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DICEN QUE… || Las oportunidades

Juan Carlos Salamanca

Dicen que todos tenemos las mismas oportunidades, como si la vida fuera una carrera justa donde todos arrancamos del mismo lugar. Pero no es así.

Lo que muchas veces no se dice es que las oportunidades dependen, en gran parte, de los recursos con los que contamos. 

Y no hablo solo de dinero, hablo de cuatro cosas que lo cambian todo: la salud, la familia, las amistades y la economía.

Quien crece con salud física y emocional tiene una base sólida. 

Quien tiene una familia que cuida y apoya, tiene una red. 

Quien encuentra amistades que impulsan y creen, no camina solo. 

Y sobre todo, quien tiene recursos económicos, puede elegir, avanzar y caer sin tanto miedo.

¡No todos tienen eso!

¡No todos pueden!

¡Y no porque no quieran!

Concluyo:

En vez de repetir que las oportunidades son iguales, quizá valdría más preguntarnos: 

¿qué puedo hacer para que alguien más tenga una oportunidad real? 

Tal vez acompañar, escuchar, compartir o simplemente no juzgar.

Dicen que podemos comenzar con mirar distinto.

Todas y todos juntos 

por una sociedad #Incluyenteal100 ♿️

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista.     

Más iguales que otros

Carlos R. Aguilar Jiménez

Desde que Carlos R. Darwin presentara la Teoría de la Evolución o supervivencia diferencial, esto es, la sobrevivencia de los más aptos como explicación del origen de las especies incluido el ser humano, detallando en su obra posterior al Origen de las Especies y el Viaje del Beagle, El Origen del Hombre, que no somos ángeles caídos, sino antropoides erguidos, el concepto de raza humana se acabó, porque sabemos bien que todos somos africanos y que nuestro linaje humano se remonta a varios millones de años atrás, demostrando que todos somos iguales…física, anatómicamente…

Todos somos iguales biológica, fisiológica y evolutivamente, son embargo, hay exiguas diferencias de estatura, color de piel, pelos u ojos, complexión y otras variaciones propias de la adaptación al ambiente o combinaciones genéticas, que han servido a grupos dominantes para discriminar o excluir a los que en apariencia son diferentes, como negros de piel, amarillos y blancos o mestizos y dizque “puros de sangre” de cualquier color, de la misma forma que esclavos y amos.

Es inobjetable que todos físicamente somos seres humanos, Homo Sapiens, desde el más diminuto pigmeo hasta un gigante vikingo, no obstante, si existen diferencias intelectuales, y si algunas son debidas a contextos culturales, sociales o falta de estimulación temprana, lo cierto es que, así como hay diferencias físicas de aspecto, también las hay intelectuales y, pueden ser medidas por los psicólogos en función del IQ, de sus destreza o habilidades innatas o aprendidas.

Algunos de los temas comunes que aluden a las diferencias intelectuales, es que no todos tenemos la misma chispa, destreza o brillantez para deducir, intuir, abstraer, responder flexiblemente a situaciones, obtener provecho de circunstancias fortuitas, hallar sentido en mensajes ambiguos o contradictorios, descubrir diferencias o semejanzas entre varias situaciones, resolver ecuaciones matemáticas, sintetizar nuevos conceptos, componer una sinfonía, poema o entender el universo.

¿Puede cuestionarse lo que antes expuse? Difícilmente, porque no obstante, existen diferentes tipos de inteligencia según Howard Gardner, y a pesar de los discursos políticos populistas de igualdad, que aluden más a derechos que a cualidades, vivimos en un mundo de diferencias y jerarquías sociales, así que, parodiando a George Orwell, puede decirse que: “Todos los humanos son iguales, pero unos humanos son más iguales que otros” y estos son más, demostrándose ahora en un país polarizado, en el que la mayoría son iguales y en función de una dádiva, propaganda ideológica, rencor social, odios largos y gusto por culpar al pasado de todos sus males, discriminan a los demás, a los que no son iguales, los menos, a quienes les ha ido bien y no tienen necesidad de regalos, protestas, marchas o plantones, dedicándose felizmente a su trabajo y disfrutar su éxito económico, académico, atlético, artístico o social, esto es, intelectual, ¡Si! todos somos iguales, pero unos son más iguales que otros.   

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista.     

AL MARGEN || El valor de la confianza

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Adrián Ortiz Romero Cuevas

Uno de los valores intangibles más importantes en la vida pública de cualquier sociedad es la confianza. Su existencia facilita el funcionamiento de todos los sistemas de convivencia; incluso la obligatoriedad de las normas se atenúa, pues se entiende que, aun en el ámbito de lo coercitivo, existe certidumbre en el conjunto de normas, principios e instituciones que fundamentarán y resolverán un conflicto. El Estado, en general, basa la gran mayoría de sus procesos en este intangible que hoy, sin embargo, ha sido fuertemente cuestionado por los regímenes gobernantes en muchos países, incluido el nuestro.

