Edgar Aldair Pérez Ortiz
Santa Úrsula, Tuxtepec.- Ante la presencia de campesinos, pescadores y criadores de mojarra de los pueblos chinantecos y mazatecos, en la agencia de Santa Úrsula, Tuxtepec, Oaxaca, el abogado Carlos Morales Sánchez, presentó su libro “Litigio Estratégico para el Cambio Social en México, algunos casos, algunas reflexiones.”
La explicación del contenido del libro corrió a cargo de Miguel Ángel Vásquez Ortiz, abogado y activista de la Cuenca del Papaloapan. Explicó que, en él se explica la ruta y el camino de las luchas para hacer vigentes los derechos indígenas. Es un mapa y un camino en la lucha por los derechos. Es la prueba palpable de que pueden generarse cambios desde el litigio social.
En el salón de actos del comisariado de Bienes Comunales de Santa Úrsula, pueblo chinanteco, el maestro Carlos Morales Sánchez, relató los testimonios de la defensa en materia penal en favor de personas de los pueblos indígenas desde la perspectiva penal.
Los asistentes fueron muy participativos. En sus miradas aún se siente el dolor por el etnocidio sufrido en el proceso de relocalización por la construcción de la presa Cerro de Oro inaugurada por Carlos Salinas de Gortari en 1992. Muchas familias fueron llevadas a otras partes del país en aras del desarrollo económico que no les benefició.
Hoy levantan la voz: ahora se duelen de la contaminación del río Santo Domingo por la abundante presencia de algas porque indican que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no ha abierto las compuertas de la presa.
“El espesor de las algas acuáticas llega a medir dos metros. La lechuguilla impide la vida de las especies en el río Santo Domingo. La pesca se está acabando. Las especies que antaño abundaban ya no existen. Las algas y los agroquímicos han acabado casi con la totalidad de las especies del río.”
Federico Cohetero Montor, indígena chinanteco narró que con la asesoría de Litigio Estratégico Indígena A.C. ya se promovió la demanda de amparo para rescatar el río Santo Domingo:
“Nací en 1974, cuando la presa Cerro de Oro estaba construyéndose. La presa no trajo ningún beneficio, pues disminuyó el flujo de nuestro río y ahora ya no hay producción. Por eso acudí con Litigio Estratégico Indígena quienes promovieron el amparo por el rescate de los ríos Salado y Atoyac. Para intentar rescatar el río Santo Domingo, que es un afluente del Papaloapan”
Hay esperanza en el rescate de su río. Esperan que el juicio de amparo tenga éxito. Quieren que la Conagua abra las compuertas de la presa y el agua se lleve consigo la lechuguilla que tanto daño a hecho a las especies acuáticas.
VISITE:
columnaalmargen.mx