IEE: enredos que apestan a inconstitucionalidad

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+ Una “actitud democrática” destruye legitimidad

 

La elección del Consejero Presidente, y de Consejeros Electorales, del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, nos mostró de cuerpo entero la verdadera vocación democrática, y el sentido de legalidad real que tienen tanto el Gobierno del Estado, como todas las fuerzas políticas.

En aras de negociar, de proponer, y de influir políticamente desde fuera, todos ayudaron a destruir la legitimidad del IEE. Y las dos consecuencias inmediatas de esto, son la eliminación de los principios de certeza y pluralidad que debían prevalecer en el Órgano Electoral; y los claros visos de inconstitucionalidad, de avasallamiento y de descontrol que tuvo este proceso, respecto a todos los actores y fuerzas políticas que influyeron en él.

Por eso, más allá de los enredos, las intrigas y los trascendidos —que abundaron el fin de semana—, es necesario apuntar al análisis riguroso de lo ocurrido, de la grave situación de ilegalidad e inconstitucionalidad que enfrentará este proceso, y de cómo actuaron los diversos actores y fuerzas políticas que interactuaron para conformar este Órgano Electoral, que nace en el peor escenario posible. Es decir, desequilibrado, sin contrapesos, y severamente cuestionado y deslegitimado por las fuerzas a las que éste debe regular, y las que se supone que reconocen al IEE como su autoridad en esta materia.

Veamos, pues, punto por punto, todo lo que ocurrió este fin de semana respecto al IEE.

1.- De entrada, existe un error de origen: el presidente no puede ser electo sin la mayoría calificada: 28 diputados. ¿Por qué? Porque el CIPPEO establece en su artículo 84 inciso a) que “El Consejo General del Instituto se integrará de la siguiente manera: Un Consejero Presidente (…) que será electo por el voto de las dos terceras partes del Congreso Local…”. Al no hablar de “miembros presentes”, sino de “Congreso Local”, no deja espacio para “interpretar” a su favor la necesidad de que sean 28 diputados, y no menos, los que deban elegir al Consejero Presidente, independientemente de las razones que se enuncian en los dos puntos siguientes.

2.- Los consejeros sí pueden ser electos por la mayoría simple en el recinto, pero sólo cuando no se pueden elegir por mayoría calificada de la Legislatura o de los legisladores presentes. No obstante, el primer dictamen emitido por la Comisión respectiva, establece que éstos también serán nombrados por mayoría calificada de la Legislatura.

3.- Por lo tanto, esta elección se encuentra viciada de origen, porque el Consejero Presidente fue electo por mayoría simple. Independientemente de la interpretación a la ley que haya hecho la coalición legislativa que eligió a todos los integrantes del IEE por vía de la mayoría simple, es claro que el Texto Constitucional establece que el Consejero Presidente deberá ser electo por dos terceras partes del total de los integrantes del Congreso, justamente porque éste debe tener la máxima intensidad de legitimidad política, jurídica e institucional, para conducir un aspecto fundamental de la vida democrática de toda sociedad, como lo son los procesos electorales.

A partir de eso, puede entenderse que el requisito de votación de las dos terceras partes del total de integrantes del Congreso, sea insuperable frente a cualquier tipo de interpretación, y más de las que intentan hacer analogías engañosas, a partir de preceptos que no tienen como finalidad regular la forma en cómo debe ser electo el Titular del Órgano Electoral estatal.

EQUILIBRIOS PERDIDOS

4.- Con la nueva lista presentada para elegir por mayoría simple, el nuevo IEE no tiene una integración plural. Es un instituto a modo del actual gobierno, porque está conformado sólo con los candidatos de los partidos integrantes de la coalición legislativa. A simple vista se percibe la pérdida de equilibrios, que en toda democracia son fundamentales para el funcionamiento de cualquier órgano que incide en la vida política de una sociedad.

5.- Con esta acción, ellos demostraron su voluntad de avasallamiento, no de pluralidad. Es claro que, frente a ello, todo el discurso de lucha por la democracia quedó atrás, para dejar visible el rostro del autoritarismo. El Congreso es para construir acuerdos, y sólo cuando eso es imposible —y necesario legalmente—, se debe ir por el principio mayoritario.

6.- El viernes había dos propuestas: Othoniel Peña, propuesto por el PRI y Alberto Alonso, propuesto por Benjamín Robles Montoya. Como alternativa el PRI aceptó a Alberto Ciprián Nieto, candidato propuesto por ONGs; pero Robles se aferró a Alonso Criollo. Eso motivó el abandono del recinto por parte del PRI —un error de forma, porque dejaron abierta la posibilidad de elegir conjuntamente a los seis consejeros. Debieron elegir consejeros y después abandonar el recinto.

7.- Ya no pudo transitar el acuerdo, porque Robles Montoya insistió en que Alonso Criollo era la propuesta del Gobernador y no había negociación. El sábado, los diputados coalicionistas llegaron con la intención de la votación por mayoría. A la una de la madrugada integraron la nueva propuesta que fue la aceptada. Ahí sólo van propuestas de ellos. Consejeros de seis años: Víctor Leonel Juan (PT), Juan Pablo Morales (Convergencia), y Alba Jiménez (PAN). Consejeros de 7 años: Víctor Manuel Jiménez (PAN), Norma Santiago (PRD) y David López (PRD).

8.- Por eso es un instituto a modo: el Presidente propuesto por el gobierno y los consejeros por sus partidos aliados. La oposición quedó fuera. En esas condiciones de debilidad política (un gobierno “democrático”, pero que mantiene el viejo esquema de control sobre el Órgano Electoral), es inimaginable la puesta en marcha de las próximas elecciones. Ése es el talón de Aquiles del nuevo Instituto.

GOLPE A LA DEMOCRACIA

Más allá de las ganancias y las cuotas de poder que unos ganaron y otros perdieron, ¿qué pasará si el IEE se queda sin la representación de los partidos de oposición? ¿Cómo podrán hablar de legitimidad y certeza, cuando el Órgano fue conformado en las circunstancias descritas, cuando hubo una abierta injerencia oficial, y cuando la principal fuerza de oposición quedó fuera de su integración? ¿Qué puede decir la fracción priista en su favor, cuando la noche del sábado, mientras se votaba este acuerdo, ellos protagonizaban una sospechosa borrachera de antología? Esto es, en resumen, una derrota para la democracia.

 

2 COMMENTS

  1. asi es Mrestrante Adrian, lo que ejemplificas es lo correcto; no se puede hablar de un Instituto “democraticamente comformado en ausencia de la composicion del mismo por la fuerzas sino opositoras-porque no se habla de enfrentamientos a la luz de un incipiente legislatura-, pero si, divergentes para poder entonces hablar de que la “democracia que se pregono con antelacion y en este nuevo gobierno es ahora letra muerta. Saludos

  2. Paso a paso vamos comprobando que las alternancias políticas no sign nifican cambios reales en la economía ,democracia y demás asuntos re queridos por la población.Es hora de abrir paso a las candidaturas ciudadanas e insertar medios juridicos que validen o rescindan el mandato de los gobernantes antes de que terminen su encargo.Espero que no te amargues prematuramente ,pero no te faltarán razones con esta clase de gobiernos.Mientra tanto haces lo correcto en señalar las fallas tan lamentables que se están presentando.Adelante…

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