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Maryfer y yo: entrevistas insólitas

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  • Segunda parte

Renato Galicia Miguel

Cuando acabé mi entrevista con Maryfer Centeno, me pidió mi libreta de taquigrafía en la que garabateé mis apuntes como respaldo de la grabación. Modestia aparte, dijo que mi letra era de “una persona inteligente”.

Años después, yo andaba queriendo con una amiga que me presentaba siempre con sus amistades como “muy inteligente”, pero añadiendo un misterioso, “bueno, no tanto”. Poco a poco, fui sospechando que lo decía porque, mientras en mi ingenuidad yo hacía mi luchita, ella quería con un amigo que conoció por mí.

Pinche Maryfer mentirosa, pensaba entonces, eso de que mi letra era de una persona inteligente lo hizo para quedar bien conmigo. 

De todos modos quiero toparla de nuevo —a Maryfer, no a la amiga—, pues no puedo resistir pensar qué me diría de los “gestos gráficos” de infinidad de personas mala leche que he tenido la desgracia de conocer. Por ejemplo, una jefa de comunicación social equis. 

Pues nunca puedo entender cómo es que una persona sin la capacidad debida llega a ser directora de una editorial famosa o cómo siendo clasista ocupa un puesto directivo en una institución federal cultural famosa.

La tenía por muy chingona porque, además, era esposa de un periodista admirado, pero todo eso se cayó cuando el día que le entregué mi primer boletín para que lo revisara, me llamó a su oficina y me inquirió:

—¿Renato, estás seguro que Centroamérica se escribe junto? 

Podrán pensar ustedes, mis estimados lectores que seguro son muy inteligentes, que me estaba poniendo a prueba, pero no, pues un tiempo después tuvo que enviar desde Mérida, Yucatán, un boletín redactado por ella, y nos dimos cuenta de su nivel escritural: era de cero.

Con el paso de las semanas y meses, mi queridísimo amigo Ramón Martínez de Velasco y yo, quienes éramos los reportebrios en la redacción del área, nos dimos cuenta que de periodismo y edición no sabía nada, pero en cuanto a relaciones públicas, blof y complejos de estatus social era la última chela en el estadio.

En otro viaje a Mérida,  durante una comida con funcionarios de alto perfil a la que habían agregado al Ramón, se apersonó la jefa de marras y cortó al reportero, lo mandó al hotel, como dando a entender que él no tenía por qué estar ahí y ella sí: clasismo.

Lo patético fue que, mientras el reportero, que conocía Mérida como la palma de su mano, se fue a su hotel y se metió a la tina con agua calientita y una chela al lado, a la jefa aquella la cortaron los funcionarios porque se fueron a tugurear y terminó, después de aburrirse en el Paseo Montejo, metiéndose a un cine a ver Batman.

Esta actitud de la susodicha jefa se repitió varias veces, pero voy a mencionar una en específico: en una ocasión, el periodista Víctor Roura, entonces jefe de la sección cultural de El Financiero, andaba criticando chingón al intelectual Enrique Krauze, y al enterarse, el comentario de aquélla no fue por el tema en sí, sino por una cuestión clasista: ¡Ay, pero cómo se atreve ese Víctor Roura, si es un naco, y Krauze es una persona fina”.

En fin, al último, cuando mejor me sentía en la redacción de la oficina de comunicación social aquella y estaba escribiendo un chingo de boletines, la jefa me llamó a su oficina y me despidió porque dijo que era “frágil”.

Así que pinche Maryfer mentirosa: soy ingenuo y “frágil”, no “inteligente”.

Por si les interesa leer mi entrevista a Maryfer:

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista.

CONTRAFUEGO || Layda, imperiosa destitución 

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Aurelio Ramos Méndez

Layda Sansores tiene que ser destituida del gobierno de Campeche de modo expedito. Algún procedimiento jurídico debe haber para que esto suceda –no es asunto de leyes sino de voluntad política–, ante la complicidad manifiesta de la mandataria con su secretario de Desarrollo Económico, el presidiario Jorge Luis Lavalle Maury, verdadero coleccionista de causas penales por corrupción, lavado de dinero, cohecho y asociación delictuosa.

Incurren en lamentable error la Presidenta Sheinbaum y la lideresa de Morena, Luisa María Alcalde, entre otros funcionarios y dirigentes políticos que defienden la libertad sin taxativas de Sansores para nombrar a sus colaboradores, y eximen de responsabilidad al partido respecto al desempeño de los funcionarios emanados de sus filas.

En el colmo del desatino, tanto la Jefa del Ejecutivo como la dirigente morenista se han abstenido de ordenar una investigación, en sus respectivas esferas de competencia, acerca de los motivos del fichaje de un individuo con brazalete de geolocalización porque se halla bajo arresto domiciliario y se teme que escape de la justicia.

Resulta insuficiente y aun contradictorio y desconcertante que la Presidenta haya dicho que ella no hubiera invitado a Lavalle, pues también apuntó que el reclutamiento de este pájaro de cuentas involucrado por Emilio Lozoya en el caso Odebrecht y en la compra de senadores del PAN para apoyar la reforma energética de Peña Nieto “es una decisión de Layda”. 

Semejante deslinde fue un vigoroso apoyo a la palmaria cómplice del convicto. Apoyo al cual se sumó Alcalde, quien expresó que “la gobernadora es extraordinaria… Layda tiene toda la vida en Morena”. 

Consideró que la hija de quien fue líder nacional del PRI, Carlos El Negro Sansores, tomó la decisión del nombramiento “con la responsabilidad que conlleva”, aunque a la vez reafirmó “nuestro respaldo a nuestra gobernadora, que ha sido consecuente siempre”.

El espaldarazo fue inequívoco, si bien la exsecretaria de Gobernación tuvo el acierto de indicar un camino para evitar mayor daño al gobierno, Morena y la 4T toda. Hizo notar que dentro de Morena “existe la posibilidad de presentar un recurso de inconformidad a través de la Comisión de Honestidad y Justicia”.

Y hasta desbrozó el sendero:

“En caso de que alguna persona integrante del partido considere que la decisión va en contra de los estatutos, podría recurrir a la instancia para resolver la situación. Eso siempre ha sido lo mejor”.

Sobre Lavalle pesan graves acusaciones que de tan copiosas y verosímiles no necesitan cursar todas las instancias judiciales para ser validadas y, por consiguiente, punibles, tanto en su caso como en el de Sansores.

La sucesora de Alito en el gobierno de Campeche debe ser inducida a solicitar licencia de su cargo o, de mediar resistencia, destituida de plano vía el juicio político, y adicionalmente expulsada de Morena, merecida sanción política por el grave daño reputacional que su conducta ha causado.

