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Inaceptables, señalamientos sin pruebas en contra de Quadratín, Libertad y Noticias

Con toda ligereza, Benjamín Rojas Bolaños lanzó acusaciones en contra de Guadalupe Thomas Ruiz, directora de la agencia de noticias Quadratín Oaxaca; del doctor Roberto Molina Hernández, dueño del portal Libertad Oaxaca, y del propietario del periódico Noticias, Ericel Gómez Nucamendi. Señalar sin pruebas no sólo es inaceptable, sino también es inmoral, antiético e ilícito. Por ello, desde el mismo gremio periodístico se deben atajar todos los intentos relacionados con la extorsión, la difamación y la calumnia.

En efecto, desde hace tiempo Benjamín Rojas Bolaños inició una cruzada en contra del entonces Director General de Liconsa, Héctor Pablo Ramírez Puga Levya. Fue evidente desde el inicio, que las acciones legales que emprendió para tratar de desacreditar a Ramírez Puga estaban sustentadas en el diferendo laboral que resultó en su despido como Gerente de esa empresa productiva federal en el estado de Guanajuato. Hasta ahí, ese era un asunto a todas luces personal, y como tal lo tomó la mayoría de los medios que en aquel momento hicieron eco de los señalamientos en contra del Director de Liconsa.

Eso no impidió —porque nadie tendría por qué impedírselo— que Rojas Bolaños continuara intentando generar las condiciones para que los medios tomaran ese asunto, que era personal y de orden laboral entre él y Héctor Pablo Ramírez, como uno de los temas relevantes de la agenda pública en la entidad. Presentó un escrito en las oficinas de la Procuraduría General de la República, y aseguró que en él se contenía una denuncia en contra de su ex empleador.

Y, de hecho, con esa misma salvedad —la relacionada con que ese era un lío personal— algunos medios dieron cuenta de las irregularidades que la Dirección General de Liconsa dijo que había cometido Rojas Bolaños en su desempeño como Gerente de la paraestatal en Guanajuato, y que en apariencia había sido la razón por la que había sido separado del cargo y por el que se decía que se le había iniciado un procedimiento administrativo de responsabilidad.

Lo cierto es que más de un año después, ni se supo de avances en la investigación relacionada con la denuncia que presentó Rojas en PGR, así como tampoco de las posibles consecuencias administrativas que habrían ocurrido de haberse substanciado y comprobado los señalamientos por los que se decía que Rojas había sido cesado de Liconsa. Es decir, el asunto parecía mediática y jurídicamente saldado, y no había quedado en una más de las tantas escaramuzas mediáticas que han protagonizado esos y muchos otros personajes en Oaxaca cuando intentan ventilar sus problemas personales a través de los medios informativos.

¿Por qué revivió este asunto ahora? Evidentemente, porque Héctor Pablo Ramírez intenta ser considerado por el PRI —local y nacional— como una carta importante para las candidaturas al Senado de la República; y porque eso lo vuelve a poner —localmente— en el foco de la atención tanto de la ciudadanía, como de los medios de información, y de la clase política. Al fin, la práctica no es nueva: en ese tipo de casos sólo basta con esperar a que la persona o el tema vuelvan a cobrar relevancia —así sea por otras razones—, para intentar nuevamente montarse en la atención que se está prestando sobre ésta, para tratar de volver a denostarla.

¿Por qué Rojas Bolaños no hablaba hace seis meses en los medios de las denuncias que presentó en contra de Héctor Pablo? Porque aquel seguía siendo Director de Liconsa; y porque en Oaxaca ya nadie resaltaba el hecho de que un oaxaqueño ocupara una responsabilidad importante, en una empresa del Estado mexicano con tanto contacto social, como lo es Liconsa. Esa variable cambió con el nuevo año, y esa es la razón por la que nuevamente Rojas intentó hacerse de la atención con un asunto que, para esos efectos, es antiguo y sobre el que no existe ninguna información o dato novedoso o revelador, más allá de sus propios dichos.

Y LOS MEDIOS, ¿POR QUÉ?

Héctor Pablo Ramírez fue Coordinador de Comunicación Social en el gobierno de Ulises Ruiz; luego, como diputado federal y como Director de Liconsa, entabló relaciones comerciales con algunos de los medios informativos más importantes de la entidad. Igual que todas las personas, así como tiene malquerientes, también tiene a amigos en los medios de comunicación, que lo han apoyado, y a los que seguramente él correspondió con reciprocidad.

El problema, en realidad, no es que existan amistades o relaciones comerciales entre un político y un medio de comunicación. En este caso, tanto las amistades como las relaciones comerciales son evidentes. El problema, en realidad, es que haya otras personas que no comprendan eso, y que por eso mismo pretendan descalificar con ligereza a aquellos —medios, personas, o grupos periodísticos— que o no están de acuerdo con él, o no le creen, o que simplemente no están abiertos —por razones comerciales, de amistad, o incluso de rigor periodístico— a darle voz a quien hace señalamientos, pero carentes de cualquier prueba sólida para sostener sus afirmaciones.

Por eso, en este caso, Benjamín Rojas pretendió fallidamente arremeter en contra de tres integrantes del gremio periodístico. Lo hizo de la misma forma en que intentó atacar a Ramírez Puga: con señalamientos directos, pero carentes de pruebas —o al menos indicios— de refuerzo a sus afirmaciones. Y aun peor: en lugar de argumentar, Rojas se lanzó a atacar y difamar a algunas de las personas que simplemente decidieron no hacer eco de un intento de venganza personal llevada a los medios, ni prestarse a ser vehículo para que otros dirimieran sus problemas personales.

