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CONTRAFUEGO || El terrorista y sus lacayos

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Aurelio Ramos Méndez

En unas cuantas horas el primer presidente de izquierda de Colombia, Gustavo Petro, despojó de su careta de invencible y todopoderoso al arrogante terrorista y filonazi Donald Trump, y lo exhibió como patético matón de tira cómica, por más que los lacayos y Goebbels de bolsillo de este despreciable gringo tratan de venderle al mundo la versión de que fue él quien “dobló” al colombiano.

Recapitular sobre el ejemplo de dignidad de Petro es importante en momentos en ha sido declarada una guerra contra nuestro país, Canadá, China, la Unión Europea y la mayor parte del mundo por el demente y delincuente que gobierna la potencia hemisférica.

Es importante, sobre todo, ante la advertencia –así haya sido puramente retórica– del secretario de Defensa estadunidense, Pete Hegseth, en el sentido de que, de concretarse la clasificación como terroristas de los cárteles del narcotráfico, “todas las opciones estarán sobre la mesa” para “combatirlos”, incluida una invasión militar a nuestro territorio.

Petro respondió al tú por tú los abusos e insolencias del enajenado Trump, cuyas acciones han sembrado el terror –peor que si proviniesen de Osama Bin Laden o algún cartel del narco– entre millones de trabajadores indocumentados, incluidas familias enteras, a quienes persigue aun en escuelas, iglesias y hospitales con la finalidad de deportarlos.

El admirador y jefe del neonazi Elon Musk tuvo el atrevimiento de intentar devolver a Colombia, esposados y encadenados, en dos aviones militares, 201 migrantes –cual si se tratase, como es su caso, de temibles convictos de 34 delitos cada uno–, en su mayoría sin cuentas pendientes con la justicia. 

Petro dijo no. Y exigió, como era su obligación, el establecimiento de un protocolo de deportación y trato digno, no de criminales, para sus compatriotas. 

Con ello obligó al retorno de las aeronaves a territorio estadunidense y exhibió ante el mundo la vulnerabilidad del cavernícola que debería estar preso en Guantánamo no despachando en la Casa Blanca, y quien, naturalmente, montó en cólera.

El desquiciado mandatario norteamericano anunció entonces sanciones comerciales y financieras, entre otras, aranceles de 25 por ciento para productos colombianos. 

Aun a sabiendas de la abismal asimetría económica, Petro le contestó con acciones equivalentes, en la medida de las precarias posibilidades de su país.

Es factible, si la imaginación pone su parte, ver a Trump emberrinchado, rojo de ira, echando espumarajos y profiriendo maldiciones en contra del exguerrillero del M-19, con cuya ideología se puede estar o no de acuerdo pero a quien resulta imposible regatearle el respeto que merece quien ha arriesgado el pellejo por sus ideas. Algo de lo cual Trump no tiene ni la más remora experiencia.

Al cabo de unas horas el canciller Marco Rubio, a quien propagandistas proyanquis -en nuestros pagos destacadamente el columnista Raymundo Riva Palacio– pintaban como el más temible halcón del trumpismo, anunció la superación de la crisis diplomática colombo-estadunidense.

Humillación al dos por uno para el magnate de la greña anaranjada. Apenas días antes Rubio había sido ridiculizado por su jefe como un pelele. 

Había declarado que en la relación México-Estados Unidos él no es partidario de la clasificación de los narcos como terroristas, sino de buscar formas de colaboración binacional en materia de migración y drogas, en especial el letal fentanilo.

“Le tomamos la palabra (a Rubio)”, dijo entonces la presidenta Sheinbaum, sólo para que horas después su patrón mandase al diablo la sugerencia de colaboración y diera por iniciado el proceso para tal designación de terroristas, la cual a él le calza mejor que a nadie.

Rubió quedó en la condición de triste monigote, pero el domingo 26 le llegó el turno de cobrar venganza y dejó a Trump encuerado ante el mundo.

La superación de la crisis fue para el jefe y amigo del neonazi Musk la aceptación de las justas demandas de Petro: acuerdo de un protocolo de deportación, compromiso de no esposar, encadenar ni estigmatizar como criminales a los migrantes, e impedimento de utilizar en estas operaciones aviones militares.

¿Cuál fue la ganancia para el delirante presidente de los Estados Unidos? Refrendar su ralea de irredimible mentiroso. Y rescatar el sombrero del náufrago.

Buscó salvar su imagen apegado a la enseñanza de Roy Cohn, quien en los 50 fue su abogado –antes había sido abogado de la mafia y fiscal que llevó a la silla eléctrica a los famosos comunistas, los esposos Rosemberg: “Pase lo que pase, canta victoria. Nunca admitas una derrota”.

A propuesta de Rubio –jugando el dedo en la matadura que le duele al repugnante supremacista— el gobierno gringo sólo pidió libertad para emitir un comunicado con una narración manipulada de los hechos, con objeto de ocultar su derrota.

Comunicado cuyo meollo era la descarada mentira de que Petro había aceptado todas las exigencias del peligroso gobernante.

La adulterada y mendaz narración pintó de cuerpo entero a un gobierno más bien débil, a distancia sideral del que su caudillo pretende hacer creer a punta de baladronadas.

La versión fue profusamente propalada por la prensa del país autoproclamado adalid de la libertad de expresión, cuyos medios y prácticas informativas gubernamentales hacen babear de admiración a desnacionalizados líderes de opinión de nuestros lares, el principal Riva Palacio.

Desde las páginas de El Financiero este columnista emparentado con Vicente Guerrero –“La Patria es primero”—, hinchado de pueril petulancia hizo alarde de conocimiento sobre los intríngulis burocráticos para reportear en la Casa Blanca.

Y, con desprecio, le adjudicó el título de República Bananera al México del sexenio lópezobradorista, el de mayor respaldo popular de la historia reciente. Trump –dijo además con abyección– logró que Petro diera marcha atrás en su retadora beligerancia.

Fueron muchos los lacayos del terrorista número uno del mundo que sin pudor cacarearon la versión made in USA de que Petro hizo un terrible oso y le causó un daño irreparable a la defensa regional frente al aborrecible gringo.

¡El oso descomunal fue de Trump! Porque, si bien no se descarta que aun pueda aplicarle sanciones a Colombia –está suspendida de hecho la expedición de visas para viajar de ese país a EU—el exguerrillero le quitó lo bravucón en minutos.

Petro, mandatario del país que históricamente ha sido el principal aliado gringo en América Latina, marcó un camino de dignidad que, con toda seguridad, transitarán otros gobiernos amenazados por el ensoberbecido presidente norteamericano.

El mayor mérito de la gallarda actitud del colombiano estriba en que contribuyó de modo decisivo a empezar a perderle el miedo al matón del barrio. Qué bueno. La condescendencia inspirada por el miedo no garantiza que se amansará el rottweiler.

