problemas, el último me tendió una trampa. El suelo cubierto de lama convirtió mi moto en una bailarina descontrolada, y en un abrir y cerrar de ojos, me encontré de cabeza y empapado en el agua. A pesar del susto, logré levantarme, empujé mi moto hasta la otra orilla y continué mi trayecto.

Finalmente, después de casi ocho horas de viaje, llegué a la aldea. El silencio de la noche me recibió, y aunque el bullicio habitual de la comunidad ya se había desvanecido, mi corazón latía de emoción al ver a una mujer Padaung comprando en una tiendita. Sabía que había llegado al lugar correcto. Sin embargo, ya era tarde para explorar, así que decidí volver al pueblo y buscar alojamiento.

De regreso, el mismo riachuelo que me había derrotado en la ida volvió a burlarse de mí, pero esta vez, no estaba solo. Un aldeano me observó caer nuevamente y, entre risas, me ayudó a levantarme. Con su apoyo, crucé el río y encontré un hotel donde pasé la noche, agotado pero emocionado por la experiencia.

A la mañana siguiente, me levanté temprano, con la emoción aún vibrando en mis venas. Regresé a la aldea, y como una broma del destino, volví a caer en el mismo río, pero esta vez, lo tomé con humor. Al llegar, una escena me dejó sin aliento: una niña Padaung en bicicleta, acompañada de una amiga tailandesa platicando y caminando llevando el mandado. La simplicidad de ese momento encapsulaba la convivencia pacífica entre dos mundos distintos, un testimonio del poder de la resiliencia.

 Conocí a Mayé, la matriarca de la comunidad, con 27 anillos adornando su cuello. Con timidez me recibieron con calidez y pasé la tarde con ellas, observando cómo creaban artesanías, su principal sustento. Compré una pipa tallada a mano, un recordatorio tangible de este encuentro inolvidable.

El origen del desplazamiento de los Padaung a Tailandia está estrechamente relacionado con la situación política de Myanmar. Durante varias décadas, Myanmar ha sido un país devastado por conflictos internos, especialmente entre el gobierno central y las diversas minorías étnicas que habitan en sus regiones fronterizas. Desde el momento de su independencia del Reino Unido en 1948, los Karenni, junto con otros grupos étnicos, han luchado por una mayor autonomía o incluso la independencia total.

El gobierno militar de Myanmar, que controló el país durante gran parte de su historia reciente, ha llevado a cabo campañas de represión brutal contra estas minorías. Los Karenni, a los que pertenecen los Padaung, han sido uno de los grupos más afectados por la violencia, que incluye desplazamientos forzosos, destrucción de aldeas y violaciones de derechos humanos.

Mi regreso a Pai, después de otras siete horas de viaje, fue un final apropiado para una de las aventuras más extremas y bellas que he vivido. Las montañas, los ríos y, sobre todo, las personas que encontré en el camino me enseñaron que la perseverancia siempre tiene su recompensa, aunque en el proceso, uno terminé empapado de cabeza y un vehículo lastimado.

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CONTRAFUEGO || Senado, canibalismo y linchamientos

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Aurelio Ramos Méndez

En un ambiente inédito de crispación en el que una chispa puede incendiar la pradera, en cosa de horas será por fin despejada en el Senado la incógnita sobre el destino de la reforma del Poder Judicial.

Enrarecen la atmósfera diversas formas de intimidación, chantajes, violaciones masivas de derechos políticos y aun amenazas de muerte, de las cuales son blanco en particular los senadores de la variopinta oposición. 

Las presiones y violaciones de derechos constituyen una singular forma de canibalismo; provienen de correligionarios de los propios opositores, coordinadores de bancadas, dirigentes de partidos y cabecillas de poderes fácticos.

En el colmo de la irresponsabilidad, la violencia ocurre no sólo ante la complacencia de las autoridades judiciales, sino con abierta validación e instigación de éstas.

El trámite legislativo de la reforma podría quedar concluido este miércoles en la cámara revisora, con el afianzamiento de la elección democrática de jueces, magistrados y ministros.

De acuerdo con la Constitución, los diputados y senadores en su desempeño son libérrimos, no pueden ser reconvenidos por lo que dicen o hacen. Pero la realidad va por otro camino. 

Desde los cuatro puntos cardinales son víctimas de violaciones a su autonomía de criterio y libertad de voto, obligados a sufragar no conforme al dictado de su conciencia y los intereses de sus electores, sino de las conveniencias de los líderes partidistas.

Con descaro Marko Cortés y Alejandro Moreno –Alito—, lo mismo que los jefes de bancadas Guadalupe Murguía y Manuel Añorve, les exigen disciplina de perros a sus compañeros de partido.

Amenazaron públicamente a los 22 panistas y 15 priistas con que al menor intento de salirse del huacal serán remplazados por sus respectivos suplentes.

Los dirigentes tuvieron la audacia de ordenar la concentración de los senadores suplentes desde este lunes, en la capital del país, y parecen dispuestos a pisotear la Carta Magna con el despojo de escaños a los alebrestados. 

No hay autoridad que les marque el alto, porque tienen la complicidad de la Corte y amigos en el INE y el tribunal electoral.

Las solicitudes de licencia camerales deben ser presentadas no por el partido sino por el legislador en lo personal, y carecen de efecto inmediato porque no todo es soplar y hacer botellas…

En medio de una ensordecedora estridencia mediática que los azuza y respalda, Alito y Cortés parecen dispuestos a demostrar lo que es autoritarismo. 

Los senadores, además, reciben presiones, entre invocaciones patrioteras, de personajes como Enrique Krauze y Claudio X. González. 

Y Joaquín López Dóriga les ha colgado a muchos el sambenito de traidores por la sola sospecha de que podrían sufragar a favor de la reforma.

