Diputados frente al IFE: desprecian la democracia

Date:

 

+ Construir acuerdos: demostración de lo imposible

 

Para mis amigos Odette y Paul: Dios

bendiga su amor y su nuevo hogar.

 

Pareciera que a nadie le preocupa que en México, el Congreso sea incapaz de generar los acuerdos necesarios para elegir a los tres Consejeros del Instituto Federal Electoral que faltan. Pareciera que a nadie le preocupa, porque existen otros temas más apremiantes en qué ocuparse. Aunque la inmediatez puede distraer a muchos, lo cierto es que eso no debía alejarnos de los temas importantes. Y es que lo que está en juego no sólo es el IFE o los consejeros, sino el futuro y la estabilidad misma de nuestra democracia.

Las bancadas que integran la Cámara de Diputados federal, llevan cuando menos once meses sin poder generar el acuerdo necesario para nombrar a los consejeros del IFE. Esto, visto desde la sola óptica del quehacer de los integrantes del Consejo General del órgano electoral federal, puede ser poco relevante. Es decir, se puede decir que aún con esos faltantes, el Consejo funciona plenamente y tiene capacidad para tomar decisiones y hacerlas valer.

El problema inmediato, sin embargo, radica en la falta de fuerza que impera hoy en ese organismo, al tener incompleta su integración, y al encontrarse bajo el esquema de la vulnerabilidad continuada frente a quienes se sienten dueños de la democracia en México.

¿De qué hablamos? De que hoy, los diputados y senadores, pretenden no ceder ni un ápice en los instrumentos constitucionales y legales que regulan la democracia, porque ellos pretenden tener el control de todo. Y no parece importar que, para conseguir sus fines, tengan que pasar por encima del IFE o de cualquier otro organismo, que se encuentre justamente encaminado a regular la vida de esos actores e instituciones (los partidos políticos) que monopolizan la democracia.

Frente a esto, el problema se vuelve mayor. Ya no sólo radica en si el IFE tiene o no completos a sus integrantes, o si éste puede funcionar bien o no (sobre eso no hay duda). Más bien, lo que debería preocupar es el hecho mismo de que hoy los partidos están demostrando que, primero, no tienen la capacidad y la madurez democrática suficiente para construir los consensos necesarios respecto a decisiones que son su competencia y obligación; y, segundo, que tampoco parece importarles demasiado abonar a esa madurez, y mucho menos cumplir, como en este caso, con un mandamiento constitucional que dice que los consejeros del IFE debieron ser electos desde el mes de noviembre del año pasado.

Esto, a la luz de los hechos, es un acto de profundo desprecio a la vida democrática del país, y a las instituciones que contribuyeron a su fortalecimiento. Hoy el IFE es blanco —en algunos casos por su misma falta de liderazgo y visión política, y por la presunta corrupción, a la que tampoco es ajeno— de todo tipo de cuestionamientos que intentan minar su legitimidad como órgano garante de la democracia, y que, en el último de los casos, quisieran verlo nuevamente reformado, nuevamente acotado, o de plano, desaparecido del mapa político de este país.

¿Quiénes quieren eso? Quizá lo pretendan los mismos partidos políticos que, según parece, no aceptan ningún tipo de regulación ni de fiscalización, y que también se han resistido a fortalecer los mecanismos para que el electorado tenga mayor capacidad de control y evaluación de sus gobernantes y representantes populares, a través del voto.

En la medida que ellos han comenzado a cerrar la puerta, y a endurecer sus posiciones, es como el país corre mayores riesgos. Hoy nadie garantiza que la democracia pueda ejercerse plenamente en esas condiciones. Y el problema es que esas fuerzas, ni siquiera son capaces de hacer una especie de “intercambio” con los electores: es decir, quitarles capacidad de decisión, a cambio de darles certidumbre y acuerdos para tomar decisiones firmes. No hacen ni lo uno ni lo otro. Y en esas condiciones, la democracia mexicana corre muchísimos riesgos.

 

ADVERTENCIAS

A través de su cuenta de Twitter, el constitucionalista, ex procurador General de la República, y ex ministro de la Suprema Corte, Diego Valadés, hacía ayer advertencias elocuentes. Señalaba en las redes sociales lo siguiente: “El presidente del IFE tiene razón al exhortar a los diputados para que designen los 3 consejeros que faltan. / La falta de acuerdos para integrar el IFE es un error de los partidos que pagaremos los ciudadanos.

“Llevó décadas construir las instituciones electorales pero las pueden demoler en cuestión de meses / No puede haber democracia sin partidos; lo malo es que sí pueda haber partidos sin democracia / Si los partidos no se ponen de acuerdo en la designación de consejeros del IFE, habrá que pensar en otros procedimientos para nombrarlos / En la Cámara de Diputados nos niegan el derecho a evaluar a nuestros representantes. Quieren secuestrar la democracia.

“Reelegir a los representantes es un derecho de los representados. Quienes nos lo niegan son los que nos creen incompetentes para decidir / Es sorprendente que un partido que quiere nuestro voto diga que somos incapaces de votar / El proceso electoral empieza mal; ojalá que termine bien.

Es incomprensible que el PRI no haya sabido llegar a un acuerdo para designar a 3 consejeros del IFE / Ahora se entiende que los diputados del PRI se opongan al gobierno de coalición: no saben llegar a acuerdos. Quienes insisten en producir una gran escisión política nacional, pueden salirse con la suya / En el IFE debe haber árbitros imparciales, no jugadores comprometidos / Cuidado con la tesis política de los “carros” completos. Hay quienes quieren ganar todo y decir hasta luego al pluralismo.”

 

¿PARTIDOS VS DEMOCRACIA?

Ese debía ser un cuestionamiento más profundo por parte de la sociedad mexicana en contra de los partidos políticos. ¿Qué éstos exigen democracia, pero sólo “en la casa de su compadre” y no en la propia? Los mexicanos debíamos estar más pendientes de estas contradicciones, entre quienes dicen promover el acceso de la ciudadanía al poder, pero que terminan cerrando todas las puertas posibles para impedir cualquier tipo de modificación a su statu quo. Eso es francamente inaceptable, casi tanto como lo es que hoy el proceso electoral haya arrancado con un IFE incompleto, ninguneado y atacado por sus regulados, que ahora ya se están convirtiendo en sus verdugos silenciosos.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here

Share post:

spot_img

Popular

More like this
Related

Reforma a la Ley del Infonavit busca erradicar la corrupción y garantizar el derecho a la vivienda 

El director general del Instituto, Octavio Romero Oropeza, acompañó...

Soberbia política

Carlos R. Aguilar Jiménez La soberbia, que según el diccionario...

Maryfer y yo: entrevistas insólitas

Segunda parte Renato Galicia Miguel Cuando acabé mi entrevista con Maryfer...

CONTRAFUEGO || Layda, imperiosa destitución 

Aurelio Ramos Méndez Layda Sansores tiene que ser destituida del...