Mariano Estrada Martínez
Tengo que confesar que de todas las promesas de campaña de Francisco Martínez Neri, la que más me llena de esperanza es la de Oaxaca, ciudad educadora.
El nuevo edil hereda un municipio en crisis, frente a lo cual deberá tener programas y acciones de corto plazo para atender el bacheo de calles, el comercio informal, reactivar la economía, rescatar espacios públicos, tapar coladeras robadas, ponerle placas a todos los monumentos que ya están en el fierro viejo y sobre todo, velar por los derechos humanos de mujeres vulneradas, destrabar bloqueos, etc.
En su discurso de toma de posesión y en innumerables ocasiones ha dicho que Oaxaca es una casa y que todas las acciones de la ciudadanía, tienen que ver con la educación, que va desde guardar la basura, separarla, cuidar a los animales, limpieza de las calles y tránsito vehicular, entre otras acciones que tienen que formar parte del comportamiento humano.
Vivimos en un Oaxaca que más bien dicho deseduca: paros, bloqueos, mierda de perros por todas partes, topes y más topes a falta de educación vial, moches, corrupción… Necesitamos jalar parejo: gobierno, escuelas, familia.
En mi humilde opinión ¿Qué es una ciudad educadora?
· Ciudad educadora que haga que se respete las paredes de los demás.
· Ciudad educadora para que cada alumno de escuela pública sea capaz de encontrar su camino con un año entero de clases, sólo así esos niños serán capaces de descubrir aquello en lo que son buenos y los universitarios sean excelentes profesionistas.
· Ciudad educadora que enseñe historia, para tener memoria y nos nos den atole con el dedo cada campaña política.
· Ciudad educadora para conocer y cuidar nuestro valiosísimo entorno; para que se enseñe a cuidar los ríos, no matar pajaritos, y salvar a las luciérnagas.
· Ciudad educadora para acabar con los partidos chiquitos, para que aprendamos a votar una segunda vuelta, para que defendamos el verdadero sentido del voto.
· Ciudad educadora que sea capaz de discernir la información, que deje de hacer tendencia a “Betty la fea” y que llene colegios, bibliotecas y salas de teatro, ópera, conciertos de buena música y menos música denigrante.
· Ciudad educadora con foros en donde jóvenes, niños y adultos aprendan a expresarse sin bloquear, para que la gente sepa decir lo que siente y necesita sin hacer daños a terceros.
· Ciudad educadora que valore y disfrute del arte, de la ciencia y de las letras en todas sus formas y que haya mas de “un” escultor en las calles y parques.
· Ciudad educadora que cuide de sus adultos mayores y que dignifique sus largas filas para sus pensiones y hogares de acogida.
· Ciudad educadora que si no sirven los semáforos, sirva el sentido común y se respete el uno por uno.
· Ciudad educadora que identifique las injusticias.
· Ciudad educadora que se sienta orgulloso de sus orígenes, que se respete al que viene del campo, que se cuide el origen y manantial de todo lo que comemos.
· Ciudad educadora que haga cada quien su parte, ni mas, ni menos.
· Oaxaca, ciudad educadora que cobije con su esplendor al turismo del que vivimos la mayoría, los que no tenemos sueldo ni de sindicato, ni de burócrata.
· Ciudad educadora en la esperanza, en la posibilidad de un Oaxaca mejor, sin tanto maldito egoísmo, comprendiendo que es posible brillar sin opacar a los otros, que sepa que hay distintos caminos de solución y no el más aprendido en las tres últimas décadas.
· Ciudad educadora que ande en bici, que los niños caminen solos, que las mujeres no tengan miedo.
· Ciudad educadora en la que haya muchas banquetas ocupadas con lindos cafés y bonitos toldos y no picos de concreto y techumbres ambulantes sin control.
· Ciudad educadora en donde se respire porvenir.
· Ciudad educadora en dónde se valga soñar.
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