La instigación más abierta a la violencia física, sin embargo, fue articulada por la senadora panista por Aguascalientes María de Jesús Díaz Marmolejo, quien sugirió privar de la vida a quienes no voten en contra de la reforma. 

Lo recomendó del siguiente modo, desde la sede estatal del PAN: 

“Es como para que al guey que vote en contra, lo linchen al pendejo. Es en serio. Así como es. Y así como soy yo de malhablada. Que lo agarren a chingadazos y que le den con todo al guey que no vote en contra de esta reforma”.

Resulta escalofriante, si se reparara en las definiciones de los verbos “linchar”, que es “ejecutar sin proceso y tumultuariamente a un sospechoso o un reo”, y “ejecutar”, que significa “ajusticiar, darle muerte a una persona”.

Sus adeptos nombran La Chuya a Díaz Marmolejo. Lindo hipocorístico para esta sanguinaria política, cuya incitación fue avalada de manera tácita, con silencio, por la dirigencia nacional panista. 

En este caldeado ambiente se antoja juego de niños el enredo aritmético con que Lorenzo Córdova hizo del Senado el paraíso de Procusto. 

Sí, de aquel posadero de la mitología griega que ataba a sus huéspedes sobre una cama de hierro y si les quedaba grande los estiraba descoyuntándolos a mazazos, y si pequeña les serruchaba las partes sobresalientes.

Córdova forjó una cama procusteana forzando hasta el ridículo los datos y la interpretación legal para tratar de obtener una imposible conformidad exacta de lo que significa dos terceras partes del cuerpo colegiado de 128 senadores: 66.6666%.

A partir de esta cifra, que las bancadas de la atolondrada oposición compraron sin pasarla por el tamiz del sentido común, Morena, que tiene 66.4062% del total, merece 85 senadores; le falta uno para la mayoría calificada de 86.

Los estrategas de la oposición quizá piensan que la cosa es fácil: basta con estirar al senador 85 y así adaptar la realidad a la deformada hipótesis del expresidente del INE. Y, si esto no es factible, ¡peor para la realidad!

Con el porcentaje asignado a Morena, cuyo resto mayor –concepto éste inexistente en la legislación del Congreso– es .4062%, este partido queda a un tris, sólo .2604%, del indispensable .6666%.

Guarismo este último que, llevado al infinito, puede formar varias veces el número de la Bestia pero nunca reflejará con exactitud las dos terceras partes del Senado.

Según las cuentas de Córdova mayoría calificada son 86, lo cual significa que la oposición necesita 42 para atajar la reforma. Pero no contaban con la astucia de Claudio X….

El estructurador de la oposición electoral hizo cálculos y anunció el resultado de su apriete de clavijas. Dijo que el gelatinoso bloque ya tiene “los 43 senadores que se necesitan para bloquear la reforma”.

Claudio X. lo divulgó vía X, datado así el jueves 5: “14:00hrs. del 6 de sep”. Adelantado un día su reloj legislativo, escribió:

“Está completo el “democratómetro. 43 de 43 senadoras y senadores de oposición han confirmado que votarán en contra de la nociva reforma judicial”.

Impuso con ello la necesidad de cercenarle pies, manos, cabeza y todo lo que del padre conscripto 43 sobresalga de la lorenciana cama. 

Si, como dice Córdova, la mayoría se compone con 86, y Claudio afirma tener 43 para frenar la motoconformadora, esto sólo puede significar tres cosas:

Una, reconoce como mayoría calificada 85, número que Morena tiene desde cuando dos perredistas decidieron cambiar de piel. 

Dos, sin que los mexicanos nos percatásemos el vivales X. González aumentó de 128 a 129 los integrantes del Senado.

Tres, al igual que el bribón de Procusto la tramposa oposición tiene dos camas, una muy grande y otra muy pequeña, para estirar o mutilar senadores a conveniencia.

¡Hasta qué grado de ridículo puede llegar la obcecación de no resignarse a una derrota electoral por paliza!

Otro gallo les cantaría a los antagonistas de la 4T, si tan sólo le hicieran caso a Adán Augusto López, quien le metió sentido común al asunto con el sistema de calificación que rige en la primaria.

El coordinador de Morena dijo que dos terceras partes de la cámara equivalen a 85.36 de los 128 senadores. Pero, “queda en 85 porque cuando el resto mayor es menor de .50, entonces se reduce, y cuando es superior de .50 se escala”.

Celebremos en todo caso que estamos por fin en vísperas de conocer los derroteros de la histórica reforma.

BRASAS

Un año y nueve meses le llevó al periodista Ciro Gómez Leyva dar con el autor intelectual del atentado a balazos que sufrió el jueves 15 de diciembre de 2022: el Presidente López Obrador. 

Las pruebas deben estar ya sobre la mesa del ministerio público, o al menos ir en camino.

De un comunicador riguroso, altamente responsable, con ética de riel y admirable sagacidad uno debe presumir que cuenta con pruebas incontrovertibles.

Avaro de sus afectos, el conductor radiotelevisivo que la noche del ataque se refugió en la casa de su amigazo del alma Manlio Fabio Beltrones, lanzó su acusación después de que Amlo lo llamó “nuestro amigo Ciro”.

Replicó el periodista:

“Supongo que dijo con ironía eso de mi amigo Ciro… ¿A un amigo se le insulta como me ha insultado usted seis años? (…). A un amigo no se le persigue como me persiguieron ustedes (¿el Presidente y quienes más?) con amenazas de por medio, fiscalmente (…). ¿A un amigo se le dispara a la cabeza para matarlo?” Duro.

Duro y sumamente grave. Deslizar una acusación de intento de asesinato por el Jefe del Estado impone la obligación profesional, moral y cívica de avalar los dichos con pruebas irrefutables.

A menos de que el atrevido aspire a pasar por irresponsable boquiflojo, lo cual ni remotamente cabe esperar de Gómez Leyva, infatigable sabueso de la verdad, sabedor de que nada hay más valioso que la credibilidad de su palabra.