En efecto, si consideramos la economía de una sociedad, la confianza actúa como un pegamento que la mantiene unida. Cuando la confianza es alta, la economía tiende a prosperar. Por el contrario, su ausencia genera incertidumbre, miedo y una disminución de la actividad económica, lo que puede derivar en recesiones y crisis. Por lo tanto, construir y mantener la confianza es un objetivo fundamental para cualquier economía que aspire a la estabilidad y al crecimiento sostenible. La certidumbre sostiene diversos efectos basados en ella, como la confianza de los consumidores, de los agentes económicos, de los empresarios e inversores, y en las instituciones que la regulan.

Ahora bien, en términos políticos, la confianza también es esencial. En ciencia política, constituye un elemento vital para la legitimidad, la estabilidad y el buen funcionamiento de cualquier sistema político. Permite la cooperación, facilita la gobernabilidad y fortalece la resiliencia democrática. La falta de confianza, por otro lado, puede erosionar la legitimidad, generar descontento, dificultar la gobernanza y, en casos extremos, conducir a la inestabilidad política. ¿Por qué? Porque la confianza es el basamento clave para el rechazo a flagelos como la corrupción, la opacidad, la manipulación de la democracia y el sistema electoral, o la falta de rendición de cuentas, entre muchos otros. En un sistema donde no hay confianza en el ejercicio de la política, se abren las puertas a los excesos y la corrupción.

Incluso en el derecho, la confianza es un pilar fundamental para su eficacia y legitimidad. Se manifiesta en la creencia en la integridad de las instituciones jurídicas, en la buena fe de las relaciones legales y en la predictibilidad y justicia del sistema en general. La erosión de la confianza en cualquiera de estos aspectos puede debilitar el estado de derecho, dificultar la resolución de conflictos y socavar la cohesión social. Por ello, el sistema legal se esfuerza por establecer mecanismos que fomenten y protejan la confianza, como la transparencia, la rendición de cuentas, la independencia judicial y la protección de los derechos fundamentales.

¿Podemos realmente entender la importancia del intangible de la confianza en las sociedades actuales? Porque, en sentido contrario, la falta de certidumbre es lo que está corroyendo rápidamente muchos de los factores de cohesión social. Tener gobernantes cuestionados públicamente —e internacionalmente— por sus relaciones peligrosas o por sus presuntos actos de corrupción; una economía cuyas reglas se modifican arbitrariamente para mantener el apoyo de ciertos sectores que históricamente han buscado el sometimiento de los factores económicos; o un sistema de justicia sometido a un profundo proceso de incertidumbre, son reflejos de que, a mediano y largo plazo, se pagará un costo —alto— por la erosión de la confianza que la sociedad, la política, la economía y el derecho deberían tener recíprocamente.

Parece algo intrascendente; pero sin duda el daño será profundo. Quizá sea uno más de los signos de nuestro tiempo.

@ortizromeroc 

@columnaalmargen 

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CONTRAFUEGO || Sheinbaum, Trump y el papa 

Aurelio Ramos Méndez 

La hostilidad manifiesta de Donald Trump hacia México representa una prueba para la voluntad del papa estadunidense León XIV de pasar de las palabras, las parábolas, los eufemismos y la retórica a los hechos en la búsqueda de la paz, el diálogo, la concordia y la justicia.  

¿Consentirá el norteamericano políticamente más importante del mundo, cuyo primer discurso como sucesor de Pedro constituyó una exaltación de la paz, la justicia, la fidelidad al Evangelio y otros valores, los desafueros de su energúmeno paisano ocupante de la Casa Blanca? 

¡Hará valer Robert Prevost el liderazgo que ejerce sobre mil 400 millones de católicos, frente al despreciable gringo que llegó al poder con apoyo de unos 77 millones de votantes, muchos ahora en acelerado proceso de arrepentimiento? 

O, por el contrario, ¿en mancuerna con Trump y fiel a su recóndito conservadurismo, reeditará este orgulloso agustiniano el activismo reaccionario de Juan Pablo II para intentar forzar un viraje a la derecha en nuestro país y en el mundo, así sea ya sin la compinchería de Ronald Reagan y Margaret Thatcher?  

Por sus obras los conoceréis, dice la Biblia, y este postulado rige asimismo para el nuevo embajador de Estados Unidos, Ronald Johnson, quien llegó el jueves precedido de una repulsiva fama de intervencionista y aun de invasor para tratar de recomponer unas relaciones diplomáticas virtualmente rotas por su gobierno. 

Sin exageración alguna las relaciones binacionales están a nivel de Encargado de Negocios, pues en lo político la comunicación sobre asuntos de interés común sencillamente no existe.   

Ni una palabra se ha dignado dirigirle a nuestro gobierno el despreciable Trump respecto al impuesto de cinco por ciento a las remesas, el retiro de visa a la gobernadora Marina del Pilar Ávila y su esposo y el cierre de la frontera al ganado mexicano so pretexto del gusano barrenador. 

Tampoco ha tenido la cortesía de notificarle la militarización de la frontera común con el aumento de dos mil 500 a nueve mil soldados, ni el empleo de drones, helicópteros artillados y buques de guerra. Peor que hostilidad, descaradas agresiones. 

