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Desalojo de ambulantes

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Carlos R. Aguilar Jiménez

En el sistema capitalista de libre mercado o neoliberal en que vivimos, se utiliza el procesamiento distribuído de productos, mientras que en el comunismo se privilegia el centralismo, siendo el estado quien distribuye. El capitalismo en oferta y demanda permite el libre intercambio económico y la toma de decisiones independientes. No es ilegal vender un pan de muerto a mil pesos, pero nadie lo compraría, el consumidor siempre buscara opciones entre la competencia y, es justo ahí donde inicia en Oaxaca el problema de los vendedores informales y ambulantes, que venden en total ilegalidad, impunidad, corrupción y violación a las normas establecidas para comerciar. 

Los vendedores ambulantes que invaden calles, irrumpen plazas, secuestran banquetas y calles instalando grotescos, mugrientos e ilegales puestos, no pagan impuestos ni renta, predial, agua, roban electricidad, venden cosas robadas o de pésima calidad y estorban la circulación además que sus parientes que les acompañan se dedican a robar autos o asaltar transeúntes, mientras que los comerciantes formales y establecidos sí pagan elevados impuestos, están obligados a cumplir con ordenanzas municipales, estatales y federales, además de cumplir obligaciones de salud, seguridad y protección civil, entre otras exigencias que se deben respetar legítimamente, sufriendo la competencia desleal e ilegal de los ambulantes que les quitan clientes e impiden el comercio formal, por lo que la decisión tomada por el presidente municipal, Oswaldo García Jarquín, hace semanas y que continúa estos días desalojando ambulantes del Centro Histórico y alrededor de mercados públicos, es de aplaudir y es justo lo que esperaba la población y turismo para rescatar la magnificencia de la ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad y que los ambulantes convertían en gigantesco y horroroso tianguis en una dinámica cancerígena que, de no atenderse desalojando ya a los vendedores de cosas robadas, seguiría la metástasis que haría el Andadador Turístico, García Vigil y calles aledañas se convirtieran en grotescos y malolientes mercados que paulatinamente ahuyentarían al turismo, como ha sucedido con los habitantes de la ciudad que consideramos ahora el Centro Histórico es exclusivo para turistas, vendedores de piratería y pueblerinos, mientras muchos oaxaqueños optamos por comprar mejor en la colonia Reforma y plazas comerciales o buscar entretenimiento en cualquier lugar, menos en el Centro Histórico, donde si no se utiliza un estacionamiento, las mafias de ambulantes cristalearán el vehículo o los peatones serán asaltados, contexto que no sucede en Centros Históricos de ciudades que se respetan a sí mismas y sus autoridades, como en este caso el Presidente Municipal, atinadamente y por fin, ha tomado una medida que urgía y que miles de oaxaqueños le aplaudimos. Bien por el desalojo de ambulantes porque ese será su legado reconocido social y políticamente.     

En Oaxaca está prevaleciendo la cultura como negocio: Arnoldo Dámaso

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Renato Galicia Miguel

La degradación de Oaxaca responde a problemas como la falta de participación ciudadana en la democracia electoral, el deterioro del medio ambiente y el “entender a la cultura como negocio”.

Son parte de “una falta de visión de los gobernantes, de un sistema que se basa en políticas neoliberales atrasadas treinta o cuarenta años en las que el mercado es el que define y regula los modos para ir avanzando y no el Estado”.

Así define el momento oaxaqueño quien antes fuera monero, después activista-ambientalista y luego, incluso, aspirante a candidato por Morena a la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez.

Arnoldo Dámaso (ciudad de Oaxaca, 1974) fue caricaturista de periódicos locales veinte años, además de ser artista visual de manera más bien discreta, luego se convirtió en activista por problemas laborales en el Museo de los Pintores Oaxaqueños (Mupo) –aunque dice que ya había participado en otras actividades vecinales—y posteriormente ambientalista.

Durante el pasado proceso electoral para la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez, se inscribió en la convocatoria de Morena como aspirante, sin mayores resultados.

—Eras un monero que se la pasaba satirizando a los ediles, digamos, y de repente ya andabas de activista y después de aspirante a candidato a munícipe de Oaxaca de Juárez por Morena: son cambios extraños.

—Como caricaturista viví la toma de conciencia, además del conocimiento de cómo se mueve la política en Oaxaca. Fue un primer paso, inicié muy joven, tenía veinte años, y me dediqué de lleno a ese oficio hasta los cuarenta.

