+ Presencia en procesos democráticos ha sido permanente
A pesar de las señales de fuerza que han enviado el gobierno de Oaxaca y la Federación, la Sección 22 ha reiterado sistemáticamente su determinación de ir al paro indefinido de labores, a partir de la próxima semana. El anuncio parece estrujante de cara a la nueva realidad de la entidad en materia educativa. Pero no sorprende nada si se mira desde la lógica del proceso electoral que, además, está a muy pocos días de definirse. Al final, la Sección 22 es uno de los grupos de presión más determinantes que existen, y en esa lógica era de esperarse su participación política —a su forma— en los comicios oaxaqueños.
En efecto, luego de la aprehensión del líder regional de la Sección 22 en el Istmo de Tehuantepec, Heriberto Magariño López, reapareció el secretario General del magisterio en Oaxaca, Rubén Núñez Ginez. Lo hizo, en una declaración atípica, no para denunciar el hostigamiento de que los ha hecho blanco el gobierno federal, o para reprocharle a la administración de Gabino Cué Monteagudo por lo que ellos pudieran calificar como una traición. Incluso, Núñez no apareció para anunciar acciones en respuesta a la aprehensión de su dirigente regional.
Más bien, Núñez Ginez retomó la escena nacional (a través de una entrevista que ofreció al periódico El Universal) para deslindarse —otra vez— de Andrés Manuel López Obrador y para reiterar la decisión de ir al paro indefinido de labores. En ese sentido, vale la pena releer algunas de sus declaraciones. Núñez dijo, por ejemplo, que “por el acuerdo y la caracterización, es un paro nacional indefinido y unitario, es decir, cabemos todos los simpatizantes de la CNTE, todos los maestros que si no militaban en la coordinadora y se ven afectados por la reforma educativa, se van a sumar a la lucha”.
A la pregunta de qué rol juega la Sección 22 en el actual proceso electoral, Núñez dijo: “el Congreso Político extraordinario abordó el tema de la coyuntura electoral y uno de los puntos que avaló el movimiento fue que no coincidimos en que los mismos compañeros estén dando su voto a los partidos que firmaron el Pacto por México, no sólo en Oaxaca, sino todo el país, porque el pacto afectó a todos los estados”. Junto a esto, dijo que el domingo 15 definirán la sede de su plantón masivo (el zócalo de la Ciudad de México, a las afueras de la Secretaría de Gobernación o en el Monumento a la Revolución). Pero toda su declaración redunda en el tema electoral y en el estallamiento del paro indefinido de labores.
¿Debiera sorprender? A la luz de la reforma electoral, sí, porque este es el más claro desafío del magisterio disidente aglutinado en la Coordinadora —cuya cabeza de playa sigue siendo, indiscutiblemente, la Sección 22 del SNTE— a los amagues hechos por la Secretaría de Educación Pública y el gobierno de Oaxaca, en el sentido de que aplicarán la ley a todo aquel maestro que falte tres días a sus labores docentes en un lapso de treinta días, y que no habrá tregua ni trato diferenciado para los profesores faltistas con los que, además, ninguna instancia del gobierno federal ni de Oaxaca tiene interlocución o mesas de diálogo.
PARTICIPACIÓN ELECTORAL
No obstante, si todo este asunto es visto desde la lógica de que la Sección 22 es un grupo de presión muy importante para la gobernabilidad del Estado; y de que, a su forma, siempre ha participado en los procesos electorales —máxime en los que se elige Gobernador— estatales, entonces a nadie debería sorprender su anuncio de que en esta ocasión también participarán a través de un paro indefinido de labores y, posiblemente, en un plantón representativo en la entidad.
Según su propia lógica, el magisterio oaxaqueño considera que bajo ninguna circunstancia puede sustraerse de una dinámica política tan trascendente, como la de un relevo en la gubernatura. Quienes asumen equivocadamente que su participación en el proceso electoral ocurre en el activismo, omiten ver que en realidad la participación de la Coordinadora se da a través de sus propios medios. Eso tiene que ver no con la promoción específica a algún candidato, sino más bien en las acciones de repudio a las fuerzas políticas con las que no comulgan.
Hoy en Oaxaca tienen un escenario atípico porque, según las propias palabras de Núñez Ginez ayer en El Universal, la Coordinadora no avala ningún pacto con los partidos que firmaron y apoyaron el Pacto por México —élite de donde emergió la reforma educativa, y todas las demás reformas estructurales— pero que tampoco está con López Obrador. Y aunque este último deslinde parece más testimonial que de convicción, en realidad parece que por primera vez los profesores de la Coordinadora se quedaron sin candidato, a pesar de que abanderados como José Antonio Estefan Garfias han prometido diálogo —que hoy no existe entre el gobierno de Oaxaca y la Sección 22— y la posibilidad de reabrirles la puerta de la institucionalidad, que siguen teniendo cerrada.
PONER A PRUEBA EL SISTEMA
También es clara la intención de poner a prueba el sistema. Sí, ese sistema que ya aplicó una evaluación pero que en Oaxaca no ha arrojado ningún resultado contundente respecto a los profesores oaxaqueños que se resisten a la evaluación educativa. En ese aspecto, no ha quedado claro cuál ha sido el derrotero de la autoridad. Ahora la Coordinadora va a ver qué tan posible puede ser que haya un despido masivo. No lo creen. Por eso van a comprobarlo… si es que en realidad sí estalla el paro indefinido a partir del domingo 15.