BRASAS

Lo dicho: Los arancelazos y las amenazas gringas contra la soberanía nacional encontraron a los mexicanos firmemente unidos en lo esencial. Son apenas un puñado los que respaldan no a la Presidenta Sheinbaum sino a Donald Trump.

Se destacan en el escenario de unidad las organizaciones empresariales, que mantienen de manera unánime su adhesión a la Jefe del Estado y hacen esfuerzos para ofrecer empleo y paliar la situación generada por el criminal que despacha en el Salón Oval.

En el reverso de la moneda, escamoteándole apoyo a la legítima representante de México, sobresalen organizaciones que nada representan, y algunos de los personajes más descalificados, causantes del estado de cosas que ha dado pie al acoso estadunidense.

Aquellos que mediante acciones y omisiones o a punta de patrañas exacerbaron los problemas que activaron el intervencionismo de EU e incluso han invocado la invasión militar de la potencia vecina a nuestro territorio.

¿Ejemplos? Felipe Calderón y su estúpida guerra por encargo contra las drogas, que hundió el país en la barbarie y potenció el poder del narcotráfico. 

El PRI de Alejandro Alito Moreno y el PAN de Marko Cortés y Jorge Romero, con su infame cantaleta de “abrazos, no balazos”.

Y, obviamente, Eduardo Verástegui, Ricardo Salinas Pliego, Lilly Téllez, Margarita Zavala, Vicente Fox, Germán Martínez Cázares, entre una caterva de vividores de la política, ansiosos por pescar en río revuelto. 

Salvo estos despreciables personajes más sus corifeos en los medios –los López Dóriga, los Ciro Gómez Leyva, Riva Palacio, Sergio Sarmiento, Loret, Brozo y compañía, el país está unido y haciendo causa común con el gobierno.

RESCOLDOS

Los cárteles de las drogas tienen una alianza con el gobierno de México, aseguró, sin la menor prueba, el gobierno de Estados Unidos en un comunicado, al anunciar la imposición de aranceles de 25 por ciento a productos mexicanos. Pero no dijo como se llama el hecho de que el gobierno de la principal potencia y con el ejército más poderoso del orbe no ha capturado en su territorio a ningún capo ni cartel formado por machuchones anglosajones. ¿Será que no existe ni uno solo, que los wasp, los blancos, anglosajones y protestantes son todos santos e inmaculados, y que las drogas de todo el mundo que allá circulan las mueven haitianos, centroamericanos, colombianos, mexicanos y de otras minorías? ¡A otro perro con ese hueso!

La foto de una tienda Walmart, de Texas, completamente vacía, y el anunciado boicot de latinos y canadienses a productos norteamericanos, hacen pensar que durará poco el uso por Trump de los aranceles como arma de guerra.  El gigantesco Walmart y otros monstruos gringos del comercio global importan de China volúmenes fantasiosos de productos, por lo cual ya cabildean en contra de Trump y sus aranceles…

aurelio.contrafuego@gmail.com

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista.

La Sierra Sur en Tlalpan: historia de un patio de juego de pelota

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Renato Galicia Miguel

Bajo la sombra del viejo encino que ha visto pasar el tiempo, los 33 años de vida del patio de pelota mixteca del Xitle, Tlalpan, Ciudad de México (CDMX), Pedro Aparicio, originario de Sola de Vega, Oaxaca, está sentado en la banquita de piedra con un marrito de a cuarto de mezcal del puesto del Güero.

—¿Ya no has traído mezcal de Sola?

—Nooo, ya está muy caro.

Pedro es el solitario fundador de este espacio situado entre las colonias Tlalmille y Mirador del Valle, en una de las áreas de reserva ecológica del Ajusco, pues Pablo Sampedro ya no va y Justino Pérez Miguel, el Pariente, falleció el 22 de julio de 2003.

Este viejo pelotero y mezcalero que, a sus ochenta años de edad anda con bastón, sombrero de palma y un grueso chaleco, nació en 1945 en Zapotitlán del Río, ranchería en la que se dedicaba a la siembra de maíz, frijol, garbanzo y cultivo de jitomate, pero también a jugar pelota y tomar mezcal tobalá.

Pero luego “migramos todos, unos para la capital de Oaxaca y la Ciudad de México, otros para Estados Unidos, y se acabó el juego y también el mezcal, pues ya no se produce en la comunidad”, platica.

Llegó en 1976 a la colonia Hidalgo y, dos años después,  a Tlamille. “Primero trabajé como peón y después ascendí a maestro albañil”, el oficio de toda su vida como inmigrante. Con los años conoció al Pariente y a Pablito, sus vecinos del barrio Mirador del Valle, “los veía rebolear en terrenos y calles de terracería, me puse de acuerdo con ellos y conseguí el permiso” para crear un patio de pelota en el naciente deportivo de la zona, que fue inaugurado oficialmente en 1991. 

Este 23 de noviembre de 2024, asiste a la celebración de los 33 años del patio al que le ha sido fiel tanto tiempo a comer un tamal de mole en hoja de plátano, tomarse su mezcal y ver la jugada. 

Enfrente, con su guante de cinco kilos de peso anudado en la mano derecha, tiene a  Efraín Arellanes, quien espera turno para continuar  con su “juego de compromiso” contra la quinta venida de la Villa de Etla, también Oaxaca, la de Leonel Cruz, el Chango, de San José el Mogote, y Aarón Santiago, el Chamaco, de Suchilquitongo.

Junto con Homero Arellanes, Efraín es uno de los famosos integrantes  de la quinta de Los Gemelos, chilangos hijos de inmigrantes de Miahuatlán de Porfirio Díaz, quienes  empezaron a jugar pelota a los 15 años en el legendario patio de Balbuena, cercano al metro Candelaria.

Ahí, en Oaxaca y Estados Unidos han enfrentado a quintas como los casi míticos Ahijados, de Nochixtlán, al Loco y a la Culebra de Miahuatlán, y que el 24 de noviembre anterior, el día de los 33 años formales del patio del Xitle, enfrentaron al poderoso equipo del Chango y el Chamaco, y el 15 de este diciembre, a Los Gordos de Tula.

Pedro Aparicio en su laberinto de la soledad y Efraín Arellanes en su toma de distancia  identitaria simbolizan la migración eterna de los oaxaqueños, así como  la melancolía —la felicidad de estar triste, diría Víctor Hugo— de estar tan lejos del cielo donde nacieron ellos o sus padres.

Igual que la quinta de los Tachos, los herederos de los fundadores del patio del Xitle. Anastasio Lozano Sampredro y su hermano Faustino, así como sus hijos, entre ellos, Gabriel Lozano López, de 42 años, 90 kilos de peso, 1.78 centímetros de altura y oficio comerciante, otro chilango con raíces mixtecas, quien desde hace un año es el presidente de la mesa directiva del pasajuego.

A los ocho años asistía a pasar las pelotas, “daban 25 pesos por jugada, a los diez comencé a practicarlo con un guante pequeño y a los 12 ya me ponían de ataje”, relata. Hoy es un pelotero en toda forma que va jugar compromisos a Oaxaca, como el que tendrán la segunda semana de febrero próximo en los Bajos de Chila, en la Costa.

