+ Carmona: de nuevo, las cosas le salen de lo peor
¿En qué estaría pensando el diputado local y dirigente estatal del Partido Nueva Alianza, Cristóbal Carmona Morales, cuando hace 15 días negó rotundamente que ese partido se sumaría a la Alianza opositora en Oaxaca? Es lo que muchos se preguntaban cuando, el viernes pasado, el líder nacional de ese partido, Jorge Kahwagi Macari, vino a Oaxaca a confirmar exactamente lo contrario: que Nueva Alianza sí integrará la coalición, y que impulsarán como candidata a la gubernatura a su ex diputada federal, Irma Piñeiro Arias.
¿Qué significa todo esto? Porque aún cuando pudiera suponerse que esta contradicción es un rasgo de la diferencia de opiniones, e incluso de la autonomía que tiene la dirigencia estatal de un partido sobre sus órganos nacionales, es evidente que un asunto de esta naturaleza no se explica con romanticismos, sino más bien con el ejercicio implacable —y, en este caso, desventurado— de los vicios de la política partidista.
¿Por qué? Porque es evidente que, como lo habíamos apuntado en otros momentos, durante largo tiempo los poderosos núcleos del priismo oaxaqueño, se dieron a la tarea de fomentar la cooptación y la corrupción de los líderes opositores de la entidad. Pensaron, erróneamente, que esa sería una estrategia eficaz para desarticular cualquier intento de relación amistosa entre éstas, y eliminar los riesgos de una nueva coalición opositora como la que ocurrió en 2004.
Por eso, hasta hace unos meses lo único que predominaba en las relaciones políticas entre los partidos de oposición, eran las confrontaciones. Aplicando la vieja estrategia de “divide y vencerás”, era lo que más le convenía al priismo. Sin embargo, pronto el escenario partidista cambió, y para evadir todas esas cooptaciones, fueron las dirigencias nacionales de los partidos opositores las que tejieron los puentes para la conformación de una alianza en Oaxaca.
Así, cooptados o no, los líderes estatales de esas fuerzas, prefirieron callar y ceñirse a los resolutivos de sus órganos superiores. Ese era el punto en el que cualquier arreglo previo que éstos, en Oaxaca, hubieran hecho con el oficialismo, quedaba rebasado por las determinaciones de los órganos nacionales. En esas condiciones, nadie se iba a aventurar a hacer el ridículo de asegurar la no conformación de una alianza, que más temprano que tarde sería desmentida por su dirigencia nacional. Hoy se sabe: nadie, excepto Cristóbal Carmona Morales.
¿Qué dijo el Dirigente estatal del Panal? Vale la pena recuperar algunas de las frases más significativas de un comunicado que el diputado Carmona emitió el pasado 17 de enero, y que usted puede leer completo en nuestro blog. “El presidente estatal del Panal, Cristóbal Carmona Morales, rechazó que ese instituto político vaya a participar en la coalición que los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Convergencia (PC) han establecido para contender en los comicios de este año.
“Consideró difícil que la coalición rinda buenos resultados ya que dijo, es complicado explicar la manera en que la ultraderecha se pueda mezclar con la izquierda, como se pretende hacer en Oaxaca, Sin embargo, dijo, si ellos lo logran hacer pues adelante, nosotros definitivamente vamos a ir solos (…) en su opinión, la coalición no tiene un fin propositivo ni busca una alianza con la ciudadanía para mejorar las actuales condiciones económicas y sociales, más bien se trata de una alianza sustentada en el rencor.
“Es válido que quieran derrocar al PRI (…) pero que no sea con base en el odio”. ¿Qué tal? Sin duda, de aquí en adelante cada una de esas palabras le resonará en la conciencia al diputado Carmona —si es que la tiene—, cada que se vea obligado a participar o pronunciarse a favor de una alianza con la que dijo no estar de acuerdo. ¿Debería renunciar a su cargo partidista, como un acto de congruencia? ¿O, más bien, al externar dicho posicionamiento, fue congruente con los operadores priistas que lo presionaron para ello?
LA HISTORIA
Una declaración así del dirigente Carmona era suicida. Quizá, en una infinita ingenuidad, desconoce que la conformación de la coalición opositora es un esfuerzo nacional, que se encuentra muy por encima de los membretes y los intereses de dirigentes estatales poco confiables. Como él. Si tuviera más sensibilidad, sabría que el interés que mueve al Panal a sumarse a este esfuerzo opositor, tiene un origen añejo y que no se iba a desmoronar por una declaración tan precaria como la suya.
¿Por qué? Porque Panal, a nivel nacional, es nada menos que el brazo electoral de la poderosa presidenta del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales; y que en su grupo más selecto de enemigos políticos a ultranza, se encuentra el nombre del gobernador Ulises Ruiz Ortiz.
¿Por qué? El diputado Carmona se debería saber esa historia a la perfección. Es, de hecho, lo que le dio origen al cargo partidista que hoy ostenta. Pero si la olvidó, aquí se la recordamos. En 2004, la profesora Gordillo fue depuesta de la coordinación de la fracción priista en San Lázaro, por un grupo de legisladores priistas que entonces respondían al interés del tabasqueño Roberto Madrazo Pintado. Entre ellos se encontraba el ahora Gobernador de Oaxaca.
Cuando ocurrió la contienda interna del PRI para elegir a su candidato presidencial, Gordillo apoyó al gobernador del Estado de México, Arturo Montiel. Carmona apareció como su representante en Oaxaca. Una vez que estalló el escándalo por su abultada e inexplicable fortuna, el mexiquense declinó a ir por la candidatura. Pero la Profesora no se detuvo en su hostigamiento al priismo madracista, y prometió no olvidar los agravios. Y luego de ese capítulo, la estructura montielista quedó en un desamparo que, posteriormente, fue aprovechado por Nueva Alianza para establecer sus redes en las entidades federativas. Por eso, desde el inicio están contemplados como parte de la Alianza.
SIMULADOR
¿A poco por ser un prócer de la política, Carmona Morales es dirigente estatal de Nueva Alianza? Evidentemente no. Fue una consecuencia natural del antipriismo que, particularmente, debería entenderse como “antimadracismo” o “antiulisismo”. ¿Y sus declaraciones son también una casualidad? De nuevo, no. Son consecuencia de la connivencia y la cooptación que de gente como él ha hecho el oficialismo. Lamentablemente, para él, los intereses que se juegan son por mucho superiores a él. Por todo eso, al final no ha quedado más que en el más sonoro de los ridículos.
almargenoaxaca.wordpress.com
apoyemos a los candiadtos que en realidad merecer ser portadores de la bandera de nuestro partido..
No hagamos lo que el drigente estatal de oaxaca el sr. Cristobal Carmona quien ha tratado de imponer candidatos como le ha venido en gana, tomemos deciciones acertadas y apoyemos a quienes en realidad sabran portar con honestidad y trabajo la bandera del PANAL.