Menos aún el gobierno de Trump ha informado de la abusiva y maniquea decisión de elaborar una lista negra de presuntos narcopolíticos y restringir tratos con políticos mexicanos, de todos signos partidistas, manchados de corrupción. 

O sea, restringir tratos con personajes de esos que en Estados Unidos no hay ni uno entre los políticos blancos, anglosajones y protestantes -los detestables WASP–, segmento poblacional en el que todos son probos, inmaculados y santos labrados por la divinidad en una madera mejor que la del resto de los seres humanos… 

Con prepotencia imperial Trump tampoco ha avisado de las 

componendas que tramó con la dinastía de “narcoterroristas” del Chapo Guzmán, a la cual se atribuye el secuestro en suelo mexicano del Mayo Zambada y su entrega al Tío Sam para que cante lo que se le pida. 

Tal como cantarán lo que la justicia gringa quiera escuchar los 17 parientes de El Ratón Ovidio Guzmán López, a quienes el FBI les tendió alfombra roja en San Isidro. 

No sorprende tanto apapacho a narcos y tanto acoso y desprecio al gobierno de Claudia Sheinbaum; es el sello del trumpismo, acaudillado por un delincuente convicto de 34 delitos. No se quejen después los gringos de que sus socios y vecinos busquen alianzas en el ancho mundo.   

Con más de medio siglo en el servicio público desde su ingreso como soldado raso a la Guardia Nacional en 1971, tres lustros en el ejército y dos décadas en la tenebrosa CIA, Ron Johnson poco podrá hacer para reflotar las relaciones entre los dos países. 

La explicación es simple: El que manda es Trump y éste, como Gabino Barrera andando en la borrachera, nomás no entiende razones.  

Aunque tampoco es cosa de decir que al siniestro Ron, cuyo primer acto en México fue visitar –acompañado de su esposa Alina—a la Virgen de Guadalupe, no le tiemblan las corvas frente al desquiciado gobernante de EU. 

El nuevo embajador ocupó la legación estadunidense en El Salvador durante el primer mandato de Trump, pero su experiencia ha servido lo mismo que un sombrero en una tormenta.  

Su gobierno dispuso hace pocas semanas el envío de 255 venezolanos a una cárcel salvadoreña, con el argumento de que se trataba de peligrosísimos pandilleros, descendientes directos de Belcebú. 

El diario The New York Times –no la prensa de Cuba, Venezuela o Corea del Norte—documentó de la manera más minuciosa que docenas de los encarcelados no tenían vínculos con bandas criminales ni antecedentes penales. Ron no dijo ni mu frente a tan descomunal patraña. Linda personita. Ejemplar servidor público.

Con semejantes antecedentes de apego a la verdad, valor político y autonomía de criterio se antoja un desvarío suponer que el nuevo embajador pueda tener arrestos para decirle No al presidentedelincuente. 

Y menos para acompañar las gestiones de un grupo plural de senadores mexicanos que viajara a Washington para tratar de atajar el todavía latente, leonino impuesto a las remesas. 

No se tendrá el respaldo del diplomático ni siquiera porque este asunto ha obrado el milagro de unir en el rechazo a todas las fuerzas política de nuestro país.  

En su furiosa acometida contra nuestro gobierno el gringo tiene la simpatía de un puñado de desnacionalizados que en México apuntalan su discurso y lo justifican con descaro. 

Descuella en este triste encargo el periodista Raymundo Riva Palacio, quien cotidianamente satura la atmósfera con mentiras, calumnias, agravios e informaciones ultraconfidenciales que en realidad son versiones de versiones. 

Son chismes del tipo de uno que se encontró con otro que estuvo en una reunión y cuyo nombre e identidad se reserva, quien le dio datos cuya comprobación por la realidad en 99 por ciento de los casos jamás se concreta.  

Para colmo, se trata de bulos presentados con una redacción calamitosa, impropia de un periodista certificado por el gringaje –¡en 

Harvard!–, profesor de periodismo y autor de manuales de redacción… 

Con su elección como papa Robert Prevost desbancó a Trump como el estadunidense más importante, representativo e influyente de la primera potencia mundial. 

En los hechos esta situación se traducirá en que el presidente estadunidense ya no podrá hacer por sus pistolas lo que se le venga en gana, sin al menos consultarlo o conversarlo con el vicario de Cristo. 

En esta nueva coyuntura los abusos, las injusticias, el maltrato de EU a otras naciones, en particular México, no podrán explicarse sin el aval de la Santa Sede. 

Y, a la inversa, será en gran parte mérito de León XIV si consigue amansar al chúcaro mandamás y ofrecerle al menos un poco de paz y justicia a los mexicanos y al género humano todo. 

BRASAS 

Ni siquiera porque están a punto de ser removidos como el cochambre algunos miembros del Poder Judicial ceden en su propensión a la corrupción y los cochupos. 

Es el caso de la jueza Jovita Vargas Alarcón, quien le extendió amorosamente el amparo de la justicia al exgobernador de Michoacán, Silvano Aureoles. 