“Las instalaciones se mantienen. Hace ochos años pusieron la malla de protección, pero se quedó a la mitad. El campo lo tratamos de conservar, hace medio año le pusimos tierra. La asistencia ha bajado: cuando hay jugada vienen como 30 peloteros, normalmente juegan cuatro quintas, es decir, dos jugadas”. En la CDMX, agrega, nada más hay dos patios activos, el del Xitle y el del deportivo Pelón Osuna, el que está cerca del aeropuerto.

Están buscando el apoyo de la alcaldía Tlalpan para contar con el mantenimiento del patio y terminar de enmallarlo, comenta. De hecho, el día de la celebración de los 33 años,  los visitó la titular de la demarcación, Gabriela Osorio.

—¿Cómo se les puede ayudar a los peloteros de este patio de pelota mixteca?—se le preguntó a la alcaldesa.

—Con instalaciones dignas. Me estaban enseñando una foto cuando estuvo aquí como alcaldesa de Tlalpan quien ahora es la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. Nos dimos la oportunidad de venir para saber cuáles son las condiciones en que se encuentra. Es un compromiso mejorarlas. Somos una ciudad pluricultural, por las migraciones, por las tradiciones, por deportes ancestrales como éste, y nosotros estamos en la misma sintonía para preservarlo. 

Según Víctor Inzúa, coautor, junto con Lilian Scheffler y Regina Reynosa, del libro ‘El juego de pelota prehispánica y sus supervivencias actuales’ (Premia Editora), la pelota mixteca inmigró a la CDMX en 1929. Primero a la hoy calle Tíber de la Zona Rosa y después atrás del cine Continental. En los años cuarenta fue a parar a donde posteriormente construirían el hospital Rubén Leñero, luego a la colonia Espejel y a la Antigua Escuela de Tiro. Y en la década de los sesenta se instaló en el deportivo Venustiano Carranza, conocido por los peloteros como Balbuena, el decano hasta que les fue arrebatado durante el gobierno de Marcelo Ebrard Casaubón, no obstante que un año antes, el 27 de octubre de 2008, emitió la Declaratoria de Patrimonio Cultural Intangible de los Juegos de Pelota de Origen Prehispánico en la Ciudad de México. 

Por ese tiempo, en 1965, nació otro patio en los terrenos donde erigieron la alberca olímpica, en la esquina de División del Norte y Río Churubusco, que se trasladó entonces atrás del metro Taxqueña y terminó en los ejidos de Culhuacán. 

Tiempo después surgieron otros pasajuegos en Satélite, Estado de México, y el del Xitle en 1991.

En la actualidad, en los Valles Centrales de Oaxaca, el circuito del juego de pelota tan mixteco como zapoteco, en realidad, va del mítico San José el Mogote —cuna de la civilización y el sedentarismo en la parte central de la actual entidad oaxaqueña, una de las tres fundadoras de Monte Albán— al biche Miahuatlán de Porfirio Díaz, aunque se extiende al norte a la Mixteca Alta y al oriente hasta los Bajos de Chila, Puerto Escondido, donde se efectuará, en febrero próximo, otra edición del que es considerado el mejor torneo de Oaxaca y la Ciudad de México en la actualidad, seguramente herencia del reinado de Ocho Venado, Garra de Jaguar, en San Pedro Tututepec, en la Costa, región donde los afrodescendientes han adoptado la tradición y la juegan también en comunidades como Collantes, Corralejo y El Ciruelo, Pinotepa Nacional.

Por su lado, Fresno y Los Ángeles, California, así como Dallas, Texas, conforman el circuito de pasajuegos de los inmigrantes en Estados Unidos.

Y en la Ciudad de México, los patios  activos son dos: el que está en el deportivo Pelón Osuna, muy cerca del aeropuerto internacional Benito Juárez, y el del Xitle, ubicado a la altura del kilómetro 21.9 de la carretera libre a Cuernavaca, dentro de la reserva ecológica del Ajusco.

Entrar a este último por el lado de la colonia Tlalmille es adentrarse a un hábitat totalmente disímil al de las lomas de órganos de tuna roja y magueyes mezcaleros madrecuishe de Miahuatlán o los parajes de framboyanes de Etla, entornos ambos de clima cálido, pues aquí es tierra de frío, piedra volcánica, tepozanes y encinos.

Un túnel del tiempo y otro cultural se abren a nuestra percepción al acceder al patio. Es como adentrarse a los juegos de pelota de Dzibichaltún, Yucatán, o El Cuajilote, Filobobos, Veracruz, o Dainzú, Oaxaca, pero en vivo y a todo color.

La raza de bronce es un tumulto de consejo de ancianos, jugadores veteranos que sólo llegan a ver, guerreros de Oaxaca, Ciudad de México e Hidalgo que ahora apuestan ya no la vida, sino el varo por el juego de compromiso, un quinientón o un mil, seis quintas que se turnan el patio y que se han congregado este domingo de noviembre a celebrar los 33 años formales de la inauguración del pasajuego.

Son las cuatro de la tarde y crece el ritmo, el ambiente sube de calor, una treintena de peloteros colman el patio, la jerga es intensa, los aficionados son más, el Güero se mueve entre la multitud repartiendo chelas y marritos y marros en envases pet, hay cierta expectativa porque posiblemente llegue la alcaldesa de Tlalpan, Gabriela Osorio. Pedro Aparicio invita un primer trago de tequila, es cuando le pregunto si ya no ha ido a Sola de Vega por mezcal.

El compromiso fuerte es entre las quintas de Los Gemelos y la de Etla de Leonel Cruz, el Chango, de San José el Mogote, y Aaron Santiago, el Chamaco, de Suchilquitongo, dos peloteros históricos de los Valles Centrales del estado sureño: saca el hermano menor de los Arellanes, devuelve la pelota desde el resto el Chamaco, hasta el fondo del saque, pero ahí está Efraín, quien llega justo a la cita para contrarrestar. El otro Gemelo entra al quite, también el Chango, la pelota va de ida y vuelta por el aire una y otra vez. Luego alguien la azota, y el ataje la corta, se vuelve vertiginosa la disputa del punto: ¿falta, buena o raya?

Ganan la ventaja los etecos: 3 partidos a dos. Después vienen los mezcales, las pláticas épicas, el orgullo de ser de San José el Mogote, la ruta del juego en todo el territorio de Valles Centrales y más allá, hasta los Bajos de Chila, en la Costa, y la Mixteca alta, los viajes a Dallas, Texas, y Los Ángeles y Fresno, California, Estados Unidos, donde se está jugando a primer nivel, el que el Chamaco sea el único pelotero que ha volado la pelota más allá del encino límite del Xilte o de la malla del Tecnológico de Oaxaca.