En esa lógica, es claro que entre periodistas y medios de comunicación puede haber diferencias —incluso muchas veces insalvables—, lejanía y, a veces, hasta rupturas abiertas por la discordancia entre intereses, convicciones y proyectos. Sin embargo, más allá de eso resulta inaceptable permitir que un tercero acuse sin ninguna prueba, e intente sostener la aparente legitimidad de sus acciones tratando de abollar la credibilidad, el nombre y la reputación de otros, que viven de eso a través de su trabajo periodístico. Tal es el caso de Rojas Bolaños, que lleva sus intereses a la arena de los asuntos personales en contra de algunos periodistas, y de ahí a la comisión de ilícitos.

INSOSTENIBLE

Al final, en lo particular podemos gozar de la amistad entrañable, o sostener diferencias periodísticas, laborales y quizá hasta personales, con Guadalupe Thomas Ruiz, Roberto Molina Hernández, o Ericel Gómez Nucamendi. Eso resulta irrelevante, porque lo que no podemos permitir es que de manera irresponsable se intente acusar con ligereza a representantes de medios, por alguien que no ha podido sostener sus acusaciones iniciales en contra del ex Director de Liconsa; que tampoco podrá acreditar los señalamientos hechos en contra de nuestros compañeros de gremio; y que finalmente tendrá que responder ante la ley por sus acciones y señalamientos irresponsables.

CNTE, Sección 22, Elba Esther y AMLO: en Oaxaca son una combinación imposible

La tímida definición del movimiento magisterial de Oaxaca, de mantenerse formalmente al margen del proceso electoral y del apoyo a ciertas fuerzas partidistas, entreverado con guiños a Andrés Manuel López Obrador y Morena, parece encontrar una explicación racional en la incertidumbre que genera, para la disidencia magisterial, la alianza entre el Candidato Presidencial morenista y Elba Esther Gordillo, así como la larga historia de coincidencias y desavenencias que el SNTE ha tenido con el movimiento —intragremial, político y de lucha social— encabezado por la Sección 22 del SNTE en Oaxaca.

En efecto, el magisterio oaxaqueño parece estar en una de las disyuntivas más importantes de toda su existencia como gremio capaz de incidir en las definiciones políticas de la entidad oaxaqueña. Apoyar a Andrés Manuel López Obrador es dar el respaldo político a Elba Esther Gordillo Morales, aliada del tabasqueño en esta coyuntura, pero enemiga histórica no sólo de la actual Sección 22 sino del movimiento democrático magisterial, de donde surgieron las corrientes ideológicas que le han dado vida al largo movimiento magisterial en la entidad.

Al aceptar a Elba Esther Gordillo, Andrés Manuel lo hizo por medio de interpósitas personas: René Fijuwara Montelongo, Fernando González Sánchez y Rafael Ochoa Guzmán. Los tres, son personajes cercanísimos a la ex Presidenta Nacional del SNTE, pero además son representantes de movimientos, partidos y gestiones que en su momento fueron repudiadas y rechazadas tanto por la Coordinadora Nacional de Trabajdores de la Educación —como movimiento regional con el que está identificado el magisterio oaxaqueño— como por la Sección 22 del SNTE.

Entre ellos, hay historias que quién sabe si puedan dejar atrás. Es cierto que en los albores del movimiento magisterial de Oaxaca, en el 2006, Elba Esther Gordillo respaldó a la Sección 22 en su repudio a las acciones represivas impulsadas por el entonces gobernador Ulises Ruiz Ortiz. Pero también es cierto que en medio de esa crisis, el SNTE intentó ajustar cuentas con uno de sus adversarios históricos, como siempre lo fue la Sección 22 de Oaxaca.

¿Qué hizo? Impulsar la creación, y darle reconocimiento gremial y estatutario a la Sección 59 del SNTE, que nació como un intento de contrapeso al poder y la membresía de la Sección 22, que siempre fue contraria a los intereses del SNTE, por considerarlos priistas, charros y serviles al sistema político; y luego, aliados del presidente Felipe Calderón, a quien siempre consideraron como un usurpador y un mandatario ilegítimo, y rechazaron incluso reconocerlo como titular del Poder Ejecutivo Federal, y sostener cualquier forma de diálogo de su gobierno.

A ese gobierno, el del presidente Felipe Calderón, sirvieron Rafael Ochoa Guzmán y Fernando González Sánchez. El primero ha sido su mayor y principal incondicional en el control del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación; fue Secretario General en los tiempos de reinado de la maestra Gordillo, y ha sido uno de los personajes más identificados y cercanos a su causa política. González Sánchez, por su parte, es yerno de la ex lideresa magisterial y fue Subsecretario de Educación Básica de la SEP durante la gestión del presidente Calderón.

Éste le entregó a la maestra Gordillo dicha posición, además de la Lotería Nacional y la Dirección del ISSSTE, a cambio del apoyo electoral que el SNTE le prestó a Calderón para ganar la Presidencia, independientemente de que con la alianza PAN-SNTE en 2006 la maestra Gordillo también le cobrara las afrentas pendientes al candidato priista Roberto Madrazo Pintado —que la defenestró como coordinadora de la bancada priista en la LIX Legislatura federal, y luego la expulsó del PRI, apoyado por el entonces llamado ‘Bronx oaxaqueño’, para evitar que le disputara la candidatura presidencial—, y le cerrara el paso justamente a López Obrador, que fue el mayor damnificado por esa alianza.

GORDILLO Y OAXACA

René Fujiwara llegó a ser diputado federal por Nueva Alianza, gracias a que Felipe Calderón fortaleció con recursos e influencia a ese partido, durante su gestión como Presidente. Lo hizo también como parte del pago electoral a la maestra Gordillo, pero también como una retribución por el respaldo que el SNTE le dio a la Alianza por la Calidad en la Educación, que fue el primer esbozo de los procesos de evaluación que luego Enrique Peña Nieto, también en alianza con el Panal, llevaron a la Constitución de la República.

Hoy, a pesar de que Gordillo y sus alfiles están en Morena, Nueva Alianza no ha roto con el PRI y, al contrario, es uno de sus aliados rumbo a la elección presidencial de julio próximo. Es decir, aún con todo eso, la maestra sigue teniendo sus pies puestos en distintas apuestas, como ha sido siempre.