El Presidente también criticó a Joaquín López Dóriga. Lo llamó enojón, corajudo. El reportero consentido –El Güero— de José López Portillo, le contestó, incitador más que desafiante:

“¿Qué, alguien de los suyos se va animar a hacerme algo? ¿Quiere decirme que mi familia se debe preocupar, porque usted está muy enojado conmigo? ¿Qué me quiere usted decir, que debo tomar alguna previsión? ¿Qué, me debo preocupar?”.

El compinche de ambos líderes de opinión, Carlos Marín, se encargó de aderezar con hiel la acusación y hacerles eco a las instigaciones. Escribió, menos con la razón que con el deseo: “Ciro y Joaquín, en peligro por Amlo”.

Caramba, ¿esto sí se les hace a los amigos?

RESCOLDOS

Tiene todo el derecho del mundo Andrés Manuel López Beltrán para participar en política partidista. Sólo que no es lo mismo hacer méritos desde el pavimento, que llegar a la secretaría general de Morena catapultado por papi desde el sillón presidencial. Dicho esto, la verdad es que son legión los herederos de capitales políticos de clanes y caciques…

El Banco Mundial, al que nadie acusaría de castrochavismo ni simpatizante del Peje, ya reconoció que durante el sexenio que termina salieron de la pobreza 9.5 millones de mexicanos. Dijo que aún se hallan en tan lamentable situación 26.1 millones de compatriotas; pero, admitámoslo, mejor uno que ninguno…

Continúa la purga en Televisa. A Sergio Sarmiento le tocó el turno de salir de la casa de los famosos periodistas de Tercer Grado. ¿Quién o quiénes siguen?

aurelio.contrafuego@gmail.com

Presidente Electo Ray Chagoya Inicia Diálogos Vecinales por la Transformación en la colonia Los Ángeles

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Oaxaca de Juárez, Oax. 7 de septiembre de 2024.- En un acto emblemático que marcó el inicio de un proceso participativo sin precedentes, el Presidente municipal electo de Oaxaca de Juárez, Ray Chagoya, encabezó el lanzamiento de los “Diálogos Vecinales por la Transformación” en la colonia Los Ángeles, agencia de Pueblo Nuevo. Este evento congregó a una multitud comprometida con el desarrollo sostenible y equitativo de la ciudad.

Ray Chagoya, quien dio vida a esta iniciativa como un mecanismo para incluir a cada voz en la construcción del futuro del municipio, destacó la importancia de la participación activa de la comunidad en la gestión municipal: “Estos Diálogos representan una oportunidad crucial para edificar juntos el Oaxaca de Juárez que deseamos, uniendo esfuerzos y visiones en pos de un desarrollo incluyente y resiliente”.

La primera temática abordada en este primer día fue “Atención prioritaria: agua, basura y obras”, donde se discutieron temas cruciales para la calidad de vida en la ciudad, incluyendo el plan de reordenamiento urbano, gestión hídrica, conservación del patrimonio histórico, entre otros aspectos fundamentales para el progreso colectivo.

El compromiso con la transformación urbana y el bienestar de la ciudadanía fue evidente en cada aspecto de la agenda abordada, que refleja una visión integral para un Oaxaca de Juárez más sostenible, inclusivo y próspero.

“Me alegra estar de nuevo en la colonia Los Ángeles, tal como lo hicimos en el inicio de la campaña el 30 de abril. Nuestro deseo es que toda la atención se centre en esta colonia”, destacó Ray Chagoya.

“Agradezco su participación, ya que este espacio es para dialogar de vecino a vecino, de vecina a vecina; es hablar en la mesa sobre las expectativas para su agencia o colonia”, subrayó.

Lo acompañaron la agente municipal, Ingrid Berenice Hernández Matadamas; Netzahualcóyotl Salvatierra López, Secretario de Infraestructuras y Comunicaciones; Noé Jara, el Rector de la UABJO Cristian Carreño y la presencia de síndicos y regidores electos.

Dijo que seguirá el ejemplo del gobernador Salomón Jara de ser un gobierno de territorio y no de escritorio. “Tengan la certeza de que este evento es para ustedes, nos encontramos aquí para escucharlos y dialogar, porque el agua, basura y obras son los temas más relevantes que nos afectan a diario.

La siguiente convocatoria está programada para el lunes 09 de septiembre del 2024, de 16:00 a 19:00 horas en las instalaciones del Bachillerato Especializado en Contaduría y Administración (BECA) de la UABJO, bajo el tema “Por un predial justo y cuentas claras”, promete seguir generando diálogos constructivos y propuestas concretas para fortalecer la participación ciudadana en la gestión municipal.

Para más información sobre los próximos Diálogos Vecinales, fechas, lugares y temáticas, se invita a la comunidad a visitar la página web oficial: www.raychagoya.com y seguir las redes sociales @RayChagoya, donde se brindará toda la información necesaria para involucrarse en la transformación de Oaxaca de Juárez.

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“Mi escuela y el terremoto”

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Carlos Carlitu Dobleclick

En aquellos tiempos en que don José era presidente y el PRI nuestro partido omnipotente, al medio día de un venturoso septiembre llegué por primera vez al mágico recinto de muros amarillos de la mano áspera de mi padre.

El recinto estaba compuesto por dos alas de dos niveles y en medio el foro con el asta bandera. Al norte, subiendo las escaleras estaban las canchas, una de fútbol y dos de basquet. La de fut era única en el mundo: justo en medio tenía un central imparable: un pochote gigantesco en el que los pequeños émulos de Evanivaldo Castro “Cabinho” encontraban el freno a sus impetuosos avances. El pochote enhiesto soltaba en marzo poéticos copos de algodón que el viento marítimo dispersaba por toda la ciudad y puerto.