Una de las acusaciones en contra del ahora alto funcionario campechano corrió por cuenta de quien fue su hombre de confianza en la Cámara alta, Rafael Caraveo, balconeado en 2020 mediante un video recibiendo un montón –no es figuración, es descripción– de fajos de billetes, en la penumbra de un estacionamiento. 

Al ser pillado, Caraveo confesó que cumplió encargos del entonces senador del PAN, quien habría ordenado que le fuesen entregadas en total ¡15 maletas con millones de pesos!

El caso Odebrechet y los archimillonarios sobornos a legisladores del blanquiazul para que votaran la hoy abrogada reforma energética son sólo dos de numerosos episodios de corrupción protagonizados por Lavalle.

Ringlera de delitos respecto a los cuales no se requiere perspicacia para presumir, con fundada razón, el involucramiento de la gobernadora, a juzgar por la ardorosa defesa que ella hace de su impresentable paisano.

Y que, por añadidura y con rigurosa concatenación, lleva a suponer si no complicidad sí responsabilidad política de la Presidenta y la dirigente de Morena, a menos que en vez de cohonestar pillerías contribuyan a remover el cochambre de la vida pública.

Lavalle ha sido exonerado de las acusaciones en su contra; es inocente, está cometiéndose con él un acto de injusticia, dictaminó mentirosamente la gobernadora, al término de un acto con trabajadores de limpieza del Senado. 

Ni una palabra dijo acerca de por qué si entre los requisitos de contratación para los burócratas más modestos, trabajadores de limpieza o auxiliares de oficina, está la presentación de constancia de antecedentes penales, ella contrató sin más a un individuo con fama de ladrón, sujeto a proceso, preso en su mansión y con brazalete de seguridad.

Sansores no puede refugiarse en las facultades de su cargo ni en la soberanía de su estado para proteger bajo el alero del gobierno a delincuentes, pillos que llevan sobre la espalda, como mochila con piedras, incontables causas penales.

La Presidenta, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, el presidente del Senado –guardián del Federalismo—, Gerardo Fernández Noroña, y la dirigente de Morena no deberían soslayar su responsabilidad en la procuración de sanciones penales o políticas a los corruptos.

El desafío de Layda y la pasividad de la Jefa del Estado y la lideresa del partido en el gobierno constituyen una invitación a los deshonestos para esconderse en el sector público. 

Y, hacen añorar los tiempos en que los mandatarios estatales por lo menos reparaban en el fulminante poder presidencial antes de cometer tropelías.

BRASAS

El gobierno federal encubre al responsable del atentado contra el periodista Ciro Gómez Leyva y construye una “verdad jurídica” en torno de ese hecho, la cual permitirá a las autoridades cerrar el caso.

Esta calenturienta aseveración fue publicada en El Financiero, del modo más ligero, sin la menor prueba, a propósito de que este domingo se cumplieron dos años del condenable ataque.

Semejante volada puede leerse empero como obvia alusión a una posible venganza de Carlos Salinas de Gortari, interesado –¡cómo no!– en crear un clima de inestabilidad y crisis política similar al que en 1994 sepultó a su gobierno. 

En la columna Estrictamente Personal se dijo que la responsabilidad de la agresión se ha limitado a los presuntos autores materiales, sin autor intelectual, y que la investigación conduce al Cartel Jalisco Nueva Generación, pero soslayando otras hipótesis.

La más importante, que no fue un atentado relacionado con el narcotráfico sino uno de carácter político por las críticas de Gómez Leyva al presidente López Obrador.

En una hilarante volada autorreferencial, el columnista cita dos hipótesis dejadas de lado:

Una investigación del Centro Nacional de Inteligencia, según la cual el atentado lo ordenó “un militante de Morena –en ese entonces diputado federal–, que actuó por iniciativa propia pensando que le haría un favor” a Amlo.

Este legislador –según la delirante elucubración– tenía conexiones con la Familia Michoacana, grupo que le facilitó los contactos de una célula criminal, la cual se habría encargado de hacer ese trabajo.

La otra hipótesis, surgida de “otras áreas de inteligencia civil”, apuntaba a “un sospechoso en el Senado”, donde “uno de los líderes de Morena, molesto por la indiferencia de López Obrador hacia él y la forma cómo después de utilizarlo lo marginó”, buscó crear “un clima de inestabilidad”, “una crisis política” que afectara al tabasqueño.

Inestabilidad y crisis de cuya instigación algo deben saber el Presidente 1988-94 y los suyos.

El senador –dijo el periodista– fue llamado a Palacio Nacional tiempo después y “salió con una docilidad insólita”.

No necesitó ponerle nombre y apellidos a su mafufada para dar a entender que tal “sospechoso” es zacatecano, preside la cámara baja y libra un pugilato con Adán Augusto López. 

La vileza del columnista no tiene límites. Llegó al extremo de sostener, sin la más tenue prueba, que en el mismo diciembre del ataque “López Obrador dio instrucciones de que no se investigara más el crimen”.

¡Y pensar que se dicen amigos de Ciro quienes propalan semejantes invenciones para enmarañar el caso! 

Como diría el periodista a quien lo salvó el blindaje 7 de su camioneta: “Eso no se le hace a un amigo”.

***

Como en el chiste sobre cretinos, malamente aplicado a los argentinos, el mejor negocio del mundo sería comprar al abonero Ricardo Salinas Pliego en lo que vale y venderlo en lo que cree que vale.

Este “empresario”, cuyo mayor orgullo es creerse insuperablemente rico y burlarse de los pobres, está viendo desplomarse su imperio económico debido a sus trácalas en México y Estados Unidos.

El destino empresarial de Salinas Pliego a nadie le importaría, de no ser porque, despreciado en el mundo de los negocios, se ha tomado en serio la idea de que puede convertirse en el Milei mexicano.

“Ya nadie quiere hacer negocios con él”, dijo, refiriéndose al concesionario de TV Azteca, el influenciador Jorge Gómez Naredo, que se ganó así una catarata de improperios de quien en realidad es sólo artífice de tejemanejes al amparo del poder público.

En un solo día, la semana pasada, el saldista perdió la mitad del patrimonio –quedó en cuatro mil millones de dólares—que ha forjado como testaferro de otros Salinas, el expresidente Carlos y su hermano narco, Raúl, entre otras bellas personas.

Sin la formación económica ni la vena política, la capacidad retórica y la audacia del presidente argentino, nuestro Milei ya enseñó el cobre.

En el choque con Gómez Naredo exhibió su condición de ladrón del talento ajeno, plagiador de ideas políticas, imitador del ultraderechista gaucho.

Ajeno a la certeza de que Milei hay sólo uno, saturó un mensaje suyo con el rosario de insultantes frases autoría del huésped de la Casa Rosada:

“¡Zurdos de mierda!”, “¡Comunistas!”, “puñito de feos fracasados…” Y se ufanó de que “las fuerzas del cielo me favorecen”.

