Servicios financieros: ¿quién sí nos protege?

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+ Que Condusef sea más que órgano de adorno

 

Es del dominio público el sinfín de fraudes y abusos que cometen las instituciones bancarias en contra de sus usuarios. Lo es también que éstos se encuentran prácticamente indefensos ante la maraña de trámites y burocratismo que hoy subsiste en la banca privada. Y aunque dicen que el sistema bancario mexicano es digno de ser presumido a nivel internacional, lo cierto es que esa eficiencia no se refleja en el servicio que reciben los usuarios. Y el blanco de esas arbitrariedades puede ser usted, algún familiar o prácticamente cualquier persona, a través de los llamados delitos cibernéticos o de los abusos de los mismos empleados de las instituciones bancarias.

En efecto, a esta columna han llegado diversas quejas en contra de instituciones bancarias por los abusos que cometen aquí mismo en Oaxaca, en contra de sus usuarios. Desde quien pierde su dinero por la clonación de una tarjeta de crédito, hasta casos tan patéticos como que los mismos empleados de una institución bancaria se coluden para cometer un fraude, y condenar a usuarios cumplidos a pagar deudas que no contrajeron y, mientras se defienden, a la tumba financiera que constituye el Buró de Crédito.

Los casos de clonación de tarjetas de crédito o débito se dan todos los días. Esta es hoy una de las formas más “sencillas” de fraude al sistema bancario que muchas veces cometen particulares valiéndose de diversos artilugios y tecnología para copiar los datos esenciales de una tarjeta de crédito y utilizar con ellos los fondos económicos de que ésta dispone. En otros casos, el fraude se comete desde la banca electrónica de las instituciones bancarias, a las que a través de hackers especializados llegan hasta las cuentas de los particulares y desde ahí drenan sus ahorros, el crédito disponible, u ocupan las líneas de crédito que se encuentran listas para ser autorizadas y utilizadas.

Cuando eso ocurre, el particular tiene algunas posibilidades de recuperar el dinero que le  arrebataron los ladrones cibernéticos. Desde hace algunos años, incluso, diversas instituciones bancarias implementaron esquemas de blindaje en contra de las deudas indebidas que se generan por la clonación de tarjetas bancarias, y también por los delitos que se cometen al vulnerar los sistemas de seguridad de los sistemas electrónicos de las instituciones bancarias. ¿Pero qué pasa cuando el fraude no es cometido por gente escudada tras una computadora o una “terminal punto de venta” falsa, sino por los propios empleados de una sucursal bancaria?

Esto ocurre aquí en Oaxaca, en pleno año 2013, y a pesar de los sistemas de seguridad que implementa la banca y de las formas de revisión que —se supone— también fueron puestos en marcha por instancias oficiales como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, para evitar delitos que incluso llegan al lavado de dinero y otras formas de defraudación no sólo a los particulares, sino también al sistema bancario y al fisco.

Eso fue lo que le ocurre ahora mismo a una persona conocida del autor de este espacio, a quien misteriosamente le fue otorgada una tarjeta de crédito que nunca solicitó. El fraude comenzó ahí, pues la institución bancaria (Banco Santander de México, S.A.) registró que esa persona sí había recibido el plástico en su domicilio —que, según está ya comprobado, no es el mismo que el que ha tenido registrado siempre, pero que sí les sirvió, previo comprobante del mismo, para rellenar la solicitud y recibir el plástico— y que había usado la línea de crédito otorgada (superior a los 50 mil pesos, dado el buen historial crediticio del que se valieron para obtenerla) hasta ser agotado.

De ahí en adelante, esas manos extrañas que consiguieron la autorización de la tarjeta de crédito, que la recibieron y que la utilizaron, comenzaron a desviar los pagos que en realidad sí realizaba la usuaria defraudada, a una cuenta que hasta el momento el banco no ha podido clarificar. En esas condiciones, los abonos mensuales que la afectada realizaba a sus tarjetas bancarias quedaron “extraviados”; y mientras eso pasaba, ya había caído al Buró de Crédito por el mal uso que se le dio a la tarjeta de crédito que fue emitida a su nombre pero que —por lo intrincado del método— la utilizaron vivales de la misma institución bancaria.

 

DAÑO IMPUNE

¿El resultado? Una deuda de casi cien mil pesos que le vino de la nada a la afectada. Y un reporte ineludible en el Buró de Crédito que truncó proyectos educativos, que puso en riesgo la salud de los afectados —por perder su seguro médico privado y por la preocupación y el pesar que les causa este asunto— y por el que finalmente no han tenido una oportunidad adecuada de defensa dada la colusión de quienes sostienen el sistema bancario en México.