Aquellas instalaciones construidas en 1948 albergaban dos escuelas primarias diferentes. Ahí aprendí que había clases sociales. Por alguna razón que desconocía los niños de la Leona Vicario del turno matutino iban perfectamente bañados y uniformados con los zapatos boleaditos, en cambio, los de la tarde, alumnos de la Independencia, íban sin uniforme, con calzaletas y con las manitas manchadas de grasa de calzado El oso. Los estratos sociales estaban divididas por la línea divisoria del horario y la lucha de clases se reflejaba en las paredes: “putos los de la mañana”, en seguida la respuesta puntual y contundente: “pinches pobres de la tarde.”

En aquella escuela vespertina pasé los seis años más hermosos de mi vida y recibí mis primeras lecciones:

En aquellos tiempos prehistóricos ir al preescolar era un lujo que los hijos de los trabajadores no podían darse. Yo aprendí a leer con el método del silabario de San Miguel aderezado con una buena dotación de coscorrones paternos. Cuando entré a la primaria mixta vespertina federal ya había leído las historias completas de Mortadelo y Filemón, “La Pequeña Lulú” y dos que tres obras de Ortega y Gasset.

Tuve la buena suerte de ser un niño lector a temprana edad. La maestra Marthita, mi maestra de primero, hacía una distinción conmigo: después de organizar las lecturas del libro de lecturas I sacaba de su Michael Korps un sándwich de chocolate derretido que sabía a lo más delicioso del mundo. Y fue la primera vez que el talento me generó un problema.

El tratamiento diferenciado que me prodigaba la maestra no le agradaba a un niño ya grandecito que había repetido el primer año tres veces, así que a la hora del recreo, frente al pochote, me la hizo de tos: “te crees muy listo, te voy a madrear”, mientras bailoteaba al más puro estilo de la Cobra de Detroit.

Antes de golpearlo recordé que tenía que aplicar los parámetros del uso de la fuerza por lo que intenté infructuosamente hablar con él pero para mi desgracia no me hacía caso, de improviso, apareció Felipa, una niña bella, desarrollada y robusta quien aplicó al mocetón Cabrera el segundo nivel del uso de la fuerza y lo neutralizó, a base de panzazos.

“Ven” me dijo “yo voy a cuidarte para que nadie te haga algo”, y a partir de ese momento mis recreos estuvieron protegidos por la benevolencia de mi amiga Felipa. Yo no sabía entonces por qué aquella muchacha robusta, alta, fuerte, que lindaba los trece años se atrevía a defender a un niño de seis, sin más interés, bueno, eso espero, que la pura amistad. Aquella tarde, tuve una nueva hermana sin tener vínculos de sangre ni parentesco en línea colateral por ningún grado. Defender al prójimo es algo muy importante sobre todo cuando se hace de manera innata, cuando no te guía ningún propósito avieso, cuando se hace de corazón pues.

El año pasado fui al mercado y vi a Felipa, la saludé pero no me identificó. Sigue igual de bella y sana y no encontré otra manera de agradecerle su protección y su cariño más que comprarle doce tamales: ocho de mole y cuatro de res.

También aprendí ahí, en ese edificio a disfrutar la poesía, iba en segundo año cuando el maestro Pedro me llamó hasta su escritorio “Carlos” me dijo, “vas a recitar en el homenaje” mientras me daba el libro de Poesías Patrióticas Mexicanas. Llegué a mi casa y me aprendí de un tirón todas la poesía a los próceres.

Empecé a aburrir a la multitud porque cada vez que había homenaje me subían a declamar un poema para los héroes. La poesía me generaba conflictos ideológicos porque a veces declamaba loas a Carranza y luego a Villa y pues, como se dice en estos tiempos, así no se pinchespuede.

Un lunes de mayo, al recitar la poesía, tuve una epifanía. Había descubierto algo, el ritmo en las palabras, advertí que la poesía es ritmo, que la acentuación otorgaba muscalidad y dije “de aquí soy”. Supe entonces que no bastaba que rimaran las palabras finales de las oraciones sino que era necesario darles una melodía y un ritmo. Y además, todo debería ser original y bello.

Todo habría pasado sin pena ni gloria de no ser porque una compañerita de mi salón de cuyo nombre no quiero acordarme se me acercó y me dijo “recitaste muy bonito” y me compartió una naranja sazonada con miguelitos. Ahí supe que algo tenía la poesía, que servía para algo y que podría darme algo más que aplausos.

Más tarde en quinto, mi querido maestro Andrés Garrido me acercó a Machado, Onetti, Neruda, quienes me explicaron, como dice el genio de Úbeda, que tras las montañas estaba el mar.

Siempre me atormentó qué iba a ser de grande. Mis compañeritos lo tenían claro: Oscar Alberto iba a ser ingeniero petrolero y Adrián Teniente de Navío. Lorena Olivia cantante. Nunca estuvo en mi ámbito de ensoñación ser bombero o piloto aviador. Cuando naces en un puerto petrolero y pesquero sólo puedes aspirar a trabajar en la refi o embarcarte de pavo en el Istmeño I. Pero si la brisa marítima te golpea la cara incluso cuando estás en tu pupitre de clases y adviertes la injusticia cotidiana puede ser que aspires a ser defensor o poeta. Y la vida me castigó siendo las dos cosas.

Todas estas historia se las cuento porque el hermoso lugar que he descrito ya no existe. Los grandes sismos de septiembre fracturaron las estructuras envejecidas de aquel recinto generoso. Hace apenas unos días “las manos de chango” dieron cuenta de las estructuras de aquel bello conjunto arquitectónico. Ya no hay más alas A y B, ni foro, ni dirección ni explanada. El conjunto de baños donde ciclícamente se aparecía un señor sin cabeza ha quedado destruido.