También radicalizó su discurso: 

“Ser socialista, comunista, colectivista es vivir en la obscuridad. Son seres malignos en carne y hueso, resentidos, fracasados, atormentados, inútiles; incapaces de generar dinero, simpatía o algo bueno para el mundo (…) Resentidos socialistas a los que me he propuesto a sacar (sic) a patadas y regresarlos a donde pertenecen”.

¡Debería cobrarle derechos de autor el Milei real al impostor mexicano! Porque a éste sólo le faltó empuñar a modo de metralleta una motosierra, como hace su patético arquetipo.

RESCOLDOS

Convicto de ¡34 delitos! y con fama de rufián, Donald Trump fue declarado Personaje del Año por la revista Time. La justificación fue un sofisma: ganó la elección presidencial. Deplorable exaltación de los peores antivalores y la degradación del ser humano por un medio de comunicación que debería ser luz y faro de la extraviada sociedad norteamericana…

aurelio.contrafuego@gmail.com

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista.

Fe política

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Carlos R. Aguilar Jiménez

En la comprensión lógica e irrefutable respecto que los políticos mienten y engañan a sus votantes (y en general a todos) para ser populares, ya sea en campañas o cuando asumen sus cargos públicos, la única explicación respecto de que sus devotos les crean y profesen adhesión radical, sería por medio de la fe. La fe, según mi diccionario de Word dice: “Fe, es la seguridad o confianza en una persona, cosa, deidad, opinión, doctrinas o enseñanzas de una religión y, como tal se manifiesta por encima de la necesidad de poseer evidencias que demuestren la verdad”. También puede definirse como la creencia que no está sustentada en pruebas, además de la seguridad, producto de una promesa posible o imposible de cumplir

Así entonces, la fe como las creencias de un niño, tiene una fuerte influencia en nuestra formación, nuestros pensamientos, idea, religión que se profese o político que sepan manipular, ya sea por la autoridad de nuestros padres, de los profesores, locutores, organizaciones, instituciones y ahora, de políticos del partido hegemónico, quienes con todo el poder y capacidad infinita para mentir, toda la publicidad y propaganda a su alcance, hacen creer por consenso o porque ganaron 30 millones de votos, que su palabra es dogma y articulo de fe, infalible y absoluta Verdad.

Si se tiene fe en un partido político, una persona o equipo de futbol, por ejemplo, ni siquiera pasa por nuestra mente dudar de la información que proporcionan a su gusto y, lo que es más peligroso aun, tales acciones de fe afectan el comportamiento y desempeño en sociedad, porque cualquier idea u opinión por fe que tengamos y podamos ejercer, eleva el status de nuestra creencia, dogma o fe descalificando las opiniones o creencias de los demás, a quienes se considera: opositores, herejes, adversarios, aspiracionistas, fifís, neoliberales, capitalistas o explotadores infames.

Obviamente que no tenemos datos reales de lo que hacen los demás o el gobierno inmersos en un mundo de mentiras, pero con sentido común, lógica y cuantificación, por ejemplo de promesas incumplidas y más de 800 mil muertos durante la pandemia por utilizar el escapulario para decir: “¡Detente!”, a la Covid 19, o los 200 mil asesinados en el sexenio pasado, al menos debemos mantener la mente abierta, porque si tenemos capacidad de juicio, sentido común, moderación y objetividad, pensando científicamente y no por fe, entenderemos racionalmente que es lo que sucede y porqué los políticos son sumisos a determinada autoridad y al mismo tiempo mentirosos, falsos de toda falsedad. Y sus militantes llenos de fe.

La mayoría de los devotos del gobierno, se enojan e indignan más por refutar milagros de la virgen Morena que por las mentiras de Morena, y están dispuestos al agravio y violencia defendiendo su fe en el régimen, igual que El Opus Dei, Legionarios de Cristo, Inquisidores o cristeros defendiendo su fe, ya no religiosa, sino política, derivada de la demagogia y publicidad.

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista. 

Los Archivos del FBI oaxaqueño: el “Chat sexual ayuujk”

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Renato Galicia Miguel 

Siquiera que el gobierno oaxaqueño del morenista Salomón Jara Cruz en su conjunto vea algunos capítulos de Los Nuevos Detectives en YouTube.

Ya no digamos de la serie Las Primeras 48 Horas, porque van a cumplirse dos meses de la desaparición de la activista ayuujk Sandra Domínguez Martínez y su pareja, Alexander Hernández Hernández.

Por cierto, respecto a éste, las instancias de justicia ahí sí que actuaron como  tiktokers, facebookeros o youtubers de canales del crimen, portales sobre desapariciones o páginas de asesinos seriales, y de inmediato establecieron para el caso una línea de investigación por  una presunta vinculación de Alexander Hernández con el crimen organizado, según declaró el secretario de Gobierno local, Jesús Romero López, en una acción que pareció más bien un intento para desviar la atención de la demanda social de investigar al coordinador de Delegados de Paz jaranista, Donato Vargas Jiménez, a quien Sandra Domínguez acusó en su momento de participar en un chat sexual sobre mujeres mixes— ayuujk, en su lengua original.

O quizá ellos —el gobernador Jara Cruz y sus flamantes funcionarios— sólo han visto la serie Los Archivos del FBI y creen que pueden tardarse 30 años en “resolver” un caso de desaparición o de plano nunca aclarar los crímenes, como pasó con el asesino del Zodiaco.

Porque es inaudita la incapacidad del gobierno oaxaqueño para resolver la desaparición de la activista.

Ahora, si el asunto es político, ahí sí que hay que reconocerle que es súper-ultra-mega eficiente, igual que lo han sido desde el sexenio  del priista vuelto morenista Alejandro Murat Hinojosa, con el asesinato en Juchitán de Zaragoza de la fotoperiodista María del Sol Cruz Jarquín y la desaparición en Asunción Nochixtlán de la activista Claudia Uruchurtu Cruz.

Ambos, crímenes que llevan seis y tres años, de forma respectiva, en la impunidad, y a los que, por desgracia , todo apunta  a que se sumaría el de Sandra Domínguez.

Desde luego, hay que aclarar que la impunidad en este tipo de asesinatos y desapariciones no se entiende sin la participación, apoyo o contubernio del poder político de los más altos niveles de gobierno.

Nada más hay que recordar el caso de 2021 de la candidatura a gobernador en Guerrero de Félix Salgado Macedonio, acusado de al menos dos violaciones, pero que aun así recibió el apoyo del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque al último se le cayó su aspiración a gobernar dicho estado por las protestas de los grupos feministas y de amplios sectores sociales.

Un vergonzoso asunto que, en otro contexto, se repitió recientemente cuando el gobernador Salomón Jara Cruz manifestó su apoyo a Donato Vargas, si bien éste también terminó siendo cesado ante las protestas de agrupaciones sociales, feministas y familiares de Sandra Domínguez.