“Como activista he tratado de enfrentar los problemas que criticaba como caricaturista. Y eso ha sido muy difícil porque te encuentras con autoridades que no defienden derechos públicos, sino personales o de grupo, que no son precisamente los que nosotros consideramos prioritarios, como los relacionados con la ecología, el patrimonio cultural y el natural.

“Mi tercera fase la veo como parte de mi activismo porque ni siquiera pertenecemos a un grupo político fuerte o a una mafia. Más bien estamos explorando el camino de la democracia electoral, pero entendiendo que lo que se necesita es abrir los espacios para la participación ciudadana, porque están cerradísimos, son coto de grupos o familias”.

Defensor del Cerro del Crestón, los laureles históricos del Zócalo y los mil 500 árboles que van a eliminar –según los ambientalistas—por las obras de ampliación de la avenida Símbolos Patrios de la ciudad capital, expone que “estamos conscientes de nuestros alcances y quiénes somos: no pensamos en los procesos electorales, sino en ir generando una conciencia ciudadana porque los cambios que vienen por el calentamiento global serán muy fuertes y la sociedad tendrá que participar de manera obligada, como sucedió con la pandemia de covid”.

Todo está relacionado. “Cuando protestamos contra la apertura de tanto Oxxo en el centro de la ciudad y planteamos el problema de la obesidad infantil y la precariedad de la salud de las personas del pueblo de México, no nos creían, pero vino la pandemia y pues ya ves”.

Uno de los problemas mayores, plantea, es que como sociedad nos hemos hecho de una coraza, y cuando alguien empieza a organizar o a querer participar en política, la misma familia y los amigos nos dicen que es imposible cambiar por cualquier vía.

“Pareciera que tenemos un gen que nos inhibe a la participación, que solo se cree en las estructuras de gobierno, que necesitas mucho dinero y un padrino. El principal obstáculo es el de las barreras psicológicas para participar, pero es obligado por los cambios que vienen, de hecho, nuestra agenda la estamos construyendo a partir de ello”.

–¿Qué es ser ambientalista en Oaxaca, porque caben muchas facetas, desde los esquiroles hasta las ONG que obtienen fondos de los gobiernos y las grandes corporaciones internacionales como modus vivendi?

–Existen ese tipo de organizaciones, pero en Oaxaca ser ambientalista tiene una raíz profunda, relacionada con el campo, la naturaleza, que todavía muchos de nosotros conocimos.

–Como en el caso de los ríos, que en la ciudad de Oaxaca no son solamente ecológicos, sino simbólicos, pero que han fenecido y hay quienes plantean que deberían ser ya avenidas, pues no tienen posibilidad de se rescatados: ¿cómo ves este punto?

—Hay un proceso judicial y sentencias y acuerdos, pero no se han llevado a cabo.

“No solo son los ríos, sino todos los procesos relacionados con la ecología. El problema es la escasa aplicación de la ley y de presupuesto.

“Volvemos al tema, la participación de la sociedad ante el cambio climático va a ser obligada, como pasó con la pandemia. La capacidad de retención de agua es muy baja, y vamos a tener que realizarla queramos o no. Existe ya la tecnología y no es costosa, pero como estamos pensando en las grandes obras de drenaje no nos damos cuenta. Lo que se requiere entonces es un cambio cultural previo a que llegue la crisis”.

–El rescate ecológico en Oaxaca se ha vuelto un botín de ONG, fundaciones, altruistas, todo es “grilla” política mientras la ciudad sigue deteriorándose. 

–Más que de las organizaciones, el problema es de los intereses de particulares, como los fraccionadores… Los ambientalistas siempre van a tocar intereses económicos, por eso los muertos están de este lado. Hay una extinción de la flora y fauna en la ciudad de Oaxaca y pareciera que no estamos siendo conscientes de que se está agravando más y más todos los días. Tiene que haber un cambio radical de mentalidad.

–Pero lo que se percibe hoy, se le plantea al activista, es más bien es que la cultura popular no la están generando los oaxaqueños, sino otros:  ves que en los comercios de las calles céntricas todo es “nativo” o “criollo”, pero estilo Polanco, por ejemplo.

–No, eso no es cultura popular, es cultura pop, algo que no necesita una concepción elaborada, el misticismo, y que, además, es muy fácil de consumir: eso es lo que se está ofreciendo.

“Es el problema de entender a la cultura como negocio y, además, no proteger al patrimonio oaxaqueño”.