En este mundo de prisas y de olvidos, inmersos en la vorágine y en la lucha por el pan cotidiano fue derruida la Leona Vicario. Entre los escombros quedaron miles de historias que seguramente fueron a rellenar oquedades y a cimentar nuevas construcciones. Entre los escombros se fueron los suspiros, las anécdotas, las angustias de más de cincuenta generaciones de alumnos.

En Juchitán, antes de que fuesen derruidos los templos lastimados por el temblor la gente iba a cantarles y a orar y llorar. Yo grabé un video donde decenas de personas consternadas cantan “La última palabra” frente a la iglesia maltrecha del patrón San Vicente y al verlos llorar se me salieron dos lágrimas. Pero a mi escuela moribunda nadie le cantó, ni le dio las gracias ni le llevaron flores, por los servicios prestados.

Sean estas palabras mi canción y mi agradecimiento.

Públicado siete de septiembre 2019

El eco de las alturas: Documentando la brigada de rescate del Socorro Alpino de México

  • Texto y fotos:

Omar Rodríguez 

Recuerdo la primera vez que escuché hablar del Socorro Alpino de México, gracias a mi amigo Luis Fernando Covarrubias miembro de la patrulla 9 en ése entonces.

Una brigada de rescate única en su tipo, cuyos miembros han hecho del Parque Nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl su campo de batalla contra las inclemencias de la naturaleza. 

Decidí unirme a ellos como fotógrafo, no solo para capturar su labor, sino para vivirla, sentirla y comprender el latido de sus corazones en cada rescate, así comenzó esta aventura.

Esta brigada se formó hace más de cinco décadas, naciendo de la necesidad imperiosa de salvar vidas en las traicioneras montañas de México. Lo que empezó como un pequeño grupo de apasionados del alpinismo, con el tiempo se transformó en un equipo profesional y altruista, compuesto por doctores, paramédicos, arquitectos, ingenieros y un sinfín de profesiones diversas. Cada miembro aporta su talento y, sobre todo, su inquebrantable espíritu de ayuda, haciendo del rescate no solo una misión, sino una pasión.El primer encuentro con la brigada fue en un amanecer frío y nublado, en la base del Iztaccíhuatl.

La montaña, majestuosa y aterradora a la vez, se alzaba sobre nosotros como una guardiana de secretos antiguos. A medida que la niebla se disipaba, los rostros de los brigadistas emergieron, firmes y determinados, cada uno portando no solo su equipo, sino también la carga invisible de su compromiso con la vida.Uno a uno fui conociendo a los integrantes. Como un cuadro compuesto por pinceladas precisas, cada miembro representaba una pieza fundamental en el lienzo del rescate. Un doctor con manos firmes pero ojos amables, una paramédica cuya destreza solo era superada por su compasión, un arquitecto que construía puentes de esperanza en los abismos del miedo, y un ingeniero que, con precisión matemática, desafiaba las leyes de la física para salvar a quien lo necesitara.Al caminar junto a ellos, pude sentir la adrenalina que recorre sus venas en cada misión. La montaña no perdona errores, y cada paso es un baile delicado entre la vida y la muerte. Pero ellos, con su equipo a cuestas y su temple inquebrantable, se lanzan a la tarea sin dudar. Mis dedos capturaban la escena con precisión, pero mi corazón latía al ritmo de los suyos, acelerado por la incertidumbre y el peligro constante.

No estaba solo en este viaje. En el camino se unieron “Lucky”, un cachorro ágil y noble border collie, junto a su entrenador, conocido cariñosamente como “Tiburón” (Edgardo Melgoza Monterde). Juntos, comenzaron esta andanza con la meta ambiciosa de convertirse en el primer binomio K9 de búsqueda y rescate de la brigada. Hoy por hoy, son un equipo inseparable, habiendo elevado su potencial a nivel profesional. Ver a Lucky y Tiburón en acción fue como observar una danza precisa y coordinada entre hombre y animal, una sincronía que solo se logra con dedicación y un profundo entendimiento mutuo.

El Socorro Alpino de México no solo escala montañas, sino que también se enfrenta a los desafíos de la vida con una determinación que pocos poseen. Documentar su labor no fue solo un honor, sino también un recordatorio de que, en los rincones más inhóspitos del mundo, la humanidad siempre brilla más fuerte cuando se une por un propósito común. Mis fotografías no pueden hacer justicia plena a su esfuerzo, pero espero que transmitan al menos un destello de la luz que vi en sus ojos, una luz que ilumina incluso los rincones más oscuros de las montañas.

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AL MARGEN || No es el alcoholímetro: son todos los abusos que cometen los ayuntamientos conurbados, a través de sus policías…  

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Adrián Ortiz Romero Cuevas *

Qué tardías son las medidas que anunció el gobierno estatal respecto a los abusos que se cometen en los municipios conurbados a la capital oaxaqueña, a través de las corporaciones municipales. Después de la muerte de un joven estudiante, a manos de un elemento de la Policía Municipal de Santa Lucía del Camino, el Gobierno del Estado anunció diversas acciones que deben ir mucho más allá del solo control de crisis, y que deben comenzar por el reconocimiento de que, por su propio descuido, en los municipios aledaños a la capital el funcionamiento de las corporaciones de seguridad pública se había convertido en un auténtico festín de corrupción, excesos y abusos en contra de la ciudadanía. 