Al final del día, respecto a estos casos falta saber cuáles serán las acciones efectivas, reales, no mediáticas,  que tomará la Presidencia de la República: la desaparición de la activista ayuujk nos servirá para saber de qué está hecha la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo.

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista. 

Extiende INFONAVIT horario de atención en sus Centros de Servicio

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• La ampliación de horario se realizará del 09 al 14 de diciembre, para asesorar a las personas sobre el congelamiento de saldos y mensualidades de los créditos. 

 

El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) ampliará los horarios de atención de sus oficinas de Huatulco, Juchitán, Oaxaca, Salina Cruz y Tuxtepec, con el objetivo de asesorar a las y los derechohabientes sobre el congelamiento de los saldos y mensualidades de sus créditos. 

La atención de los Centros de Servicio Infonavit (Cesi) se brindará del lunes 09 al viernes 13 de diciembre, de 08:30 a 18:00 horas, en las siguientes ubicaciones:

• Huatulco: Plaza Madero, locales 101,102 y 139. Carrizal número 603 Sector H, Santa María Huatulco.

• Juchitán: Calle 2 de abril Esquina Álvaro Obregón, Segunda Sección de H. Ciudad de Juchitán de Zaragoza.

• Salina Cruz: Km. 6.1 de la carretera Transístmica Salina Cruz-Tehuantepec, colonia Aviación.

• Tuxtepec: Boulevard Benito Juárez 795 esquina prolongación Jesús Carranza local 41 y 42, Multiplaza Tuxtepec, Fraccionamiento Los Ángeles.

• Oaxaca: Mártires de Tacubaya 400 (Edificio Canteras), colonia Santa María Ixcotel, Santa Lucía del Camino.

Adicionalmente, las instalaciones mencionadas abrirán el sábado 14 de diciembre en un horario de 10:00 a 14:00 horas.

Las y los acreditados que asistan conocerán los beneficios adicionales de este programa, implementado por instrucciones de la Presidenta Claudia Sheinbaum, como son la reducción en la tasa de interés, en su mensualidad o un posible descuento sobre el saldo total de su deuda.

Además, durante la extensión de horario, las personas que acudan a las oficinas del Instituto podrán realizar otros trámites y consultas ante el Infonavit.

Con esta acción, el Instituto busca facilitar la atención a las y los trabajadores que no pueden acudir en su horario laboral a realizar algún tipo trámite, los cuales son gratuitos y no requieren intermediarios.

 

CONTRAFUEGO || Ciro y Epigmenio, amores perros

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Aurelio Ramos Méndez

Entre los periodistas, históricamente, rigió el pacto de paz y silencio cómplice condensado en la máxima de perro no come perro. Vino después un periodo de rigurosa supervisión intragremial y hoy incluso comunicadores de un mismo espacio periodístico protagonizan entre sí perrunas peleas. El rating manda. Ningún beneficio le ha reportado a la sociedad semejante transformación.

En los 60 y 70 del siglo pasado sólo de modo excepcional y casi siempre azuzados por el gobierno de turno, algunos mastines salían de sus cubiles –NovedadesEl HeraldoEl UniversalLa Prensa– para tarasquear un congénere.

Fresca carne de chucho fueron esos dos aliados político-periodísticos y hasta compadres, directivos de EXCELSIOR, Julio Scherer García y Regino Díaz Redondo.

A partir del 8 de julio de 1976 –asentado en los anales del periodismo como “el golpe a EXCELSIOR”–, tras un pleitazo entre aquellos socios y amigos del alma, el adagio comenzó a ser soslayado y Díaz Redondo convertido en perro del mal, al cual a diario le ladraba una furiosa jauría schererista. 

En ese entonces los popes del gremio comenzaron a tomarle gusto al can en diversas preparaciones y así inició el tránsito de la prensa por el tamiz de la valoración profesional.

Algunos diarios destinaron espacios fijos a la crítica sobre otros medios y hasta surgieron publicaciones –Etcétera, una de ellas—especializadas en ofrecer un vasto menú de perro. Autocrítica cero, naturalmente.

Desde las páginas de diarios fundados a trasmano y con dinero público por funcionarios y políticos –algunos incrustados luego en consejos editoriales o como columnistas— se criticaba “el cuestionable periodismo” ajeno, sin reparar en la muy dúctil ética de los oficiantes propios. 

Corrió el tiempo y medios así fundados pasaron a manos de contratistas de servicios tales como publicidad, encuestas y estudios de opinión; obras públicas como hospitales, carreteras y reclusorios, o proveeduría de toda suerte de bienes a los gobiernos federal y estatales. 

En 2018 el Presidente López Obrador comenzó a levantarles la canasta y arrebatarles las máscaras a empresarios de la comunicación y “líderes de opinión”, y emprendió el esfuerzo de tratar de disolver el pernicioso amasiato gobierno-medios.

Valga esta breve recapitulación para deplorar el triste espectáculo montado por Ciro Gómez Leyva, el martes pasado, cuando fuera de sí, rojo de ira, vociferante y victimizándose de modo pueril, ¡arremetió en contra del colaborador de su programa radial!, Epigmenio Ibarra.

El pecado de Epigmenio fue haber escrito ese día en su columna de Milenio que Ciro y otros “líderes de opinión” como Raymundo Riva Palacio, de El Financiero, no reconocen como suyo el fracaso electoral de la derecha y tampoco han mostrado “ni un ápice de autocrítica” por su proceder.

El trabajo periodístico es público y el de Ciro está en los medios convencionales y en las redes sociales, disponible para el escrutinio de quien pueda interesarse en ello. El oso del martes puede ser visto y escuchado en Internet, así sea –ni modo, signo de los tiempos—abultando su monetización.

Al público le consta el papel descaradamente parcial del conductor de Radio Fórmula en favor de la derecha y en contra de todo lo que despida aun el más leve olor a 4T.

La ausencia de autocrítica de nuestros comunicadores es algo que les consta aun a las audiencias más desprevenidas. 

Es a las audiencias a las que Gómez Leyva les debe explicaciones, por más que se pregunte con agria exquisitez ante quién tiene que ofrecer disculpas por su claudicación ética.

Furioso, apropiado del micrófono, el periodista que quién sabe en qué libro aprendió que su papel es polemizar con sus colaboradores, como si la nación entera estuviese pendiente de su muy respetable criterio, ofreció acabado ejemplo de periodismo pendenciero.

Y de la repugnante editorialización, esa práctica en la cual Gómez Leyva es uno de los pioneros y que lamentablemente ha hecho carrera, consistente en que –contra toda ética y los cánones del oficio— se mezcla sin recato información con opinión.

Mencionado sólo de paso en su texto por Epigmenio, Riva Palacio también perdió por completo las formas. 

