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“Yo le avisé mi lic.”

Carlos Morales

Al medio día de aquel día de marzo de 2003, en mi bella oficina de defensor federal adscrito al juzgado octavo de Distrito atendí a Renata. Piel clara, estatura regular, porte distinguido. Usaba una chamarra azul deslavada que realzaba su porte digno y triste. Hablaba con mucha dignidad. No pasaría de los 30 años. Miraba tristemente y la tristeza ocultaba sus rasgos finos. Su segundo apellido me permitía advertir su pertenencia a la vallistocracia, es decir, a las familias del rancio abolengo oaxaqueño. De la mano llevaba dos niñas que interrumpían la conversación.

Me explicó que Ulises era su marido. Yo acababa de asistir a Ulises en su declaración preparatoria por portar un arma larga de fuego de uso exclusivo del ejército. Ulises era moreno intenso, color mugre como yo y la señora era como lo digo sin que suene feo, pues, diferente.

“Lo conocí en Plaza del Valle, en los juegos electrónicos y nos enamoramos –dijo al ver mi sorpresa– dejé la prepa y me fui a vivir con él. Mis padres no lo quisieron, suspendieron toda ayuda. Vivimos en Xoxo con las niñas, no estamos bien económicamente. Siempre sospeché que él hacía cosas malas. Creo que se dedica a robar casas. Y ahora esto”, dijo refiriéndose al proceso de arma de fuego.

Expliqué con seriedad pero con mucho tacto la gravedad del problema. Ulises había confesado ante la Fiscalía haber portado el arma de fuego. Al finalizar el proceso recibiría diez años de prisión. Y que de esa pena debería por lo menos cumplir seis en la penitenciaría de Ixcotel.

El proceso siguió con su inexorabilidad. Ofrecí todas las pruebas posibles: argumenté el error de tipo, la violación al derecho humano a la autoincriminación, violaciones al debido proceso. Lo visitaba cada 15 días en la peni. Conversábamos. La sentencia llegó sin sorpresas. Interpuse la apelación y después el amparo directo. El amparo fue denegado. La pena de diez años de prisión quedó intacta.

A la señora Renata la veía con relativa frecuencia haciendo fila para ingresar al reclusorio. Regularmente acudía a mi oficina para ver cómo iba el asunto de su marido. Comunique a la señora la pena impuesta. Le recordé que debido a los beneficios preliberacionales una pena de diez años se cumplía en seis. Y que estuviera atenta cuando cumpliera cinco años para tramitar la remisión parcial y la preliberación. Su rostro no reflejó tristeza ni alegría. No volví a saber de ella. Las redes sociales no existían y los teléfonos celulares eran artículos de lujo.

La mañana del cinco noviembre del 2003, amaneció nublado y chispeaba. En el mercado de la Colonia Reforma aún olía a flores amarillas. El olor a “muertos” todavía no se dispersaba. En el comedor Rosita desayuné enchiladas verdes. Al final me acerqué al puesto de revistas La palma: El Universal cabeceaba la nota: “Congreso reduce penas a delitos de portación de armas”. 

Compré el periódico. El Universal relataba toda la historia:

En el 99, el Congreso Federal a instancias de Zedillo, para frenar el uso de armas de fuego en todo el país, endureció las penas de manera excesiva: a la portación de una pistola nueve mm. le fijó prisión de cinco a diez años y a la de una carabina 30-30 o un R-15, de diez a quince. Ni más ni menos. Tenía más pena que el delito de violación.

Toda reforma que combate las consecuencias pero no las causas está condenada a fracasar. Los reclusorios del país alojaron a campesinos por portar viejas escopetas y carabinas heredadas de abuelos revolucionarios. Queriendo reprimir delincuentes terminaron encarcelando ejidatarios y comuneros. Ahora, para remediar eso, Vicente Fox, había presentado una contra reforma que el Legislativo había aprobado.

Conseguí el Diario Oficial en la hemeroteca Néstor Sánchez. Me puse feliz. Los años de pena de prisión se redujeron: las de diez pasaron a tener cuatro y las de cinco a tres. La reforma permitía que las personas sentenciadas a diez años podrían obtener su libertad si la pena era reajustada a cuatro. Retorné en chinga, es decir, rápidamente a la oficina. Con Albis Franco, revisamos los expedientes de portación de arma de fuego de uso exclusivo.

El primer expediente que saltó a la vista fue el de Ulises. El viento de la rosa de Guadalupe le golpeó la cara. El delito por el que fue juzgado, que tenía como pena mínima diez años ahora tenía cuatro, es decir, ahora no rebasaba la línea negra. Haciendo el ajuste reductorio podría obtener un beneficio sustitutivo o la condena condicional y salir de la prisión.

Pero había un problema. Recuerden que aún estábamos en la obscura noche del medioevo y las reglas del proceso eran las de viejo sistema escrito e inquisitorial.

En el caso de Ulises ya habíamos agotado todo el proceso, la apelación y el amparo directo. No teníamos un mecanismo para hacer valer la reducción de pena. Puse de cabeza el Código Penal Federal. El artículo 56 apareció luminoso: la aplicación de la ley más favorable. Y me dije “de aquí soy”.

Promoví un incidente no especificado de aplicación de la ley más favorable y solicité la sustitución de la pena por tratamiento en libertad. 20 días después, el juez, sin que le temblara la mano, con valentía y generosidad, declaró procedente el incidente y otorgó el sustitutivo de libertad. El primer beneficiado en el país por la reforma foxiana fue Ulises. Fue el primer incidente de aplicación de la ley favorable en todo el país. Después la SCJN inventó el incidente de traslación de tipo.

Con la resolución encaminé mis pasos a la penitenciaría. Ulises brincaba de gusto. No podía creer que saldría de la cárcel. Se había hecho a la idea de permanecer seis años en prisión y aun no cumplía ni un año. Me dio las gracias y abandoné el residencial Ixcotel. Marqué a la señora Renata: “el número que usted marcó ha sido cambiado”.