Un mes después, en diciembre, vuelven Los Gemelos al patio del Xitle, esta vez a jugar su compromiso contra los Gordos de Tula: ahí quedan a partidos de dos. Y el ritual se repite: Pedro Aparicio está sentado bajo la sombra del viejo encino, Efraín Arellanes devuelve y pasa la bola desde el resto, el Güero circula con los marritos, la tarde languidece. Al final, afuera del deportivo, mixtecos y zapotecos conviven mientras pagan lo que consumieron, se toman las últimas cervezas y tragos de mezcal y miran cómo la oscuridad cubre su patio.

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista.

AL MARGEN || Oaxaca: la oposición frente al espejo 

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Adrián Ortiz Romero Cuevas 

Hoy las fuerzas de oposición en Oaxaca se quejan amargamente de que el oficialismo intenta desaparecerlos. Nada más alejado de la realidad, cuando en realidad han sido los propios partidos PAN, PRI, PRD, y demás, los que han sido por demás eficaces cometiendo el partidicidio más atroz de los últimos tiempos en la entidad. El quebranto del que se duelen, en el fondo, es el que ellos mismos han cometido en contra de la democracia, de la ciudadanía, de la pluralidad, y de eso que antes se denominaba “división de poderes”.

En efecto, en términos reales la presencia de las fuerzas opositoras en la entidad —o el espejismo de ellas— se aprecia con claridad en la integración de la 66 Legislatura del Estado. Ahí existen sólo un diputado del PRI y una legisladora de Movimiento Ciudadano (ambos electos por la vía plurinominal) que podrían considerarse como opositores. 

De ahí en fuera, tanto los integrantes del grupo parlamentario de Fuerza por Oaxaca, Partido del Trabajo, Partido Verde Ecologista de México y hasta el llamado Grupo Plural (integrado por los diputados Mauro Cruz Sánchez, la ex panista Antonia Natividad Díaz Jiménez y la ex priista Lizbeth Concha Ojeda) son, en términos reales, satélites al servicio de la aplanadora de Morena que, por sí solo, cuenta con los 28 votos necesarios para realizar reformas constitucionales en Oaxaca, de acuerdo con el artículo 141 de la Constitución del Estado.

En este escenario, la oposición se dice víctima de una redada para exterminarla. ¿Es esto realidad? Parece que, más bien, están viendo sin querer ver. Porque lamentablemente están intentando acusar al oficialismo de lo que ellos mismos han sido omisos en hacer. ¿Hacer qué? De entrada, identificarse con la ciudadanía en alguna causa de fondo. Tanto al priista Javier Casique, como a la ex panista García Morlán se les olvida que cuando unos y otros pertenecían a partidos mayoritarios, había una minoría —muchos de los que ahora militan en Morena y son parte del gobierno de Salomón Jara— que sabía identificarse con alguna causa y hacer presencia aún en la modestia de sus representaciones de aquel entonces. 

Hoy en día, lamentablemente, las fuerzas minoritarias parecen no sólo arrinconadas por la mayoría aplastante que dispone a placer en el Poder Legislativo, sino sobre todo por su ausencia total del sentido de la ubicación ahora como fuerzas menores. Podrían ser dos o tres diputados en la Legislatura, pero tener una presencia consistente y gozar del respeto de un sector de la ciudadanía que pudiera sentirse identificados con ellos. No se duda que siga existiendo una militancia o simpatizantes del PRI en la entidad. Pero, ¿esos ciudadanos se sienten identificados por lo que representa Javier Casique Zárate en la Legislatura, o lo que representa Alejandro Moreno Cárdenas en la dirigencia nacional priista? 

Algo similar ocurre con Alejandra García Morlán. No sólo ella, sino en general Movimiento Ciudadano perdieron en 2022 la enorme oportunidad de convertirse en la alternativa opositora. Tuvieron por primera vez un candidato presidencial que paradójicamente conectó perfecto con sectores de la población que tienen poco interés en la política —lo mejor de su campaña fue el jingle musical de su abanderado presidencial—; pero que eso no lo pudo capitalizar en una presencia política más consistente. Los resultados de MC a nivel país están a la vista. Y García Morlán se quedó justo en medio de esa enrarecida posición en la que ni ellos tienen claro qué causas o a qué sectores sociales representan. 

Al final, queda claro que sin derroteros claros, sin el respeto de la ciudadanía y sin una posición más digna frente al ejercicio de la política, las fuerzas opositoras en realidad le han ahorrado el trabajo al oficialismo respecto a su propio exterminio. Se resisten a verse frente al espejo, porque perfectamente saben que tendrán frente a sus ojos el escenario de devastación que se siguen resistiendo a reconocer.

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Maryfer y yo: entrevistas insólitas

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  • Tercera y última parte

Renato Galicia Miguel

No necesito el diagnóstico de “gestos gráficos” de Maryfer Centeno para darle tinta a la personalidad del cantante Alberto Cortez, quien alguna vez me humilló públicamente.

Fue en un salón de alfombra roja del hotel Presidente de Polanco, en un marco de glamour, entre pura prensa de espectáculos y gente bien. El argentino naturalizado español hizo su entrada echando el pecho por delante, con una enorme sonrisa, escoltado por dos chicas guapísimas, mientras en el sonido ambiental se oía “No soy de aquí ni soy de allá”.

Todo era fiesta hasta que al único reportero cultural ahí presente se le ocurrió preguntarle que de qué le había servido la fama.

Se encabronó un chingo. Entre otras linduras, me dijo que, por ejemplo, “para tener dinero…  si tú tuvieras dinero, podrías comprarte un Ferrari… claro, con tu sueldo de reportero…”, fueron más o menos sus palabras.

Siguió, mientras yo me hundía en mi butaca de terciopelo y escuchaba las risitas burlonas de los reporteros de la farándula,  “si tú fueras Laura Esquivel, si escribieras como ella, serías famoso y tendrías dinero”… Chaaale.

Caminé al metro Auditorio pensando que cómo alguien que cantaba  “no tengo edad ni porvenir y ser feliz es mi color de identidad” podía ser tan patán. Estuve a punto de tirar a un bote de basura la colección de cinco casetes que nos dieron, pero me acordé que a mi hermana Martha le gustaban las rolas de aquél y me aguanté.  Además, me consolé pensando que a mí siempre me latería la versión original de esa rola, la de Facundo Cabral.

En realidad, no necesito en absoluto a  Maryfer Centeno para saber  cómo son personajes diversos de la cultura. 

En primera, porque la grafología es similar a la astrología, y ahí de quién le crea. Acaso la polémica de Maryfer, ventilada incluso en las conferencias de prensa mañaneras de la presidenta Claudia Sheinbaum, ha sido útil para mostrar que, al parecer, esa pseudociencia es aplicada en procesos judiciales, lo cual simple y sencillamente tendría que ser erradicado.

En segunda, porque el periodista de veras —que siempre es un reportero, aunque no al revés—  “hace la tarea”, como diría el buen Gerardo Albarrán de Alba,  con horas nalga, dirían los doble AA, y los pies gastados,  y  se arma con una ‘lectura’ de personajes y sucesos basada en fuentes bibliográficas,  hemerográficas, empíricas,  vivenciales, investigativas a lo Sherlock Holmes, pero también metodológicas, y por eso en cierto momento y sobre determinados temas, se convierte en un archivo andante.