Cinco malas películas con excelentes ‘soundtracks’

Ismael Ortiz Romero Cuevas

En el cine, no todo se trata de la imagen, la fotografía o la historia; también se trata de la música que acompaña a la cinta que muchas veces, es la que termina rescatando una producción que deja mucho qué desear. Y este jueves, te invito, estimado lector, a que recordemos cinco películas que no son que digamos algo extraordinario, pero sí, sus álbumes que las acompañaron como bandas sonoras: 

1.- “Godzilla” (1998)

Director: Roland Emmerich 

Protagonistas: Matthew Broderick; Jean Reno; Maria Pitillo; Hank Azaria; Kevin Dunn; Michael Lerner y Harry Shearer

Productoras: Centropolis Entertainment y TriStar Pictures

Distribuidora: TriStar Pictures

Banda sonora: Sony Music / Columbia Records

Esta película fue un desastre en todo sentido. La trama que pintaba para ser algo épico, terminó siendo ridícula y hasta cómica, había muchos efectos especiales y una gran producción, pero con un guion flojo y sin un solo ápice de lógica, porque vamos, aunque sea una cinta de “Godzilla” se tiene que hacer que la historia sea un poco creíble y pues, esta lamentablemente no lo fue, empezando porque ¿a quién se ocurrió que Matthew Broderick podía ser un héroe de acción? Ni siquiera se acerca a eso en lo más mínimo y sí, se la pasa imitando como a Marty McFly y sí, fue un fracaso en todo sentido, tanto, que Sony vendió los derechos de Godzilla a Warner Bros., estudio que los tiene hasta hoy. Sin embargo, de esta cinta, la banda sonora es otro cantar y se ha convertido en una pieza de colección y símbolo de finales de los noventa; con propuestas grandiosas de rock alternativo y R&B, el disco que acompañó a la cinta, es una pieza digna de escuchar, desde el excelente ‘cóver’ que realiza la banda “The Wallflowers” que lideraba Jacob Dylan de la canción “Heroes” de David Bowie, hasta propuestas de “Foo Fighters”; “Green Day”; Puff Daddy o “Jamiroquai”, por mencionar algunos. Gran disco para una película muy mala. 

2.- “Escuadrón suicida” (2016)

Director: David Ayer

Protagonistas: Will Smith; Margot Robbie; Jared Leto; Viola Davis; Joel Kinnaman; Jai Courtney; Jay Hernández; Adewale Akinnuoye-Agbaje; Cara Delevingne; Adam Beach y Karen Fukuhara

Productoras: DC Entertainment; RatPac-Dune Entertainment y Atlas Entertainment 

Distribución: Warner Bros. 

Banda Sonora: Warner Music / Atlantic Records

Los cortos promocionales de la cinta nos emocionaron a más no poder. Nos prometieron un “Guasón” desquiciado, un “Deadshot” asesino y una “Harley Quinn” que realmente estaría demente y nada de eso pasó, la película fue de mala a peor en segundos. Ahora sabemos que realmente fue el estudio el que saboteaba las películas del universo de Zack Snyder por considerarlas demasiado oscuras, cuando ellos, querían algo similar a Marvel y el resultado, fue que nos entregaron historias realmente ridículas como esta, donde la única que se salva con creces en Margot Robbie en su papel de “Harley Quinn”. Pero es la banda sonora la que de nuevo se luce, incluso, estuvo nominada a un premio Grammy. Y es que el disco realmente vale mucho la pena escuchar, pues contiene temas de “Twenty One Pilots”; Eminem; “Panic! At The Disco”; Kehlani y Skrillex por citar algunos; de “Escuadrón suicida”, lo único bueno, es su ‘soundtrack’. 

3.- “Tron: el legado” (2010)

Director: Joseph Kosinski

Protagonistas: Garrett Hedlund; Jeff Bridges; Olivia Wilde; Bruce Boxleitner; Michael Sheen y Beau Garrett

Productoras: LivePlanet y Sean Bailey Productions

Distribución: Walt Disney Pictures

Banda Sonora: Walt Disney Records

Lo único que “Tron: el legado” nos vino a demostrar es que la cinta original de 1982 es realmente una gran pieza del cine. De verdad, esta cinta no era necesaria en ningún sentido y aunque puedo decir a su favor que los efectos especiales realmente son muy originales y vanguardistas, no podemos negar que la cinta no le gustó ni siquiera a los fanáticos más férreos de la historia. La banda sonora, la hizo “Daft Punk” y eso, ya dice todo. 

