Carlos R. Aguilar Jiménez.
Como autoridad principal de la ciudad de Oaxaca de Juárez, el Cabildo y Presidente Municipal José A. Hernández Fraguas con la presencia del gobernador el H. Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, distinguió nombrado: Ciudadano Distinguido, Medalla Donají, Oaxaqueño Inolvidable, Ciudadano de Antequera, al Mérito Profesional, Visitante Distinguido, Diploma al Mérito y Oaxaqueño Inolvidable, siendo reconocidos, entre otros, el Coro de la Ciudad a cargo del maestro Israel D. R. Cañas Sevilla, Raúl Fernández López, Sada Solana, Guadalupe Aquino y Rafael Ballestero, todos ciudadanos con una trayectoria de trabajo, desempeño y comportamiento ejemplar, demostrándose así, que más allá de los recortes sociales, odios personales, abuso de líderes venales, polarización social y todo lo negativo que como personas o grupos representan algunos individuos, la mayoría no nacidos en Oaxaca pero que viven aquí o vienen a causar problemas, provocar daños y perjuicios, lo cierto es que en Oaxaca somos más los buenos, la gente honesta, los ciudadanos que trabajan, cumplen y son ejemplo a seguir, y si bien no a todos se les puede reconocer su trabajo y trayectoria, desde los que hace décadas barren las calles de la ciudad hasta los que se encargan de lo más delicado y complejo, con los ejemplos antes mencionados reconocidos por el H. Ayuntamiento tenemos evidencia de trabajo, respeto, disciplina, genialidad y perseverancia.
Atinadamente señaló el presidente Municipal: “Que los conflictos sociales ponen en jaque a la ciudad y se deben multiplicar los esfuerzos del gobierno para mantener su belleza y atractivo, implicando un gran reto atender las demandas de los capitalinos, porque además aproximadamente 700 mil personas llegan y se mueven a diario en la capital, convirtiéndose los habitantes en más demandantes, pero también en muchos casos poco participativos, indicando que para él es un orgullo ser autoridad del quinto municipio más apreciado por el turismo, debiendo cambiando su forma de administrar la ciudad para dar paso a la participación ciudadana, debiendo defenderla y cuidarla todos, porque si bien la gente a quien se reconoce su trabajo y desempeño cumple con lo que le corresponde, si todos y cada uno, aportamos diariamente algo por los demás, la ciudad de Oaxaca sería ejemplar, no obstante los resentidos sociales, los protervos sindicatos mafiosos y toda la gente que no fueron hijos deseados, que se dedican a causar daño a quien sea porque desde niños nunca, ni sus padres, los quisieron ni amaron y así, si alguien joven o adulto no supo nunca qué es el amor y respeto, no se puede ser reconocido ni homenajeado por nadie y menos por las autoridades municipales, que en el aniversario 486 de la ciudad reconocieron a quienes se lo merecen, como grandes y nobles Oaxaqueños.