En ese contexto se inscribe el vacío ideológico del magisterio oaxaqueño. La CNTE en Oaxaca, al votar por López Obrador, estaría prácticamente renunciando a esa petición permanente de castigo a Ulises Ruiz Ortiz, pues este personaje del PRI también está impulsando ahora a grupos internos del magisterio para que apoyen a López Obrador.

La detención en 2013 de Elba Esther Gordillo no redujo su poderío, al contrario, atizó el clima de ingobernabilidad y la tensión entre el gobierno de Enrique Peña y el magisterio. Un escenario similar al que podría presentarse ahora, en esta nueva coyuntura electoral. Por eso la CNTE debe razonar su voto. Pues López Obrador podría refrendar la cesión de derechos a Gordillo, a través de la SEP y de toda su estructura. Devolverle lo que considera un derecho “legítimo” y dejar de lado a la CNTE, que solo tiene presencia en algunos estados del país.

En ese contexto, es evidente que AMLO no convence a la CNTE. Tan sólo la propuesta de una iniciativa de ley para derogar la reforma educativa los hace dudar, pues nada les asegura que sea una redacción impulsada por este grupo disidente y sí, con base en los episodios anteriores, tendría mano Elba Esther, quien a través de las cuotas sindicales y otro tipo de presiones, mantuvo permanentemente a raya al movimiento magisterial oaxaqueño.

ANTECEDENTES DE TRAICIÓN

Incluso, ya les sucedió con Gabino Cué, a quien llevaron a la gubernatura y fue su aliado durante los primeros años de gobierno. La reforma al IEEPO en Oaxaca fue una estocada al movimiento magisterial que lo llevó al poder. ¿Darán su voto para que López Obrador cumpla su sueño de gobernar? Quizá deban considerar que cuando López Obrador fue jefe de gobierno en el extinto Distrito Federal no hizo más por el magisterio, actuó conforme las disposiciones federales y solo los usó para sus plantones en Reforma.

Capacitan en oralidad mercantil a estudiantes de UAO y abogados

Les imparte Poder Judicial conferencia y una Simulación de Audiencia Preliminar del Proceso Oral Mercantil

Estudiantes de la carrera de Derecho de la Universidad Anáhuac Oaxaca (UAO) e integrantes del Colegio de Abogadas del Estado de Oaxaca A.C, asistieron a una plática y posteriormente a una Simulación de Audiencia Preliminar del Proceso Oral Mercantil que impartió por separado el Poder Judicial de Oaxaca, a través del Magistrado Eduardo Pinacho Sánchez, así como jueces y juezas expertos en el tema.

En la sala de oralidad penal de la UAO, en presencia del Mtro. Guillermo Monzón, director Académico de esa institución y de distinguidos catedráticos, el Magistrado Pinacho Sánchez explicó los procesos alternos de resolución de conflictos mercantiles, desde el punto de vista histórico y procesal.

Destacó que el Poder Judicial cumplió en tiempo y forma con la implementación de las nuevas disposiciones derivadas de las reformas al Código de Comercio al establecer en la entidad, el pasado 25 de enero, el juicio ejecutivo oral mercantil.

El Juez Miguel Hernández Bautista hizo un recuento histórico de la legislación mercantil en México a partir del código de comercio de 1890, establecido en el periodo del porfiriato.

Para complementar la exposición la Escuela Judicial realizó una simulación de juicio oral mercantil en la sala de juicios orales de la Universidad Anáhuac que fue seguido con atención por los futuros abogados y abogadas.

Por la tarde, en la sala de Oralidad Mercantil de los juzgados civiles y familiares del distrito Judicial del Centro, integrantes del Colegio de Abogadas del Estado de Oaxaca A.C, asistieron a una Simulación de Audiencia Preliminar del Proceso Oral Mercantil.

En este simulacro participaron las juezas, Eli Peralta César, María Eugenia López Morales, Perla Inés García Martínez, María Lourdes Enríquez Hernández; María de la Luz Pinacho Candelaria y la secretaria de acuerdos, Reyna Emelia Orozco Espinoza.

Ambas actividades fueron realizadas por la Comisión Permanente de Implementación de la Oralidad Mercantil, en coordinación con la Escuela Judicial y la dirección del Centro de Justicia Alternativa que encabezan las licenciadas, Yanis Santiago Rodríguez y Betzzaida Cruz Mendoza, respectivamente.

Recibe Poder Judicial del Estado reconocimiento de la UNESCO

El Magistrado Raúl Bolaños Cacho recibió el Diploma que inscribe en el Registro “Memoria del Mundo” de la UNESCO, a la “Colección de 305 Expedientes en Lenguas Indígenas de Teposcolula y Villa Alta (1570-1816)” del AHPJO.

CIUDAD DE MÉXICO.- En un acto realizado este domingo en el Palacio de Minería, en el marco de la 39ª Feria Internacional del Libro, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), declaró inscrita como Memoria del Mundo, a la Colección de 305 Expedientes en Lenguas Indígenas de Teposcolula y Villa Alta, que datan de 1570 a 1816, conservada en el Archivo Histórico del Poder Judicial del Estado de Oaxaca (AHPJO).

En reconocimiento a este destacado trabajo en la preservación y conservación de valiosos documentos que conforman el acervo histórico del Poder Judicial, el Presidente del Honorable Tribunal Superior de Justicia, magistrado Raúl Bolaños Cacho, recibió el Diploma que acredita la inscripción de este valioso acervo histórico-jurídico, de manos de la presidenta del Comité Mexicano Memoria del Mundo, Maestra Catherine Bloch Gerschel.