En efecto, el pasado 23 de enero nos referimos en este espacio al tema. Titulamos así aquella entrega: “Inadmisible, que el gobierno estatal pase por alto los excesos que cometen los municipios conurbados en contra de los ciudadanos”. Apuntamos entonces lo siguiente: “En docenas de casos, en redes sociales se documentan cotidianamente los excesos que cometen (las policías municipales) al amparo de su supuesta reglamentación municipal, o peor aún de la supuesta autonomía municipal. Así, hemos visto cómo elementos de las corporaciones municipales privan ilegalmente de la libertad, y sin mediar explicación o razonamiento alguno, a ciudadanos que están reclamando por lo que consideran una violación a sus derechos; cómo han hecho cosa de todos los días la instalación de retenes con fines eminentemente recaudatorios en contra de automovilistas o motociclistas; o cómo incluso imponen sanciones y retienen documentos vehiculares, cuando esta es una conducta expresamente prohibida por la legislación vigente…”

Y apuntábamos: “Hasta ahora, todo esto ha pasado inadvertido por la autoridad estatal, que simplemente ha decidido no ver, ni involucrarse, frente a este tipo de conductas que cada vez son más reiteradas y, sobre todo, más descaradas por parte de las autoridades municipales. El Gobernador del Estado no se ha referido una sola vez al tema, y la Secretaría de Gobierno, dependencia encargada de la política interna de la entidad —cuestión genérica entre la que se encuentra la relación institucional con los municipios—, parece haber estado demasiado ocupada atendiendo conflictos y malabareando frente a la convulsa realidad oaxaqueña, que para el ámbito estatal es simplemente un problema inadvertido, cuando sí debería ser su responsabilidad atenderlo”.

 Lamentablemente, como reza el refrán, ya hay un “niño ahogado” (terriblemente, fue un joven al que arteramente le arrebató la vida un policía municipal en un retén del llamado alcoholímetro en Santa Lucía del Camino) y ahora quieren tapar el pozo. Todavía el fin de semana, el obtuso Ayuntamiento de esa demarcación intentó justificar la conducta mintiendo. Aseguraban que dos de sus elementos se encontraban en terapia intensiva y, revictimizando a las víctimas directa e indirectas, dejaba suponer que todo había ocurrido por la conducta de la persona que fue privada de la vida y sus acompañantes.

Fue la obvia indignación de toda la sociedad oaxaqueña, la que hizo que el domingo el también obtuso edil Juan Carlos García Márquez, reconociera la responsabilidad y anunciara que tanto el elemento responsable como toda la corporación estaban a disposición de la Fiscalía de Justicia. Y fue hasta ayer que, ante la inminencia del posicionamiento del gobernador Salomón Jara sobre el tema, García Márquez anunciara la renuncia de su titular de seguridad pública, y el cese de todos los involucrados en el hecho.

AQUELARRE DE CORRUPCIÓN

Los operativos viales son un verdadero festín para los ayuntamientos de los municipios conurbados. ¿No se sabe de los abusos que comete el Edil de Santa Cruz Amilpas Christian Baruch todos los días en contra lo mismo de conductores ebrios, que de motociclistas y de la ciudadanía en general? Todo el mundo lo sabe. ¿Y de las aberrantes violaciones a la legalidad que todos los días cometen los policías de Xoxocotlán quitando placas y documentos a los automovilistas a diestra y siniestra con tal de que paguen multas ilegales? Se ha sabido siempre. 

Y la lista puede hacerse amplia porque ocurre lo mismo en Santa Lucía del Camino, San Jacinto Amilpas, San Antonio de la Cal, Atzompa, y la mayoría de los municipios conurbados a la capital. ¿Se sabe cuánto cobran en Santa Lucía por recuperar un vehículo retenido en el alcoholímetro? No menos de 15 mil pesos, que se negocian y se pagan directamente en la oficina del Presidente Municipal, y no de la tesorería. 

Llegan a casos tan extremadamente descarados, que en municipios como San Antonio de la Cal, en el mismo retén le cobran cantidades igualmente exorbitantes a los conductores, por dejarlos ir. Ya ni siquiera los llevan a los separos. Sólo falta que los elementos también lleven su clip o su terminal punto de venta para cobrar ahí, lo que debería ser —impedir que un ebrio siga frente al volante— una cuestión de seguridad ciudadana.

Ante toda esta comilona de abusos y corrupción, que ya tiene una profunda huella de sangre, el gobernador Jara anunció que los municipios dejarán de aplicar operativos y que éstos los tomará la Policía Vial Estatal. Más tarde, el titular de la Secretaría de Gobierno, Jesús Romero “lamentó que esta iniciativa, que en su origen buscaba evitar accidentes y pérdidas de vidas humanas, se convirtió en un medio de recaudación y extorsión en los municipios”.

EPITAFIO 

Lo que debería también reconocer el secretario Romero, es que esas prácticas ocurren en municipios de extracción morenista, comenzando por Santa Lucía del Camino. En aquella entrega de enero lo señalábamos haciéndonos las siguientes preguntas, que hoy lamentablemente ya tienen una respuesta: “¿Acaso son tantos los débitos políticos para tolerar tanta ignominia? ¿Acaso creen, tanto en el gobierno estatal como en los municipios, que esos excesos no tienen un costo político? ¿No les importa vivir en el descrédito y en la ilegalidad frente a la voracidad recaudatoria? ¿Acaso los municipios no tienen formas menos agresivas, legales e incluso ingeniosas para hacerse de mayores recursos, pero sin escupirle en la cara al ciudadano?”.

El escupitajo, lamentablemente, fue de sangre. 

@columnaalmargen

@ortizromeroc

* Doctorando en Administración y Docente de la Universidad Anáhuac Oaxaca.

El regreso de Oasis: Una oportunidad para redefinir el legado del Britpop

  • Paréntesis 
  • Música. Cine. Entretenimiento. Tendencias. 

Ismael Ortiz Romero Cuevas 

El mundo del rock tiene una manera peculiar de resurgir del olvido. Las bandas emblemáticas que alguna vez definieron una era, las mismas que crearon himnos y marcaron generaciones, tienen la capacidad de volver en momentos inesperados, como si el tiempo se hubiera detenido para permitirles un regreso triunfante. En esta ocasión, la noticia que ha encendido la chispa de la nostalgia en millones de fans alrededor del mundo es el regreso de Oasis, la banda británica que, en los años noventa, no solo definió el sonido del britpop, sino que también se convirtió en un fenómeno cultural global.

