Carlos R. Aguilar Jiménez
Con la mejor intención y buena voluntad el gobierno de la ciudad construye ciclo vías, carriles de circulación privilegiada para bicicletas en las calles, donde se supone o espera que los ciclistas se desplacen libre y alegremente sin peligro de ser atropellados por algunos bestiales automovilistas, no obstante, la ciudad de Oaxaca no es apta para ciclistas, porque en principio no es plana, no se parece en nada Ámsterdam o el DF donde el relieve de la superficie gracias a la orografía es casi plano y liso, sin bajadas o subidas que de ida o vuelta exijan al ciclista un esfuerzo físico extraordinario para subir o remontar, excepto si se es adolescente o joven capaz de superar cualquier subida, pero si se es mayor de 30 años y, si además se desplaza a su trabajo y debe llegar impecable, limpio y fresco, no sudoroso, pestilente, jadeante y agotado a punto de tener un infarto, la bicicleta no sirve en Oaxaca.
La bicicleta sirve para ciudades pequeñas que sean planas y no haga calor superior a 25 grados que empape con sudor y transpiración la ropa del ciclista, donde no haya automovilistas desquiciados que puedan atropellar al ciclista y, en calles que las ciclo vías no puedan ser irrumpidas por los coches, donde el equipamiento urbano que delimite las ciclo vías de las calles sea de fierro o cemento, imposible de ser invadido por los autos so pena de dañar el vehículo, sin considerar además que las bicicletas sirven solo para el conductor y cinco o diez kilos de carga en portabultos, nunca para llevar el mandado, encargos o cosas que exijan un mayor esfuerzo físico, a no ser que el ciclista sea maratonista, triatleta o deportista en general, pero, para una persona normal la bicicleta solo es para entretenimiento, diversión o paseo, no un medio de transporte en una ciudad desquiciada en la que entre taxistas póngidos, camioneros brutales, automovilistas desesperados e iracundos, las bicicletas resultan frágiles transportes donde el conductor es parte de la carrocería expuesto a sufrir graves accidentes por atropellamiento. Muy bien, felicitaciones por la intención del gobierno de la ciudad construyendo ciclo vías, pero eso no es todo, se requiere primero de educación vial y cultura en general, para que, igual que en la ciudad de Ámsterdam, los ciclistas sean respetados y se les tenga toda la consideración, cortesía y atención que aquí, en una ciudad hostil y polarizada socialmente es imposible.