Le asestó feroces dentelladas de dogo al excorresponsal de guerra en Centroamérica, de quien en otro tiempo se decía admirador de su talento y temeridad con la cámara al hombro, lo mismo que por la regia cotización de sus imágenes en el mercado gringo de la información.

Rota las relaciones entre ambos por la ideología y la política, los une sin embargo el pasado común de haberle servido con eficiencia como propagandistas a Carlos Salinas de Gortari. 

Epigmenio laboró en el área de televisión de la Coordinación de Comunicación Social de la Presidencia y Riva Palacio fue director de Notimex, puesto en el cual él niega haber sido cancerbero de Salinas y afirma, contra toda evidencia, que hizo periodismo de Estado no de gobierno. Se vale reír.

A principios de los 80 Riva Palacio, hoy tan amiguis de los líderes de opinión, se mofaba soto voce de los periodistas mexicanos en misiones en el extranjero. 

Repostero que goloso engulle el pastel que hace, se ufanaba de la pretendida alta calidad de su trabajo en el exterior, para lo cual tenía una explicación asaz clasista:

“Los enviados a Estados Unidos, por ejemplo, apenas llegar botan la maleta y se van a hacer turismo. Yo, en cambio, voy a trabajar. ¿Sabes por qué? Porque he estado viajando, subiendo y bajando de aviones desde los nueve años”.

Así decía el periodista emparentado con el héroe de la Independencia, Vicente Guerrero y él, en cambio, admirador hasta la adoración de todo lo gringo, del entramado institucional a la hamburguesa y la Coca Cola.

Hijo de gobernador, con una dinastía prendida a la ubre del servicio público desde hace 200 años, por aquel entonces pululaba en la redacción de EXCELSIOR burlándose de lo que consideraba deficiencias formativas de sus compañeros de periódico. 

“Fulano ¡no sabe lo que significa zafio!”, decía, por ejemplo, como si hubiera pillado a alguien diciendo –como en su caso– “balandronada” (así, con una primera y horrorosa N) o haciendo uso y abuso del adverbio “donde”, cuando toca “cuando”.

Más que de gramática, la cosa era grilla. Riva Palacio trataba de exhibir a quienes descreían de que, meses atrás, él hubiese sido secuestrado por guerrilleros en Colombia, y sostenían que más bien se trató de un autosecuestro. 

O, buscaba demeritar el trabajo de quienes competían con él en cronicar eventos políticos como… la campaña de Salinas.

Este periodista con estudios en Harvard tundió duro a su otrora amigo, Epigmenio. Lo acusó de timar “con su falsa congruencia y consistencia”, y hasta deslizó la vileza de ventilar su vida privada:

“La doble moral ha acompañado al iracundo guerrero del régimen que, también, ha tenido una doble vida”.

Amores perros, como en el tango y la película. Una diversidad de personajes ya desconocidos entre sí, cuyas historias sin embargo se concatenan.

BRASAS

Da grima el nivel de degradación hasta el cual legisladores que llevan tatuado el panismo han hundido al Senado.

El pasado jueves senadores que militan o han militado en el PAN protagonizaron una gresca, de la cual cobardemente culparon a morenistas.

El sainete blanquiazul comenzó cuando con léxico básico el panista chihuahuense Mario Vázquez Robles dijo en tribuna que a su copartidario veracruzano Miguel Ángel Yunes Márquez lo amenazaron y él cedió, votando a favor de la reforma judicial. “Las dio”, dijo con sorna.

El retoño del panista Miguel Ángel Yunes Linares es indefendible en muchos aspectos; mas, en su descargo, debe decirse que se necesitaría tener la sangre de atole para no encarar al deslenguado Vázquez.

Acompañado por el coordinador de Morena, Adán Augusto López, el junior Yunes se metió a la sección de panistas y le recriminó a Vázquez el haberlo insultado. 

El chihuahuense negó que su barriobajera expresión entrañara insulto alguno y afirmó que, en cambio, el veracruzano lo amenazó con “partirle la madre”.

El conato de bronca causó un alboroto en el cual se destacaros los gritos histéricos de “¡traidor!” proferidos por la panista Lily Téllez, las manazas del panista Enrique Vargas intentando zarandear a Adán Augusto, y los jaloneos del expanista Luis Fernando Salazar para evitar la agresión de Vargas.

Se necesita descaro para decir que el pleito fue iniciado por Yunes, no por quien en la tribuna lanzó la insultante expresión.

Los periodistas consultaron al chihuahuense acerca del significado de su dicho. “Significa ceder”, dijo Vázquez Robles con aire de filólogo.

Enterado de la inocencia e inocuidad de la frase, uno se siente autorizado a conjeturar quiénes del entorno familiar más cercano del lengüilargo panista, a cambio de qué y cuántas veces las han dado por gusto o bajo amenazas.

Percatado de que había metido las cuatro, Vázquez intentó anticiparse a las consecuencias de su atrevimiento. Les dijo a reporteros que presentaría denuncia ministerial porque Yunes “me amenazó de muerte”.

–¿Exactamente qué le dijo? –procuró precisión un periodista.

–Me dijo que iba a partirme la madre –repuso el de Chihuahua.

–¿Eso entraña una amenaza de muerte? –le insistió su interlocutor.

–“Sí”, dijo el panista con el aplomo de quien miente como respira.

¡Se entiende ahora por qué las sesiones ordinarias del Senado son cada vez más ordinarias!

RESCOLDOS

A la chita callando, Salinas de Gortari le asestó duro mandarriazo a Felipe Calderón. Le hizo declaraciones a Héctor Aguilar Camín sobre la relación comercial México-Estados Unidos; pero arrancó de modo más que elocuente: parafraseó el protocolo de presentación de Alcohólicos Anónimos: “Me llamo Carlos Salinas de Gortari y soy desempleado…”, dijo. Y luego se quejó de que “alguien” les quitó las pensiones a los expresidentes…

Lo dicho: Ricardo Salinas Pliego se prepara para intentar ser el Milei mexicano. Progresivamente radicaliza su perfil ultraderechista. Al ritmo que van sus fracasos económicos, sin embargo, quizá llegará al poder en la condición de un desdichado ganapán. En un solo día perdió por transa casi la mitad de su patrimonio, cinco mil de doce mil millones de dólares… 

aurelio.contrafuego@gmail.com

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista. 

Por mi raza… ¿indígena?

Carlos R. Aguilar Jiménez

Nuestro origen humano, como antropoides erguidos y no como ángeles caídos; descendientes directos de homínidos africanos del valle del Rift, teniendo como nuestra abuela más lejana a la australopiteco Lucy, se remonta tres millones de años y a las diferentes migraciones que llevaron a la humanidad a poblar todo el planeta, siendo los últimos en adaptarse a nuevos territorios, los migrantes que cruzaron el estrecho de Bering hace entre doce y quince mil años. Y luego de cruzar Norteamérica, fundar civilizaciones y, al final, llegar hasta la Antártida.

