+ Problema real: que de verdad todos se sumen
A partir de hoy comenzará a verse en qué condiciones se realizará la elección del candidato a Gobernador por el Partido Revolucionario Institucional. Las señales dadas hasta el momento, dejan ver que, si bien la decisión ya está tomada y que el proceso tendrá una apariencia democrática, en el fondo la interrogante de mayor peso se encuentra en la incertidumbre sobre la verdadera participación de todos los actores y factores de poder del tricolor, en la construcción del triunfo en los comicios de julio. En las condiciones actuales, la unidad priista podría ser declarada pero simulada. Y ese es el riesgo más alto para los tricolores.
Es evidente que, hoy, el proceso político y formal del priismo sobre la elección de su candidato a Gobernador, se juega por lo menos en dos bandas. En la primera, se encuentran todos los mensajes relativos a que la crítica y el análisis son parte de la democracia tricolor, que la unidad y la equidad están garantizadas, y que el proceso se realiza en un marco de plena legalidad, y sin mayores contratiempos.
Sin embargo, en la segunda banda se encuentra todo lo que los priistas, al menos en el ámbito formal, se niegan a reconocer: por un lado, que es un solo grupo el que ha recibido todo el apoyo gubernamental para la construcción de su candidatura, y su abanderado es quien eventualmente habrá de ser favorecido con la cargada tricolor, y la unción como candidato; y en la contraparte, se encuentran todos los agravios, los intentos de imposición, y la segregación, que hoy denuncian los otros involucrados en este proceso interno. Finalmente, todo este asunto puede terminar en fracturas reales, o en declaraciones simuladas de unidad, que engañen con la verdad y los conduzca a la derrota.
Hasta el momento, los priistas que aspiran a obtener la candidatura a Gobernador, han buscado mantener en una relativa “buena apariencia” sus posiciones. Cada uno de los señalamientos que, por separado, han realizado tanto el edil José Antonio Hernández Fraguas, como el senador Adolfo Toledo Infanzón, el ex dirigente priista Jorge Franco y el secretario de Administración, José Antonio Estefan Garfias, sobre los intentos de imposición y la inequidad que ha prevalecido, se ha tratado de contextualizar en el marco de la libertad democrática, la autocrítica y la tolerancia que prevalece en el priismo.
Sin embargo, es evidente que más allá de esas “formas políticas”, es muy poco lo que se ha podido construir verdaderamente en los campos de la tolerancia, la autocrítica y, sobre todo, la democracia. En proceso interno del tricolor ha seguido una dinámica que, en muy poco, ha podido ser modificada por los señalamientos críticos de los aspirantes, y que finalmente estará determinada fundamentalmente por la decisión del Jefe Político del priismo, y no por la competencia o cualquier rasgo de auténtica democracia que pudiera haber en dicho partido.
Ahora, cuando la convocatoria para el proceso de selección de candidato ha sido publicada —y con ello se entiende que la contienda interna está formalmente iniciada— son algunas señales claras las que dejan ver que los priistas no abandonan sus dos bandas: quien está favorecido con las preferencias del Jefe Político, ya anunció que sí se inscribirá en el proceso; y los demás, han reiterado que se encuentran “analizando” la convocatoria, y que a partir de hoy lunes, o mañana, anunciarán sus respectivas decisiones sobre su incursión en la contienda formal.
¿Qué significa eso? Que, mesuradamente, cada uno de los aspirantes que hoy “analiza” la convocatoria, está considerando lo mismo romper, que alinearse… o simular. En esas circunstancias, todo puede ocurrir.
UNIDAD EN RIESGO
¿Por qué asegurar lo anterior? Porque si bien son reales, las posibilidades de una ruptura no siempre son las más altas en una militancia como la del tricolor. Las decisiones de éstos, en la contención de su “institucionalidad” casi siempre resultan ser menos beligerantes y arrebatadas que las tomadas en otras fuerzas políticas. Sin embargo, ello no significa que la institucionalidad sea, necesariamente, sinónimo de inclusión y tampoco de disciplina. Por eso, aún con las aseveraciones sobre la “unidad del priismo” los riesgos hoy más que nunca son altísimos para ese partido.
A partir de hoy, cada uno de los aspirantes tricolores comenzará a manifestar sus respectivas decisiones. Independientemente de cuál sea el sentido de la misma, lo cierto es que entre ellos no prevalece el mejor de los ánimos. En el peor de los casos, más de uno podría anunciar su separación del priismo; en otro escenario, alguno —o todos— podrían externar su decisión de no participar en la contienda interna; en una tercera posibilidad, podrían anunciar su declinación a favor de alguno de los aspirantes; y, en el último de los casos, habrían de decidir su permanencia en el proceso para tratar de lograr la mayoría en la Convención de Delegados.
En lo objetivo, parece que no existe mayor contratiempo: se está en la víspera de un proceso legal y legitimado. Pero en el subjetivo, todos los escenarios son de riesgo: hasta donde puede percibirse, no ha habido un convencimiento claro hacia los no favorecidos, que permita suponer que finalmente éstos se sumen a quien resulte candidato. Y en esa situación, lo importante será no la postura política que finalmente asuman, sino lo que aporten a favor del candidato de su partido.
Esto último es lo que aún no ha podido construirse aún en el tricolor. Nadie puede garantizar hoy, que más allá de las declaraciones, existe un ánimo real de cada uno de los aspirantes, por sumarse al trabajo político del priismo, independientemente de que sea favorecido —y respetado— o no. Y si la toma de decisiones incluye una aplanadora que arrolle sin conciliar, en el ambiente quedará flotando siempre la duda sobre la aportación real de todo el priismo a una sola causa. Al tiempo.
APORTACIÓN CIVIL
Hoy se presentará una asociación ciudadana denominada “Oaxaca con rumbo”, que pretende proponer debates, análisis y políticas que contribuyan a mejorar la participación ciudadana en los asuntos públicos, pero sin ligarse a partidos o campañas electorales. Su directiva la integran ciudadanos oaxaqueños: Mariana Teresa Gijón Tello, abogada y ama de casa; Gerardo S. Canseco Velásquez, empresario; Miguel Ángel Morales Amaya, notario; Armando Arturo Mac Beath Amor, ingeniero, jubilado de la CFE; y Horacio Mendoza Valeriano, maestro en ciencias.
almargenoaxaca.wordpress.com