+ Unidad: condición indispensable para priistas
La carrera sucesoria del PRI en Oaxaca se encuentra en un periodo de aparente calma que, sin embargo, parece estar caracterizado exactamente por lo contrario. En el último mes, el proceso formal de designación del Candidato a Gobernador ha atravesado por un periodo de pasividad que se romperá hasta los últimos días de diciembre; pero en el camino, los trascendidos, las especulaciones y hasta las descalificaciones disimuladas, se han convertido en cosa de todos los días, en el intento de crear percepciones sobre una posible definición adelantada del Jefe Político de los priistas, sobre quién será el Abanderado por el tricolor.
Nada de esto beneficia al proceso electoral. Por esa razón, el fin de semana el autor de este espacio buscó al senador Carlos Jiménez Macías, el delegado en Oaxaca del CEN del Revolucionario Institucional, que tiene la responsabilidad de conducir esta primera parte —eminentemente política— del proceso interno del tricolor, para elegir a su Candidato a Gobernador. De buena gana, el Legislador federal aceptó sostener una plática en la que quedaron claros diversos puntos sobre el proceso sucesorio de su partido, que a continuación reproduciremos.
En primer término, el senador Jiménez explicó la apertura del proceso sucesorio a seis aspirantes, porque señalaba que de ese modo se extendía mucho más el abanico de posibilidades potenciales de triunfo entre los cuadros priistas. Al cuestionarlo sobre los señalamientos de inequidad que se han escuchado dentro y fuera del tricolor en las últimas semanas, el Legislador negó que esto sea parte de una política de apoyos selectivos desde el poder público y, al contrario, apuntó que lo que ahora se realizan son intentos por fortalecer a los aspirantes, y por tanto elevar las posibilidades globales del priismo rumbo a los comicios de julio de 2010.
En este punto, Jiménez Macías fue claro al asegurar que una de las reglas de competencia establecidas en la comida del 4 de noviembre, fue que los seis aspirantes se dirigirían a la ciudadanía sólo cuando tuvieran algún anuncio o cuando sus funciones propias se los permitiera. Así, dijo, el tema del presupuesto le dio elementos al diputado Eviel Pérez Magaña para continuar sus recorridos por el estado, informando al electorado sobre los logros de la diputación federal oaxaqueña en el Congreso.
Sin embargo, dijo, esto no debe tomarse como un sinónimo de cargada o de que la decisión final sobre la Candidatura ya se inclinó a favor del diputado Pérez Magaña. El Delegado del CEN priista aseguró que éste, como ningún otro proceso político de la misma naturaleza y trascendencia, no puede desligarse de ciertas especulaciones, de componedores oficiosos que intentan establecer acuerdos y alianzas al margen de las reglas establecidas, y de incomodidades entre quienes se sienten agraviados por las acciones de los demás. Pero dijo que, al final, todos deben entender que la unidad real será una condición ineludible para el triunfo del PRI, independientemente de quién sea el candidato.
En ese sentido, Jiménez Macías reconoció que desde hace semanas se realizan en todo el territorio estatal, encuestas sobre la imagen y presencia política de cada uno de los precandidatos, y sobre las simpatías y arraigo que éstos generan entre el electorado; y que, en conjunto con ello, el priismo oaxaqueño valorará diversas circunstancias y elementos para determinar quién será su Candidato a Gobernador.
Finalmente, en la plática estableció dos cuestiones que, más allá de cualquier especulación, deben ser tomadas en cuenta cuidadosamente por todos los interesados en este proceso. La primera de ellas, en la que Jiménez Macías fue muy preciso, es que ningún aspirante tiene hoy, o está cerca aún, de tener en la bolsa la candidatura por el PRI. Y, como segunda cuestión, señaló sin ambages que si este proceso interno fuera una mascarada, él sería el primero en negarse a ser parte del mismo. Hasta ahí la conversación.
LAS LECTURAS
¿Cómo deben entenderse las palabras de Jiménez Macías? Parece claro que son dos los mensajes: el primero, que el proceso de selección del próximo Candidato a Gobernador no se encuentra bajo un esquema de definiciones adelantadas y que, al contrario, continúa siendo una carrera abierta, en la que se continuarán evaluando las posibilidades de triunfo de cada uno de los aspirantes. El segundo mensaje, es el relativo a comenzar a dejar atrás las ofensas y los posibles excesos entre quienes buscan conseguir la nominación priista, porque una ruptura los llevaría a todos a la derrota. Y con ella, evidentemente, todos saldrán derrotados.
Así, este parece ser un importante llamado, en medio de un ambiente que se ha crispado por la aparente ruptura de las reglas de convivencia entre los aspirantes a la candidatura por el tricolor. Hemos sido testigos de cómo en las últimas semanas, ciertos hechos y declaraciones comenzaron a tensar de modo importante la calma que existía entre los involucrados y los grupos que los rodean.
Cada uno de ellos, tendría que acudir a los elementos objetivos, y no a las descalificaciones o los golpes bajos, para sostener que es quien lleva la ventaja en el proceso interno; o que, de plano, la balanza sucesoria ya se inclinó a su favor. Pero todas son especulaciones: lo mismo se han filtrado resultados preliminares de encuestas y sondeos de opinión, que aparentes peleas y rupturas entre los involucrados; incluso se ha especulado de modo importante sobre declinaciones, suma de apoyos y traiciones entre quienes hoy apoyan a uno u otro abanderado, pero que hasta hace unas semanas expresamente manifestaban simpatías por terceros.
Sin embargo, parece claro que la complejidad de este proceso ameritará más tiempo que el de los destapes tradicionales. Si las reglas son respetadas a cabalidad, será en el último tramo del presente mes cuando los aspirantes se registren formalmente ante su partido, para convertirse en precandidatos. Ahí comenzará un proceso que quizá termine unos sesenta días después.
SEGUIR LAS REGLAS
Si todos se ciñen a las pautas que marque el propio PRI, habrá Candidato a Gobernador a finales de febrero o principios de marzo de 2010. Lo dicho por el senador Jiménez Macías, y las propias formalidades del proceso interno, dejan ver que esta carrera aún no se cierra ni se determina, y que se equivoca quien supone —o hace creer a los demás— que la definición está hecha desde ahora, y que sólo es cuestión de tiempo para que se consolide. Seguiremos atentos a lo que ocurra.