Oasis, liderada por los hermanos Gallagher, Noel y Liam, fue una de las bandas más influyentes de la década de los noventa. Con álbumes icónicos como “(What’s the Story) Morning Glory?” y “Definitely Maybe”, Oasis no solo capturó la esencia del momento, sino que también consolidó su lugar en la historia del rock. Sin embargo, tras una serie de conflictos internos y disputas públicas entre los temperamentales hermanos, sobre todo, que el grupo se disolvió en 2009, dejando a sus seguidores en un limbo de incertidumbre y añoranza.

El regreso de Oasis plantea una serie de preguntas y reflexiones. ¿Cómo puede una banda que definió una era reinventarse en un panorama musical que ha cambiado drásticamente desde su apogeo? ¿Es este regreso una oportunidad para revitalizar el legado del Britpop, o es simplemente una maniobra para capitalizar la nostalgia de una generación que ahora se encuentra en plena madurez? 

En primer lugar, es esencial reconocer el impacto duradero de Oasis en la música y la cultura pop. Durante su época dorada, la banda no solo revolucionó la escena musical británica, sino que también trascendió fronteras, llevando el sonido del Britpop a un público global. Su mezcla de rock n’ roll clásico con una actitud descarada y letras memorables capturó la imaginación de millones. El regreso de la banda no es solo un retorno a la música, sino una oportunidad para revivir una época dorada que, para muchos, representa una juventud llena de energía y rebeldía.

Sin embargo, el regreso de Oasis no está exento de desafíos y la convivencia entre los Gallagher es el primero, pero del que para nadie es una sorpresa. El panorama musical actual es radicalmente diferente al que conocieron en su apogeo. El ascenso de plataformas de ‘streaming’, la predominancia de géneros como el rap y la música electrónica, y el cambio en las dinámicas de la industria musical han transformado el paisaje. Oasis necesitará encontrar una manera de adaptarse a este nuevo entorno sin perder su esencia. La nostalgia puede ser un arma de doble filo; si bien puede atraer a una base de seguidores leal, también existe el riesgo de ser vista como una reliquia del pasado sin relevancia en el presente.

La dinámica entre los hermanos Gallagher, uno de los aspectos más notables de la banda, también será crucial en este regreso. La relación tumultuosa entre Noel y Liam fue una parte fundamental de la historia de Oasis. Los desacuerdos públicos, las peleas y la eventual ruptura de la banda fueron, en muchos aspectos, tan notables como su música. Para los fans, verlos reunidos en el escenario será tanto un acto de reconciliación como una prueba de si pueden superar las viejas rencillas por el bien de la música. Su capacidad para trabajar juntos, o la falta de ella, será determinante en el éxito de este regreso.

Otro factor para considerar es el impacto en el legado de la banda. Oasis, en su mejor momento, estaba en el centro de un fenómeno cultural. Su regreso podría influir en cómo se percibe su lugar en la historia del rock. Enfrentarse a la expectativa de igualar o superar su pasado es una tarea hercúlea. La crítica y los seguidores evaluarán no solo la calidad de la nueva música, sino también si la banda puede capturar el espíritu que una vez definió su éxito.

El regreso de Oasis también plantea una cuestión sobre la legitimidad en la música. En una época en la que la autenticidad es un valor preciado y la originalidad es a menudo puesta a prueba, el regreso de una banda tan icónica podría ser visto como una estrategia para aprovechar el legado. La banda tendrá que demostrar que su regreso no es solo una maniobra comercial, sino un esfuerzo genuino por aportar algo nuevo y significativo a su repertorio.

A nivel cultural, el retorno de Oasis ofrece una oportunidad para la reflexión sobre el impacto del Britpop en la música y la sociedad. La escena Britpop fue una explosión de creatividad y actitud que desafió el ‘status quo’ y celebró una identidad británica distintiva. Oasis, con su sonido distintivo y su presencia audaz, fue una pieza central de este movimiento. Su regreso puede ofrecer una nueva perspectiva sobre esa era y su relevancia en el contexto moderno.

En resumen, el regreso de Oasis es un acontecimiento cargado de significados y expectativas. Ofrece una oportunidad para revitalizar un legado y conectar con una generación que aún guarda con cariño los recuerdos de los años 90. Al mismo tiempo, plantea desafíos significativos en términos de relevancia y autenticidad. Como espectadores y fans, nos encontramos en un momento de anticipación y curiosidad. Solo el tiempo dirá si Oasis puede superar las expectativas y reafirmar su lugar en el corazón de los aficionados y en la historia del rock. Sin embargo, independientemente del resultado, el retorno de Oasis será un recordatorio de cómo la música tiene el poder de trascender el tiempo y seguir resonando en las vidas de quienes la han vivido y amada.

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“De la tierra al vuelo”

Antonio Gutiérrez Victoria / Al Margen

Es el nombre de la más reciente exposición escultórica de Alonso Chávez. Se trata de 25 piezas, la mayoría de cerámicay otras de bronce, que el artista comenzó a crear desde principios de este año en San Agustín Etla, en el Taller Caneladel maestro ceramista Claudio Jerónimo.

Esta muestra del joven artista Alonso Chávez forma parte del programa de actividades que realiza el Museo de Arte Prehispánico de México con motivo del 125º aniversario del natalicio del maestro Rufino Tamayo.

Alonso Chávez es un joven artista que reside en Oaxaca desde su infancia. Aquí se formó y comenzó su camino en las artes plásticas. Hace poco más de siete años, comenzó a incorporar todo tipo de aves, primero en sus pinturas y luego en sus esculturas.

Antes ya había trabajado con la cerámica, haciendo jarrones a través de la pregunta: ¿Qué se puede guardar en un jarrón? ¿Algún tesoro? Sus procesos e insistencia sobre las aves lo llevaron, en un primer momento, a combinar los jarrones y las aves para dar paso a las preguntas: ¿Es posible asimilar el jarrón a un huevo como un sitio de resguardo? ¿Y los nidos?