Este angelito está acusado de peculado, operaciones con recursos de procedencia ilícita, asociación delictuosa y administración fraudulenta. Les causó a las arcas de su estado un quebranto por 3412 millones de pesos. 

Las trapacerías de Silvano consistieron en la compra con sobreprecio cuarteles para la Guardia Civil en media docena de municipios. 

La jueza les torció el cuello a las leyes y tuteló al exmandatario para evitar que sea capturado y responda por sus actos ante la justicia. Le dio una “escandalosa protección”, a decir del fiscal Alejandro Gertz Manero. 

Doña Jovita, según todos los indicios, le dio la razón a Cantinflas, quién en Caballero a la medida, en 1954, dijo que en efecto la justicia es ciega, no ve, pero agarra lo que puede. 

Sobre la jueza ya pesan una denuncia penal y una queja procesal, aunque, la verdad, nada garantiza que no habrá impunidad. No sería la primera vez que en la 4T que los pillos se salieran con la suya. 

**** 

De cara a la inminente elección de ministros, magistrados y jueces, la derrengada oposición da prueba de que es dura de entendederas. 

Al igual que en otros procesos democráticos, promueve a todo vapor una campaña para no acudir a votar el 1 de junio. 

O sea, de nuevo le dejará el terreno libre en toda su amplitud al gobierno y su partido. 

Impulsan este desatino –parece mentira—el experto en temas 

electorales, Lorenzo Córdova, e intelectuales y políticos de la talla de Paty Chapoy y Vicente Fox. 

“No votes por la farsa”, es el lema de la absurda y antidemocrática campaña. 

Los organizadores convocan en cambio a un mitin ese día en el Ángel de la Independencia, en la capital del país. Pobres, parece desconocer que los partidos se ganan jugando. 

Empleados del concesionario de TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego, atizan con especial empeño la campaña con los hashtag Domingo Negro y No al fraude electoral. 

Se comprende que así sea. Una nueva conformación del Poder Judicial puede significar el fin de las marrullerías de Salinas Pliego para no pagar –robarle al Estado, pues—60 mil millones de pesos que adeuda en impuestos. 

RESCOLDOS 

Casi medio siglo de la CNTE luchando por reivindicaciones laborales y democracia sindical habla más de un jugoso modus vivendi, que de limpio sindicalismo. Esta organización disidente del SNTE está en plena acción y tiene de cabeza a la capital del país. Funcional a toda clase de gobiernos e intereses, cabe preguntar quiénes titiritean ahora a este grupo de maestros que tiene en Oaxaca su enclave más importante. 

aurelio.contrafuego@mail.com

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista.     

AL MARGEN || “¿Qué hubieran hecho ustedes?”

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Adrián Ortiz Romero Cuevas

Difícilmente alguien desbancará a Enrique Peña Nieto como el político mexicano campeón de la creación involuntaria de memes. Una de sus joyas contingentes para las redes sociales surgió cuando, en medio de la crisis por el incremento al precio final de los combustibles, ofreció un mensaje a la nación y, durante su explicación justificativa, soltó esta perla: “Aquí les pregunto: ¿qué habrían hecho ustedes?”. Esa misma frase puede aplicárseles a todos los expresidentes mexicanos cuando, a toro pasado, se les cuestiona sobre decisiones tomadas durante sus respectivas gestiones.

En efecto, todo esto viene a cuento por el conflicto que han protagonizado en las últimas semanas el expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León y la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. ¿La razón? El primero alega la ilegitimidad de la llamada reforma al Poder Judicial, asegurando que con ello se asestará la estocada final a la democracia mexicana; y la segunda le ha contestado cuestionando una serie de decisiones tomadas hace veinticinco o treinta años por el entonces presidente de México cuando debió enfrentar situaciones críticas como los movimientos sociales o la inminente quiebra del sistema bancario, entre otros.

Frente a ello, y más allá de los argumentos de unos y otros, vale la pena reconocer que, antes, ahora y después, estamos ante claros y sucintos ejemplos de lo que se conoce como “presentismo”. ¿A qué nos referimos con esto? A la tendencia de interpretar y juzgar el pasado utilizando los valores, las normas culturales, las creencias y la comprensión del presente. En esencia, implica proyectar la mentalidad actual sobre eventos y personas históricas, sin tener en cuenta el contexto social, político, económico y cultural específico de la época en que ocurrieron.

¿Cómo se incurre en el presentismo? Al juzgar hechos del pasado con criterios actuales, evaluando acciones y decisiones pretéritas basándose en la moralidad, la ética y las sensibilidades del presente, que pueden ser muy diferentes a las de la época histórica analizada. También se manifiesta al ignorar el contexto, descontextualizando los hechos sin considerar las limitaciones, las opciones disponibles y las cosmovisiones propias del momento histórico.

Otra forma es el anacronismo, el sesgo de información o la dificultad para una comprensión genuina. En el primer caso, se atribuyen ideas, tecnologías o conceptos modernos a épocas en las que no existían. En el segundo, se buscan en el pasado evidencias que respalden las opiniones o valores actuales, ignorando o minimizando aquellos que los contradicen. Y en cuanto a la dificultad para la comprensión genuina, el presentismo la obstaculiza al impedir que entendamos las motivaciones y lógicas de las personas y las sociedades de otras épocas.

