+ Falta de consenso, reflejo de crisis ideológica
El viernes pasado, en su asamblea estatal, la Sección 22 del SNTE decidió iniciar una jornada de movilización rotativa por regiones, como parte de la cobertura al proceso de creación de la nueva ley estatal de educación y de las respectivas mesas de negociación que tiene con los gobiernos estatal y federal. Aunque ésta parece una decisión sólida y con suficiente legitimación, en realidad al interior de la 22 parece que los sectores radicales están perdiendo la guía del equilibrio entre la movilización y el apego a los principios políticos que rigen a ese sindicato.
En efecto, aunque en apariencia las decisiones tomadas por la Sección 22 parecen seguir la misma lógica de siempre de la movilización-negociación-movilización, desde el mismo seno del magisterio existen voces que alertan sobre las desviaciones de la lucha magisterial y lo complejo que resulta en estos momentos creer que son todos los maestros quienes están asumiendo decisiones que, en realidad, están siendo tomadas por unos cuántos. Vale la pena entender esta vertiente de la crisis educativa de la entidad.
Y es que resulta que el pasado 18 de julio, producto de su Asamblea Estatal Extraordinaria, la Sección 22 fijó como su tarea número 33 lo siguiente: “Esta Asamblea Estatal después de haber realizado su consulta a las bases, en el marco de la defensa de la Educación Pública, por la estabilidad laboral de los trabajadores de la educación, por el respeto irrestricto a los acuerdos políticos y suscritos ganados por el MDTEO, por la construcción de una Ley de Educación para el Estado Libre y soberano de Oaxaca donde se incluyan los resolutivos de los 37 foros sectoriales, por una comisión de la verdad que de justicia al pueblo de Oaxaca y preparar las condiciones de unidad a nivel nacional para continuar la lucha por la abrogación de las contrareformas a los art. 3º y 73 constitucionales así como de sus tres leyes reglamentarias punitivas, declara una jornada de movilización rotativa por regiones, iniciando el día 21 de julio de 2014 en el zócalo de la Ciudad de Oaxaca…”
Esta es la respuesta, según la Sección 22, al proceso de construcción de la ley educativa y a las mesas de negociación con los gobiernos estatal y federal. En dicho resolutivo asumen que el proceso legislativo de la ley educativa se llevará a cabo conforme a lo firmado en la declaración política del 10 de marzo pasado, sin albazos, y por eso no disponen el establecimiento de cerco alguno en las instalaciones del Congreso del Estado.
Sin embargo, más allá de haber dispuesto la movilización rotativa y las acciones para el mes siguiente —hasta antes del inicio del nuevo ciclo escolar— habría que preguntarse qué proceso ha seguido la toma de esas decisiones y qué grado de legitimidad tienen éstas en realidad.
LAS DESVIACIONES
Ayer, en las páginas del diario Noticias aparece un texto de Ricardo Rojo, que constituye una de las críticas internas más agudas que se le han hecho a la Sección 22 en los últimos tiempos. El articulista comienza dando dos datos que son reveladores, respecto a la Asamblea del 18 de julio, y a la forma en cómo en base a una consulta a las bases, se tomó la decisión de ir al paro rotativo.
El primero de esos datos, es el siguiente: que el pasado viernes se instaló “una forzada” asamblea estatal, con sólo 444 representantes de un total de 856. Es decir, que si la Asamblea Estatal funciona con un quórum de la mitad más uno, para poder llevarse a cabo necesitaba la presencia de 429 delegados. Y el hecho de que sólo hayan acudido 444 de los 856, revela que las decisiones tomadas en esa Asamblea fue sólo con el 51.86 por ciento del total de representantes magisteriales.
Y el segundo dato que ofrece Ricardo Rojo es tanto o más revelador. Afirma que “según números reportados por el profesor Francisco Villalobos, Secretario de Organización”, la consulta a las bases a partir de la cual se tomó la decisión de realizar plantones masivos rotativos regionales en el zócalo citadino tiene como base “un dato frío resultado de una consulta: 14,418 profesores en favor, de un total de 78,233”.
Después de eso, Rojo alude el documento orientador para la jornada de lucha nacional y estatal, en el que la 22 llama a la unidad a todas sus bases magisteriales, y a continuar de manera organizada, con acciones contundentes y multitudinarias, para que con imaginación y capacidad de análisis, puedan responder a los intentos del gobierno porque abandonen la lucha.
Frente a este llamado, y lo contrastante de los números con los que la Asamblea de la Sección 22 está tomando decisiones, Ricardo Rojo reflexiona: “Estos párrafos revelan el trasfondo de una política perversa y colaboracionista si nos concretamos -sencillamente- a responder las siguientes preguntas: a) ¿tomar acuerdos con una tendencia de 14418 profesores de un total de 78233 contribuye a la unidad de su movimiento o a su división?, b) ¿No es desgastante y riesgoso andar persiguiendo diputados, aplicadores de exámenes, cierres de edificios y calles con asistencia disminuida y mantener un plantón con 37 elementos en la ciudad de México siendo un movimiento de masas poderoso?, c) ¿Acaso no pueden poner en marcha “toda su imaginación” para recrear el escenario neoliberal en el que ya cayeron? (lucha aislada, sin apoyo social, alejada de los temas nacionales como el de la entrega de la nación con la reforma energética, trampa de los diputados PRIistas y PANistas que anunciaron un albazo en la cámara local, etc.)…
“d) ¿Son los plantones regionales en el zócalo acciones de “unidad, contundentes y multitudinarias”?, e) ¿Con estas acciones “contundentes y multitudinarias” se logrará la abrogación de las reformas y adiciones a los artículos 3º y 73 de la constitución y sus leyes secundarias?, f) ¿El boicot a la Guelaguetza Oficial les devolverá las escuelas tomadas por la sección 59, la aprobación de la Ley Estatal de Educación de Oaxaca y dará respuestas a su Pliego Petitorio Estatal y Nacional?, g) ¿A quién sirve realmente una jornada de lucha en estas condiciones?”
CRÍTICA DE FONDO
Hay varios temas brutalmente dolorosos para la Sección 22, y también para la democracia en Oaxaca, que necesita de ellos. ¿Cómo lograr la abrogación de una ley? ¿Cómo recuperar su respaldo social, y las escuelas en poder de sus adversarios? Esos son dos de varios temas. Más bien, lo que parece es que el radicalismo está llevando a la 22 a la lucha irremediable, y al final a sólo darse un tope con la pared.