Pero por ética profesional y el marco  legal respectivo no puede publicar todo lo que quisiera. ¡Y vaya que le gustaría hacerlo!, pues atrás de las imágenes de figuras públicas de la farándula, políticas, culturales, etcétera, el ecosistema es mucho más amplio de lo que se piensa y, más aún, oscuro.

Una oscuridad que, a veces, es como un hoyo negro cuántico: absorbe todas las porquerías, pero no permite que se exponga nada.

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista.

Maíz transgénico y Lysenko

Carlos R. Aguilar Jiménez

El gobierno federal presentó una iniciativa de reforma para prohibir siembra y cultivo de maíz transgénico, que será discutida y votada en cámaras del Congreso el próximo febrero. La propuesta modifica artículos 4 y 27 de la Constitución en materia de prevención y conservación de los maíces nativos y establece que el maíz es un elemento de Identidad Nacional y que su cultivo debe estar libre de transgénicos en territorio nacional, procurando su cultivo agroecológico.

De aprobarse esta reforma, en principio, habrá problemas con EEUU respecto del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), suponiendo supersticiosa, ideológica y chauvinistamente que modificar genéticamente el maíz, implicará para los mexicanos, enfermedades, cáncer, pandemias, perder nacionalidad y desastre nacional, al no entender los políticos que la modificación genética, selección natural, sexual y supervivencia diferencial de los más aptos esta, condicionada desde el origen de la vida, por las modificaciones genéticas o de DN que establecen las mutaciones aleatorias propias de la reproducción biológica, ya sea al azar, aleatoriamente, como fue hasta la invención de la biotecnología o ingeniería genética, disciplinas científicas y tecnológicas que, con selección artificial, más rápida, inmediata y eficiente que la azarosa o natural, se mejoran cultivos y organismos.

A partir del inicio de la agricultura y ganadería comenzamos a seleccionar genéticamente a las gallinas más ponedoras, los toros más fuertes para lidia o grandes parar tiro y alimentación, igual que perros, gatos, cerdos, cabras y todos los animales y plantas, incluido el maíz, que nos sirven para comer. No es igual el maíz original que se encontró en cuevas del neolítico prehispánico, que el moderno para las Clayudas (con C en zapoteco, con T es náhuatl) igual que un Eohippus, antepasado del caballo o un perro de raza Beagle, como mi mascota de nombre Molécula, que un lobo, su antepasado, todos modificados genéticamente, aunque no con ingeniería, sino en el transcurso de generaciones y selección humana de crías de lo que quieren ganaderos, agricultores y sus compradores.

Podemos esperar siglos para modificar por selección genética natural un buey, caballo, perro, guajolote o maíz y frijol, o modificarlos en un año con ingeniería genética; de una u otra forma es casi lo mismo; así que, cuando los diputados y senadores aprueben la reforma al respecto, que lo harán por no tener oposición alguna, y menos consulta a científicos, los  políticos con información de la que vende dulces, el taxista, peluquero, Facebook o del vecino, votarán por prohibir el maíz transgénico, igual que hizo Stalin con Trofim Lysenko, quien en los años 30 en la URSS, condujo una campaña agrícola seudocientífica, que explícitamente, iba contra la ciencia agrícola y genética, que duró hasta los años sesenta, cuando colapsó toda la agricultura soviética llevando a la hambruna a millones, como consecuencia de una ideología que rechazó la ciencia de  Nikolai Vavilov quien fuera condenado a muerte por oponerse a Lysenko, defendido por Stalin, aunque al final lo mandaron a un Gulag.    

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista.

Mano dura de Trump

Carlos R. Aguilar Jiménez

Donald Trump juró como nuevo presidente de Estados Unidos, en lo que será su segundo mandato. El republicano, quien juró ante el presidente de la corte suprema, inmediato a su ascensión, entre sus anuncios más importantes están acciones emergentes en contra de la migración ilegal y su clasificación de cárteles criminales como terroristas, e imposición de aranceles a diversos países, que como decretos no gustaron a los países que se verán afectados económica y políticamente, principalmente México, nación que depende en gran medida de las remesas de migrantes y las exportaciones de productos y recursos naturales al vecino del norte.

Mexicanos, latinoamericanos y panameños, a quienes advirtió recuperará la administración del Canal de Panamá, están asustados por las consecuencias del cumplimiento de sus promesas de campaña, que muchos creían eran, únicamente, ofrecimientos que no cumpliría y ahora, son realidad, decretos firmados que beneficiarán a EEUU y a nadie más, porque para los estadounidenses es para quienes gobernará Trump, a quienes incomoda el ingreso ilegal a su país de personas en busca de trabajo o seguridad que no tienen en su país, como México, donde el gobierno presume el  dinero de las remesas que envían los paisanos que tuvieron que huir de un país donde no encontraron manera de sobrevivir.

Donald Trump, quien a la inmensa mayoría de mexicanos no les gusta, es un estadounidense, como son los gringos: capitalistas, imperialistas, exploradores, aventureros, innovadores, creadores, librepensadores, científicos, ingeniosos, belicosos, ganadores de premios Nobel, astronautas y creadores de casi todos los aparatos e instrumentos de tecnología clásica, moderna y avanzada, derivada de tecnología espacial, nuclear, cuántica y ahora genética, neurocientífica y lo que descubran en ciencia y tecnología, con la promesa, durante su discurso de toma de posesión, acompañado de Elon Musk y Jeffrey Bezos, de ir a Marte.

Respecto de cómo vivimos los mexicanos y demás países tercermundistas, la responsabilidad no es de EEUU y menos de Trump, él hace lo que debe hacer por su país, la culpa es de los gobernantes de cada nación y de su propio pueblo, que en el caso, por ejemplo, de Oaxaca, los habitantes de pueblos y aldeas están más interesados en la fiesta, mayordomía, vela, fandango o festejo, que por la infraestructura de su localidad, porque en sus modos de vida de abusos y malas costumbres, lo importante, como se ve en la película: Ánimas Trujano, es ser el mayordomo, aunque no tengan agua potable, drenaje, escuelas u hospitales, porque esos servicios los tiene que poner el gobierno pagando la deuda que, desde Hernán Cortes, la patria tiene con sus habitantes originarios, y si el Papa se indignó por la mano dura de Trump contra migrantes, entonces debería aceptarlos en la Plaza de San Pedro y darles trabajo en el Vaticano para que sigan sufriendo, porque según los latinos católicos, mexicanos y guadalupanos: “Bienaventurados los que sufren, porque de ellos será el Reino de los Cielos”.  

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista.