Así —y esto sería divertido si no fuera porque en medio están los destinos del país entero— parece muy fácil juzgar, con treinta años de distancia y desde el contexto actual, lo que pasó en 1995. De igual forma, será muy injusto juzgar las decisiones de hoy (como la de impulsar la reforma al Poder Judicial) si dentro de treinta años se intenta enjuiciar a la ya entonces expresidenta Sheinbaum sin considerar las propias presiones del lopezobradorismo y la tozudez de los núcleos duros del movimiento morenista, a los que se ha enfrentado durante el primer tramo de su gobierno.

Seguramente, ni la circunstancia en la que ocurrió el rescate bancario ni lo que pasa ahora en el país dependen de la voluntad de una sola persona. Resulta, pues, muy fácil juzgar y señalar errores cuando ya todos son hechos consumados. Y es exactamente lo mismo que le pasará a la actual mandataria federal cuando le toque ser juzgada por sus respectivos sucesores, no ante el juicio de la historia, sino ante los presentismos que se ejerzan entonces.

@ortizromeroc

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Tener a menos la inteligencia

Carlos R. Aguilar Jiménez

La inteligencia, entendida como la máxima expresión intelectual de las facultades humanas, es tan asombroso portentosa que se consideró ajena a los individuos, creyéndose, y todavía, resultado de algo divino, un alma, espíritu o esencia sobrenatural, porque es tan sublime y poderosa que no podría ser parte del cuerpo sucio, mortal y corrupto y que, al final de la vida, deja el organismo regresando a la divinidad: Inefable Gloria, Nirvana, Valhala, inframundo y lo que sea se ocurrió a religiones antiguas y modernas para ubicar la trascendencia inteligente del ser humano.

Es tan portentosa la inteligencia definiéndose como la capacidad de resolver problemas, planear, organizar, pensar, abstraer, intuir, deducir, comprender ideas complejas y aprender de la experiencia, siendo una habilidad cognitiva general de la que derivan capacidades específicas, pero especialmente de comprender conceptos, interrelacionando emociones, pasiones o entusiasmos que, como sentimientos nos animan, alegran, enojan, influyen o inspiran, de tal forma que, decir que lo que hace la inteligencia artificial (IA) procesando datos o números a la velocidad de la luz (la mente piensa a 20 km/h) es inteligencia, ya sea artificial o sintética, es subestimar o empobrecer la inteligencia.

Quizá la IA pueda ser “inteligencia” básica, como la de un animal: instintiva, atemporal inconsciente, episódica, de aquí y ahora, porque las maquinas procesan datos, no piensan, no sienten, no se emocionan, no crean, innovan ni opinan, no engañan o mienten, ni son malas o buenas, simplemente son, porque no tienen consciencia ni conciencia, siendo esta ultima la condición fundamental para considerar a alguien, no algo, inteligente. Y, si alguien considera lo que hacen las maquinas: inteligencia, es ignorar qué es Inteligencia, y suponen que lo que hace una maquina es igual a lo que hacen ellos mismos, lejos muy lejos del potencial intelectual de los creadores, artistas, intelectuales, poetas, ingenieros y cualquiera que piense y no únicamente funcione a nivel elemental su intelecto, tan pobre que le dice gracias al dispositivo Alexa, o “por favor funciona” a su licuadora. Conozco a alguien super inteligente que dice gracias a las máquinas, pero únicamente por su notable educación.

La inteligencia, siendo el logro máximo de la evolución de la vida hasta ahora conocido, y la capacidad del universo de darse cuenta de su existencia, es resultado del pensamiento del neocórtex en correlación con el sistema límbico y reptílico del cerebro, operando en función de hormonas y sustancias bioquímicas (“hormona mata neurona”) que nos hacen querer, odiar, engañar, ambicionar, dominar, destruir, crear, construir y todo lo que es humano, derivado de su intelecto, así que, cuando alguien dice Inteligencia Artificial está menospreciando la Inteligencia, o poniéndose a la altura de la suya igual a una máquina, como si yo me ubicara al nivel de la computadora en la que estoy escribiendo este artículo o de mi teléfono dizque inteligente, que en caso de que así lo fuera, si lo sería porque hay algunos teléfonos que son más “inteligentes” que sus dueños.  

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Día del ‘profe’

Carlos R. Aguilar Jiménez

Revolución, insurrección o transformación es todo acto que atenta contra lo establecido; que viola las normas, estatutos u ordenes, revolucionando o cambiando lo que algunos consideran debe ser para siempre, no obstante, en la naturaleza, universo y sociedad todo cambia, se transforma y evoluciona, no sabiendo si para bien o mal, porque lo bueno o malo son juicios de valor y depende de la moral o ética de cada quien, cambiando así las condiciones educativas públicas, que, de ser recintos del saber, el conocimiento, enseñanza-aprendizaje de los valores clásicos humanistas y científicos, se convirtieron en cuarteles de guerra y sedes de cambio revolucionario, dizque de lucha de clases y disputa por intereses de gremio y personales, esto es, dinero y más dinero para los lideres y militantes revolucionarios de la secta 22 del magisterio de Oaxaca.