El tiempo pasó.

Me olvidé del asunto como lo ordena el mandamiento laico de San Eduardo Couture. La vida siguió. Los feligreses de Simón de Cirene estábamos dispersos en todo el país y las redes aún no se inventaban. Envíe el incidente y la resolución a la superioridad para su difusión. En aquellos años previos a la guerra contra el narcotráfico, el trabajo de un defensor federal se constreñía a defender a portadores de arma de fuego y poseedores de marihuana y de vez en cuando algún servidor público por abuso de autoridad. Aun no se desencadenaba la violencia que hoy vive todo el país.

Pasaron tres años. En marzo del 2006 acudí a la penitenciaría y pedí al boquetero que llamara a las personas de la lista de visita. El boquetero empezó a mencionar los nombres. Lo vi bien. Se me hizo conocido. Abrí los ojos. Lo observé con detenimiento. Estaba flaco y pelón pero si era. Era Ulises. Si. Estaba en el interior de la penitenciaría.

—¿Qué haces aquí? Cuestioné.

Abrió los ojos. Apenado me respondió: Yo le avisé mi lic. Yo le avisé.

—No te entiendo, cuéntame, porque sigues aquí, porqué estás aquí de nuevo.

Ulises jaló aire. No le veía muchas ganas de contarme. Pero insistí. Entonces empezó a decirme:

—Cuando llegó el oficio de mi libertad marqué a Renata. Ella estaba en nuestra casa. Le dije que ya iba saliendo de la cárcel. Que ya me habían dado mi oficio. Me dijo “Estas loco. Saldrás dentro de cinco años. Eso me informó el licenciado Dobleclick.” No me creyó. Firmé el papeleo. Salí de la peni. Caminé respirando el aire frío de la libertad hasta la zona militar. Y desde el teléfono público le marqué de nuevo. A la tarjeta Ladatel, le quedaban 26 pesos.

—Continúa por favor. Le dije intrigado.

—Me contestó Renata. Le dije que escuchara el ruido de los carros, que estaba afuera de la cárcel. Que ya iba para la casa. Ella empezó a reír: “no seas mentiroso, me estás mintiendo”. Fui caminando, despacio, haciendo tiempo. Llegué al estadio de beisbol, volví a marcarle. Ella volvió a decirme que me tranquilizara, que no bromeara con eso. Avisé que llegaría en dos horas. Pero no me hacía caso. Seguí caminando y en la gasolinería Universidad volví a marcar: “ya voy a llegar, estoy por CU”. Escuché que estaba cocinando.

—Ajá y que más. Inquirí.

—Caminaba despacio. Haciendo tiempo. Quería llegar a casa y no quería llegar. Cuando estaba en El tequio volví a marcar. Estoy cerca, le dije. Llegaré en media hora. Molesta colgó el teléfono. Seguí caminando. La libertad me daba angustia y dolor de cabeza. Volví a llamarle: estoy a una cuadra de la casa. Ella me contestó: “deja de estar soñando. Saldrás en cinco años. No estés chingando”.

Ulises tenía un nudo en la garganta. Continúo el relato:

—Quité el alambre que sujetaba la puerta de lámina de Tecate. Y entré a la casa.

—Si, y que pasó. Pregunté compungido. Mientras a Ulises los ojos se humedecían.

—Ahí estaba él. Dijo Ulises —sentado en la cabecera del comedor que yo había comprado, Renata le servía la comida y las niñas jugaban de un lado al otro de la pieza. Era una escena familiar hermosa. Se respiraba la paz del hogar. Renata me miró con sorpresa, luego desprecio y finalmente con terror. El don me miró a los ojos. Yo ya lo sabía mi lic. No hay nada de lo que uno no se entere en este pinche lugar. Yo hasta conocía sus datos generales. Hasta me caía bien ese cabrón. Yo sabía que él las cuidaba, que las procuraba. Yo lo supe lic. Y nunca le dije nada a Renata, no se la hice de jamón. Me mordía uno y me apachurraba el otro. Yo prefería que solamente anduviera con él a que anduviera sola o a que anduviera con varios. Por eso cuando salí de la peni le avisé mi lic para darle tiempo al don que agarrara sus cosas y se fuera. Por eso caminé despacio para darle tiempo a que se fuera. Pero Renata no me creyó. Yo le avisé mi lic.

—Y que pasó, después, pregunté preocupado.

—El señor me pidió que me fuera. Que esa casa ya no era mi casa, que mi mujer ya no era mi mujer y que mi familia ya no era mi familia. De repente me quedé sin nada. Me emperré. Y al ver que yo me enchilaba tomó una pala y me pegó en la espalda, pero yo soy perro viejo mi licenciado. Y le dí a guardar la lezna en el estómago una y otra vez. Con esa lezna costuraba balón. Lo vi como chillaba de dolor y luego se quedó quietecito bien muerto. Se armó un desmadre. Renata gritaba y lloraba y abrazaba al difunto. Me miraba con odio infinito y a él con amor desmesurado. Salí corriendo por la calle Independencia, le pedí a un mototaxista sus servicios, pero me apañó la municipal y me trajeron de nuevo. Solo duré medio día afuera. La vida no es fácil. De Renata no he sabido nada, alguien me dijo que se fue a Chicago.

Tomó mi lista y en el boquete, con la voz quebrada, lo escuché decir:

“Daniel Aguilar Santiago, pasar al locutorio.

José Luis Figueroa, pasar al locutorio.

Yo le avisé mi lic.”

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Realidad ¿qué es?

