PRI-Gómez Mont: la negociación por nada

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+ Reforma fiscal e IVA: todo benefició a PRI

 

Hasta parecería que la inconformidad manifestada en septiembre pasado por los diputados federales del PRI por Oaxaca, en contra de la potencial formación de una alianza opositora en la entidad, es un tema agotado. Sin embargo, nada parece más novedoso, ante la aceptación expresa tanto del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, como del coordinador de la bancada priista en la Cámara baja, Francisco Rojas, de que para la negociación del paquete económico federal del presente año, sí se negoció el tema de las alianzas opositoras en entidades como la nuestra. El asunto, nuevamente, cobra relevancia por las particulares condiciones políticas y económicas que prevalecen en Oaxaca, y en el ámbito nacional.

De entrada, es necesario ver en retrospectiva qué fue lo que pasó en septiembre de 2009. Si bien se recuerda, fue a finales de ese mes, cuando por primera vez los dirigentes nacionales del PAN y PRD, César Nava y Jesús Ortega, aceptaron que sostenían pláticas en las que exploraban la posibilidad de coaligarse para algunos procesos electorales estatales que se realizarían en 2010. Mencionaron, particularmente, las altas posibilidades de ir juntos a la elección de Gobernador en Oaxaca.

Cuando esto ocurrió, un importante grupo de diputados federales por Oaxaca, encabezados por Eviel Pérez Magaña, convocaron a conferencia de prensa en la Cámara baja del Congreso de la Unión, para condenar la posible conformación de una alianza opositora, y por esos mismos días hicieron trascender la versión, supuestamente desmentida días después, de que rechazarían el paquete económico propuesto por el presidente Felipe Calderón, si el PAN no declinaba a ir en comunión con las fuerzas de izquierda para los comicios estatales que se avecinaban.

Algunos puntos, que en su momento fueron negados, ahora resultan ser ciertos y trascendentales en el presente: el primero de ellos, fue que el interés real de los diputados federales al rechazar las coaliciones entre el PAN y las fuerzas de izquierda, no sólo tenía que ver con Oaxaca sino sobre todo con lo que pudiera ocurrir, en 2011, en el Estado de México; otro punto que fue negado, pero que ahora se sabe que también es real, fue el condicionamiento priista al paquete económico. El más trascendental, quizá, fue la negociación que sí existió entre el gobierno federal y sectores priistas, para la aprobación de un paquete económico, que no fue el enviado por el presidente Calderón al Congreso.

Hoy, la realidad se impone por sí misma. Aún con el rechazo de la diputación federal priista a las alianzas, éstas sí ocurrieron. Los tricolores en el Congreso mintieron al asegurar que, contrario a lo que habían hecho trascender, ellos no habían condicionado el paquete económico al compromiso expreso del gobierno federal, de que el PAN no se coaligaría con el PRD para futuros comicios estatales. Y lo más revelador de todo este asunto, resulta ser el grave aprieto en el que metieron al Secretario de Gobernación, que hoy ya no es un interlocutor creíble y convalidado, gracias a un acuerdo por el que en realidad fue engañado.

Veamos en qué radica el engaño.

 

NEGOCIACIÓN FALLIDA

En agosto de 2009, el gobierno federal adelantó que, en la presentación del paquete económico para el año siguiente —que por norma constitucional debe ocurrir en los primeros días de septiembre—, propondría la creación de un impuesto general de 2 por ciento al consumo. Dicho gravamen, dijo, tendría como objetivo el combate a la pobreza y sería etiquetado expresamente para que la Sedesol incrementara la capacidad y el monto de los programas sociales, y —como en el slogan oficial— se beneficiara más a los que menos tienen.

Cuando ocurrió el anuncio de las alianzas electorales, en el Congreso se discutía la posibilidad de establecer ese impuesto general. Sobre ese punto, particularmente, fue sobre el que amagó el PRI al gobierno federal: Si el PAN insistía en las alianzas, los tricolores rechazarían cualquier incremento a los impuestos y, por tanto, cualquier posibilidad de incrementar el ingreso público.

Finalmente, el gobierno federal propuso, y el PRI hizo suya, una propuesta alternativa a la del 2 por ciento al consumo: se planteó el incrementar un punto porcentual al IVA. La justificación del gobierno federal era aceptable: así se incrementaría la recaudación. Y la del PRI era inmejorable: apoyarían un incremento a impuestos, que no tocaría el emocional gravamen a los alimentos y medicinas. Así, todos parecieron quedar contentos.

Hoy se sabe, en base a la aceptación hecha tanto por el secretario Gómez Mont, como por el coordinador de los diputados priistas, Rojas Gutiérrez, que sí hubo una negociación: el PRI apoyó el incremento al IVA, ante la promesa del negociador federal de que el PAN no entablaría alianzas electorales. Con ello, sus respectivas posiciones partidistas estarían a salvo, y el tema del gasto público —que es un asunto de Estado— también estaría resuelto.

Sólo que todos parecieron, al final, haber engañado a Gómez Mont. El PRI salió altamente beneficiado con el incremento al IVA, porque éste es un impuesto distribuible en las entidades federativas, mientras que el 2 por ciento sería manejado directamente por el gobierno federal. Por eso, entidades como Oaxaca o el Estado de México fueron de las más beneficiadas en sus presupuestos.

Pero además de ese altísimo beneficio económico para los gobiernos priistas, éstos hicieron pactar a Gómez Mont la no conformación de alianzas entre el PAN y el PRD. Si éste no pudo lograr que esas alianzas fallaran, de todos modos dejaría de ser un interlocutor válido. Sólo le quedaría renunciar a Gobernación, o renunciar a su partido. Esto último fue lo elegido. Mientras los priistas se llevaron la mayor parte del dinero obtenido del alza de impuestos, y metieron al gobierno federal en un brete, por la disposición de su Secretario de Gobernación para transigir sobre asuntos partidistas en una mesa de negociación formal entre los Poderes del Estado.

 

COMPETENCIA REAL

En un artículo publicado ayer en El Universal, Francisco Abundis, director de Parametría, explica con detalle por qué la alianza del PRD y PAN inquieta tanto a los priistas. Pone el ejemplo de Oaxaca, y dice que mientras el PRI aventaja en las preferencias del electorado, cuando a las alianzas se les pone candidato, Gabino Cué rebasa por más de cinco puntos a cualquier aspirante priista. Ese texto completo, puede leerlo haciendo clic aquí. Un análisis interesante.

almargen@tiempoenlinea.com.mx

almargenoaxaca.wordpress.com

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