4.- “Lluvia púrpura” (1984)

Director: Albert Magnoli

Protagonistas: Prince; Apollonia Kotero; Morris Day; Clarence Williams III y Olga Karlatos

Producción y distribución: Warner Bros. Pictures

Banda Sonora: Warner Music / Rhino

La película es aburrida, con un argumento muy básico y con actuaciones forzadas. Aún con eso, cuenta con una aprobación del 70% en Rotten Tomatoes y es considerada una película de culto, pero en serio ¿quién la disfruto? Hasta hoy, al menos yo, no he encontrado una sola persona que me diga que la haya pasado bien viendo esta cinta con Prince haciéndola de víctima de todos; es más olvidémonos que el proyecto principal fue una película y quedémonos todos con el disco, que ese sí, es una pieza completa de arte, contando con Prince en su mejor momento, creativo, talentoso y sexy. 

5.- “Batman eternamente” (1995)

Director: Joel Schumacher

Protagonistas: Val Kilmer; Tommy Lee Johns; Jim Carrey; Nicole Kidman; Chris O’Donnell y Michael Gough

Producción y distribución: Warner Bros. Pictures

Banda Sonora: Warner Music / Atlantic Records

Aquí estuvimos a punto de perder a Batman. Desde ese tiempo inmemorial, Warner Bros., insistía en que no quería un universo tan oscuro como el que había creado Tim Burton en las dos primeras cintas del encapotado de Ciudad Gótica y le quitó el puesto de director para dárselo a Joel Schumacher, que creó una cinta pueril y fosforescente que nos trajo a caricaturas de carne y hueso. Los fans odian las cintas de Schumacher, pero el ‘soundtrack’ que se armó fue un verdadero triunfo y contó con temas de “U2”; Seal; “The Offspring”; “Massive Attack”; Nick Cave y Michael Hutchence en uno de sus últimos trabajos en esa grandiosa versión oscura y elegante del tema de Iggy Pop “The Passenger”; y mientras la película es un asco, la banda sonora de verdad, es una verdadera gloria. 

¿Crees que hay material para una segunda entrega de esta lista? Seguro que sí y espero tus sugerencias. 

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No vacunaré a mis nietos

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Carlos R. Aguilar Jiménez

De forma incomprensible, en una disociación cognitiva extrema, no obstante tenga formación profesional como médico – científico, el secretario de salud nacional Jorge Alcocer, en comparecencia ante diputados, tratando de defender su ineptitud y torpeza en el cargo como funcionario de gabinete, por la que delegó su obligación de trabajo y responsabilidad con la salud de los mexicanos en el merolico López Gatell, sentenció que él no vacunará a sus nietos, obviamente a él no le corresponde, sino a sus padres, él es abuelo, y por lo que dijo, un abuelo anacrónico, porque existen dos opciones en la vida al llegar a adulto mayor, una es ser viejo sabio y la otra, viejo necio. 

No vacunará a sus nietos, dijo, porque seguramente desconfía en la ciencia, no obstante sea médico y haya sido vacunado de niño contra enfermedades antes mortales: viruela, sarampión, poliomielitis y todo padecimiento viral y bacterial que, antes de la existencia de vacunas y antibióticos mataban a millones o dejaban afectados para toda su vida, porque desde que Edward Jenner, desarrolló la primer vacuna y Louis Pasteur estableció la relación de gérmenes con enfermedades, también inventó la pasteurización y vacuna contra la rabia, desde entonces toda persona, sociedad, país,  médico o secretario de salud, excepto el de México, saben bien, a ciencia cierta, (demostrado científicamente) porque hasta los sacerdotes y el papa están vacunados, incluso contra la Covid-19, entendiendo que las vacunas son antídotos, contravenenos, medicamentos eficaces contra enfermedades y muerte, como alguna vez lo fue la pandemia de viruela,  peste, sífilis, tuberculosis, cólera y otras enfermedades contagiosas que hoy casi están erradicadas del mundo, ya sea por medio de antibióticos o vacunación universal. Nadie actualmente en juicio y razón, excepto fundamentalistas religiosos y creyentes en complots, dejaría sin vacunar a sus hijos y si acaso algunos grupos como testigos de Jehová o mormones se niegan, la inmensa mayoría de habitantes del mundo sabemos que para proteger y salvar a abuelos, padres, hijos y nietos de posibles contagios virales y muerte, la salvación son las vacunas, porque si bien en el caso de la Covid-19, niños y jóvenes son más resistentes que los adultos, lo cierto es que, los virus mutan, evolucionan, se adaptan en función de la selección natural Darwiniana y así, si los niños no se vacunan, se encuentran en riesgo por cepas virales mutantes. Pero eso no importa al secretario Alcocer, quien, no obstante está vacunado y por ello ha llegado a vivir tantos años, su declaración es desafortunada y mezquina, porque debido a su alto cargo y a la ideología mesiánica que representa, establece un mal ejemplo, un maligno y mortal modelo que posiblemente sigan todos aquellos que ciegamente toman ejemplo y defienden neciamente al gobierno actual que condena a científicos, descalifica a la UNAM y sataniza a los que no se alienan.      