Enrique Domville

Las veces que en nuestros pensamientos dudamos de lo escuchado y ahora dudamos a veces de lo visto, que es presentado por el método preferido de algunos, alterar la realidad y enviarla por los medios electrónicos como lo son las noticias falsas, pero desde siempre, cada uno es quien vive su interpretación de los hechos, sujetos a interpretación, que dependen del estado emocional, el tiempo y la circunstancia; en la historia todo lo escrito, nos da la idea de la realidad del autor, cada uno define de acuerdo a su interés, o preocupación el tema que es relevante y lo escribe, esto se aplica, también a todo lo hecho por el ser humano y la motivación existe en cada momento de ejecutar (un algo) lo que primero es idea y luego un hecho, por lo que la realidad de cada persona se ve reflejada en su creación, se ven los fines de cada acto, que el ser humano realiza, su motivación, realidad y beneficio del hecho (político, económico, social, altruista, o egoísta, los motivos religiosos, o las creencias de las costumbres lo ideal es que fueran de auto-perfección).

Por lo que cada uno en su interpretación asociado a su interés, deseo, tendrá su verdad, Henri Bergson (1859- 1941) filósofo y escritor ganador de un premio Nobel en Literatura con su obra “La evolución creadora”, nos dice que nuestra inteligencia nos da todo lo necesario para explicar no solo el universo físico, sino también las fuerzas ocultas que lo configuran. Este autor nos recuerda en su obra a Hannah Arendt (1906-1976) quien sobre la vida humana escribió: “Nuestra personalidad surge, crece y madura sin cesar. Cada uno de sus momentos es algo nuevo que se suma a lo había antes. Podemos ir aún más lejos: no solo es algo nuevo, sino imprevisible”.

Cuando hablamos de estados de ánimo, nuestra percepción es diferente, dependiendo de esto, demostrado esta por las diferentes facetas que autores como Miguel de Cervantes o William Shakespeare les dan a sus personajes basados en la voluntad y la apreciación personal, características y comportamientos según lo que el autor plasmó sobre lo que el personaje considera su verdad.

Arthur Schopenhauer (1788- 1860) siempre escribió desde la melancolía, pesimismo diciendo que al final la verdad es dolorosa. Todos y cada uno cada momento de nuestra vida pasamos por diferentes etapas y de todas siempre nos queda el conocimiento, acompañado de felicidad o tristeza y esto se debe al momento en el evento recordado sucedido en nuestro conocimiento y apreciación, con estado de verdad al hecho recordado. La verdad cambia en lo que creemos mas no en lo que es un hecho consumado como lo es la noche y el día o el frio y el calor. Cambia en nuestra manera de apreciar y ver y sobre todo entender los comportamientos, las actitudes y cambia con el conocimiento de la función o sitio dentro del universo y nuestra vida.

El peligro se encuentra en la creencia en los que no sabemos su real motivación ni sus deseos, hacer mía una verdad de otro sin análisis real sin emociones de las ideas o hechos, esto recordado por Nassim Nicholas Taleb en su obra, El cisne negro, dice que una pequeña cantidad de cisnes negros derrotó a la verdad de que solo existían cisnes blancos.

Nuestra vida está determinada por lo inesperado, o aquello que consideramos nuestra verdad hasta que un evento o hecho nos demuestra lo contrario. Difícil es la vida y las circunstancias, por lo que cuando requerimos ponernos de acuerdo se vuelve complicado a menos, que antes de discutir, pensemos en un objetivo para el bien de lo que estamos tratando de llevar a cabo y busquemos

soluciones para todos, no para beneficio personal del ego de unos cuantos. Bertrand Russell dijo la siguiente frase aún vigente en nuestros días “Lo único que redimirá a la humanidad es la cooperación”.

Todos somos iguales, todos merecemos respeto, cada uno es único y diferente, sus apreciaciones, sus emociones y conocimientos cada uno con una verdad que puede cambiar con las circunstancias, los cambios dependen de nuestra mente, con nuestra actitud con la vida y el futuro; la esperanza es una arma poderosa, si conlleva respeto para mí y para otros, con análisis, conocimiento y entendido el mundo como lo que es y no como lo que queremos sea.

enriquedomville@gmail.com

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Examen profesional

Carlos Morales 

Había  lloviznado y las piedras verdes estaban humedecidas pero el sol había reaparecido rápidamente dejando entrever el diáfano azul del cielo de la Verde Antequera. El año había pasado muy rápido y ya estábamos finalizando septiembre. Habían pasado dos años desde que en el mismo lugar habíamos quemado en una ceremonia atávica los gordos libros de Burgoa al ritmo de los Caciques. 

Entré por la puerta principal del bellísimo edificio de la Universidad que aún lucía las imágenes biseladas de Porfirio Díaz y Benito Juárez a cada lado de la puerta.  Con el cabello brilloso por el Wildroot y traje azul de rayitas comprado a crédito en Plaza Antequera acudí a la cita con el destino.

No eran días fáciles para la Universidad. Dos días antes, en la explanada de C. U., manos criminales habían dado muerte a un líder sindical dejando una estela de incertidumbre y miedo entre los estudiantes asombrados por el inusitado nivel de violencia. La nota roja de aquellos años no era lo que es hoy. Bastaba media hoja de El Imparcial para narrar nuestras sencillas historias de horror.

A los pies del metálico Benito, un grupo pequeño de estudiantes vociferaban consignas exigiendo la investigación de los hechos y la presentación de los culpables. Amenazaban con tomar el edificio central y ponerse en huelga. Eran los protestadores de siempre. Lo mismo protestaban por el alza en las inscripciones, por el aumento en el precio del pasaje o por la carestía de la vida. 

Junto a la puerta del Manuel Palacios y Silva, impecable y grave, de pie, el presidente de mi jurado. Había sido mi maestro de Derecho Constitucional y de Amparo. Me hizo memorizar el antiquísimo concepto de autoridad para efectos del juicio de amparo hoy desfasado por el drittwirkung der grundrechte.