Se aproxima tenebrosamente el día del profe y como amenazaron, con un paro de labores, marchas, protestas y concentraciones en Oaxaca y CDMX, como acostumbran desde finales del siglo pasado, arruinando la formación académicas de millones de niños que, al quedarse sin enseñanza, dejan de aprender lo que otros niños, quienes afortunadamente estudian en escuelas privadas, aprenderán y aprehenderán cognoscitivamente, preparándose académica y teóricamente para la competencia por emprendimientos, empleos, cargos y trabajos bien remunerados en empresas que contratan calidad y excelencia, no revolucionarios, resentidos sociales e inconformes.

15 de mayo,  día del maestro que en realidad debe ser día del profe, contracción de profesor, palabra que deriva del latín y significa: hablar frente a la gente, muy diferente de docente que proviene de docere y significa: “enseñar”, una antigua formación causativa que representa literalmente: hacer que alguien aprenda, así que los profes, según estas definiciones, son quienes hablan y adoctrinan a los pobres niños que deben asistir a escuelas controladas por la retórica, ideología populista y tendencias comunistoides de la sección 22 del magisterio.

A los profes de la 22 no les interesa la docencia, no les importa que los niños aprendan conceptos, ideas, teorías, ecuaciones y fundamentos básicos de la cultura y civilización, especialmente temas científicos que convierten a los alumnos en escépticos, críticos y racionales, ajenas a ideologías populistas impregnadas de rencor social, porque los científicos, docentes y maestros (no los profes) conscientes de su ignorancia, entendiendo que ningún conocimiento es válido por autoridad política o verdad ideológica, intentan, como docentes, que los alumnos, comprendiendo que lo que sabemos frente a lo que ignoramos, nuestra ignorancia es infinita, aprendan lo que saben, proclamando la importancia del conocimiento y libertad de pensamiento para dudar, enseñando que la duda no debe ser temida, sino bienvenida y discutida, y exigir esta libertad para el éxito de los estudiantes en su formación profesional y personal, pero, no lo aprenderán porque desde el 15, día del profe, habrá paro indefinido y, algunos no aprenderán ni a obtener raíz cuadrada o qué es un número primo, pero sí, qué es una barricada, plantón, resistencia social, huelga y odios largos, con dignas excepciones de docentes que por necesidad pertenecen a las secta 22 y por obligación deberán presentarse en la Ciudad de México.  

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CONTRAFUEGO || Aniquilada oposición

Aurelio Ramos Méndez

Atomizada, enclenque, con su militancia casi enteramente desleída en Morena, y en el colmo de la insensatez a la greña en sus más importantes estamentos –los medios, los expresidentes, la elite económica—la oposición avanza a paso veloz hacia la más absoluta inanidad.

Por si esto fuera poco, algunos de sus portaestandartes enrumban hacia la cárcel.

La pugna más llamativa y enconada corre por cuenta de los dueños y directivos de Televisa con la periodista Carmen Aristegui, quien ha documentado sin el menor resquicio para la duda la existencia en esa televisora de un área dedicada a producir contenidos falsos mentirosos e infamantes destinados a destruir las reputaciones de algunos de los personajes públicos más notables.

En otro perol hierve a fuego lento la sorda confrontación esencialmente por motivos delictivos entre los expresidentes Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, cuyo nuevo capítulo fue detonado por este a punta de críticas a la 4T, a sabiendas de que en la defensa del periodo neoliberal está patéticamente solo.

En un tercer fogón crepitan los grandes empresarios beneficiarios del Fobaproa, algunos en indisimulada y obcecada oposición a la presidenta Sheinbaum y otros trepados en el ferrocarril del gobierno, todos furiosos porque Zedillo hace olas en un mar de por si proceloso.

Son estos apenas tres botones de muestra de los pleitos que podrían aniquilar por completo a la muy diezmada oposición.

Mediante audios y videos filtrados cuya autenticidad solo sus artífices regatean, la empresa de Emilio Azcárraga y otros machuchones agravió y calumnió con descaro e impunidad a decenas de personas, algunas de las cuales se presumían intocables. De Carlos Slim a la propia Aristegui.

Los enlodó debido a intereses estrictamente empresariales, comerciales o por encargo de los gobiernos del PRI y del PAN, no por un respetable, saludable y comprensible antagonismo ideológico; los atacó en busca de archimillonarias ganancias en dinero contante y sonante.

No sorprende la indolencia gubernamental para investigar este asunto y, llegado el caso, aplicar la ley con el rigor que corresponda, incluso el retiro de concesiones. En la 4T Televisa todavía actúa como cuando sus dueños y directivos eran orgullosos soldados del PRI.

Cualquiera que sea el procedimiento con que el azar resuelva este escándalo, la relación de Televisa con las influyentes víctimas de sus patrañas ha quedado irremediablemente dañada.