Porque la participación de niñas, niños y adolescentes también cuenta

Carlos Villalobos

En una sociedad en donde únicamente se ha considerado, como mecanismo de participación en la vida pública, al voto sí aspiramos como sociedad a un futuro con mejores condiciones, la participación de niñas, niños y adolescentes es necesaria, porque la vida pública es de todas y todos, sin importar raza, credo, ideología, estrato social y, para efectos del presente texto, edad.

Entendiendo que la participación en la vida pública comienza a los 18 años, como el simple hecho de ir a las urnas y ejercer un voto, evidentemente todas y todos aquellos que no cumplan con el requisito de la edad están automáticamente descartados, negando a niñas, niños y adolescentes la posibilidad de intervenir en las decisiones públicas y provocando que al alcanzar la mayoría de edad no tengan las motivaciones para participar activamente en sociedad.

La lógica que (lamentablemente) hoy impregna nuestro sistema de participación tiene corte ‘adultocentrista’, en donde se da por hecho que, de no cumplir con la mayoría de edad, no se cuenta con la capacidad de discernir qué le conviene a la sociedad u opinar para mejorar, descartando así las ideas, y posibles soluciones, que puedan nacer a través de la reflexión interna infantil y juvenil.

A pesar de todo, las niñas, niños y jóvenes hoy representan el 30.35% de la población total del país, de acuerdo con el censo de población más reciente elaborado por el INEGI. A pesar de ello han sido sistemáticamente ignorados desde distintas tribunas, desde la elaboración de plataformas electorales hasta la aprobación de leyes o la creación de organismos específicamente enfocados para atender problemáticas infantiles y juveniles.

A partir de la implementación del mecanismo de participación infantil y juvenil, desde 1997, el Instituto Nacional Electoral ha dejado claro que la opinión de todas y todos, sin importar su edad, cuenta, de ahí que de acuerdo con el reporte de resultados de la Consulta Infantil y Juvenil 2018 niñas, niños y adolescentes opinaron, en tres rubros diferentes, lo siguiente:

En cuestión de género y trato diferenciado, entienden que existe un trato desigual entre mujeres y hombres, por un lado, en el grupo de 6 a 9 años asocia la valentía mayormente con los hombres, mientras que para el grupo de 14 a 17 años la responsabilidad es más un atributo de las mujeres, cuando en cuestión de valores no debería haber diferenciación.

En el ámbito de la seguridad, cada vez hay un mayor (re)conocimiento de la violencia y los problemas derivados de esta, aunque la violencia en el hogar tiene una cifra de incidencia mayor en el grupo de 6 a 9 años, esta está generalizada y con ello se tendría que estar trabajando en políticas públicas para atacar en función de la estadística recogida.

En el último tópico, la discriminación, así como la violencia en casa, está normalizada y por tanto solo confirma que el país sigue siendo marcado por este tipo de prácticas. En todos los grupos estudiados las ideas, la edad y la apariencia fueron los tópicos que ocuparon la atención de las y los encuestados.

Entendemos entonces que la participación no solo implica la selección de x o y candidato, si no también significa poder contar con el sentir de la población, que en este caso son las niñas, niños y jóvenes. Lamentablemente no se ha terminado de generar el impacto necesario a pesar de que el Instituto Nacional Electoral ha cumplido con creces, reportando que en el ejercicio de 2015 participaron aproximadamente tres millones de encuestados, mientras que en el ejercicio estudiado (2018) se reportó la participación de alrededor de cinco millones de menores de edad en todo el país.

Por todo lo anterior, cabe recalcar la importancia que, el Instituto Nacional Electoral (INE) así como sus representaciones estatales y aliados, continúe con ejercicios como el que se llevará a cabo durante el mes de noviembre en el país, a través del sitio consultainfantilyjuvenil.ine.mx y en todas las oficinas estatales del INE, y del 16 al 22 de noviembre en las escuelas donde cuenten con casillas.

Con los lemas “contamos todas y todos” y “moldea tu futuro” la participación de niñas, niños y adolescentes será tomada en cuenta (o ignorada olímpicamente como hasta el momento ha pasado), analizada, y quedará de nuestros representantes hacer buen uso de toda la información que se pueda recolectar, para el bien de nuestras comunidades, dando con ello opinión a un sector de la población que siempre ha tenido y tiene algo que decir.

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¿Cerca de quiénes?