El maestro David Rodríguez me asustó: “hay protestas, no tardará en que se apoderen del edificio, no puedo poner en riesgo a los integrantes del jurado, lo mejor es posponer tu examen”.

Sudé caliente yo que ya andaba sudando frío por el temor propio del examen. La aseveración del maestro David significaba alargar el suplicio pero lo que más me preocupaba era haber pagado anticipadamente la cena de celebración para 50 personas en el restaurante “Las quince letras” de doña Celia Florian. 

Me dirigí al líder, que por cierto era mi paisano, le dije que me dieran chance, que era mi examen profesional. “El interés colectivo de pedir justicia deberá prevalecer sobre el bien individual y tu examen puede esperar”. Me dijeron. De pronto uno de ellos, fue más pragmático: “Hemos protestado todo el día y no hemos comido ¿qué puedes hacer por nosotros?” Saqué un billete de doscientos y se fueron gritando consignas al “Titos” por las de choriqueso.

El escenario estaba listo. En el hermoso salón de exámenes profesionales el jurado estaba completo. Heriberto Antonio y Hermógenes García flanqueaban a don David. Empezó el examen. 

El presidente me preguntó si me gustaba la poesía y respondí que sí. “¿Qué significa la frase ‘era la media noche del 15 de septiembre de 1810 y el sol reverberaba en el cielo’?” cuestionó: “la noche era una referencia a la nocturnidad pero la mención al sol era el brillante llamado de Hidalgo a la libertad para la América Mejicana”. Le respondí. “El método de interpretación de la poesía es el mismo método para interpretar el derecho.” Me dijo. 

Mi tesis profesional: el Ombudsman de la Democracia. El maestro David me cuestionó sobre si no teníamos una inflación de instituciones, “muchos elefantes blancos y tú, me dijo, quieres crear el ombudsman de la democracia”.  No. Repliqué. Los derechos políticos en México no tienen protección: el amparo y el sistema no jurisdiccional no pueden remediar la violación a los derechos políticos electorales. Aun no existía el sistema de medios de impugnación que ahora conocemos.

A medio examen, ordenó: “Salga a dar una vuelta al segundo patio, respire, jale aire y regrese”. Fui al segundo patio, respiré, jalé aire y volví. Regresé para contestar puntualmente las preguntas del maestro Heriberto Antonio con quien desde entonces me une una amistad. Hermógenes me preguntó sobre temas laborales que sorteé citando algunas ideas robadas a Cavazos y Nestor de Buen.

Me aprobaron en el teórico. Ya había anochecido. Sólo faltaba el examen práctico. El maestro David me pidió que elaborara una demanda de amparo contra la determinación del juez de ordenar la práctica de la ficha signaléctica. De memoria escribí mi demanda en la que cité la jurisprudencia de la SCJN e hice control de convencionalidad. Entregué mi examen. Y el jurado me sacó del salón para deliberar.

Volví para la toma de protesta. El Wildroot había perdido fuerza y los cabellos habían tomado su rígido camino. El maestro hoy finado David Rodríguez, emocionado hasta las lágrimas dirigió unas palabras que jamás voy a olvidar. Habló de la lamentable situación de la Universidad y de las virtudes de los abogados y de las buenas personas: “Si la universidad se va a salvar será por gente como tu, Carlitos”. Con esas palabras empecé a caminar de la búsqueda de la justicia. Recibí mi título de obrero del derecho, de artesano de la justicia. Y aquí sigo. 

De eso ya pasaron algunos años y si hoy lo cuento es porque hace unos días finalizó septiembre, porque a media tarde lloviznó pero el sol salió de nuevo, porque andaba por el centro histórico, compré un esquite al elotero exitoso, y aproveché para entrar al edificio central y me dio mucha tristeza ver el estado en que se encuentra. Nuestro edificio no volvió a ser el mismo desde que fue quemado el Paraninfo y es necesario recuperar, neta que si, como dijo el Maestro David, el prestigio de la Universidad. Es ahora.

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Mediante intervención de SAPAO, empresa indemniza a familiares de trabajador fallecido

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Oaxaca de Juárez, Oax., 30 de septiembre de 2022.- Los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Oaxaca (SAPAO), lamentan lo ocurrido en la obra de rehabilitación de drenaje en avenida Símbolos Patrios, donde perdió la vida Alejandro Azael V. G., trabajador de la empresa “Constructora México de Proyectos Inteligentes de la Nueva Generación S.A de C.V.”, contratada por este organismo para ejecutar la obra.

Los hechos se registraron este jueves en el transcurso de la mañana, en el margen derecho de la avenida Símbolos Patrios, entre prolongación de Xicoténcatl y Fiallo, cuando el trabajador se encontraba laborando en la zanja, donde desafortunadamente un alud de tierra le cayó encima y le provocó la muerte.

Ante este hecho, el Gobierno del Estado instruyó a la dependencia hacer presencia en el lugar para realizar labores de ayuda y brindar el apoyo necesario a la familia.

Asimismo, en coordinación con la SEGEGO, el director general de SAPAO, Reynaldo Hernández Cuevas, se trasladó a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), para encabezar las pláticas y acompañamiento a la familia de Alejandro Azael V. G., con la finalidad de constatar el cumplimiento de las obligaciones legales por parte de la empresa ejecutora de la obra, a través de su representante legal ante este lamentable suceso. 

Cabe señalar que en todo momento los deudos fueron asistidos por sus abogados defensores.

De igual manera, SAPAO acompañó a la familia hasta que se dio total cumplimiento con la reparación del daño conforme a la ley y reitera su más sentido pésame a familiares y amigos.

Les olvidé decir adiós, Austin TV

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Pongamos todo en perspectiva con:

Carlos Villalobos

Para muchos como yo, el regreso de la banda mexicana de post-rock, Austin TV, es un abrazo para el alma luego de más de nueve años fuera de los escenarios y de la esfera pública como grupo. Quienes crecimos escuchando su música, crecimos en un ecosistema en donde el Myspace y el Metroflog, eran el símil de TikTok e Instagram en la actualidad. 