En su mensaje, Bolaños Cacho dijo que “este reconocimiento destaca el hecho poco conocido de que muchas comunidades de Oaxaca cultivaron fuertes tradiciones de escribir en su idioma o en el náhuatl, esta última llamada ‘lengua general’, durante los últimos años de la Colonia. El proceso de independencia de México puso fin a estas tradiciones pero sus testimonios se conservan en los archivos históricos de Oaxaca”, aseguró en presencia del filántropo Alfredo Harp Helú y de la Dra. María Isabel Grañén Porrúa, directora de la Fundación Alfredo Harp Helú.

Acerca de la colección reconocida por la UNESCO, precisó que son cientos de documentos escritos en zapoteco, mixteco, chocholteco y náhuatl, testimonios lingüísticos e históricos de las comunidades de Oaxaca y muestra extraordinaria del arte de escribir en las lenguas indígenas de las Américas.

El Poder Judicial del Estado de Oaxaca, es pionero en la preservación y conservación de un valioso acervo histórico-jurídico, que consta de más de 130 mil documentos trascendentales, que fueron generados por las instituciones de impartición de justicia del Estado, desde su creación hasta 1949, los cuales constituyen un patrimonio de todos los oaxaqueños.

Cabe señalar que el Poder Judicial presentó su postulación ante la UNESCO, para obtener esta distinción, en coordinación con la Biblioteca de Investigación “Juan de Córdova” de la Fundación “Alfredo Harp Helú”, cuyo acervo también fue inscrito en el Registro Memoria del Mundo de la UNESCO.

Deseable, que la S-22 se mantenga en la postura de no inmiscuirse en el proceso electoral 2018

Generalmente la Sección 22 del SNTE no tiene empachos en asumir posturas partidistas frente a procesos electorales tan importantes como una elección presidencial. Su doble lógica de organización gremial y de grupo de lucha social, les ha permitido establecer siempre la salvedad y la justificación de su involucramiento en temas electorales. En esa confluencia y pluralidad de grupos, radicalismos y objetivos, resulta por demás relevante la determinación de la Asamblea Estatal de la Sección 22, de mantenerse al margen del proceso electoral.

En efecto, el Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación de Oaxaca (MDTEO) acordó durante su Quinto Congreso Magisterial, celebrado los tres últimos días del mes de febrero, ratificar la vigencia de los 24 principios rectores que rigen su vida interna, además de mantener su cohesión gremial y “su convicción de alejarse de cualquier vínculo o injerencia de los partidos políticos en su vida sindical”.

El movimiento magisterial de Oaxaca además ratificó su convicción democrática al manifestarse como garante de la expresión ciudadana. Lo anterior, va en la misma línea que la CNTE, que decidió algo similar en el Congreso realizado en Chiapas, donde también rechazaron cualquier tipo de injerencia partidista o de algún candidato. En el caso del MTDEO, en Oaxaca acordaron: “Orientar el voto consciente y razonado hacía las bases, a los padres de familia, sociedad en general, en este proceso político electoral 2018, siendo garantes de la voluntad popular”.

Todo esto tiene congruencia con su Principio Rector 7, que establece que el movimiento de los trabajadores de la educación en Oaxaca rechazan todo tipo de control político del Estado, partidos políticos o corrientes ideológicas, así como también rechazar los posibles actos de los grupos internos del magisterio para tratar de aprovechar sus espacios e influencia en beneficio propio, e incluso que las tareas de formación política son exclusivas del movimiento y no de sus corrientes internas o grupos. También ratificaron su Principio Rector 4, que establece que ningún representante sindical debe ocupar puestos de elección popular en forma simultánea, ni sucederse en los puestos sindicales.

En la redacción final del documento de ratificación, se estableció que el movimiento magisterial de Oaxaca no apoya a candidato o partido alguno, aunque pareció haber quedado implícito cierto respaldo a Andrés Manuel López Obrador a partir de que los redactores del documento establecieron una postura a favor de un “proyecto alternativo de Nación”, término que resulta similar al que ha planteado el tabasqueño desde hace años como plataforma de su gobierno.

¿En realidad esto puede ser un apoyo a AMLO? Más bien, lo que parece es una concesión hecha entre los grupos magisteriales para tratar de hallar sus propios equilibrios. Pues aunque lo rechazan, lo cierto es que uno de los gremios más ideologizados y pluralizados que existen en Oaxaca y en el país, es justamente el magisterio oaxaqueño y particularmente su Asamblea Estatal.

Esa pluralidad, además de la presencia de grupos internos muy identificados con partidos políticos y candidatos, combinados con la influencia que pueden llegar a tener algunos de esos grupos, hace explicable el establecimiento del término “proyecto alternativo de nación”. Fue una forma de ceder una expresión a los grupos más identificados con la izquierda obradorista, a cambio del establecimiento específico de que como grupo no se involucrarían en ningún tipo de labor o activismo relacionado con temas electorales o de campaña.

CNTE, ¿ESTÁ CON AMLO?

Un dato que resulta importante en estos momentos, es el rechazo que manifestó la Coordinadora hace algunas semanas, al planteamiento hecho por Andrés Manuel López Obrador de derogar la reforma educativa —una de las principales demandas de la CNTE— por la vía de reformas constitucionales. “Su acuerdo no convence a la CNTE puesto que en vez de establecer un decreto que abrogue la reforma educativa, plantea una iniciativa de ley, Obrador le deja la tarea al legislativo”, indicó la Coordinadora en aquel momento.

¿Qué había planteado López Obrador? En su planteamiento concreto sobre la reforma educativa, prometió dar marcha atrás a la Reforma Educativa enviando al Congreso de la Unión, un nuevo proyecto de Ley del Servicio Profesional Docente, que tal como la Constitución establece, respete y garantice los derechos laborales y gremiales, las plazas de base del magisterio, dé certidumbre en el empleo y reconozca la carrera sindical como atributo de la gestión y desarrollo del sistema educativo.

