+ Flavio Sosa, desconocido por exigir diálogo abierto
Todos los que tajantemente dicen que la lucha que encabezan los profesores de la Sección 22 del SNTE es por la democracia y las mayorías, deberían ver lo que ocurre ahora mismo frente a un aliado de ellos, que tuvo la ocurrencia de hacer una serie de planteamientos críticos no hacia sus objetivos, sino respecto a la forma en cómo negocian con el Gobierno del Estado. En la reacción magisterial a los señalamientos del diputado Flavio Sosa Villavicencio, resalta fielmente la intolerancia, la antidemocrática y la cerrazón de un gremio “democrático”, como el del magisterio oaxaqueño.
Ayer mismo, el secretario General de la Sección 22, Azael Santiago Chepi, aseguraba a los medios de información que “por realizar declaraciones tendenciosas a favor del Estado, las puertas de la Asamblea Estatal del Magisterio, están cerradas para el diputado local Flavio Sosa Villavicencio, hasta que se revise su situación”. ¿Qué fue eso tan grave que dijo el ahora Legislador, y uno de los Dirigentes más visibles de la APPO, durante el conflicto magisterial de 2006?
En primer término, el diputado Sosa Villavicencio propuso que la Sección 22 negociara de modo abierto con el Gobierno del Estado. Es decir, que a las mesas de diálogo que se realizan entre ambos sectores para dirimir el pliego petitorio del magisterio, tuviera acceso toda la sociedad a través de los canales de radio y televisión que controla el gobierno estatal. Asimismo, propuso un conjunto de acciones entre las que destacan las siguientes:
Primero, la necesidad de analizar los fines de la educación establecidos en la Constitución local, y definir con claridad los porqués de la educación, precisando qué se entiende por desarrollo integral y hacia dónde se debe encaminar las transformaciones política, social y económica del estado.
Del mismo modo, propuso revisar los ejes de la Ley Estatal de Educación para quitarle el calificativo de “letra muerta”. Respecto a la educación superior y media superior, el cuarto punto, cuestionó si es pertinente conservar dos grandes estructuras, el Sistema de Universidades Estatales de Oaxaca (SUNEO) y la UABJO, o unificarlas en una sola, y si quienes egresan del primero están atendiendo a las realidades económicas, políticas y sociales de Oaxaca o “estamos preparando cerebros para que se vayan a otros estados o al extranjero”.
Otro de los puntos sensibles, es el relativo a analizar con seriedad el sistema de escuelas formadoras de docentes: si son suficientes y si la educación que otorgan es adecuada a las necesidades educativas del estado. Esto, además de revisar la operación y estructura del IEEPO para conocer si esta institución es acorde con las necesidades del estado, si sirve a la educación en Oaxaca o es necesario crear un nuevo organismo adecuado a la realidad oaxaqueña.
Incluso, Sosa planteó la necesidad de analizar cómo poder activar la participación ciudadana en la planeación, la ejecución y la evaluación educativa en el estado, cómo establecer una supervisión ciudadana efectiva sobre el cumplimiento de los objetivos educativos y el ejercicio de los recursos públicos destinados a la educación, y la pertinencia de incluir a agentes sociales distintos a padres y madres de familia.
Eso fue lo que, muy a grandes rasgos propuso el diputado Sosa. Y queda claro que, independientemente de los cuestionamientos personales que fundada o infundadamente se le hagan al diputado Sosa, ninguno de esos planteamientos es atentatorio contra la educación, o sería dañino para la sociedad. Si esto es así, ¿entonces por qué sus señalamientos despertaron el enojo de los profesores democráticos que, valga decirlo, se supone que buscan más o menos lo mismo que lo planteado por el ex Líder de la APPO?