Con su lema de mil batallas “Tú cara importa, importas tú”, revelaban que el proyecto iba a versar acerca de las sensaciones, la música y como los silencios y las melodías se podían bailar y no necesitar de una voz cantante, voz que ocasionalmente se convertía en gritos o fragmentos de películas, y que a su vez sólo servirán de acompañamiento mientras las hojas caen.

Como músico, que intentó pertenecer a la ola musical independiente, fueron un modelo a seguir; no tenían un sello discográfico, grandes detrás y el internet fue su mejor difusor y lograron llegar a sitios en donde jamás se hubiera pensado ver a un proyecto independiente mexicano.

El misticismo que rodea(ba) a la banda siempre fue parte de su encanto, cada escenario que pisaban, lo convirtieron en suyo; algunas veces con máscaras de conejo, otras disfrazados de árboles, siempre respetando la regla principal: lo que importa eres tú.

Austin TV representa todo por lo que una generación luchó: ser uno mismo, trabajar en equipo, construir juntos, respeto, paz y armonía, lamentablemente, el tiempo no nos perdonó y como la gran mayoría, nos tocó crecer. Sin embargo, siempre había espacio para voltear atrás y recordar ese momento de libertad, muchos sentimos que olvidaron decirnos adiós.

Abrazados por rockeros y por emos, que en aquel momento era la principal lucha de castas, hoy en el país nos han dicho que tenemos que estar divididos entre chairos y fifís o whitexicans y morenos. Su regreso parece un respiro, no hace falta esperar a las flores sobre las piedras, hoy podemos reunirnos a su alrededor. 

Siempre estuvieron ahí, creciendo con nosotros, pero siempre expectantes. Crípticos como usualmente, o al menos como yo recuerdo, un día aparecieron posters en la capital del país con su icónica frase. De repente, un correo electrónico llegó a quienes escanearon el código del cartel y descubrimos lo que estaba pasando ¡Austin TV regresaba con un nuevo sencillo! el cual no desentona con la estética que los ha caracterizado.

Un cambio de portadas e imágenes de perfil en sus redes sociales y se oficializó. Era un hecho, soñamos años por este momento, sin embargo, no se sentía bien, se sentía como que nadie está aquí, no hay nadie aquí, nada hay aquí.

No todo fue celebración, y con esto espero no herir susceptibilidades. Primero, el regreso se da con “Wakks”, manager de proyectos que arrastra un par de acusaciones que no se han desestimado y que son bastante graves. Lo segundo, Mario Sánchez, miembro pilar del proyecto no regresaría por continuar su labor como Managing Director en Downtown Music México. Tercero, de un día a otro avisaron de un evento en el mítico Multiforo Alicia, el cual evidentemente no daría espacio a los miles de fans que reunirían. Cuarto y más importante, perderían esa esencia críptica que siempre los caracterizó, esa fina medición de los detalles para hacer cada experiencia única.

En el momento en que termino de redactar estas líneas, el Foro Indie-rocks ve el regreso de una de las bandas más importantes de la historia del rock mexicano, mientras muchos disfrutamos en silencio en nuestras casas imaginando esa emoción, deseando que no sea la última noche del mundo que los vea juntos en un escenario.

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“Dahmer”: desmembrando al monstruo

Ismael Ortiz Romero Cuevas 

Hay que ver “Dahmer-Monstruo: la historia de Jeffrey Dahmer” de Netflix por muchas razones y no solo porque está basada en terroríficos hechos reales, sino porque desde el primer episodio nos presenta una historia de un asesino serial, que nos deja impresionados por la maldad casi natural del personaje principal y que aunque posee elementos sumamente sugestivos, nos llena de sinsabores, miedo, enojo y tristeza.

Y no es que justifique al villano, sino lo interesante de esta serie es justamente que no se enfoca en realizar una especie de continuación de “American Crime Story”, por cierto, creada también por Ryan Murphy; sino que explora de manera esmerada la psique del asesino serial Jeff Dahmer “el carnicero de Milwaukee”, interpretado de manera grandiosa por Evan Peters, y que de alguna manera, argumenta el desequilibrio mental que lo llevó a realizar tan escalofriantes asesinatos, el rechazo a su persona y sobre todo, las vivencias que su mente no tolera para convertirse en un verdadero monstruo, tratando de controlar a toda costa a sus víctimas. 

Una de las situaciones que hay que agradecer a los guionistas y producción de “Dahmer-Monstruo: la historia de Jeffrey Dahmer”, es que crean una verdadera ‘crime story’ que se centra en la óptica de las víctimas y no en la historia biográfica o a la investigación que causó la detención del criminal en 1991, después de trece años de esquivar la cárcel. Ese simple cambio de visión en la narrativa hace que la historia resulte no solo refrescante, sino novedosa precisamente porque se aleja de lo que los estándares que la televisión marca en la realización de las series de este género, sobre todo por lo sobre explotada que ha sido la historia de Dahmer en otros dramas y documentales. 