Esta cuestión no es menor porque significa el alejamiento —también entendible y hasta natural— del magisterio con López Obrador. Por un lado, la CNTE ha insistido en una abrogación lisa y llana de la reforma educativa, para que el régimen laboral del magisterio retorne a su estado anterior a la reforma educativa; AMLO —y los demás candidatos—, se han referido a la necesidad de modificar y hacer evolucionar a la reforma educativa para que incluya cuestiones que al menos en esta ocasión quedaron de lado. Si entendemos la diferencia entre esas visiones, rápidamente podremos entender la razón del esquema planteado por la Coordinadora y el magisterio oaxaqueño, en el sentido de no participar por no sentirse, además, representado por ninguna de las fuerzas que ahora se disputan la presidencia.

Conforme pasen las semanas —quedan menos de 12 para los comicios— se irá viendo si en realidad ese alejamiento es por convicción y convencimiento, o si en realidad la 22 terminará volviendo a su vieja práctica de declarar su alejamiento de los procesos electorales y los candidatos, pero involucrarse en el proceso electoral a través de movilizaciones, marchas, plantones y demás, encimando sus demandas y su movimiento al tema de interés general que, en ese momento, es el relacionado con la definición presidencial.

¿SANA DISTANCIA?

Al final, queda claro que el movimiento magisterial está también jugando el rol que le corresponde en este momento de definiciones. Igual que como ocurrió en Oaxaca cuando llevaron a Cué al gobierno, ellos serían el verdugo y no el aliado principal de López Obrador como Presidente. Ser opositores ha sido una convicción del magisterio oaxaqueño. Por eso ahora, en las circunstancias en que se hace posible un triunfo de la izquierda en la elección presidencial, hay más resquemores por la sana distancia que por el desbordamiento a favor del tabasqueño.

Sin mayorías —ni ideologías— definidas, las elecciones en México se decantan por el voto útil

A diferencia de lo que ocurre en los Estados Unidos y otras democracias más o menos consolidadas, en México no gana quien cultiva a un sector de la población y explota una ideología o planteamientos políticos definidos. Aquí, más allá de los candidatos, gana la conveniencia y el pragmatismo, traducido en la decisión tomada por grandes masas de electores que, al final de la campaña, decantan su identidad política en el llamado voto útil, y por ende deciden votar por quien les resulta menos malo aunque eso no signifique que ese candidato fue el que los convenció por sus planteamientos, ideología o por su identidad política.

En efecto, en los Estados Unidos el candidato republicano Donald Trump ganó sorpresivamente, pero lo hizo gracias al apoyo y la captación de una mayoría perfectamente definida: la de los estadounidenses blancos que por años se han sentido desplazados y mermados, en el intento de varios presidentes por quedar bien con el mundo.

En la ideología de un importante sector de norteamericanos —el sector poblacional que hizo ganar a Trump— se encuentra la incomodidad por la pérdida del poderío económico estadounidense; por la merma de su industria nacional; por la pérdida de derechos en aras de la inclusión de mayorías; y, entre otras, por la idea de que Estados Unidos ha cedido su hegemonía mundial en aras de tratar de parecer cada vez menos el país menos poderoso e influyente del mundo.

Trump captó y cultivó a esa masa votante, que finalmente le respondió con votos independientemente de todo lo que se dijo de él —como persona y como candidato, como por ejemplo que es un hombre evidentemente misógino, o que carece de toda experiencia en el ejercicio del poder y la administración pública, al nivel del país más poderoso del mundo—, así como del marcado intento de sus adversarios políticos de desacreditarlo y presentarlo como un candidato caricaturesco, poco serio e incluso riesgoso para la democracia estadounidense.

En los Estados Unidos hubo polarización social por la elección y las preferencias ocultas por Trump pero, además, ha habido un convencimiento pleno de la masa votante que lo llevó a la Presidencia, de que sus propuestas y perspectiva política son lo que aquella nación necesita. Por eso las preferencias por Trump —muchas o pocas— prácticamente no han variado desde que inició su gestión hace más de un año, pero Trump tampoco los ha decepcionado a partir de que mantiene la perspectiva nacionalista, supremacista, conservadora y proteccionista con la que cautivó a los votantes que no eran considerados por el Partido Demócrata que impulsó a Hillary Clinton.

¿Qué ha hecho Donald Trump? Básicamente, ser un republicano a ultranza que no titubea en su perspectiva de llevar hasta las últimas consecuencias el plan de gobierno que planteó como candidato, y que en gran medida es parte de la perspectiva republicana. Ese convencimiento tiene que ver con un sentido de que —igualmente, buena o mala— la congruencia con los postulados es la más importante. Por eso, como todo un republicano ultraconservador, Trump está en contra de la migración, del libre comercio, de la apertura comercial y de la diversificación de las inversiones para abaratar costos.

Así, desde el inicio él se identificó con esas causas y por eso forzó la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte; por eso mismo dice que México se ha aprovechado de los Estados Unidos en su relación comercial, ya que la balanza comercial —es decir, lo que resulta entre lo que México compra a los Estados Unidos, con relación a lo que le vende— es enormemente superavitaria para nuestro país en detrimento de su economía.

En esa misma lógica defiende la construcción del muro en la frontera México-Estados Unidos, está a punto de ponerle fin al programa de regularización de hijos de migrantes que llegaron a Estados Unidos desde la niñez, o canceló el programa más grande beneficios de salud para la población marginal, porque todo eso coincide con el ideario conservador que él representa. Al final, queda claro, nos guste o no, Trump ha demostrado tener congruencia entre lo que dice y lo que hace; y eso mismo revela que no fue pragmatismo, sino identidad y convencimiento, lo que lo llevó a la Presidencia y lo que marca su rumbo ya en el ejercicio del poder.