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Carlos R. Aguilar Jiménez

Un senador de la república oaxaqueño (ya saben quién) que en estos días se promueve en medios y redes respecto de su informe de actividades y aprovecha la ocasión para promover la revocación de mandato, en su publicidad política afirma: “Estar cerca de quienes más lo necesitan”. Lo que no se sabe si lo necesitan a él o a lo que promete, porque lo cierto es que todos los políticos cuando se involucran en alguna campaña política y requieren del voto de los ciudadanos, ¡sí están cerca! de, según ellos, de quienes más lo necesitan, unos de los votos y, los otros de la remota posibilidad de que cumplan lo que prometen, por estar casi siempre necesitados, y son a quienes inmediatamente, una vez asumen el cargo político, jamás nunca se vuelven acercar. Nunca más vuelven a estar cerca de quienes más lo necesitan, hasta que… inician otra campaña política.

Cuando los políticos ganan elecciones ipso facto se olvidan de quienes se supone son quienes más los necesitan: los pobres, porque con la investidura o cargo político que asumen al ganar, nunca desayunarán en mercados de pueblos, jamás comerán con albañiles, obreros o campesinos y mucho menos cenarán o se acompañarán de la señora que vende dulces, del que carga tanques de gas o botellones, ni prestarán atención a la vendedora de papas o al empleado de las taquerías, porque su nuevo mundo, ambiente económico y político luego que ostentan alguna diputación, senaduría, regiduría, presidencia o gobernatura será convivir con empresarios, industriales, políticos, banqueros, periodistas, influencers, artistas, intelectuales e incluso científicos renombrados con quienes se tomarán fotos, harán declaraciones y compartirán alegremente sofisticados platillos y vivos caros en lujosos restaurantes, bares y hoteles en los que la cuenta del consumo la pagará el presupuesto oficial, así que si están cerca de quienes más lo necesitan, respectivamente estén en campaña o ganen elecciones. Si las ganan, nunca más se vuelven a acordar de quienes más lo necesitan porque las prioridades cambian y, si pierden, también, porque ya no les interesa fingir preocupación por los más pobres, por quienes más lo necesitan, regresando a sus actividades cotidianas, porque todo lo que hacen, dicen y prometen en campaña, es actuación, imposturas y fingimiento, porque las clases sociales existen, yo no las inventé, existían desde que nací y antes incluso, así que los políticos que siempre mienten para ser populares, tienen su propio estrato social superior, su alto nivel económico y poder adquisitivo, superior al de quienes más lo necesitan, así que si la pregunta es ¿Qué es lo que más necesitan? Cuál es la respuesta.    

“Dune”: más que una historia de ciencia ficción

Ismael Ortiz Romero Cuevas

Pues me fui a ver “Dune”. Y créanme, fue una experiencia emocionante a más no poder. Hace aproximadamente un año, cuando se lanzó el primer avance de la cinta que ahora es dirigida por el visionario cineasta canadiense Denis Villeneuve, opiné sobre la esperanza que teníamos muchos fanáticos de la novela en que al fin se le hiciera justicia a esta historia literaria original de Frank Herbert, publicada en 1965. 

Y es que la versión cinematográfica que se lanzó en 1984 y que dirigió David Lynch, perdió su encanto al centrar el valor de la historia en los efectos especiales, naves espaciales y el protagonismo de los enormes gusanos del desierto, que en lo que realmente se enfoca la novela. La historia de 1984 no podemos negar que es asombrosa y visualmente cargada de elementos, pero es tediosa y pareciera que se apresura demasiado en la conclusión. Y se observa así, justamente porque Lynch fue presionado por el productor y el estudio para presentar una historia de dos horas y media cuando mucho. Y el resultado es el desastre que fue y que ha pasado a los estantes de los coleccionistas de películas y amantes del cine como un verdadero gusto culposo. Sí que lo es.

Guiado entonces por la curiosidad de lo que la nueva producción de esta cinta, ahora de la mano de Warner Bros., nos iba a presentar, me fui al cine a ser testigo de ella y créanme, quedé sorprendido en todo sentido. La nueva versión de “Dune” es sin duda un espectáculo visual portentoso, su fotografía, iluminación, diseño de vestuario, actuaciones y efectos especiales, están minuciosamente cuidados, no puede ser para menos teniendo a Villeneuve en la dirección; pero además, esta vez “Dune” no solo es una película de ciencia ficción sino que ahora sí, es la historia la importante, dejando los viajes espaciales, las naves, los enormes palacios y la atmósfera galáctica como el contexto del conflicto presentado sin que eso signifique que se descuidan esos elementos. Y se vuelve sin duda una pieza artística del cine, al notar que lo que estamos viendo en pantalla en verdad son sets construidos como en la época más clásica del cine, utilizando muy poco el croma verde o azul para insertar los efectos digitales. Sin duda, Denis Villenueve nos demuestra de nueva cuenta que es un maestro en la dirección. 

