+ Todos los partidos pequeños, en riesgo por atajar 3ª vía
La decisión tomada por el Partido de la Revolución Democrática la noche del miércoles, tendrá efectos irremediables en todas las fuerzas de izquierda y también entre los llamados “partidos morralla”. El hecho de que el PRD haya fustigado al senador Benjamín Robles Montoya, puede generar o la atomización del voto hacia rutas distintas (en un escenario en el que todos pierden) o puede generar una inercia en la que todos resulten beneficiarios de los activos electorales que representa el michoacano.
En efecto, luego de que la noche del miércoles el Consejo Estatal del PRD decidiera que su candidato a la gubernatura será José Antonio Estefan Garfias, Robles Montoya dejó ver la posibilidad de dejar las filas del PRD y emprender una nueva ruta rumbo a los comicios de junio próximo. Hasta ayer no había especificado cuál, o cuáles, serán sus rutas posibles. Lo único que reiteró es que de todos modos estará en la boleta electoral del 5 de junio. Eso, lo mismo puede ser un bien planeado “plan B”, que su ruta hacia la nada. Vale la pena analizar los escenarios.
De entrada, un aspecto que debe estar bien clarificado es si el proceso electivo del PRD fue verdaderamente estatutario, o si fue una selección fáctica. ¿De qué hablamos? De que desde antes de que iniciara el proceso de selección del candidato perredista, Robles estaba reticente de participar porque sabía que una vez inscribiéndose al proceso interno perredista, quedaría automáticamente imposibilitado de participar bajo algún otro membrete partidista si finalmente pasaba lo que se consumó el miércoles.
En ese sentido, nunca quedó del todo claro cuál fue la negociación o la razón por la que de repente Robles se vio muy dispuesto a participar en dicho proceso de selección, a pesar de que uno o dos días antes había manifestado su recelo por los “dados cargados” que reiteradamente denunciaba a favor de su adversario en la carrera perredista. Sólo se anunció que Robles aceptaba participar en el proceso, y se dijo que el método sería a través de la demostración de competitividad electoral.
La Asamblea de anteayer dejó en claro que esa condición (que se supone que era regla fundamental del proceso) no se cumplió, y eso no fue óbice para que el PRD estableciera que Estefan es su candidato. ¿Qué significa eso? Que esa inexactitud entre lo prometido y lo hecho, bien puede ser la referencia de que todo pudo haber ocurrido con base en reglas fácticas entre los participantes en dicha selección, pero sin ser éste un proceso estatutario sancionado ante la autoridad electoral, y por ende sin vincular a los participantes a las reglas establecidas en las normas electorales.
Sólo de esa forma pudiera ocurrir que Robles Montoya lograra brincar libremente a otro partido luego de este periplo. Sin mucha congoja, ayer Robles anunció que buscará una ruta alterna y sólo se limitó a establecer que lo hará a través de su campaña “Unir Oaxaca”. Y como esa asociación no es un partido político, entonces vale la pena preguntarse si no buscará seguir el camino de un candidato sin partido, o si aún tiene ases bajo la manga para ser postulado por las fuerzas minoritarias, a las que también les daría un respiro.
BRINCO, ¿A DÓNDE?
Por estos mismos días, el Movimiento de Regeneración Nacional oficializó que Salomón Jara Cruz será su candidato a la gubernatura. Algo similar ocurrió en el Partido Social Demócrata: el diputado local Manuel Pérez Morales, rindió también protesta como abanderado a la gubernatura por dicha fuerza política. Los únicos partidos que faltan por definir a sus candidatos son Movimiento Ciudadano y Unidad Popular.
Todos esos partidos enfrentan un problema común: la malograda Ley de Instituciones Políticas y Procedimientos Electorales —que fue declarada inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia de la Nación el 5 de octubre pasado— establecía los partidos de composición indígena (como al menos se asumen el PSD y el PUP) tenían que cumplir con el dos, y no con el tres por ciento de la votación total para mantener su registro.
Al ser invalidada dicha norma, éstos también tendrán que cumplir con el nuevo mínimo de votación del tres por ciento, para mantener su registro y prerrogativas. Y el problema es que todos los partidos minoritarios que no se sumaron a alguna coalición (como el Verde y Panal que se unieron con el PRI, o el PT que se unió al PRD y PAN) hoy están más cerca que nunca de desaparecer al tener que demostrar la obtención de 50 por ciento más de votos que respecto al último proceso electoral estatal.
En ese sentido, Robles sería un respiro para todos si decidieran ir en una candidatura común, o si de alguna forma les sirviera el capital político del michoacano para mantenerse en la lucha electoral. En esto, la ecuación sería provechosa para todos, porque Robles cumpliría su cometido de aparecer en la boleta electoral (ya sin ninguna posibilidad de ganar), y esos partidos, a cambio de abrirle la puerta, tendrían como premio una votación superior al tres por ciento para mantenerse como institutos políticos con registro.
Evidentemente, ninguno de estos escenarios es sencillo. Tendrían que optar por candidaturas comunes, hacer cambios de candidatos y ajustar todo para poder participar cobijando a Robles Montoya. Quién sabe si la decisión tomada por el PRD regrese a Robles al estado de humildad que abandonó hace tiempo cuando se creyó invencible. Pero lo cierto es que las vías para aparecer en la boleta tampoco son tan variadas, ni tan sencillas como pudiera parecer en un primer momento.
Por eso, si nada de esto ocurre, y Robles se tira a ser un candidato sin registro, entonces todos juntos estarán en riesgo: él será un candidato “de chocolate” (que en el lenguaje infantil significa “el que participa pero no cuenta”) y prácticamente todos los partidos morralla estarían en un altísimo riesgo de desaparecer ante las nuevas exigencias electorales impuestas por la reforma política nacional. Pronto lo sabremos.
PROFECÍA
Habría que desempolvar la llamada filtrada entre Ulises Ruiz y Hugo Scherer: ahí hablan de “mandar” a Robles a la candidatura de Movimiento Ciudadano. Han pasado muchas cosas desde entonces. Pero junto con el PUP, MC es uno de los que aún no ha hecho una sola definición respecto a sus candidaturas. ¿Será que aquellos tuvieron boca de profeta o son simples casualidades?
Parece ser mi estimado Adrian que pasas por alto un escenario tan posible como absurdo pero que no deja de ser una posibilitad; Que pasaría si en un arranque de ira BRM decide “vender cara su derrota” jalando su capital político en apoyo al candidato de MORENA en Oaxaca… Considero que de darse esa posibilidad que aunque Robles Montoya no ganaría nada… si que le daría la oportunidad de vengarse del PRD y en una de esas hasta descalabrar políticamente al PRI. Llendose a MORENA Benjamín Robles jalaría votos el PRD fiel a su causa mas el voto de MORENA…. es posible esto mi estimado amigo?