CONTRAFUEGO || Aval empresarial a la 4T

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Aurelio Ramos Méndez

Cuando para deshonra de los Estados Unidos, al mediodía de este lunes 20, el criminalazo Donald Trump –¡convicto de 34 delitos!– reasuma la Presidencia de su país, el mundo entr        ará en una nueva era de inestabilidad, terror y violencia; pero a los mexicanos, salvo un puñado de desnacionalizados, este lúgubre momento histórico nos tomará unidos en lo esencial.

Enhorabuena los factores más decisivos de la vida nacional –empresarios, partidos políticos, gobiernos estatales y municipales—depusieron al menos de manera temporal su nequicia en contra del gobierno de la República y cerraron filas con la Presidenta Claudia Sheinbaum.

Habla bien de los antagonistas del gobierno el que, ante el acoso del desquiciado cavernícola y presidente gringo, antepusieron a los intereses personales y de grupo el interés de la nación y dieron señales de firme unidad en lo fundamental. 

A la parada dominical celebratoria de los cien primeros días de gobierno claudista siguió la presentación, el lunes 13, del Plan México, recibido con alborozo por la totalidad de dirigentes del sector privado y hasta uno que otro empecinado comentócrata.

Explicable entusiasmo de industriales, comerciantes y empresarios en general si se repara en la obvia conveniencia personal y sectorial en juego, pero también plausible porque se da dentro de los márgenes de la licitud constitucional.

La cohesión mediante la argamasa del gobierno ocurre con apego al régimen de economía mixta consagrado en los artículos 25 y 28 constitucionales, y con cabal respeto a la rectoría del Estado. 

Rectoría de un Estado garante de los derechos e intereses de los sectores populares, ayunos estos de representación especifica en el Plan, algo que algunos deploran vivamente. 

El respaldo unánime del sector empresarial se dio, está claro, como una señal de franca y definitiva confianza y colaboración con el régimen instaurado en 2018.

Lo cual constituye la peor noticia de la temporada para los contados e irreductibles adversarios del gobierno federal, entre quienes sobresalen los más connotados periodistas de opinión.

Lo medular del Plan México, que fija 13 metas precisas, fue el anuncio de inversiones ya ubicadas por ¡277 mil millones de dólares! para dos mil proyectos, lo que en plata blanca significa la certeza y conformidad de los hombres del dinero con el hecho de que la 4T llegó para quedarse.

Puesto de otro modo: ¿Podrían los hombres de negocios comprometer semejante volumen de inversiones si no estuviesen convencidos de que hay 4T y pleno estado de Derecho a largo plazo?

Frente al coyuntural y promisorio ambiente de unidad, a la luz de semejante realidad, la oposición político-partidista tiene que abandonar su obcecación, replantear su estrategia si aspira a regresar al poder así sea en un plazo remoto.

El Plan denota similitud con el voluntarioso proyecto de la administración de José López Portillo (1977-82), la cual se propuso detonar veinte polos de desarrollo en el territorio nacional. Esfuerzo éste malogrado por la corrupción, sí, pero también por falta de continuidad.

Al adanismo tradicional de cada gobierno Miguel de la Madrid sumó, sin recato, el viraje ideológico embrionario del neoliberalismo, recrudecido luego durante el salinato y los siguientes cinco sexenios.

El Plan México tendría que tomar en cuenta estos lamentables antecedentes para conjurar un eventual fracaso.

Por lo pronto y como el movimiento se demuestra andando, al día siguiente de la presentación del Plan el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, develó otro indicio indiscutible de confianza en México y el gobierno:

La firma global Amazon Web Services invertirá en Querétaro cinco mil millones de dólares, que representarán una contribución al PIB de diez mil millones de dólares en los próximos quince años y permitirán la creación de siete mil empleos por año.

Paula Bellizia, vicepresidenta de Amazon para América Latina dijo con claridad: “Llegamos a México para quedarnos (…) Es una apuesta decisiva y sostenida por el crecimiento socioeconómico y digital de México”.

Así las cosas, si alguien se tragó la mentirosa y necia cantaleta de la comentocracia, según la cual nuestro gobierno estaba aturdido y paralizado por las amenazas del rabioso Trump, ya ha podido percatarse de su error.

El miércoles (15) la Presidenta se reunió con una docena de líderes empresariales de Canadá y México, con quienes afinó planes conjuntos por si el despreciable mandatario estadunidense cumple sus amenazas de imponerles aranceles a productos de las dos naciones.

En la exitosa seguidilla de acciones para afianzar la unidad de los mexicanos, la Jefa del Estado se reunió con la totalidad de los gobernadores y alrededor de 75 por ciento de los 2,475 presidentes municipales, evento en el cual recibió el respaldo incluso de los nueve gobernadores de oposición.

El panista Mauricio Kuri, gobernador de Querétaro, dijo en el acto que “es tiempo de unidad, tiempo de tener únicamente tres colores: el verde, el blanco y el rojo”. 

Con determinación y sin mezquindades el queretano asentó: “Tenemos la obligación de tener la estatura moral para apoyar a la República”.

Los invito –prosiguió—“hacer a un lado nuestras creencias, muy respetables; nuestra militancia, valiosa, y nuestras nuevas limitaciones. Pongamos el énfasis en las coincidencias, en nuestra gente, en el porvenir, en nuestros hijos”.

Vino luego el neoleonés Samuel García, de Movimiento Ciudadano, quien pidió a los gobernantes estatales y municipales “cerrar filas y estar más unidos que nunca”. “¡Cuente con nosotros!”, le dijo a Sheinbaum.

Por voz del duranguense Esteban Villegas los priistas también expresaron su voluntad de unidad nacional en la actual tesitura binacional con EU. Pidió a los gobernadores y alcaldes un aplauso para la Presidenta, y expresó: 

“De la mano con la Presidenta, que es quien representa a nuestro país, vamos este 2025 a que renazca la grandeza de México. ¡Cuente con nosotros, Presidenta, para seguir defendiendo la soberanía de nuestro país!”.

Frente a tan manifiestas muestras de unidad mueve a risa la humillante actitud del ínfimo piquete de entreguistas de la ultraderecha, limpiabotas de Trump encabezados por Eduardo Verástegui y otros apátridas de idéntica ralea.

BRASAS

No dan pie con bola los más insignes líderes de opinión, que bogan con etiqueta de expertos en las relaciones bilaterales México-EU. 

Durante meses instilaron miedo entre los mexicanos blandiendo el perfil de matones de los principales colaboradores de Trump, uno de éstos el a partir de hoy secretario de Estado, Marco Rubio.

Surgido de la gusanera de Miami, Rubio supuestamente desde el minuto cero rotularía como terroristas a los carteles de las drogas.

A partir de lo cual, advertían estos analistas, era cosa de horas para ver la –por ellos– tan ansiada invasión militar gringa a México. 

Hablaban estos observadores dizque con base en información ultraconfidencial, a la que sólo ellos habían tenido acceso.

El pasado miércoles el ciertamente feroz antimexicano, Rubio, compareció ante el Senado de su país y reconoció la complejidad de proceder a tal designación de terroristas. 

