+ Llevar conflicto al límite, estrategia de siempre
No sorprende que, ante las respuestas dadas por el gobierno estatal a su pliego petitorio, la Asamblea Estatal de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, las considere “nulas” y amague con movilizaciones y paro indefinido de labores a partir de la próxima semana, como tampoco sorprende que ni ahora ni después, haya un arreglo efectivo al eterno conflicto que plantean.
Hoy, es claro que sus estrategias de: a) llevar todo proceso de negociación al límite; y, b) hacer planteamientos abstractos, que son inalcanzables y, por tanto, irresolubles, hoy están en marcha. Todo esto, que no es nuevo, hoy se aparece como una práctica reiterada que además será una losa con la que se tope el gobierno estatal a la hora de tratar de arreglarse con uno de sus supuestos “principales aliados”.
¿Por qué asegurar, en primer término, que el magisterio de Oaxaca pretende llevar, como cada año, al límite este proceso de negociación, antes de hallar cualquier solución posible? Porque queda claro que, independientemente de cualquier respuesta que diera el gobierno estatal a su pliego petitorio estatal, es ya una “costumbre” el rechazo inicial a esa primera respuesta, calificándola —como ahora— de “nula” o —como en otros años— de “insuficiente” o de “poco receptiva” a las demandas del magisterio.
De hecho, se sobreentiende que cada año la jornada de lucha de la Sección 22 por la satisfacción de las demandas que exige al gobierno estatal, inicie el 1 de mayo con la marcha del día del trabajo y la presentación de su pliego petitorio; que, como acaba de ocurrir, el gobierno estatal dé una primera respuesta que es descalificada por el magisterio, que decide resolver en su Asamblea Estatal en la víspera del Día del Maestro (15 de mayo), y finalmente conseguir un arreglo en los últimos días del mes, cuando ya aseguran que es inminente el estallamiento del paro definido, o cuando incluso éste ya se ha decretado. A grandes rasgos, ese es el “calendario” tradicional de la protesta y la negociación magisterial, en el mejor de sus escenarios.
En ese sentido, queda claro que lo que está pasando hoy no parece estar desajustándose de su programa anual. La Asamblea Estatal del magisterio está utilizando su tradición para “asustar” a todo aquel que se deje, y para endurecer los posicionamientos con miras a elevar la expectativa de lo que se puede conseguir.
En esa lógica, también es visible que, en este momento, los profesores ni siquiera tomaron en cuenta el contenido de la propuesta de solución del Ejecutivo Estatal a sus demandas (nunca lo hacen), y que más bien lo que están buscando es ir incrementando el nivel de nerviosismo y de demanda de la sociedad al gobierno de Oaxaca, que solucione las demandas de la Sección 22, antes de que ellos decidan estallar un paro de labores y plantón en el primer cuadro de la capital oaxaqueña, que lesione el interés y los derechos de la mayoría.
Queda claro, pues, que hoy lo que están haciendo, es de algún modo “jugar” con la estabilidad emocional de los oaxaqueños, y están poniendo a prueba, como cada año, la capacidad de resistencia y de concertación del gobierno estatal. Nada está fuera del esquema; sin embargo, eso no significa que esto no pueda convertirse en un conflicto real, si no se le da el tratamiento adecuado desde las altas esferas gubernamentales.
NEGOCIACIÓN IMPOSIBLE
Sin embargo, más allá de los tiempos, los “calendarios” y las tradiciones de lucha de la Sección 22, también queda claro que independientemente de lo que les responda o satisfaga el gobierno de Gabino Cué Monteagudo, de todos modos el conflicto no acabará. Esto se desprende del tipo de demandas que plantean, y de la imposibilidad material de alcanzarlas en el terreno que ellos pretenden.
Veamos si no. Al dar a conocer su postura inicial, respecto a los planteamientos con los que el gobierno estatal respondió a sus peticiones, la Asamblea Estatal de la 22 ratificó las siguientes demandas como irrenunciables. De acuerdo con un comunicado enviado por la Sección 22, ésta anunció lo siguiente:
“La asamblea, que se quedó como permanente, exigió al gobierno federal y estatal la presentación con vida del profesor Carlos René Román Salazar, así como el castigo al ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz y demás responsables de las agresiones durante el conflicto de 2006.
“Ratificó también la exigencia de la salida de Irma Piñeiro Arias, de la Secretaría General de Gobierno; Bernardo Vásquez Colmenares, como director del IEEPO y Marco Tulio López Escamilla, de la Secretaría de Seguridad Pública (…) Así también, mantienen la petición para anula la Alianza por la Calidad Educativa en la entidad; su postura en contra de la ley del ISSSTE, de la reforma laboral “y demás agresiones de la base trabajadora”.
¿Cómo dar respuesta a esos planteamientos que, lejos de estar en el campo de lo material, se encuentran en el terreno de lo aspiracional y abstracto? Y es que tal parece que ninguna de estas últimas peticiones tiene la capacidad de ser hoy el detonante de un conflicto mayor. Sin embargo, la imposibilidad de resolverlas, y el recordatorio reiterado que hace el magisterio de ellas al gobierno estatal, da la certeza de que como esto no tiene posibilidad de arreglo, entonces la desavenencia formal y eterna entre el magisterio y el gobierno estatal, tampoco hallará el sendero de la solución en el futuro cercano.
Finalmente, es claro que la postura de la Sección 22 del SNTE es, y seguirá siendo, de disidencia, independientemente de quién gobierne. En estos tiempos de “democracia”, queda claro que no existe trinchera mejor, y más redituable, que la que hoy asume monopólicamente el magisterio oaxaqueño.
Por eso, hoy que existe alternancia política en el poder, vemos a un sindicato magisterial más activo, más altivo, y más retador que nunca. Es cierto: junto con Gabino Cué, ellos ganaron la elección; pero aún en esa posición decidieron “perder” (al no establecer relación de cogobierno con el Ejecutivo) para seguir ganando, indefinidamente, a través de su plan de acción y sus protestas. Vaya paradoja.
ASPECTOS ATÍPICOS
Habría que poner, en todo esto, particular atención al caso del profesor desaparecido, y al que recientemente, según denuncian, fue “levantado”. Eso, más que hostigamiento, revela una nueva forma de lucha interna en la 22, que en un momento dado sí podría descomponer no sólo su panorama, sino también el de la gobernabilidad en Oaxaca. Cuidado.