+ Puente: el Gobierno no planea cancelarlo
En un verdadero Estado democrático, resulta inadmisible que, por un asunto de ciudadanía, un líder sea amenazado de muerte. Y lo es más que, aprovechando esa oposición tolerada por el propio gobierno, haya grupos amorfos que intenten lastimar a un personaje como el maestro Francisco Toledo. Por esa razón, todos los oaxaqueños (el Estado y la sociedad), debiéramos estar profundamente preocupados por los amagues proferidos en contra del Artista oaxaqueño.
Francisco Toledo es uno de esos mecenas culturales que cualquier ciudad del mundo quisiera tener. Su actividad artística pasó de ser de mera demostración de sus capacidades y sensibilidad personales, para convertirse en un auténtico liderazgo que ha buscado fomentar y promover la cultura en Oaxaca a todos los niveles.
Gracias al maestro Toledo existen algunos de los espacios culturales más importantes de nuestro Estado, e incluso del país. Del mismo modo, ha compartido las ganancias obtenidas de su obra para promover talleres y espacios de difusión cultural. Y junto con otras organizaciones determinantes para la vida cultural del Estado, como la Fundación Alfredo Harp Helú, han dado a Oaxaca las características —la mayoría de las veces poco valoradas por el gobierno y la propia ciudadanía— como una de las capitales culturales más importantes del continente, y del mundo.
Una parte importante de esa promoción de la cultura, tiene que ver con la preservación de la capital oaxaqueña. El maestro Toledo, y las organizaciones culturales que coinciden con sus causas, han entendido que uno de los temas comunes más importantes para toda la ciudadanía, radica justamente en la generación de condiciones adecuadas para el desarrollo armónico de nuestra ciudad.
A partir de eso se explica que Pro Oax, el maestro Toledo, la Fundación Harp, y algunas otras organizaciones, sean partícipes permanentes de proyectos a favor de la capital oaxaqueña (el rescate y desarrollo armónico de los espacios públicos, la preservación de sitios históricos, el establecimiento de nuevos y mejores espacios culturales, y el fomento a todo tipo de actividades artísticas para niños, jóvenes y adultos, sin importar su origen, condición y estrato socioeconómico).
Y a partir de ello se explica también que él, y las organizaciones antes mencionadas, hubieran pedido opinar e intervenir en un proyecto tan importante para la vida pública de los oaxaqueños, como lo es el Distribuidor Vial que pretenden hacer en el crucero de Cinco Señores.
Incluso, si esto se entiende en una perspectiva más amplia, era deber de ellos oponerse al plan original del gobierno, para también proponer alternativas inteligentes de solución, y pedir la revisión integral de ese proyecto. Todo esto, en el entendido de que en un Estado democrático —como el que tanto pregona el régimen gobernante— nadie posee la verdad absoluta, y que por esa razón las decisiones que implican a todos deben ser acordadas y enriquecidas con la visión de quienes generalmente intervienen en esos asuntos, desde esferas determinantes del ámbito privado.
AMENAZAS INADMISIBLES
Ayer, en un noticiero radiofónico de la capital del país, el maestro Toledo denunció que las amenazas que ha recibido, “pueden tener su origen en su reciente participación en unas mesas sobre la construcción de un puente, ubicado en Cinco Señores a las afueras de Oaxaca, ya que sugirieron escuchar otras propuestas de proyecto y exigieron revelar el proyecto completo dedicado a las zonas conflictivas de tránsito de la entidad, situación que derivó en la suspensión de la obra.”
Ante esta aceptación expresa, es necesario considerar tres cuestiones fundamentales: primera, si el Gobierno del Estado fue o no tolerante con la firme oposición presentada por el maestro Toledo y otras personalidades de la vida cultural del Estado; y segundo, si derivado de la aparente suspensión de la obra, en realidad el gobierno estatal sí o no pretende modificar el proyecto. E incluso, en un tercer momento, si no esos asuntos han sido ocasión para terceros aprovechados, que buscan sacar una ganancia del momento y del posible enojo de quienes se vieron afectados con la suspensión de la obra vial en Cinco Señores.
La primera de las cuestiones es esencial. Porque aún cuando el gobierno estatal nunca ha sido claro en su postura respecto a los cuestionamientos a la obra hechos por el maestro Toledo, Pro Oax o la Fundación Harp, éste tampoco ha sido intolerante o impermeable a las críticas. De hecho, esa parece ser la razón por la cual se decidió la suspensión temporal de la obra y la revisión del proyecto. De no haber tenido voluntad, simplemente habría tomado las críticas como disentimientos, y —como era en el pasado— habría desoído las alternativas, y seguido adelante con los trabajos de construcción hasta completarlos.
La segunda también es importante. Porque hasta donde se sabe, las obras del Distribuidor se encuentran detenidas únicamente por un asunto logístico, y no porque la obra esté suspendida definitivamente. La falta de claridad en la postura del gobierno, deriva en la posibilidad de que únicamente se le haya dado, literalmente, la vuelta a la dinámica de construcción del distribuidor, pero que éste siga en sus planes originales, y que en lugar de construir primero el puente y después el túnel, ahora se vaya a construir éste primero, y aquel después, para dar tiempo a la presentación de alternativas viables en la construcción del paso elevado.
La tercera de las cuestiones es, incluso, más sintomática de nuestros tiempos. No sería el primer caso de una extorsión que deriva de un asunto polémico, en el que terceros buscan obtener ganancias de conflictos entre dos personajes o ámbitos conocidos.
Sin embargo, como quiera que sea, este es un asunto preocupante, en el que el gobierno debe tomar todas las previsiones. Es inadmisible que permita que alguien (el constructor afectado, funcionarios dolidos, sus detractores de siempre, grupos criminales o fanáticos disidentes) pretendan intimidar a un personaje que lo único que ha hecho es dar, y mucho y siempre, a la cultura y al arte en Oaxaca. El Estado no puede darse el lujo de permitir algo así.
¿PARA CUÁNDO?
Por cierto, sería bueno que Sinfra informara a los oaxaqueños su estimación real respecto a la reanudación de los trabajos en el Distribuidor, y el tiempo que tomará su culminación. Al menos para saber cuánto tiempo más tendremos que evitar la zona, o padecer las molestias.