+ Todo en manos de radicales; exprimirán a maestros
El mal fario sigue rondando el conflicto magisterial. A pesar de lo que muchos quisieran, el paro de labores no tiene si quiera una fecha más o menos cercana para ser revisado —y mucho menos levantado—, así como tampoco existe certeza de que pueda llegar a acordarse algo más que la continuación de las hostilidades. Los resolutivos de la más reciente Asamblea de la Sección 22 dan luces sobre los pasos a seguir en el movimiento. Pero todos van encaminados a seguir exprimiendo a los profesores para que continúen en la lucha, y para proveerse de argumentos y justificaciones para no levantar el plantón y el paro indefinido de labores.
En efecto, el primero de los puntos que debe ser considerado, es el relativo a que, de llegar a darse una anuencia de las bases, las clases no iniciarán sino hasta después del 23 de septiembre próximo. ¿La razón? Que en los resolutivos de la Asamblea Estatal Permanente celebrada el 13 de septiembre pasado en la Ciudad de México, quedó claro que todos los posibles acuerdos se discutirán hasta la siguiente Asamblea que se realizará el viernes 20 de septiembre. Es decir, que de llegar a decretarse el fin de la jornada de lucha y el inicio del ciclo escolar, éste no iniciaría antes de la última semana de septiembre.
Sin embargo, no hay muchas razones para tener aliento sobre el posible arranque del ciclo escolar. Esto, debido a dos razones: la primera, que determinaron que la consulta a las bases se dará únicamente entre los trabajadores de la educación que se encuentran en la Ciudad de México; y anclaron esta consulta al cumplimiento de una serie de demandas por parte del gobierno federal, el estatal, y el SNTE. ¿Tenemos clara la dimensión de esos dos resolutivos?
En el primero de los aspectos, el punto 18 de los acuerdos del 13 de septiembre pasado, la Asamblea Estatal determinó “consultar a las bases movilizadas en la Ciudad de México, la modalidad en que deberá desarrollarse la actual jornada de lucha, bajo un documento orientador que elabore la Secretaria de Orientación Política e ideológica que rescate el balance real de esta etapa. Dicha consulta será realizada el día viernes 20 de septiembre del presente año.”
Esto, de antemano, está encaminado a la continuación del paro. ¿Por qué? Porque a estas alturas, la Sección 22 ya no desea consultar entre todos sus trabajadores, sino sólo entre los que se encuentran en la capital del país. Ahí, ya sólo se encuentran los sectores más comprometidos con la lucha frontal del magisterio, y éstos difícilmente aceptarán el reinicio de clases mientras no se dé una respuesta verdaderamente “contundente” por parte de sus interlocutores.
Y si esto no fuera suficiente, habrá que releer lo que dice el punto 20 de los citados acuerdos. En éste, la Asamblea magisterial se pronuncia por “continuar con la Mesa de Negociación con el Gobierno Federal, el Gobernador del Estado de Oaxaca y el Secretario General del CEN del SNTE para mejorar las respuestas a los siguientes puntos: la liberación de los presos políticos y de conciencia, aprobación de la Comisión de la Verdad, el respeto a las conquistas y la defensa de los derechos de los trabajadores del MDTEO, otorgamiento de recursos Federales y Estatales para la puesta en práctica del PTEO, liberación inmediata de los salarios de los trabajadores del MDTEO, devolución de las escuelas tomadas por los espurios en esta Jornada de Lucha de manera inmediata y sin condiciones, desaparición de la espuria y devolución de las cuotas sindicales.”
Esto significa, en términos llanos, la abrogación de toda la reforma educativa (la norma constitucional, y las leyes secundarias), la restauración de todos los derechos y conquistas que desaparecen con la nueva legislación; la implementación del PTEO; la restitución de salarios; la desaparición de la Sección 59; y, en esencia, la rendición total del Estado frente a sus pretensiones.
Todo esto, queda claro, no ocurrirá jamás en una mesa de negociación con el gobierno federal. Y como esto no pasará, y como el movimiento ya se encuentra plenamente en manos de los sectores más radicales del magisterio oaxaqueño, entonces todo está predestinado a continuar como hasta ahora: con las escuelas cerradas, con los maestros protestando, y con la sociedad volcada en contra de un movimiento que, en esencia, no lucha por la defensa de un derecho, sino por la preservación de sus privilegios.
LOS AMAGUES
En estas condiciones, es ya un triunfo de la Sección 22 conseguir que las escuelas sigan cerradas. Esto no lo está logrando necesariamente porque los trabajadores de la educación estén plenamente convencidos de que deben seguir en este movimiento, o porque estén dispuestos a resistir indefinidamente sin percibir sus salarios. La Sección 22, en realidad, está endureciendo sus posiciones a partir del control que tiene de sus trabajadores, y está utilizando toda su fuerza en contra de quienes se resistan a participar en las movilizaciones, o que cuando menos no acaten los resolutivos de continuar en paro de labores.
Esto lo han reflejado en dos de sus resolutivos. Los puntos 15 y 16 del documento antes citado, señalan respectivamente: “la Asamblea Estatal acuerda que los Jefes de Departamento, Jefes de Sector, Supervisores y Directores que no se encuentran movilizados en esta Jornada de Lucha se les sancione de acuerdo a los Principios Rectores de este MDTEO”. Y el siguiente punto dice: “La Asamblea Estatal acuerda que los Niveles Educativos retomen las Constancias de Participación Sindical de la presente Jornada de Lucha para los diferentes beneficios logrados por el MDTEO, tales como: becas, préstamos, cambios, ascensos, etc.”
Es decir, que apenas termine la jornada de lucha, la 22 buscará con todo premiar y sancionar según sus reglas “democráticas” a los maestros, y no con base en su esfuerzo y preparación como se debería. Ratificará, pues, su voluntad de que esté mejor quien participe en la lucha, independientemente de si es o no un buen maestro frente a grupo. Algo terrible.
CENTROS DE ACOPIO
En Oaxaca, tuvo que ser la Secretaría General de Gobierno quien instalara un Centro de Acopio de ayuda para nuestros paisanos de la Costa, Istmo y Sierra Sur que resultaron afectados por los fenómenos meteorológicos de los últimos días. ¿Y dónde quedó el DIF Estatal, y todas las demás dependencias estatales que se supone que están para ayudar a la ciudadanía en situaciones críticas como éstas?