PRAGMATISMO PURO

En México no podemos decir nada al menos equiparable. Reiteradamente hemos visto al PRI y sus gobernantes diciendo que se identifican con el centro izquierda, pero actuando con un sentido enormemente conservador de acuerdo a la circunstancia; también lo hemos visto aliarse con sus adversarios para hacer avanzar temas que sin dudarlo no pasarían por el tamiz de su ideario o su declaración de principios. Si ello da alguna pauta de la falta de congruencia ideológica y del enorme pragmatismo que impera en nuestra política, en realidad el voto útil es el mayor ejemplo de ello.

¿De qué hablamos? De que al menos en las tres últimas elecciones presidenciales —y así mismo será ahora— hemos visto cómo la definición del siguiente gobierno se ha establecido en función de la utilidad del voto en el último tramo de la contienda, sin considerar hacia dónde se mueve ese voto en el aspecto ideológico o político.

Por ejemplo, en el año 2000 el voto útil fue a favor de Vicente Fox, y ese voto venía del PRI cuando consideraron que de todos modos votando todos juntos a favor de su candidato (Francisco Labastida Ochoa) no ganarían. Juntos, dijeron que le habían cerrado el paso a la izquierda, aunque en realidad los seis años —doce, de hecho— el PRI y la izquierda fueron aliados, cerrándole el paso al panismo que intentó hacer todo tipo de reformas que en el Congreso fueron bloqueados por una sólida alianza del PRI con la izquierda para evitar las reformas estructurales.

Se pensaba que eso terminaría en el año 2012 cuando llegó Enrique Peña Nieto a la presidencia. El Pacto por México se pensó que había sido un acuerdo similar al Pacto de la Moncloa en España; aunque el pragmatismo reveló que, además del voto útil que favoreció fugazmente a Peña Nieto y que luego se manifestó en la conformación del Pacto, también podía dar fácilmente la espalda. Por eso, el Pacto por México se acabó cuando las conveniencias cambiaron para los partidos. Y entonces no hubo pacto, plan, programa de gobierno, ni nada, que lograra mantener una alianza que de fondo era incongruente.

DERECHA-IZQUIERDA

¿Cuánto tiempo duraría la alianza PAN-PRD en el supuesto hipotético de que Ricardo Anaya llegara a la Presidencia —obvia, aunque ilusamente, apoyado por el voto útil del PRI, sin el cual no podría ganarle a López Obrador—? Habría que voltear a los ejemplos locales: un partido se volvería rehén del otro y, en el corto plazo, terminaría aliándose a sus adversarios para ese efecto. Todo, resultado de este pragmatismo que nos tiene en condiciones impensables para un país que se dice en francas vías de desarrollo.

Poder Judicial apuesta por profesionalización continua

 Inicia Ciclo Académico de los Estudios de Especialidad enfocado a capacitar a abogados en diversas materias del derecho

Capacitar y dotar de capacidades constantemente para resolver los asuntos cotidianos, es objetivo que impulsa el trabajo de la Escuela Judicial perteneciente al Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado de Oaxaca.

Esta institución que se ubica en Ciudad Judicial ha iniciado el Ciclo Académico de los Estudios de Especialidad, el cual tendrá duración de un año. El plan de estudios contempla que cada mes los 96 abogados que laboran en el Tribunal como litigantes, cursen una de las nueve asignaturas, además de otros temas relevantes en su formación profesional.

De esta manera, se cumple con la premisa del Magistrado Presidente, Raúl Bolaños Cacho de apuntalar la mejora continua en los temas fundamentales del derecho, aquellos que son sensibles y necesarios para mantener la impartición de justicia, un reclamo social.

Este Ciclo Académico abordará temas en Derecho Civil, Familiar, Civil mercantil; Penal Sustantivo, Acusatorio Penal y Derechos Humanos, todos transcendentes para la vida social.

Los participantes son jueces, secretarios de salas y juzgados, tanto del sistema tradicional y sistema acusatorio, además de integrantes de barras y colegios de abogados, así como externos.

La convocatoria para integrar el Ciclo Académico de los Estudios de Especialidad, fue abierta en enero. Los aspirantes participaron en una etapa de evaluación, además del análisis de su experiencia profesional y académica.

De esta manera, el Poder Judicial del Estado fortalece el conocimiento de quienes, día con día resuelven los casos legales que aquejan a los justiciables, además de abrir sus puertas a los abogados litigantes que buscan brindar una mejor asesoría y acompañamiento en sus situaciones de índole legal.

En la inauguración realizada en el auditorio del Poder Judicial del Estado, ubicado en Ciudad Judicial, estuvieron presentes los Magistrados Crescencio Martínez Geminiano y María Laura Ortiz Aguirre, ambos de la Primera Sala Civil; Gerardo Carmona Castillo, Segunda Sala Penal y Ricardo Herrera Muzgo, Segunda Sala Civil, así como la directora de la Escuela Judicial, Yanis Santiago Rodríguez, entre otros.

En 2018 estamos en vías de consolidar la docena —y media— trágica mexicana

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Quién sabe cómo ocurra en otros países, pero en México es evidente que las convicciones en la vida pública están extraviadas por completo. Sólo aquí se aprecia, con toda naturalidad, que hoy un partido o facción política defiende con todo denuedo un planteamiento, proyecto o reforma, aunque apenas el día previo haya hecho y dicho, con igual intensidad, todo lo contrario. Aquí abundan los ejemplos. Y ante el regreso del PRI, y el aparente avance rápido de diversos temas en nuestro país, comenzamos a ver la magnitud de ese pragmatismo feroz que nos llevó a tener prácticamente dos décadas perdidas.

En efecto, es cierto que México no tiene todos sus problemas gracias a un solo hombre, a un solo partido o a un solo gobierno. De hecho, esa visión monocromática que pretende todo atribuirlo únicamente a las correcciones o incorrecciones del bando de los malos contra los buenos, es tan corrosiva como el hecho mismo de que supongamos que aquí todo pasa como producto de un mal gobierno, de un mal partido, de un mal gobernante o de una mala ideología. Nada en sí mismo tiene ese matiz. Y más bien, somos las personas, y nuestros errores y aciertos, lo que marca la diferencia entre algo constructivo o nocivo para nuestra nación.