No descartó colgarles a los cárteles aquel temible sambenito, pero expresó:

“Mi preferencia, desde la perspectiva del Departamento de Estado, sería que los mexicanos cooperaran en este asunto, porque está impactando a su nación tanto como a la nuestra. 

“Estos grupos sofisticados, estas organizaciones criminales, no solo amenazan a Estados Unidos, también amenazan la política mexicana”.

Con buenos reflejos y colmillo retorcido la Presidenta Sheinbaum declaró ipso facto: “¡Le tomamos la palabra!”.

Y añadió que esperará el momento de entablar conversaciones sobre la colaboración binacional. En materia de narcotráfico y… tráfico de armas. Impecable.

***

Se entiende que Felipe Calderón intente revindicar la estrategia de su gobierno contra la inseguridad; ni modo que diga que ésta fue un desastre… 

Y se entiende aún más que lo intente desde el extranjero, mientras anda a salto de mata. Pero, todo tiene un límite. 

En las redes circula el video de un foro organizado en Madrid por la Fundación Abante, en el cual el expresidente sostuvo contra toda evidencia que su estrategia empezó a dar frutos en los dos últimos años de su sexenio. 

Dijo que en su sexto año de gobierno la violencia se redujo 25 por ciento, pero “el esfuerzo” se esfumó en la administración de Enrique Peña Nieto. ¡Pamplinas!

Se necesita ser redomadamente abstruso para, a la luz de la realidad, sostener semejante falacia.

Durante el calderonato la estúpida guerra contra las drogas fue, de punta a cabo, un rotundo fracaso, que propulsó hasta la estratósfera el poder del narco, cuyas consecuencias los mexicanos aún seguimos pagando.

No podía ser de otro modo. O, ¿alguien con un dedo de frente puede creer que, si el mariscal de campo era un meganarco, Genaro García Luna, hoy preso en Estados Unidos, la estrategia pudo haber sido provechosa para nuestro país?”.

No nos dejemos engañar. Poquito a poco, como sin querer queriendo, el exmandatario intenta lavar su nombre. Y prenderse de nuevo a la ubre del Estado vía la política partidista.

Se esmera para jugarles el dedo en la boca a los mexicanos. Habla de estrategia exitosa cuando lo que debe hacer es explicar la complicidad que lo une al capo que fue su brazo derecho y a quien él puso al frente de la Secretaría de Seguridad Pública. Cuidado.

RESCOLDOS

La lucha contra la corrupción es el eje fundamental del presente gobierno. Eso dijo la Presidenta Sheinbaum, y añadió: “No queremos ningún corrupto, ninguna corrupta, no queremos corruptos en los gobiernos de la Cuarta Transformación”. Se oyó bonito, pero no fue verdad. El obradorismo decretó una especie de amnistía para los más grandes ladrones del sector público y privado. Y la actual administración es burladero de reconocidos cleptómanos, que supuestamente le dan base de sustentación política y electoral. 

¿Otra vez amigos Ricardo Monreal y Adán Augusto López? Imposible. “Ni café recalentado ni amigo reconciliado”, reza el refrán. Si su pleito por dinero fue pantomima distractora, la actuación resultó tan verosímil que reveló a dos corruptazos de marca mayor.

aurelio.contrafuego@gmail.com

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Citybus y Libramiento Norte

Carlos R. Aguilar Jiménez

Frente al espantoso caos vial, circulación pesada, millones de baches similares a cráteres lunares y manejo desquiciado de taxistas y motociclistas tripulando mortálikas debido al pésimo servicio público que ofrecen los destartalados autobuses, la opción sería el Citybus, el servicio público que ofrece el gobierno estatal en rutas que son rentables, siguiendo casi los mismos recorridos de los autobuses urbanos concesionados para pasajeros, que, si bien el Citybus es más eficiente, limpio y cumple con sus rutas, la realidad es que son insuficientes y no sirven para nada al usuario que no vive o trabaja por los rumbos de las rutas que recorren y es donde más se necesitan.

Usuarios, pasajeros potenciales que, como ejemplo, viven por el rumbo de San Agustín Yatareni, San Andrés Huayapan, del Monumento a Juárez hasta el Cecyte I, carecen de un servicio digno y frecuente de transporte, debiendo esperar en ocasiones hasta una hora para abordar un autobús o taxi de pueblo, porque al no ser una ruta rentable, el Citybus no circula ni son suficientes los autobuses concesionados, obligando a los habitantes a adquirir vehículo propio, incluso una moto que, necesariamente deberán circular por la carretera rumbo al centro de la ciudad o al poniente, dado que no existe opción de locomoción al seguir abandonado el Libramiento Norte, por donde podrían circular miles de vehículos al día agilizando el tráfico, disminuyendo tiempos y evitando emisiones excesivas.

El Citybus en una buena intención y proyecto del gobierno estatal que si bien es insuficiente, podría, con voluntad política y social, crecer en rutas, ampliación de horarios y número de vehículos, mejorando la calidad de vida de usuarios y de la población en general, no obstante, también sería una excelente acción social y política, según la ideología del gobierno actual de: “Primero los pobres”, rescatar, rehabilitar y poner en funcionamiento el Libramiento Norte, obra cancelada con pretexto ecológico por los “ricos” o pudientes habitantes de San Felipe del Agua y zona norte de la ciudad, cuando lo cierto es que, si se hacen cálculos matemáticos, estadísticos o descriptivos, se verá que resulta más ecológico que los autobuses de pasajeros y vehículos privados circulen por la ruta del Libramiento Norte, que mantenerse atascados o embotellados hasta una hora por la carretera panamericana, principalmente en horas pico.

La cantidad de vehículos en circulación ha excedido toda expectativa y proporción en función de las vialidades, que son las mismas desde el siglo pasado, por lo que se planeó el Libramiento Norte, sin embargo, los intereses mezquinos de fundamentalistas verdes, políticos y magnates que viven por la ruta hoy abandonada, cancelaron la utilidad de una obra que, si se armonizara con el Citybus y prohibición absoluta de estacionamiento en el periférico y carretera internacional, mejorarían la calidad de vida de los más pobres que usan autobuses y, que son bandera del gobierno y no los ricos.  

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A quince años del CEFOR Pachuca URSE

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Antonio Gutiérrez Victoria

A la memoria de Eugenio Miguel González López

No crecí en una familia con una devoción fanática hacia el fútbol; nací sin un equipo definido. Aunque en mi hogar nunca se menospreció a los Pumas, debido a la afinidad universitaria de mi padre, ni al Cruz Azul, tampoco hubo un fanatismo desmedido por ninguno de los dos equipos. En cambio, aprendí a apreciar el fútbol por lo que me ofreció cuando tuve la oportunidad de jugar en un equipo del Centro de Formación Pachuca Oaxaca URSE, que en 2024 cumplió ya quince años de existencia. 

