+ Díaz Bautista y detractores: son iguales
No extraña que hoy haya una feroz guerra dentro del partido Movimiento Ciudadano. Ese partido, que fue quien inicialmente impulsó al hoy Gobernador del Estado en sus primeras aventuras políticas a principios de la década pasada, se encuentra en un insólito estado de abandono, propiciado no sólo por su baja competitividad electoral sino también por la voracidad de quienes lo han dirigido en los últimos años. Su desgracia no viene de ahora. Y lo que hoy padece es sólo uno más de los resabios de una disputa que ya es añeja.
En efecto, las disputas por Movimiento Ciudadano tienen nombre y apellido. Por un lado, se encuentra el grupo identificado con Alberto Esteva Salinas, y por el otro el que ha impulsado el hoy senador electo del PRD, Benjamín Robles Montoya. Los vaivenes del otrora Partido Convergencia siempre han tenido como riel principal la disputa entre militantes de arraigo y advenedizos. Y a partir de eso puede explicarse gran parte de lo que actualmente ocurre.
Hoy el control del partido lo tienen los benjaministas, a través de la figura de Saúl Rubén Díaz Bautista. Su arribo al partido fue parte de una batalla en la que se midieron Robles y Esteva no ante la militancia anaranjada, sino ante los grupos de poder que hace justamente dos años se encontraban aún en la “borrachera democrática” de la victoria en los comicios de Gobernador.
Aunque varios militantes convergentes intentaron participar en lo que se supone que sería el proceso abierto para la elección de dirigente, la línea fue implacable en el sentido de que el único que debía registrarse era el derrotado ex candidato a la alcaldía de Santa Lucía del Camino, Díaz Bautista. Y lo más que alcanzaron a negociar los grupos estevistas, fue la entrega de la Secretaría General del entonces PC a la diputada local, Margarita García García.
Eso, como era de esperarse, no resolvió nada. Pues la cohesión y las buenas cuentas que dejó Mario Arturo Mendoza Flores como líder estatal del partido naranja, pronto se convirtieron en desencuentros y abiertas peleas en quienes se habían quedado con el partido. El Presidente no tenía ningún tipo de acuerdo o simpatía con la Secretaria General. Y pronto vino a una nueva disputa feroz, cuando desde la dirigencia nacional se propuso el cambio de nombre, y de plataforma electoral, para pasar de PC a Movimiento Ciudadano.
En aquellos momentos, en los primeros meses del 2011, Mendoza, García y varios otros militantes naranjas iniciaron una nueva cruzada para intentar detener a Díaz Bautista, quien apoyado por la línea oficial, y sólo por algunos personajes como el regidor Ricardo Coronado Sanginés, finalmente consiguió por la fuerza convertir al PC en Movimiento Ciudadano.
De nuevo, como premio segundón, a la diputada García la integraron como parte de la nueva Comisión Operativa Nacional. Pero a cambio, esa negociación —que no tuvo ningún beneficio real para los convergentes inconformes en la entidad— arrojó el hecho de que Díaz Bautista no sólo no perdiera poder, sino que lo concentrara, a través de su nuevo cargo de dirigencia, único, de Coordinador de la Comisión Operativa Estatal.
Cuando esto ocurrió, ya los agravios eran mucho mayores. En el tránsito de Convergencia a Movimiento Ciudadano ocurrieron hechos como la agresión de que fueron objeto, en julio del año pasado, la diputada García, cuando en conjunto con Mendoza, llamaron a una conferencia de prensa en la sede naranja, y fueron agredidos por un grupo de porros que, a la voz de “Benjamín senador” disolvieron el encuentro y lastimaron a varios de los integrantes. Unos meses después, el ex presidente Mendoza sufrió un atentado, sobre el cual, misteriosamente, no existe una sola foja de investigación ministerial, pero sí muchas sospechas de que tuvo como origen la disputa y los agravios por el PC.
¿PUROS Y ADVENEDIZOS?
Esta disputa tiene varios puntos de referencia. El primero de ellos, es el hecho de que los grupos que han militado por más de una década en Convergencia, ahora Movimiento Ciudadano, no pueden aceptar, ni lo harán nunca, que un personaje que no es oaxaqueño, que nunca hizo trabajo de partido, y que sólo se ha servido de su cercanía con el Líder Moral de Convergencia en Oaxaca, tenga hoy el control casi total no de la militancia, sino de las siglas, y de la capacidad de éstas para determinar quién será postulado a un cargo de elección popular.
Otra de las razones tiene que ver con la pérdida de rumbo que, a su juicio, provocaron con el cambio de nombre del partido y la transformación a MC. Fueron sólo razones de práctica política, y de conveniencias, las que motivaron a Robles y sus operadores dentro de Convergencia, a dar su anuencia oficial para que el PC se convirtiera en lo que hoy es. La razón de eso era congraciarse con el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador y conseguir, a través de eso, que las postulaciones de la coalición nacional de fuerzas de izquierda, únicamente los favoreciera a ellos.
Una más tiene que ver específicamente con el hecho de que consideran que, ante los dos triunfos electorales seguidos, ahora tiene más valor que nunca el poder de la postulación del grupo dominante dentro del MC, y particularmente de quien se ostente como Coordinador Estatal. Como lo dijo en alguna entrevista Coronado, los inconformes tienen puestos los ojos en 2013. Lo que no dice, es que ellos están en la misma sintonía, y que Díaz Bautista, él, y algunos otros, impulsados desde el poder y desde el perredismo, también se saborean la posibilidad de ser postulados.
Por eso esta disputa no es por la democracia, sino simplemente por el poder. Todos quieren lo mismo. Aunque lo real es que, asombrosamente, MC es hoy una fuerza disminuida, abandonada por el poder y entregada únicamente a Robles, que quién sabe si tenga capacidad para generar hoy los votos que tanto presume. Se pelean por las sobras. Eso es lo más lamentable.
INOPERANCIA TOTAL
Es la que demuestra el director del Cecyteo, Víctor Raúl Martínez Vásquez. ¿Recuerdan que hace unos días integrantes del MULT le cerraron las oficinas centrales del Colegio por varias horas, en demanda de la instalación de un centro educativo en la comunidad de El Rastrojo, que es parte de la zona triqui? Entonces, Martínez decía que todo eran calumnias. Pero ayer le volvieron a cerrar sus instalaciones. ¿Qué espera para resolver ese tema? ¿Qué esperan en el gobierno estatal para removerlo, ante tanta inoperancia?