+ Su reaparición, tan cíclica como la de Fraguas
Hace seis años, más o menos por estas mismas fechas, existía una fuerte disputa en el priismo, por la determinación de quién sería el candidato a la Presidencia Municipal de Oaxaca de Juárez, y las principales alcaldías que, en octubre de 2004, estarían en juego en los comicios municipales.
En aquel entonces, junto a los aspirantes ya sabidos dentro del priismo local, se colocó un personaje que también manifestó sus aspiraciones por el gobierno de la capital oaxaqueña, pero que tenía como único capital político presente su cercanía con el entonces candidato priista a Gobernador: José Antonio Hernández Fraguas. Hoy, María de las Nieves García Fernández parece repetir esa historia, que no sólo apunta al presente, sino seguramente al mediano plazo.
¿Por qué recordar, ahora, las condiciones en que ocurrió el reingreso a la política oaxaqueña del ahora edil con licencia, Hernández Fraguas? Porque dicho ejemplo, es altamente ilustrativo de un proceso similar que ocurre ahora con la ex secretaria de Salud, García Fernández. Ambos tienen como origen el mismo grupo político. Y los dos intentaron con éxito su reinserción en la política estatal, luego de varios años de una paciente lejanía, que les sirvió para superar las afrentas habidas entre los distintos grupos de poder en el priismo y el gobierno de Oaxaca.
Así como ocurre hoy con García Fernández en relación al grupo del inminente candidato a Gobernador por el PRI, Eviel Pérez Magaña, en 2004 José Antonio Hernández Fraguas regresó a Oaxaca de la mano de Ulises Ruiz Ortiz. Éste lo colocó en la primera línea del equipo con el que prepararía su campaña, y llegado el momento lo incluyó en la dinámica sucesoria de la alcaldía citadina, que entonces estaba dominada por la decisión e influencia del gobernador José Murat.
En términos reales, lo único que colocaba a Hernández como aspirante a la presidencia municipal, era su cercanía con el entonces senador Ruiz. Desde los círculos cercanos al Candidato a Gobernador, se dejó ver que Hernández sería incluido en la puja por la Alcaldía, en la que hasta entonces sólo aparecían los nombres de funcionarios estatales y representantes populares que habían forjado carrera política durante el sexenio que fenecía.
Finalmente, en 2004 el favorecido con la candidatura a Edil, fue el hasta entonces diputado federal, Jesús Ángel Díaz Ortega. Con ello, quedó constatado que el grupo político del gobernador Murat, aún pudo imponerse sobre las preferencias de quien ya para entonces figuraba como Gobernador Electo de Oaxaca. Y una vez obtenido el triunfo electoral, el gobierno municipal de Díaz se integró con un grupo importante de funcionarios del gobierno estatal, que se trasladaron a la administración citadina para sobrevivir al cambio de gobierno.
Ello demostró al menos dos cuestiones: la primera, que los grupos políticos predominan mientras tienen el poder en las manos. Y que apuestas como la de Hernández Fraguas hace seis años, o las actuales de García Fernández, más bien son a mediano plazo.
El primero de ellos, en los tres años siguientes, preparó su candidatura a la alcaldía desde el cargo de Secretario de Administración del Gobierno del Estado. En 2007, con la venia del Jefe Político del PRI, éste no tuvo problema alguno para imponerse como Candidato al mismo cargo municipal que había buscado tres años antes, aunque ahora con todas las condiciones políticas a su favor.
Eso mismo podría ocurrir con García Fernández, quien ya reapareció en la política estatal, aunque perteneciendo a un grupo priista que aún no gobierna. Por eso, dicha apuesta más bien parece ser a mediano plazo.
EJERCICIO DEL PODER
Para muchos, la exteriorización de las aspiraciones de la priista García Fernández, podrían constituir una especie de contrapeso a la decisión de que la candidata a la Presidencia Municipal de Oaxaca de Juárez sea la ex secretaria de Turismo, Beatriz Rodríguez Casasnovas. Habría que entender que la práctica misma del poder, en los hechos, apunta a que quien manda, lo hace cuando menos hasta el último día en que detenta formalmente el poder… tanto en su partido, como en el Gobierno del Estado.
¿Por qué decimos esto? Porque aún cuando es evidente que en el PRI, el Candidato a Gobernador pertenece al primer círculo del actual gobernante, y es para éste quien más le ha guardado lealtad, cercanía y compromiso de trabajo, es también claro que es aún el Gobernador, y no el Candidato, quien toma las decisiones más trascendentales del gobierno y de su partido. Y que, formalmente, así será hasta el último día de su gobierno y durante algún tiempo más.
Sin embargo, también parece necesario comprender que la presentación de posibles candidatos cercanos al actual grupo priista, o al que pretende gobernar la entidad durante los seis años siguientes, no tiene por qué entenderse como la existencia de pugnas o desavenencias entre grupos. Quien hoy gobierna, velará por la mayor permanencia posible de quienes son sus más cercanos (personas e intereses). Y los que buscan hoy hacerse de la administración gubernamental, ocupan estos escaparates para presentar y comenzar a perfilar públicamente, a los que serán sus cuadros políticos de largo plazo.
Finalmente, el reto más importante de los que gobiernan, y los que pretenden hacerlo, es el de ganar una de las plazas más competidas del territorio oaxaqueño. Unos y otros deberían comenzar a considerar que Oaxaca de Juárez será un escenario determinante, y que para ello es fundamental que el ejercicio del poder, venga acompañado del trabajo político y el carisma frente a la ciudadanía, que son fundamentales para ganar la elección.
Está claramente demostrado que la democracia no es precisamente lo que ejercen de mejor modo en el priismo. Tienen plena confianza de que, al final, la disciplina es más fuerte que los intereses o las aspiraciones. Y que independientemente de a quién postulen, todo el priismo trabajará a su favor en la capital de Oaxaca. Por el bien de ellos, ojalá que no se equivoquen.
¿REELECCIÓN?
Por cierto, ¿alguien le habrá dicho a la regidora Elizabeth Acosta López que para los cargos edilicios existe la prohibición de la reelección inmediata? Dice que aspira a ser candidata a Presidenta Municipal. Pero ese es un cargo municipal similar al que hoy ostenta. Por lo que está impedida constitucionalmente en su aspiración. ¿Habrá hojeado alguna vez la Ley Municipal? ¿O alguien se aprovechó de su ingenuidad y le jugó una broma pesada? Son preguntas.
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