En origen todos somos africanos y todos somos humanos, si bien pertenecemos al reino animal y somos mamíferos, las relativas diferencias de estatura, complexión, color de piel, ojos o cabello, son adaptaciones físicas menores al ambiente y clima, por lo que en la perspectiva de ser políticamente correcto, éticamente incluyente y especialmente consciente de la evolución darwiniana de las especies, selección natural y sexual, y supervivencia diferencial de los más aptos, es un hecho que no existen razas, castas ni alienígenas, indígenas o aborígenes y, al respecto, el lema de la UNAM de que mi raza hablara el espíritu, es inadecuado, obsoleto y discriminatorio en estos tiempos. 

Si todos somos humanos, en consecuencia es ofensivo hablar de etnias, aborígenes, autóctonos, indígenas o mestizos, porque recíprocamente los que se autodenominan indígenas excluyen a los otros y estos a su vez, como ocurre en los pueblos de Oaxaca, donde los que no son originarios, indígenas, comuneros, o lo que sea, desconocen, descalifican y discriminan a quienes despectivamente llaman avecindados, advenedizos, sin derechos ni voz ni voto, porque bajo el gobierno despótico de “abusos y malas costumbres”, los de fuera, los avecindados son forasteros, sin propiedad de su terreno ni nada porque en cualquier momento una asamblea de pueblo discriminatoria, excluyente y segregacionista: racista, se los puede expropiar impunemente.

Mas allá del reconocimiento biológico y social que todos somos seres humanos sin excepción, todos los que nacimos en este país somos mexicanos y, no obstante hayamos nacido en diferentes estados o regiones, las leyes de la nación nos protegen y obligan con igualdad y sin exclusión legal, constitucional a todos, a menos que se autodenomine alguien indígena, afroamericano, nativo o el calificativo étnico o especial que sea, para discriminar a los demás, a los que, no obstante seamos morenos (por el color de piel, no de partido), mexicanos u oaxaqueños, exigiendo con pretexto racista, ser indígenas, tener derechos y privilegios especiales, como ignorar la constitución y propiedad privada para extorsionar con segregacionismo comunal o ejidal a los que asumimos y reconocemos todos somos humanos, mexicanos y oaxaqueños en identidad e igualdad de derechos y obligaciones, excepto que sea el mismo gobierno quien fomente y difunda diferencias que le convengan para ideológica, separatista y segregacionista dividir a los humanos mexicanos.      

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista. 

Maryfer Centeno y yo: entrevistas insólitas

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  • Primera parte

Renato Galicia Miguel 

Confieso que entrevisté a la grafóloga Maryfer Centeno en el año 2009 para la revista TangenteToca tu vida.

Para quien no le guste el chisme de la farándula en redes sociales, le informo que su nombre completo es María Fernanda Centeno Muñoz, que es influencer y que hoy se encuentra en el ojo del huracán porque, ante Andrea Legarreta y Galilea Montijo en el programa Hoy de Televisa, dijo que si una gordita escribe 21 planas de “soy flaca” con pluma de tinta color azul o morado va a bajar de peso.

Mi charla  con ella se realizó contra la postura del talentoso Rodolfo  Villagómez, quien en ese tiempo trabajaba en la Academia Mexicana de la Lengua y era el director editorial de la revista de marras: eso es charlatanería, arguyó. 

No me arrepiento, en mi vida reporteril de 36 años he entrevistado a gente tan desagradable —por decir lo menos—, que si de mi voluntad hubiese dependido, la dejo plantada.

Por ejemplo, a quien vamos a llamar Juanita Pérez —socióloga, ensayista, narradora y poeta-—, hasta  lo que sé, pareja de, digámosle así, Pedrito López —historiador, académico y periodista—, esto es,  la élite de élites de la cultura en México, o si prefiere usted, querido lector, de la Mafia cultural que satiriza en su libro homónimo Luis Guillermo Piazza, el intelectual que bautizó con su nombre a la Zona Rosa.

Esa plática fue por un libro sobre los griegos como de mil páginas que hubo que chutarse porque era obligación. Ocurrió en el Sanborns de Plaza Cuicuilco, dentro del edificio que dejó inconcluso el arquitecto Teodoro González de León porque la Ley del INAH prohíbe que un inmueble rebase la altura de una pirámide prehispánica  si se encuentra a menos de cien metros de distancia, lo cual era el caso por la zona arqueológica de Cuicuilco.

Nos sentamos en la mesa del restaurante de Carlos Slim —dueño de toda la plaza comercial, en realidad—, llegó el mesero, yo pedí café. Juanita, altiva, altanera, grosera, cuestionó al chaval:

—¿Qué té hay? Ah, no, ustedes nada más tienen infusiones…

Sobrevino un diálogo ríspido entre ellos. Un dejo de discriminación alteró al mesero. Tuve que intervenir.

—Tranquilo, yo calmo el asunto.

Se apaciguaron los ánimos. Bueno, no tanto, porque Juanita me espetó sin más: le advierto que La Jornada y Reforma me han hecho las mejores entrevistas por mi libro.

No respondí nada. Comencé a preguntar, pero después de unos minutos se molestó, interrumpió la plática, me cuestionó por mis preguntas.

El máster Víctor Roura, entonces mi jefe en la sección cultural de El Financiero, me había instruido perfectamente para que, si notaba una actitud ofensiva, cancelara la entrevista fuera con quien fuera: hay que darle su lugar  al periódico, me remarcó en esos tiempos de la década de los noventa en que El Financiero le daba vueltas hasta a La Jornada, cuando el director de aquél era Rogelio Cárdenas Sarmiento.

—Si gusta aquí le paramos y no se publica nada.

—No, no, no es para tanto…

Seguimos. De pronto, me interrumpió otra vez y, palabras más o menos, me sermoneó: no sea así, hay que erradicar el complejo de inferioridad, lea a Samuel Ramos…

Mi inquietud pasó a perplejidad y luego brotó en mí, como escudo, el sentido del humor.

Publiqué la entrevista en las páginas culturales de El Financiero. Unos días después recibí una llamada telefónica en la redacción. Era Juanita: 

—Su entrevista es la mejor.

Luego empezó una  perorata rara que concluyó otra vez con la recomendación de que erradicara en mí el complejo de inferioridad y leyera a Samuel Ramos —obvio, El perfil del hombre y la cultura en México, que gracias a mi estimada maestra Mercedes Durand, la poeta y periodista salvadoreña, ya me había chutado desde mis años de estudiante en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

Colgué y di por concluido el asunto. Pero no, a la siguiente semana, otra vez sonó el teléfono en la redacción: era Juanita…

Así no sé cuántas semanas. Ya la soñaba. Incluso, resignado, le había aceptado que sí, que iba a dejar de sentirme acomplejado y que estaba leyendo el libro aquel. 