¿Por qué afirmamos lo anterior? Porque en México hoy está muy de moda un término al que denominaron popularmente como “la docena trágica”, la cual bien puede extenderse a un periodo no de doce sino de 18 años. ¿A qué se refieren? Específicamente, la referencia se hace a los dos gobiernos emanados del PAN que, ciertamente, en dos sexenios deshicieron el poder que llegaron a tener y no sólo terminaron perdiendo las elecciones, sino siendo derrotados por el mismo adversario político, el Partido Revolucionario Institucional, a quien ellos habían derrotado apenas en los inicios de la década pasada. Es cierto, la derrota del panismo y su debacle son contundentes. Sin embargo, suponer que la llamada docena trágica es sólo producto del panismo es tanto como un error, y un exceso. Veamos por qué.

El solo gobierno del presidente Felipe Calderón Hinojosa podría ser lo suficientemente trágico como para denominarlo así por la guerra contra el crimen organizado y por los desastrosos efectos que esta tuvo sobre la paz, sobre la legalidad y, en resumen, sobre los mexicanos. Sin embargo, al margen de eso lo cierto es que en muchos otros aspectos, en los que México también avanzó menos de lo que bien podría haber hecho, o en los que de plano se detuvo, no fueron culpa sólo del Partido Acción Nacional, sino de una combinación de factores que derivaron en la paralización de ciertos temas que eran torales para el país, y que ahora paradójicamente están avanzando en manos de quienes inicialmente se oponían a ellos.

Pongamos un par de ejemplos. Desde que el presidente Vicente Fox iba a asumir el poder, anunció que una de las primeras medidas de su gobierno sería la de la aplicación del Impuesto al Valor Agregado a alimentos y medicinas, que hoy están gravados con una tasa cero de impuestos. Decía el presidente Fox que esa sería una de las bases de la gran reforma fiscal que se pretendía para el país.

Y fue en gran medida el Partido Revolucionario Institucional quien se opuso terminantemente a que esa reforma se consolidara. Lucharon desde las trincheras legislativas oponiéndose a la iniciativa de reforma; lo hicieron también desde la base ciudadana alentando a las personas a inconformarse con medidas que consideraban como lesivas para la economía popular. Y también lo hicieron desde la manipulación populista, argumentando que los mexicanos necesitaban exactamente lo contrario a la imposición de más gravámenes. Y con todo eso pararon la gran reforma fiscal que habría dado aire fresco a las finanzas nacionales.

REHÉN DEL PARTIDISMO

Otro de los grandes temas fue la discusión respecto a Petróleos Mexicanos y la industria de los hidrocarburos en México. En los últimos años, la discusión sobre ese tema dejó atrás prácticamente todos los argumentos razonados para pasar a la abierta irracionalidad. Hoy el supuesto “nacionalismo” de quienes antes se opusieron a cualquier tipo de reforma en materia energética (prácticamente sin ver cuál era su contenido, y anteponiendo los dogmas sin abonar a las necesidades apremiantes del país) es el mismo con el que se impulsó la reforma energética.

El ejemplo visible de ello está en los llamados “gasolinazos”. Durante el gobierno del presidente Calderón, éstos fueron repudiados por amplios sectores de la población, también alentados por partidos como el PRI. ¿Pero qué ocurrió después? Que los “gasolinazos” no sólo no se detuvieron, sino que continúan aplicándose con incrementos mayores, mensuales, al precio de los combustibles. Lo único que cambió fue la denominación.

De “gasolinazos” pasaron a ser “deslizamientos” ante el interés de quedar bien con el nuevo gobierno, y ante la decisión de las demás fuerzas políticas de oposición de secundar los proyectos del Revolucionario Institucional a cambio de otro tipo de prebendas políticas. Finalmente, los gasolinazos y los deslizamientos se terminaron para dar paso a la libre flotación de los combustibles, el cual sigue siendo un tema al que sólo acuden los partidos y los políticos cuando tienen la necesidad de una bandera opositora al gobierno, aunque en realidad no tengan convicción alguna por la defensa de la economía familiar, del bolsillo de la gente, o de la situación que impera en la mayoría de las familias mexicanas.

Así, lo que queda claro es que México es un país en el que el pragmatismo venció por completo a cualquier forma de convicción política. No hay forma de defender un proyecto o un tema con denuedo y argumentos sólidos. Muchos de los que pretenden hacerlo, terminan instalados en un radicalismo inopinado que también le hace mal. Pero los más, terminan ubicados en formas de hacer política en los que lo que vale es la conveniencia y las necesidades políticas del momento, pero no los temas que deberían ser parte toral de la agenda pública en nuestro país.

PAÍS SIN CONVICCIONES

Muchos de los temas que fueron duramente rechazados en el pasado, hoy son una realidad ante la mirada impasible, cómplice o disimulada de las fuerzas de oposición. El PAN, que durante doce años impulsó la estabilización de los precios de los combustibles, es quien hoy reprocha a un funcionario de sus gobiernos, por haberlo hecho. El PRI hizo suya la guerra anticrimen del panismo. Y el perredismo y Morena están tan enlodados por la corrupción que tanto denuncian de sus adversarios. ¿Qué queda? La evidencia de que somos un país con un sentido muy laxo —si no es que nulo— de convicciones políticas, democráticas y de congruencia.

Los sindicatos en Oaxaca emulan a la S-22 en la ilegalidad de sus acciones de protesta

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Es increíble cómo una facción sindical que no cuenta con reconocimiento legal ni toma de nota, es capaz de cerrar toda una institución y mantenerla así para forzar una negociación que, a su vez, no es reconocida por el grupo mayoritario del mismo sindicato. Eso, que pudiera resultar increíble, es algo que cotidianamente ocurre en Oaxaca con los gremios y las instituciones, a las que presionan a pesar de no contar con el respaldo legal para hacerlo, sino sólo la fuerza y la organización de sus agremiados. Es una de las varias herencias de ilegalidad que le ha dado a Oaxaca la Sección 22 del SNTE.