En cuanto al pugilato Salinas-Zedillo hasta las piedras saben que el odio recíproco no tiene cura y que su origen está en asuntos delictivos, el principal las andanzas de Raúl Salinas de Gortari en el narcotráfico.

El encarcelamiento de Raúl por el Zedillato llevó a su hermano expresidente primero a una ridícula huelga de hambre y luego a profesarle un odio cerval a su sucesor, comparable solo al que le tenía –le tiene—a su enemigo electoral, su espina en la conciencia, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

En la pulverizada relación entre los dos exmandatarios desempeña un rol preponderante la devastadora crisis económica de 1994, detonada a los veinte días del nuevo gobierno, consecuencia de una dizque fortaleza económica del salinato cuyos indicadores en realidad estaban pegados con babas. 

Se trató de una herencia envenenada a la que Zedillo sumó sus propias incompetencias, todo lo cual configuró lo que Salinas y sus voceros denominaron y perifonearon como “el error de diciembre”.

Con apoyo de los principales medios de comunicación y otros fundados exprofeso con dineros públicos salidos de dependencias gubernamentales y hasta de embajadas y consulados, con periodistas de bolsillo regiamente remunerados, Salinas ganó la batalla mediática. 

El mandatario hermano de un meganarco hizo de Zedillo el perro del mal y consiguió transferirle la responsabilidad de su desastre económico, que para entonces se había convertido en una de las peores catástrofes en la historia de nuestro país y en causa de un rompimiento personal y político irrestañable.

La crema de la crema política y económica perdió consistencia y todavía hoy sigue irreconciliable. Salinas y Zedillo no pueden verse ni en pintura y la bandera del neoliberalismo que juntos tremolaban quedó al garete.

Renglón aparte merece el Fobaproa que el Presidente 1994-2000 diseñó para tratar de paliar las consecuencias del cataclismo económico y financiero forjado a cuatro manos con su antecesor. 

Ideado para proteger el ahorro bancario, que es decir cuidar los intereses de los ahorradores, sobre todo lo más vulnerables, acabó en puerta trasera para la entrada de los peces más gordos de la corrupción. 

Las deudas de los bancos y de las empresas más poderosas fueron convertidas en deudas de todos los mexicanos y vía un pacto de silencio en la élite se intentó preservar la identidad de los ganones. Hasta el sol de hoy estos tiburones del erario permanecen en la impunidad y eso explica su mutismo y el rencor hacia un Zedillo que –desde el punto de mira de sus intereses—agita peligrosamente las aguas. 

Agréguense a este sancocho nauseabundo los indicios de que, parapetado en la Presidencia y con la Primera Dama como jefa de jefes, durante el sexenio de Zedillo operó un cartel de las drogas del cual ya entonces se habla en voz baja, no se sabe si por venganza e instigación de Salinas o con asidero en la realidad.

Todos estos y otros conflictos de menor calado en diversos ámbitos –las marrullas de AlitoMoreno y sus coqueteos con la 4T tratando de evitar el tener que ver el mundo tras unos barrotes, por ejemplo—hablan de una oposición aniquilada, absolutamente inocua, atenida al precepto malentendido de que en una democracia la mayoría debe respetar y hasta ayudar a las minorías, aun si éstas nada representan.

BRASAS

Bien por la presidenta Sheinbaum. Zanjó con precisión el caso Salinas Pliego para que nadie se llame a sorpresa.

Dijo con toda claridad que el gobierno de ninguna manera se propone retirarle la concesión a TV Azteca, pero exigió que el magnate que usufructúa una televisora que es de todos los mexicanos pague sus impuestos.  

Ricardo Salinas Pliego le debe al SAT a bicoca de ¡60 mil millones de pesos!

¿Qué tiene de autoritaria, estatista o comunista la petición de la mandataria?

¿Podría alguien honradamente defender a este contumaz evasor fiscal?

¿Estarían de acuerdo los causantes cautivos y quienes pagan puntualmente sus gravámenes en cubrir entre todos el mega adeudo de este ladronazo del erario?  

¿Es TV Azteca un bien embargable y puede pasar a manos del Estado?

Sobre advertencia no hay enñago.

RESCOLDOS

Gavilán que agarra y suelta no es gavilán, reza el refrán, y de ello es prueba fehaciente Donald Trump. Uno por uno ha ido retirando sus absurdos y desproporcionados castigos a sus socios comerciales. La última vuelta en U la ha dado con China, vía la reducción de aranceles de 145 a 80 por ciento, aún negociable para quedar en un dígito. Lo vergonzoso para el matón del barrio es que el mundo ya se percató de sus baladronadas y por lo mismo pasará de la fama al ridículo…

aurelio.contrafuego@gmail.com

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista.

De macacos, racismos, funadas, Ley Telecom

Renato Galicia Miguel 

Hay de todo en redes  sociales: exhibición y presión para proceder legalmente contra delitos, lo cual está excelente.

Aunque también denuncias y especulaciones sin sustento, viles mentiras, rumores, insinuaciones y acusaciones anónimas que llegan a tener consecuencias funestas.