Y ese estilo de narración lo podemos ver desde el primer episodio, que resulta cardiaco en su desarrollo y visualmente una belleza, donde somos testigos del ‘modus operandi’ de Dahmer, del cortejo a sus víctimas, de la elegancia y sofisticación de su comportamiento, mostrando con una actuación prodigiosa de Peters, cómo disfruta el enamorar a los chicos adolescentes que serán sus caídos, pero además, como somos testigos haciéndonos conscientes que el tiempo de su nuevo enamorado corre en contra. Los productores y directores saben la calidad histriónica de Evan Peter y aprovechan cada gesto, cada movimiento y cada caminar que el actor le otorga a su interpretación, haciendo de ese toque glamuroso del personaje, resulte esta vez aterrador; sin embargo no hace a Dahmer la estrella del ‘show’, al contrario, el guion nos lleva a los orígenes solo en momentos necesarios, para contextualizar el comportamiento errático del asesino para tratar sin piedad a las filias que el personaje creó por su dura infancia. 

https://www.youtube.com/watch?v=6Mwkqdy2hLA

Uno de los puntos más criticados de manera negativa de “Dahmer-Monstruo: la historia de Jeffrey Dahmer”, es que el creador, Ryan Murphy se ha quedado algo “contenido” con respecto a la forma de desarrollar sus historias, que generalmente concluyen de manera más explosiva y eufórica. Sin embargo, el tono de la serie y la fineza con que han retratado temas tan delicados como el tratamiento a la comunidad LGBTTTQ+, a los familiares de las víctimas y a la producción misma, justifica que la serie lleve un ritmo que no es típico en sus historias, lo que la hacen un documento digno de disfrutar, reflexionar y entender. 

Las emociones fuertes de hacen presentes con “Dahmer-Monstruo: la historia de Jeffrey Dahmer” que resulta una serie tan interesante como aterradora, además que es minuciosa con los detalles y que algunos en serio que nos vuelan la cabeza. Esta serie de diez episodios de aproximadamente 50 minutos de duración es protagonizada por: Evan Peters, Niecy Nash, Molly Ringwald, Michael Learned y Richard Jenkins y de verdad, vale mucho la pena. 

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Murió Jorge Fons, pero no su legado cinematográfico

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Ismael Ortiz Romero Cuevas 

La primera vez que vi “Rojo amanecer”, fue una tarde de 1992, cuando alguien le prestó un video casete a mi papá que contenía la película que había sido censurada desde 1989 por el gobierno mexicano. La razón: el tema de la matanza de Tlatelolco, el 02 de octubre de 1968, era algo de lo que no se debía mencionar en los gobiernos de años posteriores, puesto que veían dañada su imagen y ponía al Ejército Mexicano con muy malas referencias. En un principio, a mis escasos trece años, no entendí bien la película, pues, aunque mi papá, que en el ‘68 contaba con apenas 16 años, trataba de explicarme qué fue lo que pasó en Tlatelolco y el contexto de esa salvajada, mi corta edad y también el poco interés que se le pone a la vida siendo púber, me jugó en contra para poder reconocer de qué se trataba lo que estaba viendo en la televisión y que se reproducía en la entonces novedosa videograbadora de formato VHS, donde las películas, tenían mayor calidad de imagen. Lo que sí, es que la película me estremeció hasta los sentimientos más escondidos; esa noche dormí poco, pensando en que lo que había visto estaba basado en hechos reales. Mi mente de trece años no podía concebir que, en algún momento, alguien viviera un horror así estando dentro de su hogar. La escena final, con el niño bajando las escaleras del edificio y viendo todo, me heló el corazón. 

Los años pasaron y poco a poco fui teniendo más claro qué fue lo que pasó aquél 02 de octubre. Cuando ya tenía yo 15 años, casi 16, y revisando un tema en la escuela que realmente no recuerdo cuál era, vi la película nuevamente con mis compañeros del Cobao de Pueblo Nuevo que, por cierto, acaba de llegar a los 41 años de existencia. Nos reunimos en la sala audiovisual del plantel, casi nueva en ese entonces y nos dispusimos a ver la película más polémica de Fons: “Rojo amanecer”. Era la segunda vez para mí y sí, fue todo un redescubrimiento y que resultó aún más estremecedora que la primera vez que la vi. 

Y es que de ese calibre resultaron las películas del inigualable Jorge Fons, un cineasta que hacía gala de una narrativa prácticamente perfecta, que nos llevaba a que las historias que contaba en la gran pantalla siempre nos dejaran marcados de una manera u otra, además de estremecernos, pues sabía manejar de una manera espléndida las emociones del espectador, llevándonos a sentir inquietudes a veces muy escondidas. 

Ya en la universidad, en la materia de Literatura y revisando la obra del gran Mario Vargas Llosa, tuvimos que llegar a “Los cachorros” y a estudiar no solo la estremecedora novela, sino a ver la versión cinematográfica que dirigió Fons en 1973, con José Alonso como Cuéllar, el personaje principal y cuyo destino es marcado por estar emasculado, debido a que fue atacado por un perro en su niñez. Sí, “Los cachorros” es dramática, es cruda, es afligida y es una cinta que indiscutiblemente, es un documento del cine nacional, con una dirección estupenda y con personajes que muestran un drama verdadero, sin caer en las reacciones telenoveleras que sin querer, muchas veces afloran. “Los cachorros” obtuvo el Premio del Instituto de Cultura Hispánica otorgado en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián en 1975 y obtuvo dos nominaciones al Ariel. 

Y es que hablar de Fons es hablar de una forma de hacer cine como pocos. Él podía contar historias tan complicadas como controversiales, haciendo que el público muchas veces tardara días pensando en lo que acababa de ver. Tal es el caso de “Los albañiles”, película de 1976 y que le dio el Oso de Plata en 1977 en el prestigiado Festival de Berlín (Berlinale). Y es que en “Los albañiles”, una cinta basada en una novela de Vicente Leñero nos muestra de una manera muy eficaz, lo mejor y lo peor de cada personaje. La trama de suspenso combinado con drama policiaco, poco a poco se convierte en una película emocional que nos lleva a reflexionar sobre el comportamiento que la sociedad tiene ante ciertas calamidades. “Los albañiles” me dejó reflexionando por días, además de que me hizo admirar más el trabajo histriónico del maestro Ignacio López-Tarso y aplaudir la interpretación de Adalberto Martínez “Resortes”, que brinda una actuación opuesta a lo que nos tenía acostumbrados. 

