Ayer quedó demostrado que al grupo del ex gobernador Ulises Ruiz sólo le gustan las imposiciones y la demagogia, cuando son de casa. Ante el anuncio de que el candidato a la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez por el PRI será un personaje que no pertenece a su ralea política, propios y extraños en el ulisismo no se aguantaron las ganas de denunciar una imposición, un farsa y un fraude, que en realidad ni siquiera se llevó según los métodos que ellos mismos establecieron en Oaxaca. La realidad, finalmente, la realidad parece estar alcanzando a ese grupo que creyó que, al menos en el PRI local, sí podría tener control e influencia transexenal.
En efecto, al mediodía de ayer medios locales dieron a conocer que el Comité Ejecutivo Nacional del PRI había llegado a la conclusión definitiva de que el diputado priista Javier Villacaña Jiménez sería su candidato a la alcaldía citadina. Minutos más tarde el propio aspirante confirmó el hecho mientras llamaba a la unidad y la disciplina a los demás contrincantes, apelando los compromisos que hace unas semanas habían contraído a través de la firma del llamado Pacto por Oaxaca.
La nominación de Villacaña no parecía que pudiera darse de ese modo tan contundente, dados los antecedentes de presión y chantaje que había ejercido el grupo del ex gobernador Ruiz para tratar de hacerse de la candidatura por la vía del albazo. De hecho, el ulisismo había lanzado a José Escobar Gómez al ruedo político desde hace ya varios meses. Y a pesar de que éste intentó congraciarse con diversos sectores del tricolor, en realidad nunca pudo construir una imagen sólida o una fortaleza determinante que le permitiera acceder sin oposición a la candidatura tricolor en la capital oaxaqueña. Al final, el ulisismo significó para él no la garantía de ser candidato, sino el lastre que lo ancló en la derrota.
Empero, el ulisimo no está acostumbrado a perder, así sus victorias sólo les signifiquen derrotas. Quizá por eso, rompiendo con el uso tradicional que da a su cuenta personal de Twitter @ulisesruizo (que, según se ve, fundamentalmente la ocupa para enviar saludos o condolencias, pero en muy pocas ocasiones para temas políticos) el ex gobernador Ruiz tomó posiciones respecto a la nominación de Villacaña, argumentando lo siguiente: Fraude villacaña la elección del pri en oaxaca capital? Trampas?? Mañas??? Q vas a decir.
Escobar fue mucho más explícito al decir en su cuenta de Twitter @pepe_escobar lo siguiente: La encuesta mañosa que favorecía a @JavierVillacana se ha confirmado. No hay representatividad #Oaxaca; @CCQ_pri [César Camacho] ni siquiera ha visitado #Oaxaca y reitera viejas mañas en el PRI; El PRI sigue siendo una cuna de lobos, pues @CCQ_PRI muestra que es un dirigente antidemocrático que frena el progreso; Esta claro que la manipulación de @CCQ_PRI beneficia a la corrupción y no al interés de la gente de #Oaxaca; El Pacto por #Oaxaca no ha sido respetado, pues se emite una resolución a partir de intereses de la dirigencia antidemocrática del @CCQ_PRI; #Oaxaca sigue como está por decisiones contrarias al bien común que lo mantienen en la situación actual.
¿Por qué tanta virulencia?
IMPOSICIONES
El enojo real de Escobar, y de su mecenas el ex gobernador Ruiz, tiene su origen no en el hecho de que la famosa encuesta sea falsa, o en que se hayan roto los términos del Pacto por Oaxaca. En realidad, el enojo de ambos surgió del hecho de que no se respetó el intento del ex Gobernador por imponer a Escobar como candidato. Si el propio Pacto había establecido el método y los compromisos relacionados a cómo se determinaría la candidatura, entonces Escobar no tenía mucho que decir respecto al resultado.
Sin embargo, todo esto se inscribe en el hecho de que aún no estando en el poder, el ulisismo ha querido todo, aún cuando ellos conforman el grupo más perdedor y antidemocrático que podría existir al interior del PRI oaxaqueño. Sólo quien tenga los ojos cerrados, puede dejar de ver que aún en la derrota, ellos han tenido a sangre y fuego el control del CDE del PRI local; que son ellos los que han impuesto a más candidatos que nadie; que ellos son quienes impusieron la tradición de romper las reglas para simular procesos democráticos que terminan en la imposición de abanderados; y que, ellos más que nadie, son los que más veces han llevado al PRI a derrota por no ceder en sus candidaturas de capricho, y por lastimar a la militancia con decisiones impopulares, antidemocráticas y, en resumen, destinadas al fracaso.
Qué paradoja de todos ellos que hoy se quejan de ese proceso amañado, cuando hace apenas tres años el ulisismo sí simuló todo un proceso democrático para elegir al candidato del PRI a la gubernatura del Estado, y terminó imponiendo a Eviel Pérez Magaña (el menos aventajado de todos) como abanderado. A diferencia de esta carrera por la alcaldía citadina, en 2010 el ulisismo sí simuló una competencia al interior, metió a todos los aspirantes a una competencia sin destino; en ese ínter, el grupo gobernante se dedicó a fustigar y lastimar a todos los que, de antemano se sabía, no serían candidatos; y finalmente trató de solucionar todo a través de un arreglo que dejó descontentos a todos, y que impuso al menos competitivo de los aspirantes para terminar perdiendo la gubernatura.
Hoy, sin embargo, el descontento hizo presa de ellos a partir de una decisión salomónica del CEN del PRI. En la Ciudad de México tienen claro que la batalla por la capital es el último reducto de competitividad electoral, luego de que tanto las candidaturas a diputados locales, como la lista de abanderados por la vía de la representación proporcional, ha sido una auténtica cena de negros entre los ex Gobernadores y los grupos de poder que tienen cierta presencia en Oaxaca.
DERROTA RELATIVA
Al final, el grupo del ex gobernador Ruiz no se queda con las manos vacías. De hecho, aún sin esa candidatura en las manos de uno de los suyos, siguen teniendo mucho más de lo que se merecen. Por ellos el PRI no es gobierno en Oaxaca. Y aún así, tienen docenas de posiciones, que van desde la cuestionada Secretaría General del CDE del PRI (que se encuentra en las manos del impresentable Alejandro Avilés Álvarez), hasta candidaturas a diputados y presidentes municipales que, finalmente, serán entregadas a socios, personeros, parejas sentimentales e incondicionales. Y queda claro que a ellos sí les gusta la imposición, pero sólo cuando son ellos quienes la realizan.