Sección 22: la lucha sindical, extraviada

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Adrián Ortiz Romero Cuevas

Hace 30 años, los trabajadores de la educación en Oaxaca iniciaron una lucha por la democratización de su sindicato, que aún hoy sigue teniendo repercusiones importantes en diversos rubros locales y nacionales.

En 1980, un importante grupo de líderes surgidos de la inconformidad espontánea dentro del gremio magisterial, se manifestaron en contra de la manipulación, los abusos y las imposiciones de que eran objeto por parte de la dirigencia nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, entonces controlados por la corriente sindical denominada “Vanguardia revolucionaria”.

Hasta entonces, el rumbo de la Sección 22 era decidido desde la Ciudad de México, y transmitido según un orden que establecía la dirigencia nacional, y a la cual tenían que acatarse todas las fuerzas internas de aquel sindicato. 1980 fue el año que marcó el fin de esas prácticas, y el surgimiento de una serie de postulados que inicialmente pugnaron por la democratización, por la verdadera inclusión de todos los trabajadores de la educación en las decisiones trascendentales de ese sindicato, y por la posibilidad de decidir bajo qué esquemas sociales, políticos e ideológicos, inclinarían su lucha social.

En aquel momento, las corrientes democratizadoras de la Sección 22 del SNTE recibieron un respaldo popular amplio por parte no sólo de otros sindicatos, que saludaron la lucha emprendida, sino sobre todo de la sociedad oaxaqueña, que vio con buenos ojos el ánimo habido en ese gremio por lograr la posibilidad de ser ellos quienes decidieran el rumbo, las decisiones y las prácticas en su gremio.

Así, luego de una larga jornada de lucha, lograron la democratización de su gremio y un importante incremento salarial; unos años después, en 1986, nuevamente emprendieron acciones de presión en contra del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato magisterial, para que se realizara un Congreso seccional de acuerdo a las bases y métodos democráticos que ellos mismos habían establecido; y en 1992, ocurrió una tercera acción importante, cuando se decretó la descentralización educativa, y ellos lograron que en Oaxaca se incluyera formalmente la disposición de que la Sección 22 del SNTE sería quien propondría a profesores sindicalizados, para ocupar puestos directivos dentro del entonces naciente Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca.

En este sentido, uno de los episodios más importantes en la historia reciente de la entidad, tiene que ver con el conflicto magisterial y popular ocurrido hace apenas cuatro años, en el que la Sección 22 fue protagonista y factor determinante de aquel episodio. Si bien se recuerda, una exigencia salarial derivó en una acción policiaca y el surgimiento de una crisis social de grandes magnitudes, en la que el magisterio tuvo una participación definitoria y que, en muchos sentidos, marcó un cambio de rumbo para diversos factores sociales y políticos de Oaxaca.

De este modo, podría suponerse que con el logro de todos sus objetivos —es decir, en un primer momento la democratización y la toma de control de su sindicato, el logro de importantes incrementos salariales, y la nada despreciable posibilidad de que el Sindicato Magisterial pudiera acceder a cargos directivos dentro de la estructura gubernamental de regulación y administración de la educación—, hoy la educación pública en la entidad goza de mejor salud que hace treinta años.

Sin embargo, claramente podemos ver que la situación en todos los rubros relacionados con la educación y el sindicato magisterial, no están mejor que antes. Hoy sobre la estructura magisterial pesan importantes cuestionamientos que no sólo tienen que ver con sus prácticas de intolerancia y avasallamiento en cuanto a sus determinaciones, sino sobre todo con el estado que guarda la educación en el Estado. Repasemos brevemente algunos de esos aspectos, ahora que la lucha magisterial está a punto de cumplir tres décadas de existencia.

APROVECHAMIENTO,

POR LOS SUELOS

Los profesores de la Sección 22, utilizaron como principal argumento de justificación para acceder por medio de su sindicato a la estructura formal del Instituto de Educación, que nadie mejor que ellos conocía las necesidades básicas tanto de profesores como alumnos, y que sería a través de ellos como se lograrían abatir muchos de los problemas y rezagos que entonces existían.

Nada ha cambiado. Hoy la educación pública en Oaxaca continúa siendo una de las menos provechosas, y de las peor calificadas en el ámbito nacional. Los niveles de aprovechamiento lejos de incrementarse, se han visto disminuidos. Los profesores, al convertirse en juez y parte de la educación pública, se convirtieron en solapadores y no en correctores, de muchos de los excesos y desatenciones en la educación. Hoy, Oaxaca es la única sección magisterial en el país que no admite la realización de la prueba ENLACE, a través de la cual el gobierno federal busca establecer ciertos parámetros del estado que guarda la educación en cada una de las entidades federativas que integran la nación.

De acuerdo con cálculos hechos a partir del 2006, apuntan que las movilizaciones, paros y acciones de lucha del magisterio, han dejado sin clases a los alumnos por el equivalente a siete ciclos escolares completos, siendo éstos de 200 días cada uno. Sólo durante la revuelta magisterial y popular ocurrida hace cuatro años, los profesores abandonaron las aulas desde el mes de mayo y no reanudaron labores sino hasta el mes de diciembre de 2006. Antes y después de aquel acontecimiento, las suspensiones de clase son cosa de todos los días.

MAESTROS, AGITADORES

Y MAL PREPARADOS

Oaxaca y Guerrero, son las dos únicas entidades de la República, en las cuales sus gobiernos sostienen, por presión de sus secciones magisteriales, la disposición relativa a la contratación automática de todos los egresados de las escuelas normales para maestros. En el resto de la República, las plazas educativas que cada año ofrecen los gobiernos estatales, son sometidas a diversos procesos de asignación, a través de evaluación de promedios, exámenes de oposición y satisfacción de requisitos.