La historia de Paul Atreides (Timothée Chalamet), es el eje fundamental de esta cinta, tal y como lo es en la novela, en donde el conflicto político-social que lo contextualiza deriva en que este personaje, tenga un trance interno y un examen de conciencia profundo, para tomar la decisión de continuar el camino al que su familia lo tiene destinado o convertirse en el héroe libertador pese a sus obligaciones como miembro de la realeza. Sin duda, la actuación de Chalamet es quizá la más emocional que le he visto al talentoso actor, y miren que superar su trabajo de “Llámame por tu nombre”, no es tarea fácil y esta vez, sin temor a equivocarme, lo logra. 

Por eso, ahora sí “Dune” va mucho más allá de ser una película únicamente de ciencia ficción. Explora conflictos internos, lucha con el destino y emociones profundas de los héroes, logrando que la cinta, aunque se toma su tiempo para plantear a sus personajes y la historia misma, resulte al mismo tiempo reflexiva, emotiva y emocionante, que aderezada, además, con la monumental banda sonora del gran Hans Zimmer, logra en el público emociones nuevas dentro de una sala de cine, aunque seas un asistente recurrente. Créanme, “Dune” es una experiencia novedosa del séptimo arte. 

Y para terminar de hacer aún más interesante a “Dune”, el elenco está lleno de súper estrellas: Timothée Chalamet; Rebecca Ferguson; Jason Momoa; Dave Bautista; Stellan Skarsgard; Oscar Isaac; Charlotte Rampling; Javier Bardem; Josh Brolin; David Dastmalchian y Zendaya. No se van a arrepentir de vivir la experiencia de “Dune”; y eso que esta es su primera parte. 

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Partido político feudal

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Carlos R. Aguilar Jiménez

Con la misma estrategia de publicidad que han utilizado en el transcurso de la historia los gobiernos del mundo, en los últimos tiempos cuando se pondera la democracia como el mejor sistema político, si bien en contados países del mundo la democracia es un hecho, en general la mayoría de países que se dicen democráticos, no lo son, porque nunca surge de lo que se llama “Pueblo” ningún gobernante, con excepciones, porque siempre son impuestos por partidos políticos, por lo que en vez de decir vivimos en democracia, lo cierto es: partidocracia y ahora oclocracia, sistema político en que únicamente los dirigentes deciden quien gobierna y utilizan, manipulan, conducen, a ciudadanos para que legitimen y, ya sea gane el de un partido u otro, al final son los partidos políticos y sus sumisos militantes quienes mandan, nos guste o no.

Para comprender cómo funciona la partidocracia mexicana en analogía con el feudalismo, como en antiguos feudos medievales, es el presidente del partido o dueño del feudo quien determina quienes han de ocupar los primeros cargos en las listas electorales, quienes los cargos superiores dentro del feudo (partido político) y quienes los de presidente de un estado o municipio y de funcionarios, como los duques. De tales cargos políticos o feudales depende, a la vez, toda una red de puestos, cuyos ocupantes, condes, (regidores, secretarios, directores) han de repartir otros puestos. Quienes mayor posibilidad tienen de obtener un alto cargo, mas número de seguidores tienen (líderes corruptos) que los apoyan porque también esperan obtener a cambio un buen botín, es decir, feudos (bonos o posibilidad de vender favores y puestos de trabajo) y solo aquel que puede repartir muchos puestos, (feudos) ya sea por su corrupción, bajeza, sumisión, habilidad, audacia o por parentesco, dispone también de la mayor partida de vasallos (militantes de partido) y sub vasallos, guardando para el partido, sumisión extrema, enfrentándose incluso, para defender al dueño del feudo, a amigos, familia, a la razón misma y evidencias en contra, donde la trama de partidismo feudal formando un circulo de corrupción, quien da feudos (cargos públicos) tiene vasallos, y quien tiene vasallos (militantes sumisos) es el primero en acceder a un puesto, creando a su vez el feudalismo su propio tipo social con una militancia ideológica o cultura propia (chairos) idealizando al dueño del feudo, el presidente, quien como si fuera un caballero feudal, medieval que lucha contra gigantes (molinos de corrupción) y contra los delitos del pasado, idealizando a una doncella a la que ha de rescatar de su encierro en un castillo (neoliberal y fifí) ofrece hasta su vida para cumplir con su misión sagrada de transformar, romántica y moralmente (cartilla moral) a todo el feudo (país) para que al final de la cruzada se imponga una “Comuna de Amor y Ley” donde convivan dragones con rocinantes, se acabe la pobreza y haya igualdad y justicia al estilo del habitáculo de Dios con la Virgen “Morena”, donde se viva en una inefable beatitud, luego de la transformación.  

