PRI: ¿disidentes son los verdaderos adversarios?

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+ Nadie tiene capacidad (ni ganas) para “unificar”

 

Pocos han reparado en que la verdadera guerra interna del priismo oaxaqueño, no se encuentra entre los institucionales y los disidentes —es decir, entre aliados y detractores del dirigente estatal, Eviel Pérez Magaña—, sino fundamentalmente entre quienes se asumen como sus adeptos. En efecto, conforme pasa el tiempo va quedando más claro que ese es su frente más riesgoso. Y que todo se complica, porque no existe una sola figura —local o nacional— con la voluntad, el mandato y el peso político suficiente para lograr un proceso de relativa unificación.

Aunque hoy los grupos afines y adversos a Eviel Pérez Magaña comienzan a actuar con cierta claridad, es evidente que su lucha se va desdibujando con el simple correr del tiempo, pues esto significa la convalidación de la dirigencia estatal que él encabeza, y por ende la supuesta definición de las candidaturas a diputados federales y senadores. Al no poder derrocar a Pérez Magaña, todos los grupos disidentes quedarán condenados a no conseguir su objetivo final (las candidaturas), y ver cómo pasa el “más de lo mismo” en las definiciones, que desde hace meses reclaman.

Sin embargo, habría que poner en una perspectiva muy amplia y relativa, la posibilidad de que en realidad Eviel Pérez Magaña pueda definir alguna candidatura en el PRI. Queda claro que ante la ausencia de Jefe Político y de liderazgos de peso en el priismo oaxaqueño, las decisiones más trascendentales respecto a las candidaturas, y al mismo destino de la dirigencia estatal, serán tomadas en un momento específico (bajo la lógica del más puro pragmatismo, o las conveniencias de ese solo momento) y desde el Comité Ejecutivo Nacional, en la Ciudad de México.

En ese sentido, también queda claro que la lógica que seguirá el Comité Nacional priista, y el equipo del Candidato Presidencial, será muy distinta a la de los priistas oaxaqueños: ellos no estarán pensando en democracia, en reglas fácticas de antaño, en grupos políticos testimoniales, o en “equilibrios” entre aspirantes: ellos, únicamente tomarán en cuenta razones de competitividad, y algunos pactos verdaderamente copulares, y bajo esas condiciones asignarán candidaturas a quienes puedan ganar las curules, y a quienes sean parte de los compromisos de ellos (no de la dirigencia estatal de Oaxaca, que seguramente no tendrá voz, y mucho menos voto).

Parece claro que los priistas oaxaqueños no logran entender eso. Propios y extraños, “institucionales” y disidentes, han hecho todo para tratar de desestabilizar la dirigencia de Eviel Pérez, pensando que con ello pueden posicionarse frente al otrora Jefe Político (el ex gobernador Ulises Ruiz), o presionar para ser tomados en cuenta. Del mismo modo, los lisonjeros de siempre han hecho lo contrario para “agradar” a quienes consideran que pueden ayudarlos a obtener una candidatura.

Nadie comprende que si hay quien siga peleando y pujando por la dirigencia estatal del priismo oaxaqueño, únicamente lo hace para arrebatar el cargo y, en todo caso, sentirse “importante” por “encabezar los destinos” de su partido en la entidad, pero no para influir en la toma de decisiones respecto a la candidatura. Y no es porque no quieran, sino porque ninguno de los jefes reales del priismo nacional le va a permitir, a nadie en Oaxaca, que tome una decisión que sólo les tocará a ellos.

 

GUERRA INTESTINA

Qué duro debe ser para el ex gobernador Ulises Ruiz, no poder controlar a su grupo. Ellos son, sus antiguos colaboradores —hoy diputados locales y federales, el Senador de la República, funcionarios del Comité Estatal del tricolor, etcétera— quienes de verdad están empedrando la existencia a su Ex Candidato a Gobernador, y pretendido “heredero” del poder político del priismo en Oaxaca.

En efecto, hoy ni el llamado “frente renovador” ni los respectivos grupos del diputado federal Jorge Franco Vargas, ni el de Germán Espinosa Santibáñez, o cualquier otro, hace tanto daño a la “unidad” del priismo… como los mismos priistas que siempre claman por preservarla. Veamos si no.

Aunque no son enemigos abiertos, hoy Eviel Pérez Magaña está enfrentado con prácticamente todos los diputados federales. Todos, cada uno por su lado, aunque supuestamente aún leales al ex gobernador Ruiz, ambicionan con llegar a la candidatura al Senado; por otro lado, el senador Adolfo Toledo puja, desgastando silenciosamente a su dirigencia estatal, para afianzarse en una diputación federal. Varios diputados locales piensan en las candidaturas a escaños federales. Y más de uno no deja de pensar en que puede llegar a ser Senador.

Cabe resaltar que de todos ellos, ninguno pertenece ni a la corriente de Franco, ni a la de Espinosa o a la de los “renovadores”; y que la gran mayoría nunca se ha pronunciado públicamente en contra de su Líder Estatal, o de las decisiones que se toman para seguir reciclando a los mismos personajes de siempre en las carteras partidistas, o en las candidaturas del próximo año. No dicen nada, pero hacen labor continua de desgaste. Y eso es tanto o más riesgoso que las batallas abiertas.

El problema que tienen todos es que, del mismo modo, no tienen con quién negociar. En Oaxaca todas las esferas fueron rebasadas. Al ex gobernador Ruiz, el CEN priista le respeta la dirigencia estatal, a cambio de que no pida más. Humberto Moreira tampoco parece muy preocupado en poner orden o fin a esta disputa. Y todos coinciden, en el fondo, en que éste no es el momento ni la circunstancia específica en la que tendrán que tomar sus decisiones. Lo harán cuando tengan que hacerlo. Y, sin duda, lo harán de acuerdo a sus propias necesidades y sin preguntar a nadie.

Por eso, lo único que han logrado los priistas es dejar en claro que ante la falta de su Jefe Político y de esa especie de “orden coactivo” que éste imponía, ellos pueden llegar a cometer, a cambio de nada, todo tipo de actos de canibalismo y violencia intrapartidista. Con esas actitudes sólo se exhiben. Porque de ganar-ganar de a de veras, no verán mucho. O nada.

 

REBANADAS DE AIRE

Empleados de confianza del gobierno estatal, hacen llamados desesperados para que ya les paguen los nueve meses de salario que les adeudan. Sólo en la Secretaría de Economía y Turismo, son más de 20 trabajadores en esa situación. ¿Sabrán de esto el gobernador Gabino Cué y el secretario de Finanzas, Gerardo Cajiga? Ojalá demostraran sensibilidad pagando a esas personas, que no piden limosna sino la justa retribución a su trabajo.

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