Suena un nuevo caso de exposición pública en el sector cultural, el del editor Rafael Mondragón, pero ahora con cierta discusión crítica.

Hace unas semanas, circuló en Tik Tok que la Confederación Sudamericana de Futbol, conocida como Conmebol, sancionó y retiró indefinidamente la credencial para ingresar a narrar los partidos al comunicador uruguayo Javier Moreira por llamar macacos a los brasileños durante el encuentro Inter de Porto Alegre contra Nacional de Montevideo.

La funada de días anteriores al mazatleco, el “gringo” José Ignacio Lizárraga Pérez por su actitud racista contra un trabajador de la construcción al correrlo de la acera de su casa cuando estaba comiendo, fue otra muestra del músculo de las redes sociales.

En México, el  Senado aprobó en comisiones vía ‘fast track’ el dictamen a la Ley de Telecomunicaciones enviada al Congreso de la Unión por la presidenta Claudia Sheinbaum. Y luego se echó para atrás.

La oposición, el llamado PRIAN, la bautizó como la  “ley censura” . Un desplante cínico, sin duda, pues en cuanto al tema son más papistas que el papa.

Ante el desbordamiento del mal uso de las redes sociales, desde luego que es indispensable legislar y reglamentar al respecto.

Pero como ya lo resaltaron varios actores, ello es demasiado importante y complejo como para dejarlo en manos de los senadores y diputados mexicanos.

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AL MARGEN || Adiós, órganos autónomos

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Adrián Ortiz Romero Cuevas

La visión de la 4T respecto a los órganos constitucionalmente autónomos, es que deben desaparecer. Bajo los señalamientos de corrupción y excesos, decidieron eliminar —técnica o formalmente— a esas instituciones, que se supone que nacieron para equilibrar la división de poderes, que en México ha sido eternamente desigual entre el Ejecutivo y los otros poderes. Hoy, la mayoría están desaparecidos. Y los que no, o están domados por el régimen o sometidos a tensiones extraordinarias.

En efecto, los organismos constitucionalmente autónomos como el entonces Instituto Federal Electoral —hoy INE—, la Comisión Nacional de Derechos Humanos o el Banco de México alcanzaron dicho rango como parte del proceso de apertura democrática que generó la elección presidencial de 1988. Carlos Salinas de Gortari llegó fuertemente cuestionado a la Presidencia y eso lo obligó a permitir los cambios que exigían las fuerzas de oposición al sistema institucional, se supone que para dar certidumbre a ciertos procesos que hasta entonces estaban en manos del gobierno.

La autonomía del órgano electoral era necesaria porque hasta entonces los comicios los organizaba el gobierno a través de la Secretaría de Gobernación, y esa era la fuente de la ilegitimidad y de la incredulidad ante los resultados electorales, que siempre le daban el gane al mismo partido.

Por su parte, la autonomía del órgano defensor de los derechos humanos era necesaria porque se necesitaba una voz independiente al régimen priista, que ventilara los excesos cometidos por servidores públicos en contra de particulares. Hasta antes de la CNDH no había ningún organismo público que hiciera eco de violaciones a derechos humanos, que iban desde la deficiente prestación de un servicio público hasta delitos de lesa humanidad como la desaparición forzada, la tortura, o las agresiones físicas, psicológicas o sexuales que cometían las fuerzas policiacas o militares en contra de personas que por alguna razón realizaran algún tipo de activismo en contra del gobierno.

Qué decir de la autonomía del Banco de México. Haber echado a andar la maquina impresora de dinero generó diversas crisis económicas; el haber intentado manejar la economía desde la Presidencia —como lo dijo en su momento el presidente José López Portillo—; y el no tener una política monetaria responsable fue la fuente de algunos de los problemas más dramáticos que vivieron millones de mexicanos por causa de la economía.

Ello explica, en términos muy someros, por qué se reconoció la autonomía constitucional a esos órganos. Era necesario que fueran manejados al margen de las efervescencias políticas. Luego se extendió al órgano de transparencia y acceso a la información; a las autoridades reguladoras de las reglas de competencia y de telecomunicaciones; y al INEGI como institución que mide los temas más relevantes para la nación, como el crecimiento poblacional, la economía y muchos otros temas.

Hoy la tendencia va en sentido contrario. Al INE, al INEGI y la CNDH no les retiraron la autonomía, pero hoy tienen una integración orgánica al régimen. El Banco de México sigue siendo autónomo por su importancia y lo sensible que resulta para la estabilidad económica y la confianza que genera el país para las grandes inversiones; pero en los demás casos, los órganos fueron extintos y las funciones absorbidas por el gobierno federal.

Predomina una visión de reestatización. Es la tendencia a volver a hacer fuerte al régimen y eliminar los satélites constitucionales que no se alineaban a la visión gubernamental. En el mediano plazo veremos el resultado de esas decisiones, que hoy parecen parte del día a día, pero que indudablemente resultarán trascendentes para la salud democrática del país, más allá de las efervescencias de los tiempos actuales.

Nos leemos en http://columnaalmargen.mx

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