MIEDO AL ESPEJO
Es necesario distinguir, siempre, a las personas de los argumentos. En este sentido, queda claro que más allá de sus propias conductas —muchas de ellas fuertemente reprobadas por la sociedad—, los planteamientos del diputado Sosa debían ser analizados como una más de las propuestas que deben generarse para tratar de encauzar este problema, que es un auténtico círculo vicioso de la educación en la entidad, del cual tiene amplia responsabilidad el sindicato magisterial.
Y aunque se supone que éstos son democráticos y dicen estar comprometidos con las causas sociales, queda claro que de sus propios posicionamientos se desprende que lo que les incomoda en realidad, no es que existan actos de corrupción, entreguismo o cuestionamientos a su interior, sino que éstos sean ventilados públicamente por sus propios aliados. Veamos si no.
Respecto a las críticas y propuestas del diputado Sosa, Azael Santiago Chepi dijo lo siguiente en una entrevista concedida al portal Libertad Oaxaca: “El revisar los presuntos vicios que hay dentro de la Sección 22, es algo que nos compete a nosotros, para eso tenemos espacios de crítica de revisión y estamos abiertos a que se haga, pero es lamentable que alguien quien ahora tiene una curul, haga ese tipo de pronunciamientos mediáticos”.
Y en otra parte de la entrevista señala lo siguiente: “Creemos que las declaraciones del diputado (Sosa) son tendenciosas a favor del Estado, sobre todo que cuando estuvo preso recibió toda la solidaridad del Magisterio, incluso acudió a Asambleas Estatales a solicitar el apoyo, es más dijo, en su momento se definió marchar junto con la APPO, para exigir la libertad del compañero…”
¿Eso significa que la supuesta solidaridad democrática de la 22 con un appista como Sosa, era en realidad a cambio de exigir la incondicionalidad de conciencia de sus integrantes? En realidad, eso pinta de cuerpo entero la verdadera vocación intolerante de un gremio que evita, a toda costa, el cuestionamiento y la disidencia de sus integrantes. Si Sosa fuera maestro, hoy mismo lo estarían transfiriendo al lugar más recóndito del Estado. ¿Esa es su tolerancia, su democracia y su apertura a la sociedad? Sin palabras.
BUROCRACIA INTERNA
A través de todos los medios, la contralora Perla Woolrich emplaza a los empleados de confianza del gobierno estatal a que realicen de inmediato su declaración patrimonial. Pero, ¿estará enterada la Secretaria de lo tortuoso y lento de ese trámite? ¿Sabrá de las larguísimas filas que provoca el hecho de que sean apenas unos cuántos empleados los que reciban miles de declaraciones? ¿Sí conoce la dependencia a su cargo? Parece que no.
los fines nobles con lo que nacieron los sindicatos en la Constitucion del ’17, en una lucha frontal entre el capital versus mano de obra-lease trabajadores- ahora se torna como un mounstro de mil cabezas, incapaces tanto los Estados como el Gobierno Federal para controlarlos se hace menester una solucion de facto como de iure para resolver de raíz dicho problema social-educativo, estaria bien empezar por el siguiente planteamiento: de todas las clausulas de peticionarias que año con año exigen, que es lo que ofrecen a cambio es decir existe entre la seccion 22 un plan educativo con fines eminentemente postvanguandistas ademas de emplear una adecuada pedagogía en su imparticion? no lo creo; entonces sino existe una contraprestacion a sus “democraticas peticiones, el gobierno del estado no debería concederles nada.
El problema de fondo del magisterio es su descomposición moral. Se ha corrompido tan hondamente que de no pacatarse algunas contraprestaciones en que se realicen a través de un convenio escrito y con todas las formalidades legales no habrá solución posible y sí lamentablemente un serio detrimento en la educación pública con todas sus funesta consecuencias.Si te sirve de consuelo inclusive en Estados Unidos tienen ese problema y han encontrado una solución parcial creando nuevas escuelas federales llamadas autónomas donde los maestros se rigen por normas más estrictas.El gran problema es que el sindicato de maestros es monopólico.Habrá que esperar al 2012 y…el posible fin del mundo.