IP: es imprudente pedir de nuevo mano dura contra bloqueos

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+ Pablo Arnaud: todos los “gallos” de la oposición, ignorados

En una reunión con el candidato de la Coalición por la Transformación de Oaxaca, Eviel Pérez Magaña, representantes de diversas organizaciones de hoteleros, comerciantes, transportistas, restauranteros, y otros rubros, le exigieron la aplicación de “mano dura” en contra de los grupos que buscan desestabilizar la entidad a través de bloqueos, marchas y manifestaciones. Ante las experiencias, ¿podemos seguir suponiendo que aplicar la “mano dura”, es la solución?

Para responder a esa pregunta, los oaxaqueños de a pie necesariamente debemos entender el presente, aunque no sin dejar de acudir al pasado reciente. En este sentido, es evidente que los comerciantes y prestadores de servicios de la capital oaxaqueña, son los más afectados por las acciones no sólo del magisterio, sino de todos los grupos que recurrentemente afectan la vía pública.

Es, en este sentido, perfectamente comprensible que se sientan agredidos todos aquellos propietarios de los pequeños y medianos comercios que, en días como el de ayer, fueron afectados por el llamado “boicot comercial” que el día de ayer emprendieron los profesores de la Sección 22 del SNTE. Es imposible regatearles la inconformidad respecto a las acciones de protesta, que dentro de un par de semanas comenzarán a ocurrir, cuando los “profesores democráticos” estallen su paro indefinido de labores y se establezcan en plantón en todo el primer cuadro de la capital oaxaqueña.

Sin embargo, nuevamente ante ello, tendríamos que preguntarnos: ¿Es la solución aplicar la mano dura? En base al pasado reciente, la respuesta necesaria tendría que ser en sentido negativo. La realidad misma ya enseñó tanto al gobierno estatal, como a los grupos que se vieron involucrados en el conflicto magisterial y popular de 2006, todas las consecuencias que trae aparejada una incorrecta aplicación de las atribuciones de fuerza que tiene el Estado.

Baste recordar lo ocurrido hace cuatro años: luego de un paro de labores y un plantón en el corazón de la capital oaxaqueña, que había durado 22 días, diversos grupos de comerciantes y prestadores de servicios exigieron al gobernador Ulises Ruiz, justamente que aplicara la mano dura en contra de los inconformes, y los desalojara. Si se tiene memoria, una de las razones fundamentales que siempre ha dado el Mandatario para haber decidido la aplicación de la fuerza, fue justamente esa: que diversos grupos se lo habían solicitado, y que él había respondido a tal exigencia emprendiendo un operativo policiaco, aquel fatídico 14 de junio de 2006, para despejar las calles del Centro Histórico de Oaxaca de Juárez.

Las consecuencias fueron funestas para todos: la aplicación de la “mano dura” derivó en una inconformidad de grandes magnitudes, que se prolongó por más de siete meses y que tuvo escaladas de violencia nunca antes vistas en la entidad. El conflicto dejó pérdidas para todos los sectores productivos de la entidad —principalmente los relacionados directa o indirectamente con la industria turística—, que hoy se calculan en varios miles de millones de pesos. Se perdieron más de 10 mil empleos directos, que con dificultades se han podido ir recuperando.

Al final, cada quien cargó con sus propios daños: el gobierno estatal se conformó con haber recuperado la “paz social”, y el federal nunca cumplió con los apoyos que, en medio del conflicto, anunció para los sectores económicos afectados. Muchos comercios sucumbieron, y otros hoy todavía enfrentan deudas derivadas de aquella crisis. En aquellos momentos, nadie imaginó que la aplicación de la “mano dura” tuviera un costo tan elevado.

¿QUÉ HACER?

Ante las exigencias ahora referidas, el candidato Pérez Magaña fue cuidadoso en cuanto a no prometer justamente la aplicación de la mano dura. Esto, porque el Abanderado priista busca construirse la imagen de elemento conciliador entre quienes hoy mantienen una relación tirante y casi nula (es decir, el gobierno estatal y la Sección 22 del SNTE). Pero, sobre todo, porque más allá de sus estrategias, se deben tender otros caminos para lograr otro tipo de relación con los grupos inconformes.

¿Qué hacer, si la “mano dura” resulta ser un camino inviable? Evidentemente, la respuesta no es la de suponer que como la dureza no funciona, entonces se debe dejar hacer todo a manifestantes. No. En realidad, en lo que deberá trabajar con ahínco cualquiera que llegue a gobernar la entidad, es en la construcción de verdaderas posibilidades de interlocución, de concertación política y de sentido de la gobernabilidad, con los grupos y conflictos que recurrentemente convulsionan la ciudad como medio de hacer valer sus inconformidades.

Esto parece una utopía, o una falacia. Pero lo que ha ocurrido, cuando menos en esta administración, es que la instancia encargada de la gobernabilidad en el Estado, se ha dedicado únicamente a administrar y enfrentar los conflictos sólo cuando éstos ya estallaron. No ha existido un verdadero compromiso, y tampoco una noción clara de cómo se debe hacer algo más que preservar una “gobernabilidad”, que en realidad se caracteriza por negociar cuestiones momentáneas, pero que difícilmente logra poner remedios de fondo a los problemas que hacen crisis.

La realidad ha enseñado que en Oaxaca no son viables ni la “mano dura”, ni otras apuestas como la de la “regulación” de las manifestaciones. El único camino que queda libre, es el de construir una verdadera gobernabilidad que apueste a la posibilidad de tener interlocución con todos los actores, a la previsión de los conflictos, y a la preservación no sólo de la paz, sino de los acuerdos duraderos. Nadie, nunca, podrá terminar al cien por ciento con los manifestantes. Pero sí sería conveniente tener instancias que hicieran algo más que reaccionar —o esconderse— ante los líos que emergen.

OPOSITORES RELEGADOS

Ayer renunció Pablo Arnaud a su militancia panista. Se dijo inconforme por las faltas al respeto, a la equidad y a la democracia que ha habido en la toma de decisiones en el PAN. ¿Alguien recuerda los nombres de los seis aspirantes opositores a la gubernatura? A ninguno se le incluyó en el reparto de posiciones tanto en la campaña, como en las diputaciones plurinominales. Esta es la segunda ruptura. Podría haber más.

almargen@tiempoenlinea.com.mx

almargenoaxaca.wordpress.com

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