Aquí ocurre nada de eso. La Sección 22 tiene en los estudiantes normalistas, a un nutrido grupo de jóvenes dispuestos a realizar todo tipo de desmanes, con tal de tener una buena ascendencia con el gremio al que pertenecerán; se utilizan mutuamente: la Sección, para agitar, y ellos para que ésta los beneficie una vez egresados, con ubicaciones cercanas a los centros urbanas y buenos salarios, a cambio de su participación incondicional en las acciones sindicales.

Sólo que los normalistas en Oaxaca tampoco se caracterizan por ser profesionales bien preparados. Ellos mismos, por años, se han negado al concurso de plazas, a la realización de exámenes como el aplicado por el Ceneval, y cualquier forma de medición de su calidad y aprovechamiento como estudiantes. Lejos de eso, cada que algún directivo pretende incrementar el nivel de exigencia, éstos cierran calles, presionan y hacen todo para hacerlo cesar en sus pretensiones, por la fuerza de la intolerancia y el chantaje de que hacen objeto a las autoridades educativas.

SINDICATO “DEMOCRÁTICO”,

PERO TAMBIÉN INTOLERANTE

Hace 30 años, la disidencia magisterial luchó por la democratización de su vida sindical. Lo logró. Pero luego, la figura de los líderes o caudillos fue sustituida por las corrientes sindicales moderadas y radicales, que son las que hoy controlan al gremio en Oaxaca. Si en 1980 se levantaron en contra de la manipulación, las imposiciones y las presiones de que eran objeto, hoy ellos realizan prácticas aún más democráticas en contra de sus integrantes.

¿De qué hablamos? De que los profesores, hoy, no tienen la posibilidad de discernir libremente respecto a la participación en la lucha sindical. Todos los trabajadores de la educación se encuentran sujetos a un férreo control sindical, a través del cual logran beneficios o se hacen acreedores a fuertes sanciones. Un mentor normal, sólo puede conseguir mejoras salariales o a su ubicación o condiciones de trabajo, a través de la anuencia sindical. Y ésta se logra, únicamente con una participación decidida y alejada de cualquier cuestionamiento, en las actividades sindicales.

UN FACTOR SOCIAL

…DE CONVULSIÓN

El Sindicato magisterial fue el factor esencial para la profundización del conflicto del 2006. Éste, nuevamente, recibió un importante apoyo por parte de sectores sociales, que respaldaron su lucha. Pero, a la larga, la Sección 22 siempre le ha dado la espalda a quienes lo apoyan. El episodio de la revuelta magisterial, pasó de ser una mera inconformidad magisterial, a un problema de toda la entidad. Ellos contribuyeron a crearlo, pero no a concluirlo y mucho menos a sentar las bases para que ese sacrificio de cientos de miles de oaxaqueños, valiera la pena.

El conflicto magisterial fue un episodio desperdiciado, porque aún cuando todavía se estudia como un fenómeno social y de organización y transformación de la ciudadanía, lo cierto es que éste nunca fue encausado realmente como un factor de transformación. No se logró la transformación del poder; tampoco ocurrió nada en las reformas constitucionales y legales de las que tanto se hablaban; el magisterio no supo aprovechar el momento histórico y la altísima sensibilidad que había en relación a su lucha, como para lograr cambios de fondo que, más allá del incremento salarial que ellos consiguieron, modificaran el estado de cosas y satisficieran las demandas de esa lucha social en la que se convirtió el conflicto de ese año.

Así, hoy es complejo hablar de que este proceso inicial de democratización y consecución de mejores prestaciones sociales y económicas, haya sido un sinónimo de avance en la educación. La Sección 22 continúa teniendo el control de su gremio, y continúa sosteniendo su connivencia con el poder, para lograr beneficios mutuos. Aunque la educación pública de nuestro estado esté peor que hace treinta años. Es decir, por los suelos.

1 COMMENT

  1. Estimado camarada

    Te invito a indagar acerca del magisterio Oaxaqueño, en los siguientes aspectos:

    1.- La formación normalista es responsabilidad del Estado mexicano (SEP), pero a pesar de todo recientemente las normales publicas se colocaron en la cuspide superando las escuelas particulares (in dagar en normalistas.com). Además debes saber que en las institucion privadas del nivel educativo que sea, se manejan como empresas en donde la constante solamente es entretener a los alumnos y prueba de ello es que contratan a personal que no esta calificado y que en su gran mayoria son bachilleres.
    2.- En cuanto al movimiento magisterial te invito a estudiar los siguientes libros: La novia del movimiento, No que no si que si, etc. en donde encontraras una critica desde adentro debido a que las criticas externas se han quedado en la estratosfera.
    3.- En cuanto al conflicto magisterial 2006, fue el fenómeno compulsivo que todo pueblo amansillado realiza cada cierto periodo de tiempo y se desencadena cuando se reune una serie de factores que lo permiten. (La Rep. Mexicana cada 100 años, etc.). En cuanto a la transformacion de la realidad Oaxaqueña es sumamente dificil pero el actual estado de cosas (derrota del PRI, inestabilidad politica casiquil, reformismo en casi todas las esferas del poder, etc.) es producto de la lucha del pueblo (APPO), que no se logro gran cosa pues diria que esperemos a que el tiempo de su veredicto final.

    Hasta pronto

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