Uno de los tantos motivos para querer al fútbol son las personas que uno conoce en el campo, a sus alrededores. Por ese motivo decidí escribir este testimonio, porque recuerdo con afecto a dos personas, el profe Jorge Medrano y Doña Irma, quienes dirigen y administran el Centro de Formación desde sus inicios. Hoy, a varios años de conocerlos, los goles y partidos son un pretexto para aludir a lo que en verdad importa: la formación, la amistad, su apoyo y, por qué no, su cariño. 

Las casualidades son pases al hueco. Y fue por una casualidad que llegué a aquel equipo ¿habiendo otros, por qué a ese? No lo recuerdo con exactitud. Pero si recuerdo las tardes de entrenamiento en el campo de la URSE, cuando la noche nos alcanzaba, otras tantas veces cuando la lluvia hacia el campo más difícil de lo que ya es, y las muchas veces en que una tarde perfecta nos permitía entrenar con tranquilidad. 

También, recuerdo los viajes, las veces que fuimos a la Costa para jugar un partido y con ese pretexto pasábamos horas en la playa o en las albercas de los hoteles. Los partidos y algunos goles, como aquel de Isaac el “Zurdo”, lateral izquierdo que hizo el único gol en la final de la liga Scotiabank local del Sector Amateur que jugamos (yo desde la banca) en el microestadio del tecnológico y que nos llevó a conocer el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de la Federación Mexicana de Fútbol en 2018.

Por aquel entonces, mi padre se tambaleaba en el trabajo y la comenzábamos a pasar mal. Pero mi fortuna y también mi consuelo consistió en que no deje de jugar cuando lo necesitaba. 

El profe Medrano, fumador empedernido, hombre de coraza firme por fuera, pero de corazón noble por dentro, y Doña Irma me permitieron seguir en el equipo, aunque a veces nos atrasábamos con el pago de alguna mensualidad. De paso, también me dieron la oportunidad de conocer México más allá de lo que unas vacaciones familiares me habían permitido: viajamos a Puebla, Toluca y, lo más lejos, Guanajuato. 

Ahora, a la distancia, pienso que, ante toda una serie de carencias, el fútbol saca a relucir su virtud de hacer que nos olvidemos de nuestras circunstancias trágicas. Un buen ejemplo es el caso de Maradona en Argentina, tal como lo narra el escritor argentino Hernán Casciari, en el relato “Carta de una ama de casa a Maradona”, cuando en 2004 el 10 albiceleste fue hospitalizado y se encontraba grave de salud, la mujer le escribió: “¿Sabés por qué rezo? Porque hubo momentos en los que no tuvimos nada, pero nada, arriba de la mesa, y vos le dabas alegría a mi familia. Alfonsín estaba haciendo estragos, y gracias a Dios justo nos cayó del cielo un Mundial que ganaste de punta a punta… para mí fue un invierno horrible, porque solamente podía cocinar buñuelos con acelga en el almuerzo y más acelga en la cena. Pero si hoy le pregunto a mi marido o a mi hijo qué se acuerdan de ese invierno, ellos te nombran, sonríen… No tienen la menor idea de que pasaron hambre”.

Si ahora me preguntaran qué quedó de aquel tiempo difícil en que la pasábamos mal, respondería que es el fútbol lo que invade mis recuerdos, no la racha económica adversa que atravesamos. Eso sí, esos recuerdos vienen entrelazados con momentos de alegría y otros de aflicción, especialmente tras alguna derrota dolorosa. El juego, el disfrute, el gol celebrado, la sensación de tener el balón entre los pies y correr con él logran difuminar, en buena medida, un periodo que de otro modo recordaría con mayor amargura.

Lo anterior se trata solamente de mi testimonio, pues, el fútbol proporciona varias maneras de entender el mundo, está abierto a la interpretación, pero permite, sobre todo, entendernos como sujetos que necesitan ejercer su carácter lúdico-asociativo para existir. 

Dando rienda suelta a la interpretación, la cancha puede entenderse como un palimpsesto que se renueva con cada nueva jugada que allí sucede, con cada nuevo jugador que se divierte y que se esfuerza en ella, pero, sobre todo, que aprende algo nuevo. De ahí que este testimonio no tenga un carácter meramente conmemorativo sino proyectivo porque creo que hace falta más, no es sólo abrir los espacios, sino, garantizar la permanencia, el tiempo de calidad y los aprendizajes efectivos que, en un ambiente sano para las niñas, niños, adolescentes e incluso adultos, nos ayuden a construir mejores y más sanas personas. 

Escribo para agradecer, para recordar el triunfo y la derrota, lo que aprendí de ambos. Lo demás es corrupción, mafias, monopolios, fútbol llanero, individualidades y egos lastimados; pero existen iniciativas valiosas que nos ilusionan y nos hacen llevadera la vida, como el trabajo de Doña Irma y el profe Medrano. 

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Oaxaca: infamias culturales

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Renato Galicia Miguel

Como la que aparece en la foto, era la Fuente de las Siete Regiones de la ciudad de Oaxaca que recuerdo —después sería de ocho, cuando separaron la región Sierra en Sierra Norte y Sierra Sur—. El Catita era el encargado de darle mantenimiento y prender el juego de luces que en las noches la tornaba psicodélica. 

Ahí mismo se encuentra la fachada de la hacienda de Aguilera. La zona resguarda una historia de los Cuerudos de Miahuatlán que falta por relatar y que sólo Polo, un vecino de la colonia Lomas, sabe contar. 

Entre 2005 y 2006, el gobierno priista de Ulises Ruiz Ortiz (URO) desmadró y convirtió en adefesio ese patrimonio cultural, igual como lo hizo con El Llano y el zócalo de la capital oaxaqueña: quitó la cantera verde histórica y puso adoquines.  Ahí está el recuento al respecto del arquitecto Enrique Lastra: 

Algunos de los “errores” que provocaron “un desastre arquitectónico” en el zócalo, el parque El Llano y la Fuente de las Ocho Regiones fueron: “introducir materiales ajenos a la tradición de la ciudad, pues al final la plaza central se edificó como con cinco materiales diferentes”.

Fue un “desastre” que se repitió en El Llano, ya que “era una pieza de arquitectura de espacios abiertos valiosa” y “lo que se hizo otra vez fue utilizar materiales ajenos a la cultura patrimonial”.

Y en la Fuente de las Ocho Regiones ocurrió lo mismo:  la “acción ahí fue poco cuidadosa, se elevó su base y se creó una especie de pirámide con un talud utilizando materiales ajenos, otra vez esa piedra rosa que, al parecer, vende alguien muy cercano al régimen de Ruiz Ortiz”.

Los pisos de adoquines rosa y color metate ensuciado son pruebas de las infamias culturales realizadas por URO. En su momento, el Comité de Vigilancia Ciudadana (CVC) no me autorizó publicar quien era el proveedor nacional tenebroso —hermano de un político priista muy poderoso que sigue vigente—  de esos materiales porque a sus integrantes ya los estaban amenazando de muerte. Y hasta ahí quedó el asunto.

Ni los supuestos gobiernos izquierdosos  han reparado la afrenta.

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