Después de una de las tantas veces que llamó, colgué y expresé: ¡Dios mío!

Años después, luego que entrevisté a Maryfer, pensé: cómo no le pedí una dedicatoria de su libro a Juanita para que la grafóloga leyera sus “gestos gráficos” y me dijera qué trastornos mentales traía.

En fin. Por si les interesa, en el siguiente link pueden leer  la entrevista que le hice a la controvertida Maryfer Centeno en 2009, cuando ella tenía como 20 años:

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista. 

“Primero los pobres”

Carlos R. Aguilar Jiménez

“Por el bien de todos, primero los pobres” era una de las principales declaraciones demagógicas del afortunadamente ahora expresidente, Andrés Manuel López Obrador, que en un cerro de de San Antonio de la Cal luce como anuncio luminoso, promoviendo esta leyenda política y demagógica del pasado sexenio y del actual, similar a: “Con el pueblo todo, sin el pueblo nada” o  “Proletarios del mundo, uníos”, frases que funcionan muy bien para obtener apoyo y votos de los que son más, de las clases sociales que se consideran a sí mismas: “pueblo”, esa masa informe, imprecisa y vaga que se supone refiere a los que no tienen nada qué perder, porque si para mal carecen de poder adquisitivo, si tienen salud, talento, ingenio y distintas habilidades, no obstante, si bien tienen capacidad cerebral e intelecto suficiente para aprender y ejercer un oficio, iniciar un micro negocio o destacar en determinada actividad profesional o comercial, se quedan pobres porque así los hizo Dios y: “Bienaventurados los que sufren, porque de ellos será el reino de los cielos”. 

Si  para mal dicen que la falta de oportunidades es lo que mantiene pobre al Pueblo, el argumento no es válido porque desde Benito Juárez, Porfirio Diaz y muchos otros ejemplos, no únicamente de políticos, sino de artistas, intelectuales, escritores, científicos, empresarios o comerciantes, han triunfado y exitosamente los recordamos; tenemos muchos conocidos así, obvio que existen muchísimos otros que no, pero depende en gran medida del IQ de cada quien, de tal forma que así se haya nacido pobre o rico, del coeficiente intelectual dependerá el éxito o fracaso.

“Primero los pobres” suena bien, sin embargo ¿qué es ser pobre?, para el gobierno, los pobres son el pueblo, todos los que reciben su dádiva de “Bienestar”, de nini, adulto mayor o mujer, con trabajo, estudios, dinero o sin él, por lo que, sabiendo que la inmensa mayoría no tiene poder adquisitivo y por ello será pueblo sabio y bueno y además cuando reciba su “dinerito” igual que los estudiantes, quienes ahora sabiendo tienen una beca de bienestar, no les interesa trabajar de aprendices, meritorios o lo que sea, porque al final del mes tendrán para el caguamòn, el porro o lo que les de placer, no conocimientos, habilidades, preparación u oficio y beneficio alguno.

Dar dinero que podría utilizarse para infraestructura, carreteras, hospitales, medicamentos, represas, seguridad pública, educación de calidad, energías limpias, pero sobre todo, salud física y mental, debería ser prioridad, pero, no da imagen ni popularidad, dado que a los pobres les importa más su “dinerito” que una autopista, obras hidráulicas, hospitales o seguridad, aunque, cuando enfermen no haya clínicas que los atiendan con eficiencia, premura y calidad, ni escuelas públicas que los preparen para competir contra egresados de escuelas privadas, pero, que importa, con que tengan su dinerito: primero los pobres, porque de ellos será el reino de los cielos cuando salgan a cobrar y…luego a votar por más dinerito, así que, proletarios, pueblo y pobres de México, uníos.     

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CONTRAFUEGO || No es Trump, son los polkos

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Aurelio Ramos Méndez

En buena hora la presidenta Claudia Sheinbaum respondió a las baladronadas del cavernícola Donald Trump con la aplacadora advertencia de aplicación ipso facto del artículo 196 del Código de Hammurabi, que desde hace cuatro mil años nos enseñó la noción más elemental de proporcionalidad en la justicia: “Si un hombre vacía el ojo de otro hombre, se le vaciará su ojo”.

Fiel a su matonesco estilo negociador, el gringo loco amenazó con imponerles arancel de 25 por ciento a los productos mexicanos. Lo cual hizo que nuestra Jefa de Estado, epistolarmente, le dijese que “no es con amenazas ni con aranceles como se va a atender el fenómeno migratorio ni el consumo de drogas en Estados Unidos”, pretexto de las intimidaciones.

Y no lo es, le anticipó, porque “a un arancel vendrá otro en respuesta”.

Fue una oportuna y precisa advertencia de la disposición de usar la ley del talión, grabada en piedra por el rey babilonio, y otros de cuyos artículos previenen que “si un hombre rompe un hueso de otro hombre, se le romperá su hueso” y “si un hombre arranca un diente a un igual, se le arrancará su diente”.

Hay ingenuos o perversos vendepatrias, colaboracionistas con la Casa Blanca, que recomiendan pasividad ante las amenazas del energúmeno presidente electo, con la condescendiente excusa de que “él es así, ya lo sabemos, es un negociador que presiona duro a sus contrapartes”. Pues no.

El presidente de una nación tiene que ser como debe de ser, sobrio, prudente, ecuánime, educado, no como se le ocurre que puede ser, prepotente, patán, insolente y pendenciero.

De otro modo: si el magnate de los pelos anaranjados está acostumbrado al trato rufianesco, no debe extrañarle el ser correspondido con la misma moneda. Mal puede reaccionar como un puercoespín rabioso, enfurecido por los pinchazos de las púas del vecino.

Tiene razón Sheinbaum, en la relación bilateral se requiere de cooperación y entendimiento recíproco para afrontar los grandes desafíos regionales. Pero México tiene que jugar sus cartas con plena conciencia de su realidad geopolítica.

La asimetría en todos los órdenes hace absurdo y peligroso para nuestro país entrar en una confrontación diplomática, comercial o –ni pensarlo siquiera—bélica. Estamos, por doloroso que sea, en manos de la potencia vecina; somos su Ucrania.

“Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”, solía decir con realismo el oaxaqueño Porfirio Díaz. Lo corroboran toda una historia de abusos e intromisiones en asuntos internos mexicanos y tres invasiones del suelo patrio.

Ya son varias las generaciones de “norteamericanos nacidos en México”, desde cuando Monsiváis denominó así a la suya propia, en los años 80. Con todo, fue falaz y pecó de ingenuo el Presidente López Obrador, en octubre de 2021, cuando en una reunión con funcionarios estadunidenses encabezados por Antony Blinken afirmó que ahora se dice “Bendito México, tan cerca de Dios y no tan lejos de Estados Unidos.” 