Y qué decir de “El callejón de los milagros”, simplemente una belleza. Y es que Fons supo dirigir un guion tan ambicioso como complejo, además, muy bien adaptado a la sociedad de mediados de los noventa en el centro histórico del entonces Distrito Federal. Con esta magistral obra cinematográfica, Fons ganó el premio Goya en la categoría de Mejor Película Iberoamericana y le dio a la gran Margarita Sanz su primer premio Ariel como Mejor Actriz y al mismo Fons como Mejor Director. Y así, la historia que se cuenta de una manera tan poética y cruda dentro del callejón que lleva el mismo nombre de la película, pueden ser tres historias de tantas, pero la manera en que convergen, ha convertido a esta cinta en un referente del cine mexicano contemporáneo. 

Jorge Fons será para siempre, uno de los más grandes cineastas del séptimo arte mexicano. Su visión nos ha llenado de historias que no solo han sido aclamadas por especialistas y gustosos del cine, sino que han llenado la gran pantalla con el reconocimiento del gran público, ese, que ha hecho de sus películas y su visión sean grandes aportes para el cine nacional. El gran Jorge Fons murió el pasado jueves 22 de septiembre, a los 83 años. 

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@iorcuevas

Mi mundo

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Enrique Domville

El que conozco, en el que veo, aprendo, es producto de la transformación causada por fenómenos naturales con evolución de las especies de todo tipo que a lo largo del tiempo, se ha modificado, hay evidencias de animales que no han sobrevivido; a éste continuo cambio del mundo que conocemos, los que han sobrevivido a los cambios es por adaptación y resistencia, en esto se encuentran especies inferiores o de del reino animal; sabemos que una de estas especies además de adaptarse tiene capacidad para modificar el mundo en que vive, el ser humano.

Siendo nosotros eminentemente sociales, hemos desarrollado métodos que a lo largo del tiempo, nos han permitido comunicarnos con nuestros iguales a través de nuestros sentidos. La evolución histórica desde las pinturas rupestres, hasta nuestros días, con los teléfonos celulares y el internet, todo está dirigido entre nosotros para establecer un vínculo y ser utilizado por todos nosotros los usuarios de la comunicación.

La historia de la misma nos recuerda el desarrollo, siendo el lenguaje el primero, sin lugar a dudas (para protección y dominio). No sabemos la fecha de inicio, pero suponemos que fue con los primeros pobladores del mundo, con el desarrollo del ser humano, por su necesidad de transmitir mensajes a otros, nació la comunicación de varios tipos como la no verbal, el alfabeto, la escritura, la escultura, pintura, las artes – como los vitrales y murales -, hasta nuestros días en que la comunicación es por señales enviadas entre dispositivos electrónicos.

El conocimiento acumulado en nuestro mundo no creo que se pueda cuantificar, lo cierto son los grandes avances en tecnología como lo menciona Marshall Mcluhan (1911- 1980) que nos mencionó ideas relevantes sobre nuestro mundo actual o como lo expresó, en un escrito: “La aldea global”, donde predijo la utilización del internet (fue inventado para fines militares y enviar mensajes entre dispositivos e-mail en 1967) hoy de dominio público. La historia nos habla de todos los métodos de comunicación desde las rudimentarias señales de tambor o de humo, hasta los más sofisticados; estas comunicaciones pudiendo ser privadas o públicas. Pero como menciona Mcluhan, la tecnología de la comunicación no son inventos neutros sino que modifican al ser. El autor nos habla del yo y los cambios sociales. Como resultado podemos tener la verdad, o casi una verdad, o bien, una apreciación personal, o mentiras repetidas en los medios, dando información no veras, pero muchas veces con sorna o burla, que nos cambian a los humanos en maneras de pensar y actuar, o usar estos medios para agredir.

La necesidad personal de comunicarse con los que amas o te importan, ha evolucionado tanto con los medios tecnológicos actuales, que no pensamos en no tenerlos, es parte de nuestra manera de comportarnos, aislarnos en presencia de otros seres, mostrando egoísmo, diciendo con nuestra actitud que no me importan. A los niños les permitimos desarrollarse en un entorno en que la realidad no importa, solo yo y mi comunicación con otros o con los juegos (comunicación electrónica). Hoy en el mundo, la mayoría se considera sabios; la cultura nos lleva a estar opinando de todo y por todo ya que existe un bombardeo de información (cierta o no), que poseemos pero no la meditamos y sólo la repetimos, pues es estar en una sociedad comunicativa y pertenecer a ella. Es una ventaja para el estudiante el acceso a un cierto control ya que le permite, si lo razona, usarlo de manera proactiva. La relación entre lo privado y público ha cambiado, estamos expuestos

a ceder a los que no conocemos nuestra intimidad, o detalles muy personales, generando la posibilidad de fraudes, amenazas, y todo lo que pueda ser usado en nuestra contra, lo cierto es que el trabajo se tornó más eficiente en control y cálculos, somos esclavos de la cibernética y esto nos modifica en la empatía, la honestidad y nuestros valores, pero cada uno es responsable y debe utilizar la información actual y los medios disponibles con mesura y ética, no se diga en política que su utilización es de importancia tal que se gana o se pierde por el uso y abuso de estos medios. Esta comunicación llegó y va a mejorar, la pregunta entonces es, ¿Nosotros vamos a mejorar a empeorar en nuestro comportamiento con otros seres IGUALES?

enriquedomville@gmail.com

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Promueven amparo contra plan municipal de Martínez Neri

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Oaxaca de Juárez, Oax.- Ante la falta de consulta previa en la elaboración del Plan Municipal de Desarrollo de Oaxaca de Juárez, un integrante de la comunidad indígena zapoteca y vecino de la ciudad de Oaxaca de Juárez, acudió al Poder Judicial de la Federación, en vía de amparo, para reclamar que el presidente municipal y su cabildo no consultaron a las personas indígenas que viven en la demarcación municipal. También reclamaron la autorización de la Coplade de aprobar dicho plan a pesar de que le falta la consulta a los pueblos indígenas.

