+ Mantendrán registro a cambio de darle gusto con su candidatura
Benjamín Robles Montoya ha tardado demasiado en anunciar que será candidato de al menos dos partidos políticos con registro local, pero ayer el consejero Presidente del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca, ya dejó en claro que sí puede ser abanderado en la carrera por la gubernatura. Sólo falta ver los movimientos necesarios para que eso ocurra, aunque realmente la trascendencia de esta posibilidad radique no en lo que sume a su causa, sino en lo que divida en las contrarias.
En efecto, ayer Gustavo Meixueiro Nájera le dijo a la Agencia Quadratín Oaxaca que Robles Montoya tiene a salvo sus derechos político electorales y puede, si así lo desea, contender por otro partido político a la gubernatura del estado. “Cualquier persona puede ser postulada por algún partido político siempre y cuando no participe al mismo tiempo en un proceso de selección en otro instituto político”, dijo.
“La ley lo que imposibilita es que una persona pueda participar al mismo tiempo en dos o más procesos internos de selección de los partidos políticos o de coaliciones”, detalló, mientras aclaraba que en el caso de Robles Montoya, como de cualquier otro ciudadano que haya participado en un proceso de selección interna y otro partido o coalición decida, quiera y pueda postularlo, “lo puede hacer siempre y cuando cumpla con el procedimiento interno de ese partido político de selección de candidato”.
Frente a esto, vale la pena repasar lo que ha pasado en los partidos minoritarios, que son en los únicos en donde Robles Montoya tendría cabida. Como apuntábamos en días anteriores, el Verde Ecologista y Nueva Alianza se registraron en coalición con el PRI. Con el PAN y PRD se registró el Partido del Trabajo. Y quedaron libres el Partido Social Demócrata, Encuentro Social, Unidad Popular y el Partido Renovación Social, además de Movimiento Ciudadano. Estos dos últimos ya manifestaron expresamente que no irían con Robles Montoya como candidato a Gobernador. Así que como únicas opciones “vacantes” quedan el PSD, el PUP y Encuentro Social.
Tanto el PUP como Encuentro Social no han definido quién sería su candidato a la gubernatura, por lo que aún tienen las puertas lo suficientemente abiertas como para definir que éste sea Robles Montoya. En el caso del PSD, aunque ya tiene como candidato al diputado local Manuel Pérez Morales, aún podría entablar una negociación con Robles Montoya —si no es que ya la tiene en marcha— para llevar a cabo una sustitución de candidato en los términos que establece el Código de Instituciones Políticas y Procedimientos Electorales del Estado de Oaxaca, que se aplica en lo que alcance a regular, al no existir una legislación local armonizada a la última reforma política. ¿Qué dice el CIPPEEO?
En su artículo 160 señala: Para la sustitución de candidatos, los partidos políticos y coaliciones lo solicitaran por escrito al Consejo General, observando las siguientes disposiciones: I.- Dentro del plazo establecido para el registro de candidatos, podrán sustituirse libremente; II. Vencido el plazo a que se refiere el inciso anterior, exclusivamente podrán sustituirlos por causas de fallecimiento, inhabilitación, incapacidad o renuncia. En este último caso, no podrán sustituirlos cuando la renuncia se presente dentro de los treinta días anteriores al de la elección. Para la corrección o sustitución, en su caso, de las boletas electorales se estará a lo dispuesto en el artículo 193 de este Código; y III.- En los casos en que la renuncia del candidato fuera notificada por este al Consejo General, se hará́ del conocimiento del partido que lo registró para que proceda, en su caso, a su sustitución.
CANDIDATURA COMÚN
De este modo, la figura de la sustitución de candidato se combinaría, en este caso, con la de las candidaturas comunes. Resulta que una de las bondades de la nueva ley electoral, que sí tiene aplicación porque se encuentra en la Constitución del Estado y no fue declarada inconstitucional por la Suprema Corte, es la figura de las candidaturas comunes. ¿Qué significa? Que en este caso, una misma persona puede ser candidato de varios partidos sin necesidad de que exista un convenio formal de coalición, como el que sí tienen los partidos que se aliaron para compartir diversas candidaturas bajo un mismo esquema de campaña.
Según lo que dispone la ley electoral, el proceso para sustituir candidato podría ser utilizado por el PSD bajo la lógica de que el diputado Pérez Morales renuncie a su candidatura y en ésta se sustituya por el Senador con licencia. En el caso del PUP y Encuentro Social, no habría mayor problema, ya que estos partidos aún no han hecho pública ninguna definición sobre algún tipo de proceso interno que estén llevando a cabo para la postulación de su candidato a la Gubernatura. Dicho procedimiento, en el fondo, puede ser tan simple como que su Asamblea o Consejo Estatal lo defina directamente, o que esto ocurra a través de algún mecanismo simplificado de postulación.
En el fondo, todo esto parece menos interesante que la duda de cuál será el destino de los votos que se lleve Robles Montoya. Evidentemente, la cuestión complicada no radica en cuántos sufragios ciudadanos sume, o qué tan eficaz pueda ser la operación de las estructuras electorales con las que cuenta el michoacano. En el fondo la incógnita es a quién le va a arrebatar votos, y quién será el beneficiario implícito de esa aparente decisión arrebatada de inscribirse aún a sabiendas que ni la combinación de su voto duro con las estructuras electorales de los mini partidos, serían suficientes para ganar la gubernatura.
Al final, todo apunta a que Robles terminaría arrancándole a la coalición PAN-PRD-PT una franja de votos que, casi en cualquier escenario, le sería muy necesaria para poder afianzar la victoria electoral. Ejemplos hay varios en Oaxaca de cómo el esquirolaje es una práctica conocida a través de las cuales se gana una elección a través de la capacidad de modificar las variables del voto duro.
¿COMO DOS GOTAS DE AGUA?
Sería muy lamentable, para todos los que han creído en su causa y proyecto, que Benjamín Robles Montoya terminara siendo a la elección de Gobernador, lo que Hugo Jarquín ha sido, y seguirá siendo, en cada elección a la alcaldía de la capital: no el candidato que juega a ganar, sino el que lo hace, buscando arrebatarle votos a unos para que otro de sus contrincantes comunes gane.