Estas conductas se cometen porque desgraciadamente no hay controles de calidad en el servicio concesionado que prestan los bancos. La legislación que protege los derechos de los usuarios de los servicios bancarios es letra muerta. No se aplica en el país y las instituciones gubernamentales encargadas de proteger estos derechos, son elefantes blancos que duermen el sueño de los justos que no velan por los intereses de los usuarios bancarios y menos los protegen, por los compromisos que adquieren con los monopolios bancarios.

Esto da origen a que, por ejemplo, en las delegaciones de Condusef se coloquen servidores a modo que no sancionan los abusos y fraudes con las multas correspondientes, que sí debieran imponer para frenar estas conductas abusivas y delictivas. Es una abominable que se violen los derechos fundamentales de los usuarios de servicios bancarios en esta forma en el país, y en especial en Oaxaca. Y que a pesar de lo claras de las evidencias, la defensa sea una fantasía, y que finalmente no pase nada.

 

FRENAR LOS ABUSOS

Es cierto que este no es un tema relacionado con la vida política de Oaxaca, pero sí, y claramente, con el interés de todos los que de una u otra forma somos usuarios de los servicios financieros. Por eso, este es también un tema urgente que las instituciones gubernamentales competentes, federales, deben atender con la seriedad que se requiere para frenar los abusos y fraudes de las instituciones bancarias, y de verdad perseguir a los malos empleados de esas instituciones que se provechan de la información que manejan para sorprender a los usuarios. Nada de esto debemos callárnoslo. Hacerlo es convalidar una práctica abusiva e ilegal que, de seguir así, nunca tendrán fin.

 