El dudoso escritor

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Mariano Estrada Martínez

Clarea el primer día de enero. Despiertan junto al año nuevo, pretensiones de ejercitarse, casarse, divorciarse o consagrarse al silencio perpetuo de algún convento benedictino perdido en el recóndito y silente bosque. 

Yo amanecí con ganas de escribir.

Admiro a aquellos que narran en mil páginas novelas que nunca aburren.

Envidio algunos que sólo les basta un par de estrofas para erotizar el alma del mas beato

Me rindo ante las diecisiete sílabas del haiku o los mundanos tuitazos que caen como guillotina y sentencian en pocas palabras mi estado de ánimo o el rumbo de una nación.  

Había una vez… Érase que se era… En un país muy lejano… banderita banderita…

Me detengo y no escribo nada, me aterrorizo.

Se entorpecen mis manos, suelto la pluma sólo de pensar que al leerme en seguida quieran evaluarme, compararme, hacerme memes: “Lord Borgues” me dirían como a Fox.  Tengo miedo a ser salvajemente exhibido, racionalmente maltratado. Que si mi prosa…, que si mi métrica…, que si mi ortografía. Sintáctica y gramáticamente vituperado.  Quedar atrapado en una sádica fiesta de los letrados, ametrallado con epígrafes envenenados, punitivos, ansiosos de ver correr las sinalefas y las diéresis envueltas en sangre, expuestos mis diptongos, extirpando cual cruel cirujano las mal empleadas sinalefas, tirando al bote de la basura mis diéresis y mis aféresis. Destripando mis textos y dejar exhibidos avergonzadamente los restos ágrafos desvirginizados con lujo de diccionario y violencia. 

Vejado, humillado y disipados los deseos de escribir, hago un avioncito de papel que hace dos cabriolas y aterriza en las polvorientas baldosas de mi sombrío cuarto rentado.  He perdido mi insipiente oficio literario: no escribiré más, no torturé al cuaderno doble raya.  Decido no despertar la ira de la real academia de la lengua y sus espías del Facebook, no maculo la excelsa tarea lectora de nadie. 

Quizás el próximo año me atreva a escribir un poco, no sé.

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La inversión pública y social, como motor de bienestar: CMT

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Carlos Villalobos

Aunque históricamente el gobierno ha fungido como el principal inversor en el bienestar, las constantes crisis económicas y el aumento de demanda en servicios públicos, como: infraestructura carretera o infraestructura de salud (a propósito de la pandemia en la que nos hemos visto inmersos), ha provocado que nuevos actores coadyuven en la mejora de las condiciones de todas y todos.

 Para fines prácticos podemos acudir a la definición de inversión que propone México ¿Cómo vamos?…  “Inversión es la suma de recursos que se utilizan para adquirir capital fijo con el fin de aumentar producción y/o productividad”, con ello tenemos que lo que se busca es mejorar el entorno y así generar mayores resultados, provocando la mejora de las condiciones de vida de una forma generalizada.

 Por tanto, si se crean condiciones para que la economía crezca, se pueden generar empleos y fuentes de ingresos que, impulsados en un entorno de competitividad económica justa y ética, fomentan proyectos que son rentables para la población.

 Ante esta encrucijada, en donde el Estado se ha visto rebasado por la cantidad de demanda de servicios, la labor de organizaciones de la sociedad civil, como Congregación Mariana Trinitaria (CMT), ayuda a impulsar el bienestar para todas y todos aquellos que lo necesiten.

 De esta forma, a través su vertiente de Inversión Pública y Social (IPS) se fomenta la colaboración de la ciudadanía con el gobierno para hacer más acciones públicas sin tener que hacer ajustes presupuestales. Así, las comunidades puedan tener mejores condiciones y así acelerar el desarrollo social y continuar con el permanente combate a la pobreza.

 Todo esto se realiza mediante un proceso de coinversión, en donde a través de donativos se generan mayores y mejores acciones sociales, así como la ampliación de metas presupuestadas.

 De esta manera se cumple que, actores públicos, sociales y privados puedan colaborar de la mano. Por su parte, CMT, a través de la IPS, otorga donativos del 10 al 30% adicionales al total del proyecto presupuestado, garantizando de esta forma impactar a una cantidad mayor de personas y comunidades, con el mismo presupuesto.