Sus propias interrogantes lo han llevado a establecer relaciones entre la cerámica y sus formas de expresión, hasta llegar, según dice, a los “lugares seguros”. ¿Qué es un lugar seguro? se pregunta. “El lugar seguro no es un lugar físico, no es la casa familiar. No es llegar a casa y sentirse resguardado. Es, más bien, la familia, mi familia. Mi primer lugar seguro. Al lado de ellos, nada nos pasa. Y conforme vamos creciendo, vamos rompiendo este cascarón, pero seguimos teniendo lugares seguros”. Quizá por eso cabe decir que algunas de sus piezas son aves posando sobre el cascarón. Chávez, con su arte, logra transmitir un poderoso elemento de identidad de los seres vivos: el lugar seguro.

Precisamente, entre las piezas que conforman esta exposición, “Pescador”, un ave que lleva un pescado en el pico; “Vigía”, un búho de dos caras; y “La Protectora”, además de ser las más grandes, son también las que representan el cuidado con más elementos. Las tres tienen un cuerpo cubierto de hojas entre las que se asoman pequeñas aves que resaltan por partida doble su propósito: la alimentación, un ave que provee de comida a otras; la vigilancia nocturna del nido; y la protección y abrigo que brinda el propio cuerpo de las aves a sus crías, su primer nido.

Alonso Chávez insiste en la representación de ideas y valores a través de las aves. Sin embargo, contrario a la libertad que a priori muchos solemos asociar con ellas, Alonso las relaciona con los cuidados y las enseñanzas que los adultos brindan a sus crías.

Más adelante, en el desarrollo de la temática, Alonso Chávez avanza en la reflexión sobre los lugares seguros y la necesidad de “salir de las zonas de confort, pues es similar a cuando se logra tener la fuerza necesaria para romper el huevo, lo cual implica ciertos sufrimientos, pero también crecimiento”.

Esto le sirvió para establecer una analogía entre el proceso de la cerámica, el proceso del huevo y los procesos de las personas.

Desde la parte técnica, el proceso va desde la arcilla cruda, el amasado, la metida al horno, la cocción a mil doscientos ochenta grados, y así hasta abrir el horno y sacar las piezas de cerámica, un largo y arduo proceso que es como abrir el huevo para que salga el animal.

Las piezas, distribuidas a lo largo del patio central del museo, buscan cobrar vida propia para entablar un diálogo con los visitantes y partir “De la tierra al vuelo” hacia sus propias historias. Estas obras provocan reflexiones sobre las relaciones y vínculos entre seres vivos que Alonso Chávez ya había suscitado en su lenguaje plástico y que ahora también se manifiestan en su escultura, invitando al público a imaginar sus propias metáforas.

Alcoholímetros homicidas

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Carlos R. Aguilar Jiménez

Crueles, brutales y ahora sanguinarios asesinos son los policías encargados de operativos llamados alcoholímetros, que se han convertido, para beneficio, especialmente de Santa Lucia, fuente inagotable de dinero, si bien quizá legales, son inmorales y arbitrarios por los altísimos costos de sus multas y el trato irrespetuoso, altanero y despótico, aceptado y promovido por su presidente municipal, para detectar a probables borrachines conduciendo vehículos de motor, convirtiéndose ahora en crueles  homicidas luego de asesinar a balazos a un joven estudiante.

El asesinato cruel y brutal perpetrado por unos póngidos armados es motivo extremo y ocasión para reseñar que, si bien, los operativos de alcoholemia tienen un sentido correcto para disuadir a bebedores , condicionarlos a beber con moderación o a buscar atajos para evitarlos, lo cierto es que, en especial los operativos que implementa la Secretaria de Vialidad estatal en la carretera del cerro del Fortín, pero, principalmente los del municipio del pueblo de Santa Lucía, son crueles, arbitrarios, abusivos y ahora criminales, porque no se conforman con bloquear la carretera panamericana y Camino Nacional, sino todas las calles alternas para evitar el escape de potenciales conductores alcoholizados, a quienes bajan del vehículo y con insultos y humillaciones.

El municipio de Santa Lucía, que de santo no tiene nada, es la zona roja de la ciudad, el rumbo pervertido donde funciona la mayoría de bares, antros y burdeles a toda hora, explotando a mujeres migrantes y nacionales incluso menores de edad, estableciendo su estrategia de operativos para que ningún consumidor de bebidas alcohólicas se les escape, preparando perversamente emplazamientos y horas para así obtener la mayor cantidad de dinero de los beodos por concepto de detención y arrastre con grúa del vehículo, sanción administrativa y arresto, más lo que consiguen al vender después del encierro en corralón, llantas, baterías y accesorios o componentes de los vehículos que sustituyen por usados o simplemente se roban.

Inhumanos policías, como la mayoría con pistola y uniforme, asesinaron a un estudiante de la Universidad Anáhuac, Diego Ignacio Paz, que si para mal tiene cierta responsabilidad, no lo sé, lo indigno y cierto es que nunca los póngidos (policías)  deberían estar armados en operativos de alcoholemia, porque se trata de sancionar, arrestar o multar a ciudadanos que por fiesteros o imprudentes se pasaron de copas pero no son delincuentes, simplemente son personas que cometen faltas administrativas, no así los policías en sus operativos, quienes fuertemente armados en patrullas y motos intimidan a cualquiera en su operativo y ahora matando despiadadamente a un estudiante universitario. Probablemente los detendrán, los liberaran luego y los operativos seguirán, porque para los presidentes municipales y toda su mafia encargada, es uno de los mejores negocios de extorsión interrelacionado con licencias de bares y prostíbulos de Santa Lucía del Camino a la corrupción.