Es manifiesta la hostilidad de los gobiernos norteamericanos. Por lo mismo, la defensa de nuestros intereses nacionales exige el despliegue de una diplomacia multilateral intensa, cuidando de no desatar rugidos cavernosos allende el Bravo.

Y, no es osadía propinarle de vez en vez merecido tatequieto al vecino barbaján, tal como hizo por carta nuestra Presidenta.

La advertencia de reciprocidad comercial aplacó por unas horas al troglodita, quien conversó por teléfono con la mandataria, aunque luego intentó volver a las andadas. “¡Fue una conversación muy productiva!”, dijo, emocionado y hasta cortés, sólo para deslizar enseguida descomunales mentiras.

Aseguró que “ella aceptó detener la migración a través de México y hacia los Estados Unidos, cerrando así de manera efectiva nuestra frontera sur”, y más explícito dijo que “México impedirá que la gente pase por nuestra frontera sur, con efecto inmediato”.

Sheinbaum aclaró los términos de la conversación y el gringo, sabedor de que hay grabaciones de lado y lado, ya no dijo ni mu, aunque cesó sus buenas maneras. 

En palabras del autor de ese himno antirracista que es La Juanbimbada (Angelitos Negros), Andrés Eloy Blanco, puede decirse que Trump se quedó “como el perro que apaga sus amorosos bríos, cuando hay un perro grande que le enseña los dientes”.

En modo alguno es descartable que en su trato a México el próximo mandatario de EU pretenda pasar de las palabras a los hechos; mas una cosa es querer y otra poder, así se trate del gobernante de la primera potencia mundial.

En todo caso, la mayor vulnerabilidad de nuestro país frente a los Estados Unidos no radica en el talante rústico de Trump, acicateado por el supuesto apuntalamiento de la desleal competencia comercial de China.

El mayor riesgo está afincado en el antipatriótico colaboracionismo –peor: la inadmisible invocación intervencionista– de nuestros modernos polkos con el gobierno gringo, triste reedición del que protagonizaron durante la guerra del 47, que culminó con el despojo por el Tío Sam de más de la mitad de nuestro territorio.

La creciente animadversión hacia México es resultado de la labor de zapa de la oposición mexicana, que a punta de mentiras y desmesuras ha buscado malquistar a nuestro gobierno con el vecino y crear la apariencia de que, ya en brazos del comunismo y controlado por el narco, nuestro país representa una amenaza para la potencia.

A la oposición –casi enteramente derechizada– tiene que atribuirse el que ahora se habla de “invasión suave” a México, mediante la incursión de fuerzas especiales y de comandos para asesinar y secuestrar mafiosos; ataques con aviones no tripulados y acometidas aéreas convencionales contra laboratorios de drogas e infraestructura de cárteles…

Y, además, de envío a México de “asesores” y entrenadores militares, guerra cibernética, redadas de capos, irrupción de equipos de exterminio… 

Nada de lo cual hemos visto en los Estados Unidos contra el gremio de médicos y la voraz industria farmacéutica, verdadera causantes de la terrible epidemia opioides.

BRASAS

Claudia Sheinbaum presentó el viernes su primera declaración patrimonial como Presidenta de la República, la cual la hace aparecer como indigente al lado de ciertos machucones. Uno de estos, el ¿abogado?, ¿mafioso?, Juan Collado Mocelo, balconeado horas antes por El Paíscon una estratosférica fortuna patentemente malhabida.

Gracias al Poder Judicial, el abogánster y testaferro de Carlos y Raúl Salinas de Gortari, Enrique Peña Nieto y La Gaviota Angélica Rivera, entre otros negociantes del poder, disfruta, con su mansión por cárcel, de una fortuna que ya en 2015 era de unos 450 millones de dólares, y contando.

La rememoración del diario español respecto a este pillastre se dio a propósito de que le fue hallado un testaferro –uno de quién sabe cuántos–, quien tan sólo en la Banca Privada d’Andorra guarda 15 millones de divisas verdes.

El hallazgo a Collado de fabulosas cantidades de dinero pone de presente la siguiente pregunta: Si el calanchín ha logrado amasar semejante riqueza inexplicable, ¿de qué tamaño es la montaña de oro acumulada por sus patrones? 

Porque hasta los niños de pecho suponen que parte del dinero descubierto al jurista en realidad pertenece a sus clientes más conspicuos, a quienes debe atribuirse en parte la tragedia de que nuestro país esté ahogándose en un baño de sangre.

Es cosa de recordar que Raúl Salinas de Gortari fue tildado de narcotraficante no sólo por su antecesor, Miguel de la Madrid, y la policía suiza, y acusado del asesinato de su cuñado José Francisco Ruiz Massieu.

Nada de qué preocuparse. Los procesos contra Collado por lavado de dinero, delincuencia organizada y otras gracias han sido sobreseídos por sus amigos incrustados en el Judicial.

A los periodistas José María Irujo y Joaquín Gil les debemos el haber dejado viringos a Collado y sus compinches, de quienes exhibieron irrefutables documentos sobre adquisiciones de residencias, ranchos, centenares de cabezas de ganado, vehículos de alta gama, cuentas bancarias en varios países… 

Los haberes de Sheinbaum, en cambio, son escasos, pero sin mácula.  Fueron publicados en el portal DeclaraNet y develan que es una potentada frente a los habitantes de Coicoyán de las flores, Oaxaca, aunque una homeless frente a Collado y su banda:

Un departamento de 2 millones 700 mil pesos, un automóvil Aveo 2013 con valor de 164 mil 900 pesos, un fondo de inversión y una tarjeta de crédito de Bancomer, y 8 por ciento de acciones de las empresas Eli Cami y Cia –del sector manufacturero—y Sintacrom de México. Nada más.

RESCOLDOS

Con mucha pena y nula gloria pasó a retiro el ministro de la Corte Luis María Aguilar Morales. Fue la tapadera del megaevasor de impuestos Ricardo Salinas Pliego, quien le adeuda al Estado Mexicano la friolera de 41 mil millones de pesos. Sus congéneres lo despidieron entre lágrimas.

Mal se ve el pobre Justin Trudeau arrodillándose ante Trump. El primer ministro canadiense supone quizá que podrá domarlo con zalamerías. Y que conseguirá ocultarle el tsunami de inmigrantes indios que ya saturan ciudades como Toronto e intentan ingresar a Estados Unidos. En realidad, está cebando al rottweiller que va a zamarrearlo… 

aurelio.contrafuego@gmail.com

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivamente responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura o el pensamiento de “Al Margen”. La empresa periodística se deslinda de cualquier comentario o punto de vista emitido en este texto, ya que estos corresponden al criterio personal del articulista.