2 COMMENTS

  1. Es vergonzozo que en México los usuarios bancarios estemos a “la buena de Dios” Maldita corrupción que este País parió y cada vez es menos controlable. Comento esto porque mi esposo cuenta con una pequeña empresa en construcción, él aperturo una cuenta PYME precisamente en Banco Santander en mayo del 2012 en la Sucursal 5007 del Estado de Veracruz. El último movimiento bancario lo hizo el 15 de marzo del 2014 y después de más de 8 meses de estar en inactividad laboral, acude temprano a su Sucursal el viernes 21 de nov/2014 y le pregunta al Gerente Lic. José Antonio Galmichi Vasconcelos si la cuenta estaba activa porque ese día le harían una transferencia porque iba a comenzar una obra y este le pide que deposite $ 1.00 y si era aceptado, esto quería decir que la cuenta estaba activa. La empresa que le había otorgado la obra a mi esposo le avisa al medio día que ya estaba el dinero para que el lunes 24 iniciará los trabajos, en ese momento mi esposo acude a la misma Sucursal y al querer retirar dinero para la compra de insumos de la obra, le dicen que su cuenta estaba bloqueada y que elaborara un oficio dirijido al banco Santander para que la desbloquearan, Mi esposo cumple con esto y le informan que hasta el lunes 24 de noviembre podría hacer uso del dinero.
    El lunes acude y hasta entonces pudo retirar una parte del dinero e iniciar la obra. El viernes 28 del mismo mes, expide un cheque de $50,000 por pago de renta de una maquinaria y rebotan el cheque, el proveedor le avisa a mi esposo muy molesto y mi esposo le dice que debe haber un error por parte del banco. Mi esposo acude inmediatamente a su Sucursal pero ya pasaban de las 16:00 horas. A través del cristal le pide al gerente que lo atienda y este lo ignora, bajo la lluvia mi esposo continua hablandole y despues de 1 hora el Lic. José Antonio Galmichi decide salir y le hace entrega a mi esposo de un “reporte de cuenta” donde aparecen 9 cheques cobrados en 6 diferentes sucursales por un total de $ 220,600. Cheques que mi esposo jamás expidió y fué hasta ese momento que se verifica la chequera y se da cuenta que efectivamente esos 9 cheques no existían porque nunca los integraron a la chequera (supuestamente 50 cheques). Cuando mi esposo recibió dicha chequera venía en una pequeña bolsa transparente de papel celofán, esto fué el 19 de feb/2014 y verifica el primer núm consecutivo y el último como siempre lo hizo con las chequeras anteriores. Los cheques hurtados los sacaron con todo y talon de enmedio de la chequera, violando primeramente la bolsa de celofan, despues el empastado y por ùltimo desengraparon la chequera, de esta manera no se noto la ausencia de los cheques. Al intentar engraparlos no coinciden los orificios de la grapa inicial con la segunda y el empastado no esta firme. Se atravieza en fin de semana y el lunes 1o/Dic/2014 temprano acudimos con un escrito dirigido al banco donde mi esposo muestra su inconformidad y solicita copia de los 9 cheques robados, asi como el video donde fueron captadas las imagenes del o los individuos que habían cobrado los cheques en las 6 diferentes sucursales del Puerto de Veracruz. Después de casi 3 horas nos atiende la subgerente y no le firma de recibido el documento argumentando que ella le daria un escrito con un num de folio y el 16 de dic del 2014 el banco emitiría una opinión al respecto. El mismo viernes 28/nov acudió mi esposo al MP a denunciar los hechos y el lunes 1o de dic fué a una oficina de la CONDUSEF que se encuentra en Coatzacoalcos y ni siquiera lo escucharon, solo se concretaron a decirle que ellos no le tenían fé al MP pero que al final solo era un requisito y había que denunciar.. No le recibieron los documentos que llevaba porque le solicitaron una “constancia de hechos por el MP” y con el burocratismo que existe la entregaron hasta el 10/dic, día que recibió los hechos la CONDUSEF y solo se limito a poner la fecha pero sin un num de folio, estos documentos los enviarían a las oficinas que tienen en el puerto de Veracruz que segun para darle seguimiento.
    El día martes 16 de dic/2014 acudimos al banco para la respuesta y después de 2 horas y media nos atienden y le entregan a mi esposo copias de los 9 cheques con firmas completamente desconocidas, ya que mi esposo acostumbra elaborar su firma grande, en la raya de firma que aparecen en los cheques, la linea y/o raya queda enmedio de la firma y las firmas apocrifas son muy pequeñas y arriba de la línea, en ese momento le pregunto al gerente que como aparecía la firma de mi esposo en su base de datos y este nos muestra a traves de la pantalla del monitor “un recuadro” donde esta la firma de mi esposo pero en ese recuadro no hay raya o linea. Un individuo cobro 6 cheques en 5 sucursales diferentes, autorizados por los gerentes, ademas de presentar el mismo num de IFE, aparece que tiene 3 direcciones diferentes en el puerto de Veracruz. El otro aparece con 2 IFE y con 2 direcciones diferentes, este ultimo cobro 3 cheques en 1 sola sucursal y autorizados por el gerente en el puerto de Veracruz. Le pregunté al gerente Lic. José Antonio Galmichi que cual era el transito desde su impresion a la entrega de los usuarios y este me dice que las chequeras son impresas en el DF después trasladadas al puerto de Veracruz para después ser enviadas a Coatzacoalcos y por último a Minatitlán para la entrega a los usuarios. Omiti decir que 2 cheques tienen tachaduras en la parte de atras cuando estos delncuentes escribieron sus datos además de no poner CP en ninguno de ellos. Acaso esto no llamo la atención de los cajeros? Por supuesto que el documento que envía el banco dice que la firma es “similar” a la de mi esposo. Estos delincuentes bancarios estuvieron checando durante 8 meses que la cuenta tuviera saldo para asaltar y en todo ese tiempo trataron de practicar la firma pero no contaban que en el recuadro no existe linea pero si la firma grande de mi esposo. Ya se rectificó la denuncia ante el MP y estamos armando la denuncia para la PGR porque el fraude bancario es un delito Federal. Ahora que he acompañado a mi esposo en este peregrinar nos hemos encontrado con varios casos similares en el mismo banco.
    Ya escribí al Banco de México pero aún no hay respuesta, ya le pedí a varios comentaristas de TV sobre finanzas que mas hacer pero no he recibido orientación por parte de ellos.
    Pido de favor si alguien sabe que otra Institución podría ayudarnos, se lo vamos a agradecer mucho. Corran la voz para que no haya mas fraudes por esta banda de delincuentes bancarios. Gracias

  2. Referente al caso anterior, olvide decir que las grabaciones de las camaras de seguridad del banco de los 2 delincuentes que cobrraon los 9 cheques el mismo día 28 de nov/2014 en 6 diferentes sucursales del banco Santander en el puerto de Veracruz por $ 220,600 no nos fueron aportadas. Dice el gerente de la suc 5007 de Minatitlán que solo daran las grabaciones si la Camision Nacional de Valores lo solicita.

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