En efecto, desde la semana pasada el Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Oaxaca (STAUO) emplazó legalmente a huelga a la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca. Luego de que el rector Eduardo Bautista Martínez estableciera mesas de trabajo y entablara acuerdos con la mayoría sindical, el STAUO anunció que se desistiría de la huelga siempre que se cumplieran algunas condiciones que la administración central no tuvo mayor empacho en conceder porque no implicaban una carga financiera desbordada para las finanzas universitarias.

No obstante, hubo una facción radicalizada del STAUO la que decidió no hacer eco a la decisión tomada por la mayoría sindical. Así, a pesar de ser un grupo minoritario, decidieron tomar las instalaciones universitarias, encadenar todos sus accesos e instalar banderas rojinegras como si se tratara de una huelga. En realidad no era así, porque además de no ser la dirigencia sindical, ni contar con la toma de nota, ni tener a la mayoría de los agremiados, y tampoco haber seguido el procedimiento que establece la Ley Federal del Trabajo para el estallamiento legal de una huelga, ellos lo simulan de ese modo cuando en realidad de lo que se trata es de un paro unilateral de labores motivada en la intención de generar presión para lograr una negociación política.

En ese sentido, vale la pena recordar que la toma de nota de Comité Directivo, es el documento que expide una Autoridad Laboral, por el que da fe de la elección de los directivos de una organización sindical (sindicato, federación o confederación). En ella se indica que derivado del cumplimiento del proceso de elección establecido en sus estatutos, diversos miembros fueron elegidos para integrar al comité directivo de dichas organizaciones, los cuales van a representarlos ante autoridades y empresas, entre otros. De entrada, el STAUO enfrenta el problema de la división interna, y de que el grupo que mantiene tomada la Universidad no es quien cuenta con la toma de nota.

Esa es la razón por la que el presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje, Francisco Martínez Sánchez, dijo que declaró inexistente la huelga en la UABJO, porque el grupo interno del Sindicato de Trabajadores Académicos que inició el paro de labores y la toma de instalaciones universitarias, carece de su toma de nota, y en consecuencia no tiene la figura legal para exigir a la rectoría la revisión de su contrato colectivo de trabajo y en consecuencia, emplazar y estallar a una huelga general.

“El gremio tiene un problema interno, no han definido en la ley a su dirigente, el STAUO se dividió en dos fracciones, y no se han puesto de acuerdo para definir la titularidad de su comité seccional, y por ello, al existir una incertidumbre interna en el gremio, un vació legal, la junta laboral no puede otorgar la toma de nota al sindicato”.

Martínez Sánchez, afirmó que para el gremio pueda emplazar a huelga la UABJO, deben acreditar su personalidad jurídica ante la Junta Laboral. Afirmó que la UABJO, puede presentar una demanda para recuperar y exigir la devolución y entrega de sus instalaciones, ya que no hay una huelga jurídica, sino una huelga de facto, e instó a la autoridad universitaria actuar con inteligencia, valiendo una salida política al conflicto, dialogando con las partes para instar a que depongan actitudes y opten por la entrega de las instalaciones universitaria de forma pacífica.

Sin embargo el abogado general de la UABJO Héctor Sánchez, dijo que se presentará una denuncia por despojo de las instalaciones, para que por orden judicial se pueda exigir su devolución y entrega, lo cual no sería extraño que sí pudiera ocurrir ante la ilegalidad de las acciones emprendidas por dicho grupo de trabajadores, enmascaradas en la apariencia de una huelga.

HERENCIA MALDITA

¿Cómo puede ocurrir algo así, a la vista de todo, y que no ocurra nada? La explicación debemos ir a buscarla en la forma en cómo ha actuado el sindicato más grande y organizado que existe en Oaxaca, y que es la Sección 22 del SNTE. Ellos, que recientemente pelearon arduamente porque les extendieran la toma de nota a su dirigencia sindical, en realidad lo hacen porque a través de esa toma de nota —que encierra el reconocimiento a sus representantes— es como pueden acceder a los recursos económicos captados por concepto de las cuotas sindicales que les descuentan a sus agremiados.

Ahí radica su interés, pero no que ese reconocimiento sirva para llevar a cabo procedimiento legal alguno para emplazar a huelga o realizar cualquier acción legal en contra del patrón —que en este caso son el gobierno federal, y el estatal, en lo que los corresponda según sus respectivos ámbitos de competencia. De hecho, la 22 nunca se ha preocupado por estallar una huelga legalmente, sino que todas sus acciones y conquistas sindicales las ha conseguido por la vía de la movilización, de la fuerza y de la organización, desdeñando por completo cualquier cosa que tenga que ver con procesos legales para lograrlo.

BASES ILEGALES

Esto es algo que resulta por demás palpable en Oaxaca, aunque en realidad ya a nadie le importa. El gobierno estatal, históricamente ha estado preocupado por reaccionar a cualquiera de las acciones de presión emprendidas por el magisterio, sin revisar si éstas tienen alguna base legal. De hecho, nunca la han tenido. Sin embargo, por un lado eso ha pasado a segundo plano porque lo que al gobierno le ha preocupado siempre es conseguir que esas movilizaciones no se conviertan en problemas sociales; y, por el otro, tampoco le ha dado mucha importancia porque —según quedó demostrado en 2006, cuando de forma desastrosa intentaron romper por la vía de la fuerza pública una acción de fuerza emprendida por el magisterio— el gobierno tampoco tiene a la fuerza policial suficiente como para recuperar la legalidad en un caso como esos. Así, queda claro que acciones como la que ahora lastima a la Universidad, en realidad es una herencia maldita de la 22, que otros aprovechan cotidianamente.