Carlos R. Aguilar Jiménez.
La cancelación de la cuenta de Twitter de Donald Trump después de que partidarios del todavía presidente irrumpieron violentamente el Capitolio, fue denunciada por unos y celebrada por otros. Condenada especialmente por el presidente de México quien a lo que no esta de acuerdo con él, lo considera censura o violación a la Libertad de Expresión, excepto si se trata de sus sermones mañaneros que en tiempo de elecciones por ley electoral debe suspender.
Facebook, Twitter, Instagram y otras plataformas de las redes sociales son empresas privadas, son negocios particulares derivados de la ciencia y tecnología y que según David Diaz-Jogeix director de programas de la ONG de defensa de la Libertad de Expresión: “Incluso en las sociedades más avanzadas esta libertad está sujeta y condicionada pero es repudiada por el gobierno mexicano, demostrando así que en E.U., existe división de poderes y los empresarios no se someten al gobernante en turno nunca, por lo que el hecho de que un director ejecutivo pueda cancelar las cuentas del presidente de USA, es una demostración de que, como dice ha traspasado el presidente Trump. Porque en un principio se eliminaron mensajes por el riesgo inminente y real de violencia, siendo ese el elemento determinante considerando el enorme número de seguidores de Trump y su posición de influencia, dado que podría incitarse a través de las redes sociales a una insurrección que podría haber generado decenas o cientos de muertos, dado que en E.U. Los policías o Guardia Civil no son tratados como peleles al estilo de México. Y si bien es cierto que se debe respetar la Libertad de Expresión, es un hecho que desde siempre en las redes sociales públicas que censuraron a Trump no se puede, esta prohibido, es inmoral, publicar pornografía, escenas violentas ni muchas otras cosas que la propia ética o moral considera impublicables, así que la Libertad de Expresión es un hecho que se respeta en EU, pero con ciertos límites, porque en todo hay límites, parámetros y reglamentos. Y las redes sociales tienen dueño y normas, no son oficiales y los propietarios, como cualquier dueño o propietario de algo, tiene todo el derecho de hacer con su propiedad lo que quiera, obviamente, con ciertos límites, porque son los límites los que moderan a la sociedad y civilización a través de su moral, religión, constitución, leyes y ordenanzas, porque no somos silvestres, no vivimos en estado salvaje como parte del paisaje, tenemos que respetar los límites y leyes establecidas democráticamente y una de esas es que no se puede incitar a la violencia a través de las redes sociales, ni se pueden publicar declaraciones de racismo, misoginia, xenofobia, anuncios de cigarros, drogas y todas las lacras de la sociedad moderna, que sí pueden aparecer una o dos veces de inmediato son eliminadas aunque algunos digan que los censuran, como quien no quiere cumplir con la ley dejar las misas matutinas, acatando límites establecidos por INE.