La persona indígena explicó en su demanda que la falta de consulta a las personas los pueblos indígenas para emitir el plan de desarrollo municipal de Oaxaca de Juárez, es violatorio de derechos humanos, pues el artículo 2° de la Constitución Federal, como los artículos 6º y 7º del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, establecen que los pueblos y comunidades indígenas deberán ser escuchados en todas las decisiones administrativas que les afecten.

La persona que promueve esta acción es un integrante de Litigio Estratégico Indígena A.C., asociación que postula casos paradigmáticos en cuestión de promoción y protección de derechos humanos y que tiene un largo historial en la lucha por hacer vigente los derechos a la consulta previa, libre e informada y de buena fe.

En entrevista, el abogado Carlos Morales Sánchez, presidente de Litigio Estratégico Indígena A.C. comentó que, inclusive en el plan municipal se aprecia que no se consultaron a los pueblos y comunidades indígenas de ese municipio, pero si a otro tipo de sectores de la población:

“Se trata de un documento rector que, para su elaboración, se sustentó en un diagnóstico puntual de la realidad municipal a través de la revisión de múltiples fuentes oficiales y en un proceso de consulta ciudadana realizado del 17 de septiembre al 19 de octubre del 2021. Sobre esto último importa subrayar que en 22 foros virtuales y semipresenciales, representantes de colegios de profesionistas, cámaras empresariales, académicos y académicas de instituciones educativas, así como representantes de colonos y organizaciones sociales, presenciaron un total de 112 ponencias, mismas que se constituyeron en un valioso insumo para ser tomadas en cuenta en la definición de los objetivos, estrategias y líneas de acción de los ejes temáticos que dan cuerpo a este documento.”

También manifestó que “esto solo hace visible la gran indiferencia y desaprecio con la que se trata hacia nuestros pueblos y comunidades indígenas, dejando claro que para ellos no somos personas sujetas de derechos y que no tenemos derecho a ser escuchadas.”

La demanda de amparo fue admitida a trámite y el juzgado federal deberá realizar una exhaustiva revisión del Plan de Desarrollo Municipal de Oaxaca de Juárez, Oaxaca, 2022-2024 y determinar si dicho plan es contrario a lo que establece la Constitución Mexicana y los Tratados Internacionales en materia de derechos humanos.

El jurista oaxaqueño explicó: “Por años hemos dejado que se tomen decisiones sin que se nos pregunte, sin que se nos cuestione, sin que se nos consulte y los gobiernos no se tomaron la molestia de preguntarnos, pero ahora eso ha cambiado pues existen instrumentos jurídicos a nuestro alcance. Ha llegado el momento de alzar la voz y luchar porque se reconozcan nuestros derechos en todas las decisiones administrativas y legislativa susceptibles de afectar a los pueblos y comunidades indígenas”.

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Urgencia real: ciberseguridad

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Pongamos todo en perspectiva con:

Carlos Villalobos

El derecho a la intimidad en línea es un derecho que, pareciera, está pasando muy por debajo del radar, muy probablemente por la velocidad a la que se mueve la humanidad en internet, sin embargo, hay un gran problema en el horizonte: cada vez existen más herramientas tecnológicas que se usan de forma poco ética y que vulneran la seguridad de usuarios en el mundo fomentando así la vigilancia, el control y la opresión.

Actualmente es fundamental que desde cada esfera pública se impulsen mecanismos de protección a usuarios, principalmente enfocados en la creación de leyes y organizaciones que se encarguen de velar por las y los usuarios de internet, así como de sus datos y su privacidad, todo esto en un marco de protección de derechos humanos fundamentales.

Lamentablemente es cada vez más común saber de casos en dónde no solamente se vulnera la privacidad con la extracción de fotos y videos personales de dispositivos o perfiles de redes sociales, hoy es común el robo de información bancaria, sin embargo, los casos que más han calado han sido aquellos en donde las brechas de seguridad se han utilizado para vigilar, controlar y hasta reprimir a a figuras de oposición, disidentes y hasta defensores de derechos humanos,

Poco a poco se ha ido diluyendo el tecno-optimismo que planteaba que toda nuestra vida inmersa en tecnología iba a ser mejor, simplemente por la adopción de estos nuevos sistemas tecnológicos. Es evidente que la vulneración de la privacidad y de la intimidad pone en franco riesgo el desarrollo individual de los ciber ciudadanos, pero también pone en riesgo a sociedades enteras que hoy hacen su vida en internet.

Un caso, que no es ajeno a México, es el del software “Pegasus” el cual se utilizó para ciber vigilar a periodistas a través del control de sus teléfonos inteligentes las 24 horas del día y que para noviembre del 2021 pasado tan sólo ha resultado en la detención de UNA sola persona implicada.

Este caso paradigmático, cobra relevancia luego de la salida a la luz de una investigación realizada por el consorcio Forbidden Stories, la cual reveló a los países que supuestamente usaron este software para espiar parte de una lista de 50,000 números de teléfono en México, Hungría, Marruecos, la India, Arabia Saudita, Ruanda y Azerbaiyán. 

El área gris radica en que la utilización de software como “Pegasus” parte de un uso de defensa y protección de la sociedad en contra del terrorismo y la delincuencia, sin embargo, su lado obscuro se encuentra en la utilización en planes de control social.

Debido a lo anterior en fundamental el que ya se establecen medidas urgentes y duras en contra de la utilización de este tipo de programas para fines distintos a los de la protección social, así como el establecimiento de medidas precautorias.

¿Qué nos queda como sociedad? Seguir impulsando el que desde las aulas se promuevan buenas prácticas en internet, cursos de defensa en línea y presionar a nuestros representantes populares y tomadores de decisiones a elevar la discusión pública enfocada a la protección de datos personales, intimidad y ciberseguridad.

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